21 may 2017

Las columnas políticas, hoy domingo 21 de mayo de 2017

Las columnas políticas, hoy domingo 21 de mayo de 2017
Templo Mayor/Reforma

VAYA que Alejandra Barrales y Ricardo Anaya pusieron de cabeza la agenda sabatina con su rueda de prensa mañanera. Los dirigentes del PRD y el PAN dijeron que ambos partidos analizan conformar un frente opositor para las elecciones federales del 2018.
TODAVÍA no terminaba la conferencia cuando los celulares sonaban y los WhatsApp intercambiaban mensajes, dado que a muchos actores políticos interesados en que se concrete una gran alianza para el año próximo los tomó por sorpresa el anuncio.
AL FILO del mediodía las aguas se calmaron entre los entusiastas de la idea y acordaron meterle freno al anticipado anuncio. Incluso, ante la efervescencia provocada, Barrales de plano salió a dar el mensaje de que ahí va la negociación para el acuerdo, pero que aún les falta trabajo para que quede a punto de turrón.

LO QUE SÍ va quedando cada vez más claro es que, en el ambiente político nacional, hay un ánimo de conformar frentes y hacer alianzas que le permitan a quien gane la Presidencia el próximo año hacerlo apoyado por una mayoría que le facilite la tarea de gobernar.
MUY CALLADITAS andan las autoridades del Edomex desde que se decretó la contingencia ambiental en el Valle de México.
PARECE que se les olvida -o no quieren acordarse- que buena parte del territorio y más de la mitad de los habitantes de la zona en donde aplican las restricciones por la alerta ambiental pertenecen al Estado de México.
TAMPOCO acusan recibo de que autos y camiones registrados en esa entidad, así como las fábricas asentadas en ella, contribuyen, y mucho, a que los niveles de ozono y sobre todo de partículas PM10 se eleven por encima de lo que marca la norma establecida.
PARECE que los funcionarios y el gobernador Eruviel Ávila andan muy ocupados con otros asuntos como la elección del 4 de junio, por ejemplo. Ya se verá si se dan un tiempecito para mejorar el ambiente en su entidad... ¡Literal!
ALLÁ EN Coahuila cuentan que el candidato del PRI a la gubernatura, Miguel Ángel Riquelme, está pasando las de Caín por su cercanía con los hermanos Humberto y Rubén Moreira.
Y ES QUE pertenecer a ese clan no es precisamente un activo político a la hora de hacer campaña.
SIN EMBARGO, con eso de que está tooodo el aparato estatal detrás de su campaña, un deslinde de Riquelme sería tanto como darse un tiro en cada pie.
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Frentes Políticos/Excelsior
I. Conveniencias. Tras el anuncio de coalición entre el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, lo que hay es, al parecer, un acuerdo de intereses personales, pues Alejandra Barrales, dirigente del sol azteca, le garantiza a Ricardo Anaya, líder del blanquiazul, una alianza para la Presidencia, y éste a Barrales, la jefatura de la Ciudad de México. Por eso las prisas. Lo malo es que ninguno negoció esta decisión en el interior de sus partidos, ni tampoco se sabe qué es lo que cederá cada uno. ¿Veremos al PRD de la mano del expresidente Felipe Calderón? ¿El PAN avalará la gestión del PRD en la ciudad, aun bajo altos índices de inseguridad? ¿Reeditarán las coaliciones fallidas de Oaxaca y Sinaloa? ¿O sólo este par sacará provecho?
II. Barbarie. Si usted va a un país e insulta de la manera en que Aleksei Makeev, un ciudadano ruso, lo hizo con los mexicanos, seguramente acabará muy mal. Este hombre terminó con traumatismo craneoencefálico y lesiones de gravedad, luego de que una turba de unas 600 personas casi lo lincha. Las autoridades hicieron lo suyo, se quedaron pasmadas, como siempre. Su inacción provocó la muerte de un joven, apuñalado por el ruso. Ahora, el Instituto Nacional de Migración busca deportarlo. No se equivoquen, Makeev es un asesino y debe pagar aquí, donde cometió su crimen. Ya ven la historia de la secuestradora francesa, Florence Cassez. No debe pasar otra vez, la gente está enojada.
III. Gastos inútiles. No es necesario que el Partido Acción Nacional muestre en un spot el nivel de indefensión que se vive, sobre todo, en ciertos territorios de México. Sólo tira los recursos a la basura. Esta vez, la autoridad electoral ordenó el retiro del promocional titulado Cristalazo de su cuenta de Facebook y sus otros sitios de internet, por su contenido violento y la participación de una menor de edad. Si era obvio que el Instituto Nacional Electoral le exigiría quitar el spot donde culpa al PRI de la violencia e inseguridad en el Edomex, Josefina Vázquez Mota y su equipo pudieron idear algo mejorcito. Para qué ensuciar de lodo también las redes sociales.
IV. Vulnerables. Esta semana sucedió uno de los capítulos más humillantes en la historia de las fuerzas policiacas en el país. Cuando regresaban de Acapulco, en su día franco, 29 policías federales fueron asaltados por tres individuos, en plena Autopista del Sol. Los efectivos cargaban gasolina cuando les dispararon. ¿Por qué, si iban desarmados, no viajaban con escoltas? En San Pedro, Nuevo León, luego del asesinato de un mando policiaco y su guardaespaldas, el municipio ofreció reforzar la seguridad y además apoyar las investigaciones. Si gobernantes como Jaime Rodríguez, El Bronco, no protegen a sus propios cuerpos policiacos, ¿cómo pedir que cuiden a la sociedad?
V. Cuando tú vas, yo ya vengo. La Comisión Nacional de Seguridad capacitó a los 77 responsables de penales estatales con la encomienda de fortalecer las medidas de seguridad física de los inmuebles. ¡Qué bueno! Se ha visto que a últimas fechas el prototipo de cárceles en México es absolutamente fallido y, al parecer, la delincuencia va un paso adelante. En un operativo en la prisión de Reynosa, Tamaulipas, hallaron armas largas, cargadores y 90 cartuchos ¡enterrados! Hubo que usar detectores de metal. Además, el pasado fin de semana, localizaron un túnel inconcluso. Por lo visto, limpiar los centros de reclusión, créalo, se ve imposible. ¿O no?
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Voz de la moderación/Enrique Krauze
Reforma
Celebramos este año a Mariano Otero, el meteoro del liberalismo mexicano. Murió en 1850. De haber prevalecido su llamado a evitar el encono ideológico, México habría evitado el desgarramiento de la Guerra de Reforma y aun de la Revolución, que costaron cientos de miles de vidas. En el umbral de 2018, sus ideas cobran una inquietante vigencia.
Nacido en Guadalajara hace doscientos años, formado en la excelente tradición humanística y jurídica de Jalisco, Otero tuvo una notable labor pública entre 1842 y 1850, año en que murió. A lo largo de esos ocho años, acaso los más aciagos de nuestra historia independiente, Otero fue muchas cosas: representante popular, diputado constituyente, Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores, alcalde de la ciudad de México. Fue el principal ideólogo de nuestras garantías individuales y (junto a Manuel Crescencio Rejón) el creador del moderno Juicio de amparo.
Sus aportes a la legislación federalista, a la división de poderes y la representación popular, resultaron perdurables. Era un orador extraordinario (fueron famosos sus discursos del 16 de septiembre), un abogado precoz de gran éxito e -inspirado en los tratamientos de reclusión de John Howard y el diseño arquitectónico panóptico de Jeremy Bentham- propuso reformar el sistema penitenciario. (Estas ideas se aplicaron en el Palacio de Lecumberri).
Su producción literaria no es menos notable. Otero escribió biografías de jaliscienses eminentes, piezas literarias y estudios lingüísticos. Por si fuera poco, fue el primer sociólogo de México. Dos obras suyas (escritas respectivamente desde la mayor esperanza y el desconsuelo máximo) son representativas del más noble pensamiento liberal moderado de su época y de todas las épocas: Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y política que se agita en la República Mexicana (1842) y Consideraciones sobre la situación política y social de la República Mexicana (1847). En su copiosa obra epistolar, destaca su correspondencia con Melchor Ocampo, José María Luis Mora y Guillermo Prieto. Otero está en busca de un biógrafo.
Según Jesús Reyes Heroles -que lo estudió a profundidad- una de las influencias mayores fue Edmund Burke. Partidario de la independencia americana y la autonomía irlandesa, el liberal Burke era, al mismo tiempo, un defensor de las tradiciones de su país. Las veía como el fundamento para arraigar la nacionalidad. Fue también el primer crítico de la violencia revolucionaria. Otero, su lector mexicano, adoptó sus ideas con clarividencia, creatividad y escasa fortuna.
La diferencia esencial de Otero con los liberales exaltados, que llamaba "sansculottes" y "demagogos", residía en su postura moderada con respecto a la Iglesia. Si bien criticaba al alto Clero por su egoísmo y su omnipresencia política, consideraba que la Iglesia era depositaria de un patrimonio espiritual y moral irremplazable, preciado e intocable. Pero no era menos marcada su distancia de los partidarios del "retroceso", monarquistas, conservadores.
Otero no vivió para ver la consolidación de sus ideas en la Constitución de 1857. Su gloria son las libertades políticas y los preceptos jurídicos consignados en aquel texto -más moderado que radical- que sigue siendo la base de nuestra frágil vida constitucional. Muy pronto, la guerra enfrentó a los liberales puros con los conservadores en una querella ideológica (y teológica). El espíritu de moderación encarnado en Otero desapareció del horizonte para dar lugar a una oposición irreconciliable de contrarios, a una cultura del odio y la intolerancia.
El Porfirismo no resolvió el problema, lo disimuló. Tampoco el siglo XX, que presenció la inútil lucha entre el jacobinismo y el clero. Y aunque esa discordia particular se apagó, la intolerancia política entre posiciones contrarias sigue siendo uno de los mayores obstáculos para consolidar a nuestra frágil vida democrática.
Ahí reside uno de los legados de Otero. México debería recobrar la buena senda de la moderación, el temple e ideario liberal, el apego a las leyes y las instituciones, el amor a la tradición:
"... debemos conciliar a todos los hombres, reunir a todos los partidos, sofocar el germen de todas las facciones, reconocer todos los intereses, dar garantía a todas la clases y precaver todos los abusos y sobre estos cimientos, bajo estas bases, atender un grande interés, el de la nación...".
Sin ese "nosotros" esencial las naciones no perduran, las naciones se desgarran. Conviene recordarlo.
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Postprivacidad/Eduardo Caccia
Reforma
Eres millones de células, también de datos. El despertador de tu teléfono suena a las 6 am, haces ejercicio (estrenas tu nueva app), luego sales de casa a las 7:45, llegas a trabajar a las 9, usaste una aplicación de navegación para llegar rápido, claro. Por la tarde vas al supermercado, revisas tus redes sociales, un me-gusta por aquí, un me-gusta por allá, subes una foto, haces un comentario aprobando algo, en otro desapruebas aquello, antes de dormir compras ropa por internet y el sueño te vence en cierta serie de la web. Ha sido un día normal, uno de tantos en que cada actividad tuya ha sido registrada en una base de datos.
Estamos dejando una huella digital con la tecnología en línea que interactuamos. Se sabe a qué hora te levantas, de dónde a dónde te mueves, a qué velocidad, con qué frecuencia, incluso tu ritmo cardiaco, presión arterial, qué aficiones tienes, qué tipo de amigos te agradan, qué opinas de ciertos temas, qué talla eres, tu número de tarjeta de crédito, tus expresiones favoritas, los sitios web que frecuentas y lo más sorprendente, tu perfil psicológico. Bienvenido a la postprivacidad.
El sistema de predicción del clima cada vez es más exacto, ha acumulado millones de datos y ha establecido correlaciones de modo que ante ciertas condiciones la predicción es certera. Lo mismo sucede con lo que hacemos, nuestra conducta no es aleatoria. Big Data es una gigantesca base de datos que se alimenta día tras día de microdatos. Hay compañías que están haciendo análisis de la información para determinar patrones de conducta. Un sistema correlaciona nuestros datos demográficos con un perfil psicográfico (actitudinal). El algoritmo es implacable: con 10 de tus me-gusta te predice mejor que tus compañeros de trabajo. Con 100 me-gusta, mejor que tus amigos cercanos y tu familia. A partir de 250, supera a tu pareja. Pronto dejarás de preguntar "quiero ir a Europa, ¿qué me recomiendas?" para decir "este soy yo, ¿a dónde me gustará ir?".
El genio Asimov lo vio venir. Su concepto de psicohistoria esbozó una mezcla entre historia, psicología y estadística matemática para predecir el comportamiento del Imperio Galáctico. Esa era ya está aquí, y no sólo predice, también induce. A través de inofensivas invitaciones a realizar una prueba como "¿qué famoso serías?" se obtiene tu perfil actitudinal "ocean" (acrónimo de openness, conscientiousness, extraversion, agreeableness y neuroticism) que alimenta un algoritmo, de modo que cuando hay un cierto patrón de regularidades, tus preferencias son predecibles. Tu información te hace vulnerable a cierto tipo de mensajes cuyo contenido será de tu gusto. Así ganaron el Brexit y Trump; los potenciales electores recibieron mensajes microsegmentados de aquello que más los influía para votar (o para no votar, en el caso de quienes estaban a favor del oponente).
Big Data es una gran amenaza si se usa para manipular, y una formidable herramienta para encontrar soluciones. El personaje de Dr. House es un médico muy respetado, encuentra respuestas a conjeturas clínicas donde sus colegas han renunciado. House correlaciona los datos más increíbles. Puede entrometerse en tu baño en búsqueda de una sustancia improbable que desencadene una causa y un remedio. Así funciona Big Data. Los pronósticos médicos del futuro apuntan a ser más certeros gracias a esta correlación de síntomas, recetas, enfermedades, reacciones secundarias, etcétera, de millones de casos, pero que un humano no había correlacionado.
La privacidad es una frontera rendida al dataísmo, esa tendencia que convierte todo en datos para luego extraer lo valioso, como en una enorme mina. Ante esta previsible desnudez, la defensa deberá ser, más que oponernos a la tendencia y cubrir nuestra privacidad, buscar cómo nos adaptamos a la postprivacidad creando leyes que orienten este gran poder para mejorar nuestra convivencia y las condiciones de vida de la humanidad. Un mundo predecible es un mundo fatal, ausente de la esencia de los fenómenos humanos donde lo singular, lo improbable, lo súbito, nos recuerdan que somos más que un algoritmo.
Mientras ese futuro nos alcanza, celebremos la algorítmica certeza de nuestro encuentro. Algún sistema, conociéndote, conociéndome, lo predijo.
@eduardo_caccia 
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De naturaleza política/
ENRIQUE ARANDA
Excelsior
Democracia a debate…
La Asamblea Legislativa capitalina aprobará la mecánica de elección de los nuevos alcaldes-delegados y sus respectivos concejos en 2018.
Ocho días escasos antes de concluir el plazo para que, en el marco del actual periodo extraordinario, la Asamblea Legislativa capitalina debata y apruebe la mecánica de elección de los nuevos alcaldes-delegados y sus respectivos concejos en 2018, las cosas para el mancerismo oficialista representado ahí por perredistas afines a Leonel Luna Estrada y la bancada panista encabezada por el impresentable Jorge Romero Herrera parecen tender a complicarse...
Y ello, no como resultado del surgimiento de dificultades producto de un eventual dictamen de la Corte sobre alguna de las múltiples acciones promovidas, ahora sí que por tirios y troyanos, contra la aún no estrenada Constitución de la naciente Ciudad de México sino, fundamentalmente, por la pretensión de priistas y morenos de avanzar juntos en la aprobación de una Ley de Alcaldías ¡que, en la integración de los concejos, privilegie el voto ciudadano sobre la designación (de una mayoría) por parte de los alcaldes electos…!
Hablamos, para ponerlo en perspectiva, de la propuesta del aquellos que sugiere “que los concejales se elijan por voto directo y representen una circunscripción” y la del oficialismo controlado desde la jefatura de gobierno que aspira a que “el alcalde electo ocupe (designe vía la socorrida práctica del dedazo) el 60% de los espacios en la integración de los concejos”, una situación que abriría la puerta a que, por ejemplo, un alcalde electo con el voto de 25-30% del electorado acabe controlando dos tercios al menos, de las posiciones con derecho a voz y voto en la estructura que le acompañará durante su gestión de gobierno.
Apenas el viernes, en el marco un foro de información organizado por la Comisión Especial para la Reforma Política para dar a conocer las iniciativas de Ley de Alcaldías que se discuten ahora en la Asamblea, el presidente de la misma, el priista José Encarnación Alfaro Cázares, destacó la necesidad de empoderar a la ciudadanía en virtud de que, dijo, “la representación político-electoral sólo se obtiene mediante el ejercicio del voto directo de los ciudadanos…(pues) no son los partidos como tales los que asignan la representación, sino la población”.
A su postura se sumó después José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, del grupo parlamentario de Morena quien, en el marco de su exposición, destacó que “a mayor democracia, hay más participación ciudadana e índice de gobernabilidad”, además de exigir a quienes se oponen a la propuesta de elección de los concejales por circunscripción no dejar de lado la Constitución recién aprobada que, dijo, mandata “que la ciudad (de México) pertenece a sus habitantes”…
No sobra destacar que, en el mismo evento, el representante del Instituto Electoral capitalino, Pablo Lezama Barrero, confirmó que cualquiera de las dos iniciativas que ahora se discuten en la Asamblea es constitucionalmente viable… echando por tierra el argumento del mancerismo perredista-panista de que la propuesta planteada por priistas y morenos es contraria a la letra y el espíritu de la cuestionadísima Carta Magna.
Veremos...
ASTERISCOS
* En pocas cosas ha resultado más atinado Enrique Ochoa Reza, que en la descripción que ayer, en tierras nayaritas, hiciera de Antonio Toñito Echevarría, el no-panista y no-perrredista candidato ¡de ambos partidos! y de otros más a la gubernatura. Se niega a debatir, dijo el intrascendente mandamás del tricolor “porque no tiene ni ideas ni propuestas… es un junior con miedo” y, la verdad, no se equivocó…
* En el interior de la catedral metropolitana, en el sitio mismo donde el lunes fue artera y sacrílegamente agredido el sacerdote José Miguel Machorro Alcalá, jóvenes de organizaciones católicas orarán por la recuperación de aquel cuya condición, aunque de manera lenta, mejora… ¡mientras la justicia maniobra para exonerar al atacante!
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.
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La estación/GERARDO GALARZA
Excelsior
El país de la nada jamás
En ese país los gobernantes y gobernados pueden crear empresas fantasma para enriquecerse con el dinero ajeno, robar el erario, saquear el salario de los empleados públicos, y no pasa nada. Y si alguien tiene la mala suerte de que algo le pase, pues entonces se recurre al “amparo”.
Había una vez un país… ¡ah, no!: hay muchas veces un país en el que los vasallos ignoran a su rey, pero se quejan de su falta de actuación y protección; en el que el rey, los príncipes, princesas… y sus opositores prometen la felicidad a los vasallos, pero antes deben resolver la suya…
En ese país se puede matar a cualquiera: militares, periodistas, policías, sicarios, civiles, hombres, mujeres y niños, y no pasa nada.
En ese país se pueden robar combustibles, se puede vender combustible robado, se puede comprar combustible robado, y no pasa nada.
En ese país los gobernantes y gobernados pueden crear empresas fantasma para enriquecerse con el dinero ajeno, robar el erario, saquear el salario de los empleados públicos, y no pasa nada.
En ese país se puede defraudar al fisco, evadir los pagos de la seguridad social y de las prestaciones laborales, y no pasa nada.
En ese país, las empresas que se encargarán de las pensiones de los trabajadores pueden ponerse de acuerdo para evitar la competencia y establecer prácticas monopólicas, y no pasa nada. Y las multas se pagan con el dinero de aquellos que con toda candidez aportan para sus pensiones.
En ese país los bancos pueden cobrar comisiones por cualquier servicio, pero no pagan intereses a los pequeños ahorradores, y no pasa nada.
En ese país quien sea se puede pasar los altos del tránsito, conducir ebrio o sin licencia o no respetar los límites de velocidad, y no pasa nada.
En ese país cualquiera puede bloquear una carretera, tomar un edificio público, invadir una propiedad privada o pública, y no pasa nada.
En ese país se puede violar, golpear, acosar, humillar a mujeres y niños, y no pasa nada.
En ese país se pueden comprar exámenes académicos, títulos profesionales, plagiar cualquier texto, robar el trabajo intelectual de cualquiera, y no pasa nada.
En ese país se puede pagar para no cumplir con ninguna ley o norma, y no pasa nada.
En ese país se pueden dar gritos y sombrerazos por el maltrato que reciben sus migrantes y dar el mismo o peor trato a los migrantes de otros países, y no pasa nada.
En ese país se puede cobrar para permitir que no se cumpla cualquier ley, y no pasa nada.
En ese país se puede comprar o vender, según sea el caso, un empleo y no pasa nada.
En ese país los políticos pueden comprar votos y los ciudadanos venderlos, y no pasa nada.
En ese país las licitaciones públicas se ganan comprándolas a compradores y vendedores, y no les pasa nada.
En ese país se puede cobrar ayuda estatal para adulto mayor sin serlo o para madre soltera sin haber parido nunca o para huérfano teniendo padres o tener vales para útiles escolares sin ser estudiante, y no pasa nada.
En ese país debes reprobar el examen de admisión a la educación superior para que te construyan una universidad, por supuesto, pública.
En ese país se puede todo y jamás, nunca jamás, pasa nada.
Pero si alguien tiene la mala suerte de que algo le pase, pues entonces se recurre al “amparo” o reclama las “faltas en el debido proceso”, y si la cosa es más grave todavía, pues para eso están las comisiones, defensoras de los “derechos humanos”, las públicas y las privadas llamadas no gubernamentales. ¡Faltaría más! a estas alturas de la Humanidad (con mayúscula, por favor).
Este escribidor debió haber advertido que cualquier semejanza con la realidad del país en el que viven los improbables lectores de esta columna medio panfletaria es mera y absoluta concordancia. El nombre de ese país, por cierto, es el que usted imagine.
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¿Y ocurrió el milagro!