8 abr 2008

El Caracol

Abandona PGR base ‘modelo’ foxista/Reportaje
Dejó de operar en Guerrero, al asumir el Ejército el combate a la erradicaciónde plantíos de amapola
JUAN VELEDÍAZ, reportero, ENVIADO
El Universal, Martes 08 de abril de 2008
APAXTLA, Gro.— La imagen de un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana posado sobre una de las pistas de la base de operaciones de la PGR en la presa del Caracol, es la única referencia de que las instalaciones están habitadas. Porque desde hace dos años este lugar, considerado como “modelo” durante el sexenio pasado para las tareas de erradicación de cultivos ilícitos, se encuentra abandonado por la dependencia, la cual, por segundo año consecutivo, ha dejado de fumigar sembradíos de amapola en un estado considerado el primer productor de esa droga.
Concluido el invierno, época propicia para sembrar éste tipo de planta, la cosecha de goma de opio levantada en semanas pasadas —tan solo en el estado de Guerrero— podría representar en morfina y heroína para el narcotráfico, según estimaciones del personal del área de erradicación de PGR, alrededor de 100 millones de dólares, producto de las 10 mil hectáreas que en esta temporada no fueron fumigadas.
La PGR reconoció que la dirección general de erradicación suspendió sus actividades desde diciembre de 2006 ya que las “actividades de aspersión de plantíos pasaron a la Secretaría de la Defensa Nacional”. En su respuesta a una solicitud de información sobre destrucción de cultivos ilícitos, añadió que “por instrucción presidencial dejó de atender las actividades relacionadas con la erradicación”. De acuerdo con un análisis hecho por personal que se encuentra aún adscrito a ésta área de la Procuraduría General de la República, la institución que encabeza Eduardo Medina Mora faltaría por omisión a sus obligaciones constitucionales de perseguir el delito en virtud de que la siembra y cultivo de droga así son consideradas.
Costo millonario
Aquella aeronave que aterrizó en El Caracol, despegó la mañana del jueves 27 de marzo de la base aérea militar número 7, en Pie de la Cuesta, Guerrero, y en ella viajaba el comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, Víctor Estrada Ricárdez, quien —de acuerdo con oficiales que lo acompañaban— comenzó una serie de visitas a las instalaciones aéreas abandonadas por la PGR en varios estados del país para evaluar las condiciones de operatividad y la capacidad de equipo con que cuentan.
“En el Caracol ya no hay operaciones de erradicación, sólo hay personal de vigilancia que pertenece al 27 Batallón de Infantería, que vienen de su cuartel en Iguala, y son los que hacen labores de patrullaje”, comentaron algunos de los integrantes de la fuerza aérea.
En estas instalaciones, el gobierno de Vicente Fox se gastó hace cinco años poco más de 30 millones de pesos para remodelar la pista, levantar un inmueble para alojamiento, instalar equipo de radiocomunicación y acondicionar las vías de comunicación; hoy estas adecuaciones no se usan y parte del mobiliario de los dos edificios están en deterioro.
Una base “estratégica”
Su ubicación geográfica en la sierra madre del sur, en la zona centro del estado de Guerrero sobre la vertiente del río Balsas, hizo que fuera considerada por las autoridades como una base “estratégica” no solo por sus tareas de erradicación de plantíos de droga, sino porque funcionaba como disuasión de grupos guerrilleros como el EPR y ERPI.
Desde éste lugar despegaban para labores de fumigación en promedio seis helicópteros al día durante 363 días al año, sólo paraban en Navidad y Año Nuevo, explican un par de funcionarios del área de erradicación de la PGR; cada 12 meses, el promedio de hectáreas destruidas de amapola se estimaba en alrededor de 9 mil y de mariguana rondaba las 3 mil. En el conteo anual de todo el país, Guerrero ha tenido el primer lugar en sembradíos de amapola.
Un informe de la PGR sobre el desarrollo y construcción de éstas instalaciones elaborado el sexenio pasado, señalaba que ésta fue construida debido a que se encontraba en medio de las montañas donde se da la mayor reincidencia de sembradíos ilícitos y donde grupos guerrilleros han realizado ataques a fuerzas federales desde 1996. De ahí que se considerara su puesta en marcha y mantenimiento como una “prioridad” ya que cubría dos vertientes en materia de seguridad nacional, además de resguardar una instalación “estratégica” como es la termoeléctrica que opera desde hace 20 años en la zona.
Borrón y cuenta nueva
Para la Sedena, a partir de que inició el gobierno de Felipe Calderón, las actividades de combate al narco se realizan “bajo un planteamiento, ejecución, supervisión y verificación estrictos, procedimientos que en administraciones anteriores no se llevaban a cabo”. El objetivo, según la Sedena en un informe de 2007 enviado al Senado, sería tener una base estadística sólida para evaluar si se cumplieron las metas.
El documento refiere que hasta el 30 de noviembre de 2007 habían sido fumigadas 321 hectáreas de amapola vía aérea (el texto omite mencionar las entidades donde se llevaron a cabo estas acciones). En sus planes están que para 2010, 35% de la superficie que en la actualidad se siembra sea destruida y para cuando finalice el sexenio sea 70%.
Con experiencias en estas tareas de más de 20 años, los entrevistados basan sus dichos en que las aeronaves destinadas para tal fin se encuentran paradas. Y como son aeronaves diferentes a los que utiliza el Ejército mexicano, los pilotos desconocen su operatividad por lo que la Secretaría de la Defensa ha contratado por honorarios a ex integrantes del equipo de erradicación para capacitar a militares pilotos.

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