¡Demostración de fuerza?
La bomba que el jueves mató a siete personas y dejó heridas a 53, podría ser una advertencia de las Farc ante la construcción de la represa de Ituango
La bomba que el jueves mató a siete personas y dejó heridas a 53, podría ser una advertencia de las Farc ante la construcción de la represa de Ituango
El jueves en la noche Ituango volvió a vivir una pesadilla. Un estridente bombazo hizo trizas el pasaje peatonal donde centenares de personas celebraban las fiestas anuales del pueblo. Gritos, sangre, olor a humo y muerte inundaron las estrechas calles de este municipio en el norte de Antioquia. El viernes el saldo era trágico: siete personas habían muerto y 53 habían recibido heridas. Muchas de ellas, de gravedad. Incluso la Defensoría del Pueblo informó que entre los afectados hay personas mutiladas y con daños severos e irreversibles. Entre los casos más graves hay 10 menores de edad.
Lo grave es que tanto las autoridades civiles, como las militares y las de Policía del municipio sabían que una amenaza se cernía sobre este pueblo. Incluso el sistema de alertas tempranas lo había incluido en la lista de alto riesgo por la presencia sistemática y amenazante de cuatro frentes de las Farc alrededor del municipio.
¿Qué buscaría la guerrilla con un atentado como éste?
La Defensoría del Pueblo considera que esta acción podría hacer parte de la disputa de territorios sembrados de coca y que son estratégicos como corredores de comunicación entre el Nudo de Paramillo, el Urabá antioqueño y el bajo Cauca. La batalla por este territorio no es nueva. De hecho, hace una década los paramilitares entraron a sangre y fuego a la zona rural de Ituango para apoderarse del negocio de la coca y de las rutas que por allí cruzan y que para entonces estaban en manos de las Farc. Al hacerlo cometieron masacres atroces como las de El Aro y la Granja, confesadas ya por Salvatore Mancuso.
Ahora, sin embargo, para algunos organismos de inteligencia, habría una alianza criminal entre dos otrora enemigos: las Farc y 'Don Mario', el ahora gran capo del narcotráfico y los nuevos paramilitares, quienes estarían enfrentándose a otras facciones de narcotraficantes.
La hipótesis de que esta bomba fuera una retaliación contra comerciantes por no pagar extorsiones impuestas por los grupos armados tiene poca fuerza por la magnitud del ataque que, claramente, está orientado a crear zozobra y terror en el pueblo.
Por eso algunos investigadores judiciales no descartan que se trate de un intento de las Farc por demostrar fuerza y anunciar una oleada terrorista ahora cuando está en marcha la construcción de la represa Pescadero-Ituango, el más ambicioso proyecto energético de Antioquia.
Este megaproyecto está en plena construcción y alcanzará una inversión cercana a 2.400 millones de dólares. Varias multinacionales del sector energético están interesadas en participar en el proyecto y ven en Ituango y sus alrededores una oportunidad de inversión. Por eso hay quienes piensan que el atentado terrorista es un mensaje de las Farc con el que quieren notificar a los foráneos su presencia en la zona, y una especie de declaratoria de sabotaje a la obra. Si se logra comprobar la mano de la guerrilla en este atroz atentado contra los civiles, esta sería su primera respuesta terrorista a la racha de golpes militares que han recibido, y una señal de que por más que se les haya debilitado, todavía es mucho el daño que pueden hacer, más aun si deciden atacar, como en Ituango, a civiles inermes.
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