27 mar 2011

Misterios del Bósforo

Misterios del Bósforo
Ocho visitas imprescindibles en la ajetreada y fascinante Estambul
EZEQUIEL MOLTÓ –
El  Mundo  26/03/2011
Estambul, "tan incontrolablemente variada, tan anárquica, tan extrañamente diferente de las ciudades occidentales". Orhan Pamuk, el escritor y premio Nobel de Literatura, ha retratado su ciudad en seis novelas y en un libro de memorias titulado Estambul, ciudad y recuerdos. Un volumen que puede ser un espléndido acompañamiento durante un recorrido por esa urbe en la que se combina la melancolía local, el hüzün, con una vibración urbana arrebatadora, como la de los días festivos en el puente de Gálata, cuando un hervidero de hombres pacientes lanzan el anzuelo de sus cañas para pescar. Es una tradición que pasa de padres a hijos. Bajo el puente, los camareros de los restaurantes y bares compiten para captar clientes. Una vez cruzado el viaducto, nos dirigimos hacia la torre de Gálata, a lo alto de una colina que domina Estambul. Es un buen lugar para comenzar la visita. O para contemplar el atardecer sobre las cúpulas de la mezquita.
.01 Santa Sofía
La basílica de Aya Sofya Müzesi ya no tiene andamios. Después de que, durante años, las labores de rehabilitación y limpieza ocultasen gran parte de las paredes del templo, podemos volver a contemplar el mejor símbolo del imperio bizantino. Durante 10 siglos fue el monumento más importante del cristianismo (las obras de San Pedro de Roma no comenzaron hasta el siglo XV). El edificio se inauguró en el año 537; en su construcción trabajaron más de 10.000 obreros durante 5 años, 10 meses y 10 días a las órdenes de un centenar de arquitectos. Su logro más importante fue la cúpula de 32 metros de diámetro a 56 metros del suelo, que descansa sobre cuatro pilares. Para su construcción, a las órdenes de Justiniano, se saquearon muchos monumentos paganos de Europa y Asia, como el gimnasio de Éfeso o algunos templos de Atenas y Delfos. En su inauguración, el emperador dijo aquella frase célebre: "Oh, Salomón, te he superado". El 29 de mayo de 1453, tras la toma de Constantinopla, el sultán Mehmet II hizo pronunciar el sermón que convirtió la basílica en mezquita; los mosaicos bizantinos fueron cubiertos de yeso; se colgaron unos grandes medallones (7,5 metros de diámetro) con los nombres de Alá, Mahoma y los cuatro primeros califas; se pintaron versos del Corán y se instaló el ábside del sultán. Hasta 1935 se usó como mezquita; después Atatürk transformó el edificio en museo.
02 Solimán
La mezquita de Solimán impresiona por sus tonalidades azules, salmón y naranja. Construida entre 1550 y 1557, es la segunda más grande de la ciudad. Muy cerca se encuentran también las mezquitas de Kilisie y Kalender. En Estambul hay más de 300 mezquitas abiertas a la visita de los turistas, que deberán descalzarse y, si coinciden con la oración, quedar en un espacio reservado para ellos.
03 El Bósforo
Las orillas del Cuerno de Oro están jalonadas de numerosos palacios que construyeron los otomanos y las ricas familias que residían aquí durante el verano. El estrecho del Bósforo se extiende desde el mar de Mármara hasta el mar Negro, unos 30 kilómetros. El paseo en barco descubrirá las fortalezas de Rumeli Kavagi y Anadolu Kavagi, centinelas del estrecho. Una vez en tierra, vale la pena escaparse para visitar el Café de Pierre Loti. Debe su nombre a un oficial de la Marina, un escritor y viajero que nació en 1850 y falleció en 1923. El lugar destaca por sus vistas al Bósforo y por el cementerio musulmán que lo rodea.
04 San Salvador en Chora
La iglesia de San Salvador en Chora (Kariye Müzesi), construida sobre una colina, fue transformada en mezquita por el gran visir Beyazit II. Es el edificio más antiguo, nadie puede confirmar la fecha de los primeros restos. En el siglo XVIII, el humanista Teodoro Metoquites encargó unos murales con fondo de oro que son una de las joyas del arte bizantino.
05 Bazares
Desde el siglo XV se vende y se compra de todo en el Gran Bazar (Kapali Çarsi): joyas, ropa, regalos... Las tiendas están agrupadas por gremios; todas las corseterías o los puestos de alfombras están juntos. En total, unos 4.000 se esparcen por una superficie de 200.000 metros cuadrados en el mercado cubierto más grande del mundo. El Bazar Egipcio o de las Especias data de 1660 y se sitúa entre dos mezquitas, la de Rüstem Pasa y la Mezquita Nueva (Yeni Cami), con sus muchas cúpulas.
06 La Mezquita Azul
La Mezquita Azul o Soltanahmet Camii fue un encargo del sultán Ahmet I; su construcción duró cerca de dos siglos y fue terminada 10 años antes que la de San Pedro en Roma. Tiene seis minaretes y su interior está decorado por más de 21.000 azulejos de loza de Iznik (Nicea) de color azul. En las inmediaciones se puede visitar el Museo de los Mosaicos (Torun Sok) y el Museo de las Artes Turcas e Islámicas (palacio de Ibrahim Pasa), ubicado junto al hipódromo, del que solo se conservan dos obeliscos y la columna Serpentina de Delfos.

07 Mil y una columnas
Imran Óktem Cad, la cisterna de las mil y una columnas, fue al parecer construida por Filoxeno, senador romano que acompañó a Constantino en el siglo IV. Se trata de la segunda cisterna más grande de la ciudad y la primera en volumen. Servía para alimentar los baños de Zeuxipo y cuenta con 221 columnas con una altura de 15 metros.

Al otro lado de la línea del tranvía se ubica la Cisterna Basílica, o palacio sumergido (Yerebatan Sarayi) como lo llaman los turcos. Es un impresionante depósito, con 80.000 metros cúbicos de capacidad, construido por Constantino y restaurado por Justiniano en 542 con el trabajo de 7.000 esclavos. La cisterna, con 336 columnas repartidas en 12 filas de 28, surtía de agua al Gran Palacio, y durante la I Guerra Mundial se podía visitar en barca; de hecho, James Bond lo hizo en la película Desde Rusia con amor.

08 Palacio de Topkapi
El palacio de Topkapi recibe cada año la visita de un millón de turistas y fue durante cuatro siglos, hasta 1855, la residencia principal de los sultanes. Se accede al palacio por la puerta imperial que conduce al patio de los Jenízaros. El harén de este palacio, con 300 habitaciones, llegó a albergar a mil mujeres, entre las que destacaban la madre del sultán y las favoritas (entre cuatro y ocho). El palacio tiene varios jardines y dependencias aisladas como si se tratara de un campamento de mármol.

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