8 abr 2008

El caso CEMEX en el Congreso mexicano

Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LX Legislatura
Versión estenográfica de la sesión ordinaria, martes 8 de abril de 2008
Propuesta de Punto de Acuerdo de la Junta de Coordinación Política...
Único. La Junta de Coordinación Política de la honorable Cámara de Diputados exhorta al Ejecutivo federal a que realice las acciones legales y diplomáticas conducentes con respecto a las empresas mexicanas que podrían verse afectadas por el anuncio de nacionalización de empresas privadas en Venezuela.
Palacio Legislativo, México, DF, a 7 de abril de 2008. Firman, Héctor Larios Córdova, Presidente y coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional; diputado Javier González Garza, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática y diputado Emilio Gamboa Patrón, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.
La Presidenta diputada Ruth Zavaleta: En este punto hay dos oradores inscritos: el diputado Juan Manuel Parás González y el diputado Elías Cárdenas Márquez, por lo cual tiene el uso de la palabra el diputado Juan Manuel Parás González.
El diputado Juan Manuel Parás González: Con su permiso y agradecido, diputada Ruth Zavaleta. Para las diputadas y los diputados del Partido Revolucionario Institucional en la LX Legislatura de la Cámara de Diputados, la situación que guarda la empresa Cementos Mexicanos con motivo de la política implementada por el gobierno de Venezuela resulta de la mayor preocupación ya que se podrían contravenir principios del derecho internacional y la libertad para las inversiones, alterando en forma sustantiva la vida económica, política y social de las naciones.
Las garantías de seguridad jurídica, de certidumbre y de paz social deben prevalecer en toda América Latina ya que desde sus inicios como Estados libres y soberanos, hemos compartido los principios democráticos de respeto absoluto a nuestros asuntos internos como naciones que compartimos un mismo origen y que en el siglo XXI estamos obligados a la convivencia, al apoyo y a la cooperación recíproca para elevar el nivel de vida de nuestros pueblos.
Los gobiernos, al instrumentar las políticas públicas, están obligados a velar por los intereses legítimos de los ciudadanos en general, no sólo del ámbito empresarial, político, cultural o de cooperación en otras asignaturas particularmente delicadas.
Para los mexicanos en general, Cementos Mexicanos es una gran empresa motivo de orgullo y esfuerzo notable. Fundada en 1906, opera en más de 50 países con una capacidad de producción cercana a los 100 millones de toneladas de cemento al año, líder en su ramo. Es una empresa que se ha distinguido por sus procesos de innovación, constituyendo un pilar del desarrollo del México contemporáneo.
Cementos Mexicanos, con la compra de la cementera Vencemos, se instala en Venezuela en 1994. En sus tres plantas productoras de cemento, con 33 de concreto, 13 de distribución terrestre y cuatro terminales marítimas para la exportación, alcanza el 60 por ciento de la producción nacional de este importante insumo para la construcción, no sólo beneficiando con la creación de empleos sino con la introducción de tecnología de punta en ese sector.
En esta Cámara de Diputados estamos a favor de que se defiendan los intereses de los mexicanos en cualquier lugar del mundo, que se respeten sus derechos, ya sea como emigrantes, turistas o empresarios, porque todos son compatriotas.
Vivimos momentos en los que la globalización ha diluido fronteras y en ocasiones identidades, pero está claro que el papel del Estado es proteger la libertad, la vida y la propiedad de todos sus ciudadanos.
Los acuerdos mutuamente aceptados por la empresa cementera y el gobierno de Venezuela podrían avanzar mediante el diálogo respetuoso y atendiendo a los principios de la legislación internacional en la materia, por lo que el gobierno mexicano debe coadyuvar para la mejor solución de este asunto para beneficio de nuestros países y salvaguardar los derechos de los trabajadores de la empresa establecida en aquel país.
Diputadas y diputados. Al aprobar este punto de acuerdo que nos ha presentado la Junta de Coordinación Política estaremos emitiendo un voto por la certidumbre y el respeto de los derechos de todos los mexicanos, más allá de nuestras fronteras, velando por su buen trato y dignidad que, como miembros de la comunidad internacional estamos obligados a respetar y a ser respetados. Muchas gracias por su atención y es cuanto, señor Presidente.
El Presidente diputado Luis Sánchez Jiménez: Muchas gracias, diputado Parás González. Tiene ahora el uso de la tribuna el diputado Elías Cárdenas Márquez, del Partido Convergencia.
El diputado Elías Cárdenas Márquez: Con su permiso señor Presidente. Diputados y diputadas de este honorable Congreso de la Unión.
México libró, después de los períodos revolucionarios una lucha ejemplar por la nacionalización en beneficio del único depositario de la soberanía nacional que es el pueblo de México, de acuerdo con el artículo 39 constitucional.
En efecto, el más emblemático acto de nacionalización se dio el 18 de marzo de 1938. Fue el gobierno patriótico del general Lázaro Cárdenas quien mediante la vía de la expropiación le dio a México el privilegio de gozar de sus recursos naturales arrancándolo de las empresas extranjeras que hoy pretenden volver a México por estos recursos naturales.
La Revolución Mexicana, a la que ya nadie escucha dio al mundo pero fundamentalmente a los países de Latinoamérica, una vía y un ejemplo a seguir. Hoy, los pueblos hermanos de Venezuela y de Bolivia, mediante procesos democráticos que llevaron al poder a sus actuales dirigentes están en pro de estos procesos de los que México fue ejemplo en el pasado, porque fueron actos de verdadero patriotismo los que se realizaron de acuerdo y obedeciendo solamente al interés de la nación, no a los intereses particulares.
Hoy, estamos ante la incongruencia de un gobierno que no se atreve a condenar enfáticamente y a exigir y a pedir explicaciones sobre la muerte de ciudadanos mexicanos en territorio ecuatoriano y derrama inmediatamente, lágrimas de cocodrilo porque afectan a un multimillonario de Forbes en el Estado de Venezuela.
Esto, señores se llama simplemente un desprecio por la vida y un verdadero amor por el dinero, por el dinero de los regímenes voraces y rapaces del neoliberalismo, que desde hace años explotan las materias primas de las naciones latinoamericanas.
Por ello, no podemos negar nuestro modelo histórico. Si estuviéramos haciéndolo estaríamos traicionando nuestra propia historia que estuvo llena de nacionalizaciones. Hubo algunas, obviamente, que fracasaron, como fue la nacionalización de la banca. En un mercado donde priva el interés del dinero antes que los intereses nacionales era natural que fracasara este asunto.
Quisiera recordar, en estos momentos viene a mi mente una frase del gran pensador y humanista Bertolt Brecht quien dijo: "Es más delito —oigan bien—tener un banco que asaltarlo". Y obviamente los gobiernos se decidieron por poner en manos de la banca extranjera el sistema nacional de pagos de este país.
Obviamente nosotros cuando no tenemos el control de la banca, que debería ser el instrumento fundamental del desarrollo para este país en materia financiera, hemos perdido también soberanía.
Por lo mismo Convergencia se pronuncia sí por el respeto a los empresarios con visión social, pero no podemos estar en contra de los intereses legítimos del pueblo de México, que es el único mandatario legítimo y efectivo de esta nación.
No nos dejemos llevar por estas consideraciones crematísticas de la riqueza de unos cuantos, despreciando los sagrados intereses de México. Muchas gracias.
El Presidente Luis Sánchez Jiménez: Gracias, diputado Cárdenas Márquez. Tiene el uso de la tribuna la diputada Martha Margarita García Müller, del Partido de Acción Nacional.
La diputada Martha Margarita García Müller: Muy buenos días, compañeros. Ante esta situación en el Partido de Acción Nacional siempre hemos señalado que el Estado no es un espectador respecto a la economía nacional. Tiene un deber preciso de orientación y tutela, de organización justa y eficaz de las divisas, fuerzas e instrumentos que implementen, naturalmente, el proceso económico y permitan su desarrollo.
Hemos luchado por puntualizar la función rectora del Estado, para ordenar y mantener la responsable libertad de empresa, de comercio y de mercado, concertación de monopolios y privilegios ilegítimos, corrección de errores, sanciones y abusos, y abandono de aventuras mercantilistas del Estado y de sus agencias en el ámbito que puede y debe ser atendido responsablemente por los particulares.
El Estado tiene una misión inexcusable. Es la vida económica que justifica su intervención en la misma, directamente en el ejercicio de su autoridad y, además, a través de los organismos descentralizados y las empresas de participación estatal.
Cuando estas instituciones tienden a la más adecuada prestación de servicios públicos y a la mejor satisfacción de necesidades de interés general, cuando su propósito es suplir deficiencias de la iniciativa y de los casos de ciertas categorías de empresas que deben reservarse al Estado, porque llevan consigo un poder económico tal que no es posible permitirlo a los particulares sin perjuicio de la autoridad.
Con esta visión creemos en el papel preponderante de la empresa al interior del Estado, y en ese caso particular del cemento como producto que bien han fabricado y comercializado los particulares en México y alrededor del mundo, no consideramos que la industrialización del cemento no puede ser llevado por particulares o que sea un producto en el cual un país centre su expectativa económica.
Independientemente de esto, la decisión de la República de Venezuela de nacionalizar la industria cementera, con el cual se ven afectados los intereses de la Cementera Mexicana, Cemex, establecida en aquel país desde 1994, el cual produce mil 800 empleos; debemos verla como enteramente soberana, y corresponde a los venezolanos —y sólo a ellos— decidir y hacer lo que mejor le convenga.
Los mexicanos debemos ser respetuosos ante tales actos que podemos considerar erróneos o acertados y los podemos coincidir o no, y no podemos entrometernos en sus asuntos internos de la política y de la economía venezolana. Son decisiones que como país debemos respetar, así como en 1938 esperamos el respeto de la nacionalización de la industria petrolera en México.
Sin embargo, creemos importante externar nuestra preocupación respecto al caso de la industria Cementera de México, de Cemex, en Venezuela, desde el punto de vista de las inversiones.
Es, sin duda, una de las empresas más importantes en aquel país, donde no solamente surte con productos a precios inferiores a los internacionales, sino que genera divisas mediante la exportación de las empresas.
Yo me pregunto, compañeros: ¿ésta es la forma en que el gobierno de Venezuela trata de reforzar la integración latinoamericana? No. No lo ha hecho. No solamente a estas tres empresas está afectando. Sin embargo, curiosamente, ellos han abierto la puerta a la inversión de China e Irán ¿qué pretende? El gobierno de México ha tratado de reforzar las relaciones con Venezuela, sin embargo hasta la fecha, sólo hemos recibido agravios. Exigimos al gobierno de Venezuela respeto a la inversión mexicana. Muchas gracias.
El Presidente diputado Luis Sánchez Jiménez: Muchas gracias, diputada García Müller. Tiene ahora el uso de la tribuna, el diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, del Partido de la Revolución Democrática.
El diputado Cuauhtémoc Sandoval: Con su permiso, señor Presidente. Compañeras y compañeros diputados, a raíz del anuncio del presidente Hugo Chávez, de nacionalizar diversas empresas extranjeras cementaras en Venezuela, el sábado pasado un periódico capitalino —específico— el periódico El Centro, publicaba una curiosa estadística que decía: "tiempos de reacción de la Cancillería y del gobierno mexicano".
Ante el anuncio de la nacionalización de empresas extranjeras, no solamente Cemex, sino varias empresas extranjeras cementeras en Venezuela. Tiempo de reacción de la Cancillería mexicana, una hora. Tiempo de reacción de la Cancillería del gobierno mexicano ante la muerte de mexicanos en Ecuador, 28 días.
Es claro que aquí hay un doble rasero porque hay mexicanos de primera, mexicanos de segunda y mexicanos de tercera. Y los de tercera son también los mexicanos que a diario cruzan la frontera mexicana, fueron 600 el año pasado que han muerto en el cruce, tratando de cruzar la frontera norte de nuestro país.
Creo que esto es importante porque aquí no está a discusión, y creo que esto lo reafirmaba, incluso, la diputada que me antecedió en el uso de la palabra, la decisión soberana de los estados para realizar, según sus leyes, la capacidad para dictaminar leyes y decretos que correspondan a sus intereses.
En 1938, Lázaro Cárdenas pidió al presidente Roosevelt, cito: "que no escuche usted, señor presidente, a las empresas afectadas por la nacionalización del petróleo en México".
Yo creo que nosotros también tenemos que ser congruentes en el sentido de que México, tal y como dice el punto de acuerdo, debe realizar las medidas conducentes a proteger los intereses de los mexicanos en el exterior y, en este caso, de que lleguen a un acuerdo satisfactorio.
Ya hay anuncios en el sentido de que el gobierno venezolano y Cemex ya están negociando, y que incluso van a llegar a la fórmula de 49-51, de tal modo que ésta es, pues, una fórmula que puede ser satisfactoria para ambas partes.
En estos días he vuelto a releer el libro de Rossana Fuentes Berain, El oro gris —se llama— que es la historia de Lorenzo Zambrano y de Cemex… Usted no la ha leído, diputado, por eso está diciendo que no. Es la historia de un empresario que relanza su empresa y la hace exitosa en el mundo.
Yo creo que es la empresa que más tiene sucursales en el exterior, tiene alrededor de 70 empresas en todo el mundo, es una empresa que aprovechó la globalización, la etapa de la globalización para relanzarse y yo creo que es la única empresa realmente trasnacional mexicana, y los números ahí están. En México tiene 15 mil empleos directos e indirectos, tiene en el mundo cerca de 76 mil, y tiene presencia en 83… en 83 países, no en 70 tal como yo lo estaba diciendo.
Incluso, el libro también —y le recomiendo, diputado Rodríguez Prats, usted que está diciendo no, que lo lea por favor— porque el libro también relata cómo hay un proceso de monopolización de Cemex, no debido a los favores, como en el caso de Slim, como el caso de Telmex, no a los favores de Carlos Salinas, sino debido a su ámbito de trasnacionalización y al éxito de sus iniciativas y de la compra de otras empresas petroleras, incluso, en los Estados Unidos y en Europa.
A lo que queremos llegar, compañeras y compañeros, es que nosotros, el PRD y lo declaró públicamente nuestro coordinador y fue publicado en ocho columnas en el periódico Excélsior, el sábado pasado, de que nosotros estamos de acuerdo en que se llegue a un acuerdo satisfactorio entre el gobierno de Venezuela y la empresa Cemex, cuestión que ya está ocurriendo, ya están en negociaciones, ya están a punto de llegar a un acuerdo y lo que nosotros planteamos es que, si hubiera existido en ese momento, cuando se planteó el primer anuncio, nosotros lo que planteábamos era de que se indemnizara de acuerdo a las normas del derechos internacional y a las normas también, del derecho venezolano, país en el cual está sentada la empresa cementera.
Lo que quiero, para finalizar, es decir: que así como se critica por la derecha a Hugo Chávez —que por cierto no es santo de nuestra devoción— quisiera recordar que en 2002 hubo un golpe de estado contra Hugo Chávez y hubo un presidente por un día, Pedro Carmona, el dirigente de los empresarios venezolanos, el líder de la derecha venezolana, y saben lo que hizo este angelito, estuvo un día en la presidencia de Venezuela, disolvió el Parlamento, disolvió el Poder Judicial, disolvió las instituciones republicanas. Esas son las cartas de presentación de la derecha venezolana que hoy se emerge como una figura, intenta emerger como un ente democrático.
Yo creo que la derecha venezolana es la más antidemocrática del mundo, la más fujimorista, la más pinochetista, y yo creo que no tiene ninguna autoridad para criticar a decisiones que están ocurriendo al interior de Venezuela.
En síntesis, nuestra posición es que se llegue a un acuerdo satisfactorio entre Cemex y el gobierno venezolano y de que en el futuro no haya ciudadanos mexicanos de primera, de segunda y de tercera que se les defienda según el grado y el poder del dinero que se tiene en sus manos y que se defienda por igual a los mexicanos que son muertos al cruzar la frontera hacia Estados Unidos, a los mexicanos muertos en el Ecuador y también a las empresas mexicanas en el exterior. Eso es todo, señor Presidente.
El Presidente diputado Luis Sánchez Jiménez: Gracias, diputado Sandoval. Agotada la lista de oradores, se considera suficientemente discutido. Consulte la Secretaría a la asamblea, en votación económica, si se aprueba.
La Secretaria diputada Patricia Villanueva Abraján: Por instrucciones de la Presidencia, en votación económica se pregunta a la asamblea si se aprueba. Las diputadas y los diputados que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo (votación), gracias. Las diputadas y los diputados que estén por la negativa sírvanse manifestarlo (votación).
Señor Presidente, mayoría por la afirmativa.
El Presidente diputado Luis Sánchez Jiménez: Aprobado. Comuníquese.

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