Revista
Proceso
# 2031, 4 de octubre de 2015..
La
delegación Cuauhtémoc o la podredumbre/ÁLVARO
DELGADO
Como
el resto de los jefes delegacionales electos, Ricardo Monreal tomó posesión el
jueves 1 de su cargo en Cuauhtémoc, el centro neurálgico de la política
nacional. Horas antes, en entrevista con Proceso, habló de la corrupción que,
dijo, encontró entre los funcionarios de
la demarcación, del reto mayúsculo que plantea la delincuencia y de sus planes
para dignificar y reordenar el comercio ambulante. El político zacatecano
reconoce que uno de los mayores peligros para su gestión, y para su ambición de
llegar a la jefatura de Gobierno en 2018, es ceder a las amenazas o a los
sobornos.
Hace
dos semanas, Andrés Manuel López Obrador invitó a una gira a Tlaxcala a Ricardo
Monreal, jefe delegacional de Cuauhtémoc, cuyo territorio es el corazón
político de la República, el mayor poder económico de la capital y el máximo
polo cultural del continente.
–¿Y
cómo vas? –le preguntó al victorioso candidato de Morena.
–¡Si
yo hubiera sabido el tamaño de la podredumbre que hay en la delegación, no
hubiera aceptado!
Aunque
fue una respuesta entre en broma y en serio, Monreal afirma que no exagera: la
delegación, que gobierna a partir del jueves 1, tiene una enraizada corrupción
en todos los niveles, cuya radiografía preliminar exhibe también la degradación
de un sector de la izquierda.
La
compara con lo que hace casi dos décadas, en 1998, enfrentó como gobernador de
Zacatecas: “Recibí un gobierno en agonía, con una gran corrupción, pero ésta es
más grave. La delegación atraviesa por una etapa con dos vertientes: quiebra moral
y quiebra económica; si se juntan, no hay mucho qué hacer”.
Pero
lo debe hacer y mucho, enfatiza, porque la expectativa de quienes votaron por
él es mayúscula, porque está decidido a cumplir lo que prometió y, si no lo
hace, no tiene ningún posibilidad de éxito en su ambición expresa de ser jefe
de gobierno en 2018.
“Si
no logro cumplir esta expectativa, es mi tumba y el precipicio de mi prestigio
personal”, admite Monreal, quien como jefe delegacional electo presentó cuatro
denuncias ante el procurador general de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo
Ríos Garza, por la red de corrupción de altos funcionarios del gobierno del
Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“No
voy a permitir que el procurador les dé carpetazo”, advierte Monreal, y revela
que le informó al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, que presentará más
denuncias. Se reunió con él justo antes de la entrevista con Proceso, el 30 de
septiembre.
“Tuve
la oportunidad de conversar con él, con quien tengo una relación de respeto y colaboración
que quiero mantener, y le dije: ‘El tema de la corrupción es enorme’”, detalla
Monreal. Reproduce el diálogo:
–Te
pido de favor que gires instrucción al procurador para que le dé trámite y
agilice las distintas denuncias que hemos presentando.
–¿Vas
a presentar más? ¿Tienes más pruebas de hechos que puedan ser constitutivos de
delito?
–Sí.
–Te
garantizo que se va a actuar.
Confrontado
en campaña con Mancera, a quien identificó como el artífice de la compra de
voto contra Morena, Monreal quiere confiar en él – “lo creo auténtico en ese
sentido” –, pero también anticipa que no permitirá el encubrimiento de quienes,
como sistema, han saqueado a la delegación:
“No
tendría autoridad moral si yo negocio, transo, y si digo: borrón y cuenta
nueva. ¡Entonces qué sentido tiene ganar y que la gente tenga una esperanza de
cambio! ¡Qué sentido tiene sustituir simple y sencillamente corrupción y
convertirte en el nuevo ente corruptor!”
–¿Las
corruptelas van a castigarse hasta los altos niveles o, como siempre, sólo a
los de abajo?
–No
valdría la pena tampoco si, como siempre, son chivos expiatorios, son peces
pequeñitos, charales, y se deja a salvo a los grandes tiburones. ¡No, yo voy al
más alto nivel! ¡Donde sea voy a presentar denuncias!
Pero
la limpia en la delegación no es sólo de funcionarios del PRD, que gobernó la
delegación desde 2000 y cuya primera delegada fue la senadora Dolores Padierna,
esposa de René Bejarano –cuyo grupo fue factor para el triunfo de Monreal–,
sino de otros líderes, por ejemplo del ambulantaje.
“A
partir del 1 de octubre vamos a plantear una dignificación y un reordenamiento
del comercio urbano ambulante. No voy a entregar un solo permiso hasta en tanto
se reordene”, promete.
Y
más aún. Revela que solicitó al Servicio de Administración Tributaria (SAT)
información sobre cuentas bancarias de líderes de los ambulantes, en las que
éstos depositan la cuota que se les cobra por hacer uso de espacios en la vía
pública, y que estos recursos se entreguen a la autoridad delegacional.
“Es
durísima esa petición. Tengo las cuentas donde depositan los ambulantes y estoy
planteando con toda seriedad al SAT, primero, la información de cuánto (dinero)
es y, luego, que se reintegre a la delegación, porque proviene de renta de
espacios públicos”.
–¿Y
le hará caso Luis Videgaray?
–Tengo
números de cuentas donde los ambulantes depositan semana por semana. ¡Cuántas
fortunas hay ahí! El SAT me lo tiene que dar. Soy gobierno, fui electo y lo voy
a exigir.
En
la mira está Alejandra Barrios Richard, líder de la asociación Legítima, Cívica
y Comercial, A.C., que agrupa a más de 5 mil comerciantes informales. Barrios
Richard fue rival de Monreal como candidata del Partido Revolucionario
Institucional (PRI).
No
se meta, delegado
Son
las 17:00 horas del miércoles 30, faltan unas horas para que rinda protesta
como jefe delegacional, y Monreal está ansioso de tomar posesión. Su oficina de
la colonia Juárez –ubicada a 200 metros de la Secretaría de Gobernación y a 100
del Senado– es un hervidero de colaboradores, amigos, familiares y solicitantes
de empleo.
Ahí
anda Aliza Chelminsky, directora de Servicios Urbanos y quien en el gobierno de
Vicente Fox fue jefa de la Unidad de Vinculación para la Transparencia de la
Secretaría de la Función Pública cuyo titular en ese entonces, Francisco
Barrio, fracasó en el intento de encarcelar “peces gordos” priistas.
También
se apersona Nicolás Mollinedo, el jefe de logística de López Obrador cuando fue
jefe de gobierno y quien ahora es responsable de limpia de la delegación de
Monreal, cuyo segundo de a bordo es Pedro Pablo de Antuñano, director general
Jurídico y de Gobierno.
Monreal
sabe que hay quienes lo quieren “calar”. De hecho, le advirtieron que podría
haber un paro de labores de los trabajadores de la delegación el día de su toma
de posesión, temerosos de ser afectados por el programa de austeridad.
Le
preguntó a líderes por qué la protesta si la reducción de 50% del salario es
sólo para los mandos que llegan, y le dijeron que “por las dudas”. Les
respondió: “Está bien, nada más que si hacen paro les voy a descontar el día”.
Nada
pasó, pero hay otras acechanzas. Por ejemplo, los empleados que controlan los
relojes checadores y los que solían vender alcohol en la vía pública le han
enviado señales: “Primero en el tono del reparto del botín, y estas últimas
semanas han sido: ‘No se meta’”, subraya.
Pero
las amenazas más serias provienen de grupos delincuenciales: “Los
distribuidores de droga, cárteles, sicarios, trata de personas, dueños de
hoteles que tienen toda una red de prostitución, los giros negros, esos son.
Esto no es un juego. Voy a decirlo: alguien se tiene que atrever a esto y yo
estoy decidido a enfrentarlo”.
–¿Habrá
reacciones?
–Seguramente.
Pero si no nos enfrentamos a eso, no vale la pena. Yo no voy a ser simplemente
un florero, un adorno o un quítate tú porque llego yo y ahora el gran corruptor
y receptor de la corrupción soy yo. No valdría la pena.
–Pero
podría pactar.
–¡No,
no voy a pactar! Yo lo que planteo es: en la Cuauhtémoc, que es mi
jurisdicción, no voy a transar, porque gobierno que transa, gobierno que se
suicida.
–¿Y
de su éxito en la delegación depende que pueda ser jefe de gobierno en 2018?
–También.
Yo estoy muy claro que depende, en efecto, del ejercicio de gobierno y del
cumplimiento de compromisos poder aspirar a ser jefe de gobierno. Si yo no
tengo esa capacidad, no hay 2018 para mí.
“Tan
sencillo como eso. Si no puedes con la delegación, sin autoridad moral ni
política, envuelto en la misma podredumbre y corrupción que recibes, no tendría
ninguna posibilidad de luchar por la jefatura de gobierno.”
Poder
y miseria
A
sus 55 años recién cumplidos, nacido en Plateros, Zacatecas, donde se ubica el
santuario del Santo Niño de Atocha, del que es devoto, Monreal asume una de las
principales delegaciones de la Ciudad de México, que es además superior, en
términos políticos y económicos, a varios estados de la República.
Cuauhtémoc
es la séptima economía del país, con 4.6% del Producto Interno Bruto (PIB)
–Zacatecas llega apenas a 0.9–, y representa 20% de la producción de la
capital, con el principal corredor bursátil del país y el Banco de México,
donde están en curso seis proyectos de más de mil millones de pesos cada uno.
Pero
la delegación Cuauhtémoc es, resalta Monreal, “el corazón de México”: aquí se
asientan los tres Poderes de la Unión –en el Palacio Nacional, la Suprema
Corte, el Senado– y también el mayor patrimonio cultural: el Centro Histórico,
el Templo Mayor, la Catedral, el Palacio de Bellas Artes y otros 70 teatros y
70 museos.
“Esta
delegación concentra la oferta cultural más grande de América, pero también,
lamentablemente, somos líderes en narcomenudeo, trata de personas, robos a
transeúnte, asaltos… Y algo más: ¡aquí viven casi 5 mil personas en situación
de calle!”
En
Cuauhtémoc –que tiene 600 mil habitantes, pero una población flotante de 5
millones de personas– se muestran los contrastes del neoliberalismo: “Hemos
construido una oligarquía económica poderosísima y una base social de pobres,
de una gran miseria, que ya invaden jardines, parques y edificios públicos”.
Pero
también la contraparte tiene culpa: “En esta delegación es donde más se ha
destruido el tejido social, donde el clientelismo y la política de cooptación
practicada por un sector de la izquierda hizo estragos”.
Bejarano,
Gutiérrez, el “Niño”…
El
PRD gobernó 15 años, recuerda Monreal, pero el proceso de corrupción ha
empeorado en los últimos nueve: Todas las direcciones eran vistas de manera
patrimonialista para la venta de calles y banquetas, uso de suelo, giros
negros, licencias de construcción…
“Son
parcelas de poder y de corrupción”, dice, y tan es así que no sabe cuántos
trabajadores y “aviadores” existen, ni siquiera el número de vehículos: primero
le dijeron que son 870, luego que 700 y ahora sólo 600.
Otros
dos ejemplos: hay una insuficiencia presupuestal por 143.6 millones de pesos
para los últimos dos meses de 2015, y en obra no existe contrato de la
adjudicación directa para la construcción del Sistema de Agua Potable de la
Unidad Nonoalco-Tlatelolco por 30.4 millones de pesos, que debería terminarse
en marzo de 2016 y está suspendida.
“¿Qué
pasó en la delegación? –se pregunta Monreal–. Por la dominación de un grupo o
de un partido se fue convirtiendo en una ínsula de corrupción y de impunidad.
Hacen lo que quieren y no tienen ninguna consecuencia jurídica ni política,
salvo social, y por eso perdieron.”
–¿Y
eso verdaderamente se va a acabar?
–¡Lo
garantizo, lo garantizo, aunque no va a ser fácil!
Y
no lo será: el grupo del aún perredista René Bejarano lo apoyó, aunque él
asegura que no, como niega también que algo pactó con Cuauhtémoc Gutiérrez de
la Torre, el dirigente priista perdonado por la procuraduría de Mancera de la acusación
de encabezar una red de prostitución a su servicio.
Sobre
Bejarano y Padierna dice: “No me caso ni me meto a pleitos inútiles. En la
medida en que tengan respeto por el gobierno delegacional tendré respeto con
ellos. Y admito una cosa: la traición de la que fueron objeto Bejarano y
Dolores, por supuesto que a mí me resultó conveniente”.
Explica:
“Soy muy claro: si Bejarano mantiene su grupo político unido y puede hacer
candidata a María Rojo, habría batallado más. Pero cuando se da la traición se
desprende un sector del grupo político de Bejarano y se debilita ese sector.
Bejarano no operó para mí, pero tampoco para ellos, y yo tuve posibilidades de
trabajar el territorio sin la presión de golpeteo de ese sector que quedó. Soy
muy claro: no quiero casarme con pleitos con él, no lo necesito”.
–¿Ni
con Gutiérrez de la Torre, con quien sí se reunió?
–No,
fíjate que con Gutiérrez… yo… Por ejemplo, en la izquierda pudiera platicar, en
el PRI tengo amigos, pero no él, no él. No tengo ninguna reunión, relación con
él.
–¿Y
por qué él dijo que sí?
–Pues
porque era parte del uso, del uso que tenían contra mí para deteriorarme y
desprestigiarme. ¿Quiénes tenían la verdadera relación con él? Quienes lo
protegieron.
A
Monreal lo han estado tentando con ofertas de dinero: “Un tipo se atrevió a
decirme, hace unos días: ‘Pero qué necesidad, delegado, mejor cuide al ‘niño’”.
–¿Qué
es el “niño”?
–¡El
niño, pues! Es el dinero que reciben los delegados.
–¿Cuánto?
–No
lo sé, no lo sé, pero llegando lo voy a saber.
La
primera decisión de Monreal fue suspender los trabajos de la Comisión Federal
de Electricidad, que tenía 88 excavaciones en la delegación, y va contra
empresas que colocan casetas telefónicas. “¡A cambio de dinero podían hacer lo
que quisieran! ¡Todo eso se va a acabar!”
–La
tentación del dinero es mucha.
–¡Es
mucha! ¡Vamos a resistir, vamos a resistir!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario