Ya no te amo... Cuando el amor se acaba
El enamoramiento no dura toda la vida; se puede terminar súbitamente e irse de manera rápida e inexplicable, igual que como llegó
Psic. Mariana Vergara Aldana *Todos en esta vida deseamos amar y ser amados pero, ¿qué significa realmente esto? Así, amar es más que un simple enamoramiento. Se trata de un sentimiento mucho más intenso, profundo, maduro y duradero que se va desarrollando a través del tiempo.
Implica principalmente, y entre muchas características más, respetar, admirar, procurar, valorar, desear y buscar siempre el bienestar y compañía del otro. Es por tanto un gran compromiso que una pareja adquiere libremente a lo largo de los años.
Debido a que el amor es un proceso que se desarrolla con el tiempo, este sufre, naturalmente, transformaciones.
Por ello, los seres humanos estamos siempre en constante cambio y evolución; las metas, objetivos, visiones y misiones de vida se van modificando con la edad y esto puede llegar a provocar que una pareja piense o sienta que “el amor se terminó”.
El verdadero amor nunca se termina. Sólo a raíz de fuertes desilusiones como las infidelidades, mentiras, engaños, violencia física y sicológica, entre otras, se muere.
Ante lo cual, si “dejamos de amar” de manera repentina e inexplicable, entonces nunca hubo verdaderamente amor; quizá era simplemente cariño. Y es que el amor verdadero no se termina, más bien se descuida que es algo muy diferente. Y es aquí donde muchas personas tienden a confundir la situación.
Descuidos contra el amor
El amor se puede descuidar por diversas razones. Por ejemplo al sentirnos seguros de la relación, comenzamos a olvidar los pequeños detalles que, quizá, fueron conquistando poco a poco a la otra persona y quedan relegados como si ya no fueran necesarios. Es decir, comúnmente el exceso de confianza suele provocar que se descuide el amor.
También por cuestiones de índole laboral o social se puede descuidar a la pareja y, por ende, al amor que sentimos por aquella. En ocasiones, las actividades diarias consumen gran parte de nuestro tiempo y no le dedicamos lo suficiente al otro; sin embargo, no se necesita de cantidad para cuidar el amor, sino de calidad.
Asimismo, es frecuente que otro tipo de problemas invadan la relación de pareja, lo cual afecta la convivencia afectiva. Suele pasar que algunos problemas externos como los familiares, laborales o económicos, provocan conflictos en la pareja y esto mismo haga que se distancien, descuidándose mutuamente.
Otro ejemplo habitual es cuando alguna de las dos partes llega a descuidar su apariencia física, a lo mejor también por un exceso de confianza, lo que provoca una disminución en el interés físico por el otro.
Asimismo, la convivencia diaria puede convertirse en un factor que trae consigo no sólo beneficios, sino también diversos problemas. La coexistencia afectiva puede terminar siendo sinónimo de una tediosa rutina y monotonía que aburre y provoca un desinterés por el otro.
Como podemos ver, existen diversas razones por las cuales el ser humano tiende a descuidar el amor hacia su pareja.
No obstante, muchas de éstas pueden ser tan intolerables para algunas personas, que terminan por convencerse de que “se acabó el amor” y optan por finalizar la relación.
Es cierto que la mujer es más sensible que el hombre y por ello se podría decir que la fémina percibe con mayor facilidad cuando una de las dos partes está descuidando la relación.
No obstante, cuidar el amor de pareja no es una tarea fácil para ninguno de los sexos. Definitivamente requiere de mucho compromiso y esfuerzo; no basta solamente con pensarlo, sentirlo o estar seguro de que se tiene, requiere también de un esfuerzo continuo por ambas partes.
Cuida tu amor
Existen muchas formas de cuidar el amor e irlo acrecentando y fortaleciendo. Primero considera que es imposible amar si no nos amamos a nosotros mismos.
Partiendo de este punto, se debe tomar en cuenta también que el amor no sólo se demuestra a través de palabras o detalles lindos, sino principalmente, a través de hechos basados en el respeto y que día a día pueden seguir forjando el verdadero amor .
Asimismo, hay que tomar en cuenta que cuidar el amor no significa estar encima del otro, de tal manera que no se permita que la otra persona realice una actividad por sí misma; todos los extremos son malos.
Es tan vital como benéfico que cada una de las dos partes se dé tiempo y espacio para realizar sus
actividades; probablemente no siempre se tengan los mismos gustos y/o intereses para todo y esto no implica que no se pueda cuidar el amor en otros momentos; además, la independencia siempre es sana.
Es importante mantenerse alejado de la rutina.
Tratar de conservar siempre el factor sorpresa puede ayudar a que una pareja siga, a pesar del tiempo, recibiendo estímulos que lo motiven a cuidar el amor.
Siempre lo inesperado y/o novedoso genera interés. También se pueden buscar momentos específicos para estar juntos. Por ejemplo, realizar una actividad determinada, que ambos disfruten y que la puedan realizar con cierta regularidad, para aprovechar ese momento de estar juntos.
Por último, es importante tener presente que el tiempo, esfuerzo y dedicación que se requirió para construir, cuidar y fortalecer un verdadero amor es totalmente proporcional al tiempo que se requiere para “terminar” con él. Por tanto, hacer que un verdadero amor, un amor real, “se termine” también requiere de mucho esfuerzo.
* Integrante de la Sociedad Psicoanalítica de México
Implica principalmente, y entre muchas características más, respetar, admirar, procurar, valorar, desear y buscar siempre el bienestar y compañía del otro. Es por tanto un gran compromiso que una pareja adquiere libremente a lo largo de los años.
Debido a que el amor es un proceso que se desarrolla con el tiempo, este sufre, naturalmente, transformaciones.
Por ello, los seres humanos estamos siempre en constante cambio y evolución; las metas, objetivos, visiones y misiones de vida se van modificando con la edad y esto puede llegar a provocar que una pareja piense o sienta que “el amor se terminó”.
El verdadero amor nunca se termina. Sólo a raíz de fuertes desilusiones como las infidelidades, mentiras, engaños, violencia física y sicológica, entre otras, se muere.
Ante lo cual, si “dejamos de amar” de manera repentina e inexplicable, entonces nunca hubo verdaderamente amor; quizá era simplemente cariño. Y es que el amor verdadero no se termina, más bien se descuida que es algo muy diferente. Y es aquí donde muchas personas tienden a confundir la situación.
Descuidos contra el amor
El amor se puede descuidar por diversas razones. Por ejemplo al sentirnos seguros de la relación, comenzamos a olvidar los pequeños detalles que, quizá, fueron conquistando poco a poco a la otra persona y quedan relegados como si ya no fueran necesarios. Es decir, comúnmente el exceso de confianza suele provocar que se descuide el amor.
También por cuestiones de índole laboral o social se puede descuidar a la pareja y, por ende, al amor que sentimos por aquella. En ocasiones, las actividades diarias consumen gran parte de nuestro tiempo y no le dedicamos lo suficiente al otro; sin embargo, no se necesita de cantidad para cuidar el amor, sino de calidad.
Asimismo, es frecuente que otro tipo de problemas invadan la relación de pareja, lo cual afecta la convivencia afectiva. Suele pasar que algunos problemas externos como los familiares, laborales o económicos, provocan conflictos en la pareja y esto mismo haga que se distancien, descuidándose mutuamente.
Otro ejemplo habitual es cuando alguna de las dos partes llega a descuidar su apariencia física, a lo mejor también por un exceso de confianza, lo que provoca una disminución en el interés físico por el otro.
Asimismo, la convivencia diaria puede convertirse en un factor que trae consigo no sólo beneficios, sino también diversos problemas. La coexistencia afectiva puede terminar siendo sinónimo de una tediosa rutina y monotonía que aburre y provoca un desinterés por el otro.
Como podemos ver, existen diversas razones por las cuales el ser humano tiende a descuidar el amor hacia su pareja.
No obstante, muchas de éstas pueden ser tan intolerables para algunas personas, que terminan por convencerse de que “se acabó el amor” y optan por finalizar la relación.
Es cierto que la mujer es más sensible que el hombre y por ello se podría decir que la fémina percibe con mayor facilidad cuando una de las dos partes está descuidando la relación.
No obstante, cuidar el amor de pareja no es una tarea fácil para ninguno de los sexos. Definitivamente requiere de mucho compromiso y esfuerzo; no basta solamente con pensarlo, sentirlo o estar seguro de que se tiene, requiere también de un esfuerzo continuo por ambas partes.
Cuida tu amor
Existen muchas formas de cuidar el amor e irlo acrecentando y fortaleciendo. Primero considera que es imposible amar si no nos amamos a nosotros mismos.
Partiendo de este punto, se debe tomar en cuenta también que el amor no sólo se demuestra a través de palabras o detalles lindos, sino principalmente, a través de hechos basados en el respeto y que día a día pueden seguir forjando el verdadero amor .
Asimismo, hay que tomar en cuenta que cuidar el amor no significa estar encima del otro, de tal manera que no se permita que la otra persona realice una actividad por sí misma; todos los extremos son malos.
Es tan vital como benéfico que cada una de las dos partes se dé tiempo y espacio para realizar sus
actividades; probablemente no siempre se tengan los mismos gustos y/o intereses para todo y esto no implica que no se pueda cuidar el amor en otros momentos; además, la independencia siempre es sana.
Es importante mantenerse alejado de la rutina.
Tratar de conservar siempre el factor sorpresa puede ayudar a que una pareja siga, a pesar del tiempo, recibiendo estímulos que lo motiven a cuidar el amor.
Siempre lo inesperado y/o novedoso genera interés. También se pueden buscar momentos específicos para estar juntos. Por ejemplo, realizar una actividad determinada, que ambos disfruten y que la puedan realizar con cierta regularidad, para aprovechar ese momento de estar juntos.
Por último, es importante tener presente que el tiempo, esfuerzo y dedicación que se requirió para construir, cuidar y fortalecer un verdadero amor es totalmente proporcional al tiempo que se requiere para “terminar” con él. Por tanto, hacer que un verdadero amor, un amor real, “se termine” también requiere de mucho esfuerzo.
* Integrante de la Sociedad Psicoanalítica de México
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