San Lázaro a 1 de septiembre de 2014
La
Secretaria diputada Laura Barrera Fortoul: Se informa a la Presidencia que existen
registrados previamente 343 diputadas y diputados
La
Secretaria senadora Lilia Guadalupe Merodio Reza: Señor presidente, con base en el registro previo
de asistencia de la Secretaría están presentes 91 ciudadanas senadoras y
ciudadanos senadores.
La
Secretaria diputada Laura Barrera Fortoul: Señor presidente, hay una asistencia de 343
diputados y 91 senadores, hay quórum de Congreso General.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo (17:09 horas): Se abre la sesión de Congreso
General.
La
Secretaria diputada Laura Barrera Fortoul: Se invita a los presentes a ponerse de pie.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: El Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos
abre hoy, primero de septiembre de 2014, el primer periodo de sesiones
ordinarias del tercer año de ejercicio de la LXII Legislatura.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Se va a proceder a entonar el Himno Nacional.
(Himno
nacional)
La
Secretaria diputada Laura Barrera Fortoul: Pueden tomar asiento.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Invito al señor senador Miguel Barbosa Huerta,
presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de los Senadores sea tan amable en
acompañarme a recibir el Segundo Informe de Gobierno del Presidente de la
República, el cual será entregado por el licenciado Miguel Ángel Osorio Chong.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo (17:12): Se declara un receso.
(Receso)
El
Secretario diputado Fernando Bribiesca Sahagún: Invitamos a los presentes a que ocupen sus
lugares, por favor.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo (17:39 horas) Se reanuda la sesión.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Proceda la Secretaría a dar lectura al oficio del
Ejecutivo federal.
La
Secretaria diputada Laura Barrera Fortoul: Presidente del Honorable Congreso de la Unión,
presente.
En
cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 69 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, presento a este honorable Congreso de la Unión el
informe escrito del estado general que guarda la administración pública del
país. Reitero a usted, ciudadano presidente, las seguridades de mi atenta y
distinguida consideración.
México,
Distrito Federal, 1 de septiembre de 2014. El Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, Enrique Peña Nieto.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: El Congreso de la Unión declara formalmente
cumplida la obligación del Presidente de la República a que se refiere el
párrafo primero del artículo 79 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Remítase
a las Cámaras de Diputados y de Senadores los ejemplares respectivos del
Segundo Informe de Gobierno presentado por el Presidente de la República, a fin
de que se aboquen por separado al análisis correspondiente.
Al
mismo tiempo, se recibió del Ejecutivo federal, con fundamento en el artículo
71 constitucional para trámite preferente, la iniciativa con proyecto de
decreto que expide la Ley General para la Protección de Niñas, Niños y
Adolescentes, y se reforman diversas disposiciones de la Ley General de
Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral
Infantil. Remítase a la Cámara de Senadores.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: El siguiente punto del orden del día es la
intervención de los grupos parlamentarios relativa a la apertura del primer
periodo de sesiones ordinarias del tercer año de ejercicio de la LXII
Legislatura.
Harán
uso de la palabra, hasta por 10 minutos, cada uno de los siguientes
legisladores. Del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza hace uso de la palabra
la diputada María Sanjuana Cerda Franco.
La
diputada María Sanjuana Cerda Franco: Con su permiso, diputado presidente. Señoras y señores
legisladores. Mexicanas y mexicanos que nos atienden en este momento. México
lucha hoy por definir su futuro. Nuestro tiempo encierra promesas e
incertidumbre. Estamos ciertos que la vía del acuerdo ha abierto nuevos caminos,
pero sabemos bien que los retos por afrontar son inmensos.
Las
grandes reformas que ha procesado esta Legislatura tienen ya un carácter
histórico. Este ciclo de reformas largamente aplazadas obedece a un escenario
nacional, donde grandes problemas persisten y la confianza se deteriora.
La
economía nacional no crece con la intensidad y el ritmo necesarios para generar
empleos de calidad. El reto es ser competitivos en el nivel global, a fin de
que podamos contar con suficientes elementos para detonar el desarrollo
nacional.
A
pesar de que existen avances insoslayables en la coordinación entre las fuerzas
y agencias de seguridad del Estado mexicano, además de la creación de la
Gendarmería Nacional y de los esfuerzos contra los secuestros, la inseguridad
se mantiene como una de las principales preocupaciones sociales.
Los
delitos de alto impacto social y los niveles de impunidad desalientan a la
población, persisten también la pobreza y marginación. Dentro de México, hay
muchos Méxicos debido a esa desigualdad, los beneficios y las riquezas
nacionales se concentran en pocas manos.
Nueva
Alianza apoyó las reformas estructurales, porque México necesita una
transformación profunda. Nuestra postura ha sido crítica y propositiva, porque
en todo proceso de cambio es necesario garantizar que el interés general se
fortalezca y evitar que los intereses particulares o de grupo concentren los
beneficios.
A
lo largo de nuestra breve historia hemos planteado muchos de los temas de la
reforma, pusimos sobre la mesa la autonomía del Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación y la necesidad de una educación de calidad con
equidad.
Antes
de que se presentaran las iniciativas, propusimos la creación del Seguro de
Desempleo y que el Estado garantizara el acceso universal a Internet.
Planteamos la autonomía del IFI para fortalecer los mecanismos de transparencia
y rendición de cuentas, porque la honestidad y la eficacia son insumos
fundamentales de la democracia.
La
sociedad ya no tolera más corrupción, más impunidad e ineptitud. Debemos poner
en una caja de cristal el ejercicio de gobierno y establecer sanciones
ejemplares a quienes defrauden la confianza ciudadana.
Corresponde
ahora vigilar que la aplicación de la reforma se apegue al espíritu de la ley,
evitar que las resistencias terminen por desvirtuarlas o limitarlas. Las
reformas estructurales colocan hoy a México en el umbral de una nueva era.
Es
tiempo de una profunda revisión del modelo de desarrollo, para que las
transformaciones estructurales sean en realidad efectivas, pero lo que no
podemos hacer es permitir que se defrauden las expectativas de crecimiento y
bienestar que generan estas reformas.
Nueva
Alianza tiene claro que para transitar hacia una nueva etapa histórica de
desarrollo y convivencia social, es indispensable un factor vital que no se
produce por la vía legislativa ni se adquiere en el mercado, me refiero a la
confianza.
Las
mexicanas y los mexicanos hemos perdido la confianza en las instituciones, en
las autoridades, en los representantes, en el vecino. Más grave aún, diversos
estudios de opinión señalan que estamos perdiendo la confianza en el futuro. La
falta de confianza genera muchos males, por ejemplo, la costosa
sobrerregulación en ámbitos como el electoral o el fiscal. La insuficiente inversión
económica, entre otras.
Los
legisladores y las legisladoras somos de las figuras públicas con menor
reconocimiento social. El Congreso de la Unión necesita recuperar la confianza
ciudadana en un contexto donde existe una tendencia a criticar con intensidad
al Poder Legislativo.
Es
por tanto, nuestra obligación, fortalecer al Congreso de la Unión porque es
pilar de la democracia representativa y esencia de nuestra reforma republicana
de división de poderes.
Podemos
empezar haciendo transparente el ejercicio de recursos en las Cámaras.
Estableciendo mecanismos de rendición de cuentas claras como una forma de tener
legitimidad para exigirlo a los otros poderes públicos. Congruencia de este
Congreso.
La
LXII Legislatura está construyendo un importante legado en materia de
transformaciones históricas. Su correcta aplicación ayudará a recuperar la
credibilidad de las instituciones representativas. Sin credibilidad los poderes
públicos no tienen legitimidad y todos sabemos que la falta de legitimidad
deteriora la estabilidad y pone en peligro la convivencia civilizada.
Para
mi grupo parlamentario, Nueva Alianza, la clave para recuperar la confianza en
las instituciones e incrementar los niveles de legitimidad del Estado radica en
elevar sustancialmente la calidad de nuestra democracia.
La
vertiente política del actual ciclo reformador generó tres importantes
instrumentos de democracia directa: la consulta popular, la iniciativa
ciudadana y las candidaturas independientes. Pero hacen falta figuras como el
referéndum, la revocación de mandato y esquemas de interlocución entre la
ciudadanía y el Poder Judicial.
Al
respecto, Nueva Alianza va a proponer un nuevo instrumento de la democracia
directa. Que los ciudadanos y ciudadanas puedan ejercitar acciones de
inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin
embargo, estos instrumentos corren el riesgo de desvirtuarse si los intereses
político-electorales los manipulan y los pervierten como ocurre en estos días
con la consulta popular.
Señoras
y señores legisladores, mexicanas y mexicanos que siguen por los diferentes
medios esta participación, el Grupo Parlamentario de Nueva Alianza ha
participado de forma responsable e institucional en el proceso de reformas que
coloca a México en una nueva era; lo hemos hecho en un contexto donde la agenda
fue diseñada en un mecanismo extraparlamentario, dicho mecanismo fue excluyente
con las minorías, sin embargo nosotros asumimos con mucha responsabilidad y con
propuestas desde una perspectiva crítica de que era posible de que las minorías
fueran escuchadas y que se consideraran sus aportaciones en el proceso
legislativo de las reformas.
Si
bien es cierto que las mayorías deciden, la legitimidad real solo se construye
con la participación democrática de las minorías. Durante la discusión buscamos
ampliar y fortalecer los derechos de todas y todos los mexicanos a partir de
propuestas concretas como las siguientes:
El
derecho a una educación de calidad con equidad, con base en el reconocimiento
social a las maestras y a los maestros mexicanos y a la participación de la
comunidad escolar.
Que
los derechos de seguridad social, en un marco de profundo cambio en las
modalidades de una contratación laboral sea justa.
El
derecho a la inclusión financiera y el acceso a créditos que fomenten a las
pequeñas y medianas empresas.
Que
existan condiciones de competencia efectiva en la economía para mejorar la
calidad y los precios de bienes y servicios.
El
derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información veraz y oportuna
con una televisión pública de Estado, no de gobierno.
El
acceso universal a las tecnologías de la información y al Internet.
El
derecho a que la renta petrolera fortalezca los ingresos públicos para que el
Estado solvente sus obligaciones en materia de derechos sociales.
El
derecho a que se garantice la seguridad energética. El derecho de las futuras
generaciones a que la producción de hidrocarburos y la generación de energía
eléctrica se realicen con criterios sustentables.
En
el tercer año de ejercicio de esta Legislatura, el Grupo Parlamentario Nueva
Alianza va a privilegiar en su agenda legislativa acciones que hagan realidad
estos derechos e impulsará otros temas sensibles para la ciudadanía.
Nuestra
participación será para impulsar medidas que permitan romper el círculo vicioso
del estancamiento económico y para favorecer la inversión productiva, la
recuperación del campo y el abatimiento de la inequidad, la pobreza y el
desamparo en que viven millones de mexicanos.
Exigiremos
que se mejore y modernice la infraestructura educativa para que la calidad de
la educación no se quede en el discurso. Construir un esquema público de
formación de las maestras y los maestros de México para mejorar el modelo
educativo.
Vamos
por un sistema de seguridad social universal con énfasis en la revisión a fondo
del sistema de pensiones, para apuntalar la viabilidad fiscal. Pero también
tenemos que garantizar la seguridad social de los jóvenes.
Vigilaremos
que los órganos reguladores recientemente creados se integren y funcionen con
independencia y eficacia. Promoveremos que se complete la legislación para
combatir la profunda corrupción que debilita a México.
Finalmente
ratifico el compromiso de Nueva Alianza en construir un futuro habitable para
todos. Hemos lanzado también la campaña Alianza por el Agua, abierta a la
ciudadanía con el fin de concientizar y tomar medidas drásticas para la
conservación y distribución del vital líquido.
Las
diputadas y los diputados del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza planteamos
así nuestra visión y nuestra propuesta de cara a la nación y abiertos a la
mirada pública. Nuestras convicciones como partido liberal nos inclinan por la
ampliación de derechos, la inclusión democrática y la participación ciudadana.
Tenemos
el compromiso de construir un país más justo y más fuerte donde quepan todas y
todos los mexicanos. Un país habitable para las futuras generaciones y a la
altura de las aspiraciones de todos nosotros. Por su atención, muchas gracias.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Muchas gracias, ciudadana diputada María Sanjuana
Cerda.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Tiene ahora el uso de la palabra la diputada
Magdalena Núñez Monreal, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, hasta
por diez minutos.
La
diputada Magdalena del Socorro Núñez Monreal: Con su permiso, señor presidente. Legisladoras y
legisladores del Honorable Congreso de la Unión. Mexicanas y mexicanos.
Iniciamos
hoy el tercer año de la LXII Legislatura en un ambiente social de incertidumbre,
de violencia, de pobreza y de profunda preocupación por el futuro.
Al
recibir hoy en el Poder Legislativo el informe del presidente de la república
correspondiente a su segundo año de gobierno en curso, podremos confirmar
nuevamente que uno es el discurso oficial y otra la realidad que se vive en
todas y cada una de la mayoría de las familias mexicanas día a día.
Por
supuesto que algunos alzarán la voz para sostener que ahora sí México ha de
cambiar gracias a las mágicas reformas estructurales que tanto ponderan el
gobierno federal como sus aliados en el Congreso.
La
realidad es que desde el primero de diciembre del 2012, quien ocupa la silla
presidencial se ha excedido en el uso del poder para controlar el aparato del
Estado y alterar así su sana división concentrando el poder público en su
persona tal y como sucedió durante gran parte del siglo pasado.
El
titular del Ejecutivo federal ordena, dispone propone, nombra, califica y
descalifica e influye en los otros poderes abarcando inclusive a los órganos
constitucionales autónomos sin recato alguno.
La
institución presidencial vuelve a hacer uso de un poder considerablemente mayor
al que jurídicamente le otorga la Constitución.
Las
reformas estructurales en vigor han afectado nuestra incipiente democracia
puesto que ésta reside en el pueblo y al imponer la visión de una mayoría
empoderada, pero al margen de sus representados se ha instaurado un Estado que
sobrepasa los límites que nunca debió rebasar sin consultar al pueblo en temas
torales para el desarrollo del país.
Por
ello en la apertura del Congreso asistimos hoy a la recomposición del Estado
liberal en el que las nociones de libertad y democracia se definen a partir de
los intereses económicos de unos cuantos y no en función de la consecución de
beneficios para el pueblo.
Los
reformadores actuales han olvidado que el Estado basado en la economía liberal
creó una enorme desigualdad social, económica y política, demostrando su
ineficacia, mientras que la inmensa mayoría de los gobernados se encontraban
desprotegidos ante el poder económico y político de clase capitalista como
sucede hoy.
Recordemos
que un ejemplo concreto del Estado liberal que abarcó desde 1815 hasta el
término de la segunda guerra mundial, se dio con la revolución industrial en
Inglaterra y en los Estados Unidos, países en los cuales durante la segunda
mitad del siglo XIX se establecieron las condiciones económicas necesarias para
beneficiar a los monopolios y a los titanes de la industria, al margen y en
menoscabo de los trabajadores y del pueblo.
Ello
trajo como consecuencia una crisis de liberalismo mundial que dio paso al
inicio del estado social de derecho o estado de bienestar que pretendía lograr
condiciones sociales y económicas más justas para todos. Se inspiró
fundamentalmente no en la idea de una igualdad de las personas, sino en la
nivelación de las desigualdades entre ellas, lo que implicó el reconocimiento
de las libertades públicas y su protección, y frente a ellas el reconocimiento
de los derechos sociales de los ciudadanos.
Garantizar
el bienestar y la justicia social fue la proclama de la revolución mexicana y
de esta manera, mediante una actividad estatal más participativa, el Estado
mexicano se convirtió en un instrumento que asumiría la tarea de llevar a cabo
una política económico-social planificadora y socializante que actuaría a favor
de los gobernados.
De
esta manera se corregiría el individualismo, mediante una actividad estatal más
participativa a la que el régimen actual ha renunciado, olvidando que el
artículo 39 de la Constitución federal señala que la soberanía reside esencial
y originariamente en el pueblo, que todo poder público dimana del pueblo y se
instituye para beneficio de éste y que solamente tiene en todo tiempo el inalienable
derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Entiéndase,
no es una mayoría parlamentaria la que puede alterar o modificar la esencia del
Estado mexicano como se ha hecho, al margen de la voluntad del pueblo.
Ello es inaceptable. El Estado priista restablecido ha saltado los límites
propios que le marca la Constitución, alterando su esencia revolucionaria y
social en una franca contradicción histórica.
Hoy
las reformas estructurales impulsadas por el presidente de la república han
puesto en riesgo los intereses jurídicos y legítimos de los mexicanos al
restringir el derecho de los trabajadores a recibir utilidades y el de los
campesinos sobre la tenencia de sus tierras.
Por
eso existe un sentir popular de que quien recibió el mandato de dirigir al
Estado ha traicionado los principios fundamentales que heredó y ha pervertido
la sana división del poder público.
En
el Partido del Trabajo estamos ciertos de la constante oscilación de la
relación entre Estado y sociedad y en la necesidad de modernizar el modelo
social, pero jamás alterando los principios fundamentales del pueblo mexicano y
mucho menos poniendo en riesgo el territorio, el oro o el petróleo de los
mexicanos, como lo dijera Pancho Villa.
El
Estado, bajo el gobierno del presidente Peña Nieto, ha cedido a los grupos de
presión de adentro y de afuera del territorio nacional, y su manifestación lo
son las reformas votadas por la mayoría sumisa al servicio del gobierno, pero a
ello habrá de responder la sociedad de manera organizada, reclamando la
insatisfacción de las promesas incumplidas de bienestar que a dos años de
gobierno la gran mayoría de los mexicanos aún espera.
La
desincorporación de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de
Electricidad, empresas baluartes del Estado social que se construyó a partir de
la Constitución del 17 y su transformación ahora en empresas productivas del
Estado, apuntan precisamente a la transformación del Estado social mexicano en
un estado liberal que pretende favorecer a los grandes capitalistas nacionales
y extranjeros en aras de obtener ganancias que no llegaran para que el Estado
pueda cumplir con sus funciones olvidando que el principio de economía mixta
fue la solución sabia que el Constituyente Permanente determinó para
complementar la libre actividad que se desarrolla en la sociedad sin hacerse
cargo de ella, pero sin claudicar en su responsabilidad de administrar los
bienes de la nación, lo que generó una época de crecimiento sostenido para los
mexicanos que no hemos vuelto a ver desde los años setenta.
El
gobierno piensa que el silencio de la sociedad es reflejo de su aprobación a
las reformas aprobadas y que hay un desinterés de la colectividad por los
asuntos públicos. Sin embargo se confunden la desocupación que vive en el país,
los altos índices de violencia que sólo bajan en el discurso oficial, la alta
inflación que aflige a las familias, las promesas incumplidas del presidente de
la República y el engaño a los mexicanos habrán de tener repercusiones
políticas el año próximo en que el pueblo habrá de retomar el timón de su
destino eligiendo representantes populares que puedan restablecer el Estado
social de derecho y la soberanía del pueblo.
Se
equivocan aquellos que apuestan al conflicto social, la civilidad del pueblo
mexicano ha llegado a tal madurez que el cambio real que se avecina habrá de
darse por la vía pacífica y a través del voto.
Hoy
padecemos un mal gobierno porque ha perdido de vista su objetivo fundamental de
orientar su actuación para mejorar las condiciones de vida de la gran mayoría
de los mexicanos.
El
Presidente de la República piensa que con sus reformas habrá de llegar la
bonanza para México y por lo tanto ha claudicado en la imperiosa necesidad de
combatir la corrupción al considerar erróneamente que ésta es inherente a
nuestra cultura. Dejar hacer, dejar pasar, es el dogma del estado liberal de
Peña Nieto.
En
este contexto, el Partido del Trabajo se pronuncia por la revaloración
productiva del ser humano a través del trabajo, condición necesaria para
asegurar la propia vida material y la satisfacción de las necesidades más
elementales. La falta de trabajo propicia la violencia, incrementa la
delincuencia, fomenta la deserción escolar y contribuye a la desintegración
familiar, de ahí la importancia de que el Estado mexicano aliente la generación
de empleo, pues mientras no haya trabajo no podremos resolver los grandes
problemas nacionales.
Por
ello abogamos por el restablecimiento del Estado social de derecho, para que en
base en el sistema de economía mixto alentemos la inversión y el desarrollo.
Nos
pronunciamos por el restablecimiento del Estado de derecho, en el que se
respete la división de poderes, tal y como establece el artículo 49
constitucional, sin preeminencia de poder alguno y manifestamos también nuestra
convicción democrática laica y federalista.
Pero
nos oponemos rotundamente al México de ficciones, a ése que Peña Nieto
vislumbra tan sólo en su imaginación y que está muy lejos de producir riqueza y
bienestar para distribuirla equitativamente.
El
Partido del Trabajo considera que los anhelos de justicia y de equidad son
factibles y nos planteamos en el año por transcurrir de esta Legislatura un
debate serio y constructivo en materia social.
Por
ello, nos proponemos en los próximos meses contribuir al Estado social de
bienestar impulsando reformas legislativas que contribuyan a modificar la
sociedad en materia de vivienda, alimentación, laboral, a favor de las
comunidades indígenas, en educación básica, media superior, para adultos, y que
coadyuven al respeto de los derechos humanos y aliente la igualdad entre
hombres y mujeres, en materia de salud y medio ambiente, a favor de nuestros
niños, jóvenes y adolescentes.
En
síntesis, la agenda del Partido del Trabajo seguirá siendo a favor de los más
necesitados. Hacemos un llamado desde esta tribuna a las mexicanas y a los
mexicanos a no desalentarse, la oligarquía no triunfará. Si podemos recuperar
el rumbo revolucionario del país las contrarreformas que se han impuesto son
sólo un capricho de quien encabeza temporalmente la administración pública
federal.
El
pueblo tendrá en el 2015 la posibilidad de revertir la frustración que ha
generado la permanencia en el poder de los de siempre. Pero, para ello, la
izquierda deberá ir unida, deberá caminar integrada, respetando las opciones
partidistas existentes, pero caminando juntos para vencer el predominio de los
incompetentes que nos gobiernan. Estamos listos pues para seguir en la batalla
por la democracia, la lucha por un México justo y equitativo continua. Es cuanto,
presidente.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Muchas gracias, ciudadana diputada Magdalena Núñez
Monreal.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Tiene ahora el uso de la palabra el diputado
Ricardo Monreal Ávila, del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano. Tiene
usted la palabra, diputado.
El
diputado Ricardo Monreal Ávila: Ciudadano presidente, ciudadanos legisladores, esta ceremonia es
insustancial, caracterizada por la hipocresía y por la simulación. Este día se
torna dramático.
La
patria se desmorona, mientras que la oligarquía se exhibe coronada sobre una
crisis moral, ética, económica y política, que mantiene con cargo a un pueblo
cada vez más indignado.
La
oligarquía ya no requiere las sedes de los Poderes de la Unión, ni siquiera
como escenografía para sus encuentros y acuerdos de compra-venta de la nación.
Se sustituyó la fatuidad presidencial por un modelo autocrático al informe.
Ahora
los spots sobre logros y avances imaginarios suplantan a la comunicación política
efectiva. Creen que engañan a la nación, la investidura presidencial se lleva
al terreno de lo ridículo con ceremonias autocomplacientes, como la de mañana
en Palacio Nacional.
El
contacto con el pueblo ha sido reemplazado con entrevistas y presentaciones a
modo, en las que sobra la lisonja barata que conlleva a la ausencia de crítica
y evaluación ciudadana. Aquí lo políticamente correcto; el discurso legislativo
de lo predecible, allá fuera transcurre la realidad explicable en función de
nuestra democracia simulada.
Las
movilizaciones y las protestas son contenidas por vallas metálicas, por escudos
anti motines y hasta por balas de goma, que no matan al instante sino al cabo
de los días.
¿Cuál
es el estado que guarda la nación? La respuesta es; la nación esté enferma, la
inseguridad, la atonía económica y la corrupción la tienen postrada. La
decadencia política es insalvable. Ya hemos dejado asentado que quien compra la
Presidencia termina vendiendo al país.
Se
cumplieron los pronósticos, los primeros resultados de estas reformas bastan
para notar lo mal que empezamos. Hubo prisas y urgencias al aprobar las
reformas estructurales en el menor tiempo posible. Ahora piden serenidad y
paciencia para disfrutar de sus presuntos beneficios. ¿Cuáles?
Hago
en nombre de ciudadanos algunas preguntas, planteamientos y demandas, porque
ellos no se sienten representados por ustedes. ¿Por qué viaja tanto el señor
Peña Nieto? ¿Por qué en 21 meses ha visitado en 25 ocasiones al estado de
México? Ha realizado más de 20 giras internacionales, en cambio ha olvidado a
los indígenas oaxaqueños. ¿Hay estados de privilegio, hay entidades de
excepción?
La
inseguridad y el desempleo y la corrupción son los tres principales problemas
que identifica la ciudanía. ¿Por qué el gobierno no ha planteado propuestas
específicas que busquen solucionar cada uno de ellos?
Si
como afirman la seguridad va al alza y la inseguridad a la baja, ¿por qué el
gobierno norteamericano ha extendido sus alertas a la mitad del territorio
mexicano? ¿Por qué en los últimos dos años se han descubierto más fosas
clandestinas que pozos petroleros? ¿Por qué el costo de las medidas de
seguridad adoptadas por empresas y ciudadanos representa ya dos puntos del PIB?
Si la incidencia de las ejecuciones callejeras y violentas se ha moderado como
dicen, ¿por qué el secuestro, la extorsión y el robo van a la alza? Amnistía
Internacional y la ONU han puesto en duda las cifras oficiales del gobierno
mexicano sobe desapariciones y la violencia.
La
corrupción tiene enferma y débil a la nación, pero no hay quien se ocupe de
este cáncer. Este mal se agudizará luego de las reformas estructurales. Los
Poderes de la Unión, los órganos autónomos, los estados y los municipios están
inmersos en océanos de corrupción, saqueo y pillaje. Prevalece la impunidad.
Ahora
extranjeros privilegiados por el presidente y sus adláteres multiplicarán sus
ganancias sin riesgo. A ellos, que usan como peones subcontratantes a los
nacionales que aceptan sus limosnas, se les asignarán más obras, permisos, concesiones,
violando la ley y la moral pública.
No
existe una política de Estado para combatir la corrupción, ésta se tolera, se
promueve y. los funcionarios del gobierno son sus beneficiarios. Las empresas
petroleras extranjeras ya están aquí, el saqueo y el pillaje ya iniciaron.
Se
prometió un crecimiento económico del PIB que no se ha cumplido. Se ofreció un
déficit público cero y, sin embargo, en dos años se ha contratado deuda por un
billón de pesos. Por lo que los pasivos del sector público suman ya seis
billones de pesos.
¿No
es esto un engaño? ¿No es esto un contrasentido? Si el gasto público
deficitario no alcanza a reactivar la economía. Si la carga fiscal es una rueda
de molino para miles de empresas y millonarios, millonarios de muchas partes del
mundo, pero aquí a cambio los contribuyentes padecen esta reforma depredadora y
fiscal que ha dado al traste con todo.
¿Por
qué resistirse a reanimar el consumo y el mercado interno mediante un aumento a
los salarios mínimos? ¿Por qué seguir lastimando a los ciudadanos fronterizos?
¿Por qué continuar hundiendo a los pequeños comerciantes? ¿Por qué la llamada
cruzada contra el hambre y de las demás políticas electoreras no ha podido
evitar qué México sea el único país de América Latina en donde la pobreza y la
indigencia siguen creciendo? Ahora, hay dos millones de nuevos pobres, con todo
y sus reformas estructurales.
¿Por
qué el abandono criminal al campo? ¿No temen a la insurrección popular que
están provocando? Si como se aseguró, la reforma laboral traería mejores
empleos, ¿por qué seis de cada 10 nuevos trabajadores contratados ganan menos
que antes de la susodicha reforma?
Con
la reforma educativa inicio el proceso de su privatización, ¿fue además un
ajuste de cuentas con la dirigente sindical? Y las modificaciones de la
relación laboral magisterial fueron en detrimento de los maestros.
Cuándo
tendremos una verdadera reforma educativa que transforme los contenidos
pedagógicos, la transmisión del conocimiento y fomente el desarrollo integral
de las capacidades técnicas, científicas y humanísticas.
Cuándo
serán escuchados los maestros democráticos. Cuándo serán atendidos los maestros
de este país.
Si
la reforma financiera abaratería el crédito y lo masificaría, por qué hoy los
créditos personales y de nómina son más caros que hace un año, por qué la
cartera vencida se ha incrementado en un 10 por ciento, por qué el deudor podrá
ser encarcelado.
Si
la reforma de telecomunicaciones y en competencia económica traerá servicios de
mejor calidad y más baratos, por qué se siguen cortando las llamadas, por qué
se siguen cortando las llamadas, por qué el pésimo servicio de Internet, por
qué los recibos de telefonía siguen tan caros, por qué se sigue violando el
derecho a la información.
Qué
caso tiene comprometerse a no subir ni crear más impuestos a lo largo del
sexenio, si al finalizar esta administración muchas empresas, comercios y
contribuyentes habrán muerto de inanición económica por obra y gracia de la
reforma fiscal.
Qué
grave es que el fisco presuma ahora mayor recaudación en un ciclo de
estancamiento, a costa de los contribuyentes, movidos por un fin perverso,
tapar el hoyo negro fiscal que dejará el desmantelamiento de Pemex y CFE.
La
mayoría de la población rechaza y reprueba el conjunto de reformas estructurales,
si son supuestamente las mejores reformas de los últimos tiempos, por qué no
someterlas a la prueba de las urnas mediante la consulta popular.
Cito
a López Mateos, el 27 de septiembre de 1960 que adquiere un valor histórico sin
igual frente a la actual reforma energética privatizadora y extranjerizante,
López Mateos dijo: “Pueblo de México, les devuelvo la energía eléctrica que es
de la exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años
futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país
intentarán, por medios sutiles, entregar de nuevo el petróleo y nuestros
recursos a los extranjeros.
“Pueblo
de México, dijo López Mateos, los dispenso de toda obediencia a sus futuros
gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses
ajenos a la nación que conformamos.
“En
México, la Constitución es muy clara, siguió diciendo, los recursos energéticos
y los yacimientos petroleros son a perpetuidad propiedad única y exclusiva del
pueblo mexicano.
Y remataba
de la siguiente manera, letra por letra, palabra por palabra: “Sólo un traidor
entrega a su país, entrega a su país a los extranjeros”.
Así
o más claro se jactan de aprobar las reformas estructurales, no son sino
reformas antipopulares y regresivas. Reformas de la ignominia y la codicia,
aprobadas por un puñado de traidores a la patria, que la historia no los va a
exculpar, se los aseguro.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Muchas gracias, diputado Ricardo Monreal.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Tiene la palabra el diputado Ricardo Astudillo
Suárez del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.
El
diputado Ricardo Astudillo Suárez: Con su permiso, presidente. Muy buenas tardes a todas las
compañeras diputadas y diputados. Senadoras y senadores.
De
todas las responsabilidades políticas que me ha tocado vivir, el estar el día
de hoy aquí, en esta tribuna, en el corazón de la democracia representando al
Partido Verde Ecologista de México, sin duda es la más importante en toda mi
vida.
Quiero
hacer un reconocimiento a mis compañeros del Grupo Parlamentario y a los
senadores del Partido Verde, los cuales han sido piezas fundamentales en todo
lo que han aportado en este periodo que llevamos.
Con
honestidad, con responsabilidad, comportándose a la altura de las
circunstancias, transformando la manera de hacer política con argumentos
sólidos y con debates de primer nivel y con mucho respeto. Haciendo propuestas
que estamos seguros seguirán contribuyendo al desarrollo de nuestro país.
Al
finalizar esta Legislatura entregaremos los mejores resultados. Hoy el Congreso
trabaja hombro con hombro con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto
en la construcción de un país más justo, más equitativo, más seguro y con mayor
bienestar para todos los mexicanos.
Gracias
al trabajo decidido de la mayoría de las fuerzas políticas aquí representadas
hemos sido capaces de llevar a buen puerto todas las reformas que proyectamos
impulsar al inicio de la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
Hoy
le hablo a todos los ciudadanos, pero especialmente a los que nos brindaron su
confianza durante el proceso electoral y que nos ha traído hasta aquí. Aquellos
que eligieron al Partido Verde Ecologista de México como la mejor opción para
representar sus intereses.
A
todos ellos que en campaña nos abrieron sus puertas a las candidatas y a los
candidatos, que nos plantearon sus problemas, expresaron sus necesidades y que
sabían de nuestro compromiso por sacar adelante a un país que en ese momento
tenía perspectivas muy poco alentadoras hacia el futuro.
A
ellos les digo con gran satisfacción que no se equivocaron, los legisladores
del Partido Verde honramos nuestra palabra y hemos cumplido.
Los
ciudadanos nos pidieron un nuevo rumbo para México. Por eso, desde que asumimos
este alto encargo hemos sido esa voz que nos fue demandada. La modernización
del país había esperado demasiado. La sociedad estaba cansada de ver pasar
gobiernos que no se atrevían y que no lograban transformaciones necesarias para
poner a México en movimiento, para encaminarlo en la ruta del desarrollo y
progreso, generando empleos de calidad bien remunerados, porque ése es el único
camino para combatir de manera eficiente la pobreza y llevarnos a ser el país
que estamos destinados a ser.
Es
por ello que el Partido Verde asumimos los desafíos que planteaba la realidad
del país, buscando mejorar las difíciles condiciones de vida que enfrentaban
una buena parte de los mexicanos.
Pero
eso jamás hubiera sido posible sin el liderazgo y la determinación del
presidente de la República, que ha apostado por una verdadera transformación de
México, a pesar de los retos que eso implicaba en lugar de continuar con los
arreglos cosméticos que nos tenían detenidos.
Hoy,
gracias a la conducción del Presidente Enrique Peña Nieto, hemos logrado las
reformas que anteriormente fueron imposibles por ataduras ideológicas, cálculos
electorales y falta de capacidad política. Lograr la transformación de la
magnitud que representan las reformas alcanzadas, requerían de la madurez
política, capacidad de diálogo, prudencia y sensibilidad que están siendo el
sello el día de hoy en esta administración.
Hoy
tenemos las herramientas suficientes para detonar y transitar hacia un verdadero
desarrollo sustentable en los próximos años en nuestro país. La materialización
de las reformas son producto de la convocatoria que el Ejecutivo hizo al
Legislativo, la discusión y entendimiento entre fuerzas políticas que nos
llevaron a alcanzar los consensos necesarios para dar al país un empuje
modernizador.
La
conclusión de este importante ciclo reformador no significa de alguna manera
que esta Legislatura haya terminado su labor; estamos conscientes que aún
quedan muchos temas de grande relevancia que deberemos abordar.
Ahora
es tiempo de asignar los recursos necesarios para que tanto las instituciones
de nueva creación como las ya existentes comiencen a funcionar en el marco de
los cambios realizados a partir del próximo año; la Ley de Ingresos y el
Presupuesto de Egresos deben ser el soporte de las reformas aprobadas. Bajo
esta lógica el Grupo Parlamentario del Partido Verde acompañara los esfuerzos
del Ejecutivo federal para que estas reformas transiten, particularmente la
energética y sean implementadas de una manera mucho más eficiente.
En
la recta final de esta Legislatura el compromiso de nuestra bancada es poner
todo nuestro trabajo y dedicación para que las reformas se vean reflejadas en
la vida cotidiana de los mexicanos.
Las
reformas logradas son el camino correcto para abatir la pobreza, el
estancamiento económico y la falta de oportunidades; no se trata solamente de
tener buenas intenciones, se trata de concretarlas como lo hemos hecho a favor
de los mexicanos que han creído en nosotros, hombres, mujeres, jóvenes, niñas,
niños que tienen rostros y tienen apellidos y que nosotros apostamos a ese
nuevo rostro de este gran país.
Los
vientos soplan a favor de México, tenemos un nuevo ciclo económico, político,
social y ambiental. El país tiene ahora la fuerza para enfrentar los problemas
que lo aquejan y para seguir construyendo un presente alentador, pero sobre
todo un futuro esperanzador con mejores oportunidades para todos los mexicanos.
En
el pasado se tomaban medidas que impactaron de manera inmediata a los
ciudadanos, nunca pensando en el futuro, pero hoy se actúa de manera distinta
analizando todos los escenarios, escogiendo siempre el mejor para que todos los
mexicanos estemos incluidos.
Sabemos
que los ciudadanos apenas empiezan a percibir el impacto que estas grandes
reformas traerán a su vida cotidiana, por eso el gobierno federal trabaja
decididamente para que se reflejen y se consoliden lo antes posible, para que
todos los mexicanos que día con día realizan esfuerzos extraordinarios por
sacar adelante a sus familias, tengan lo suficiente para cubrir todas sus
necesidades, para alimentar de manera adecuada a sus hijos, para poder
brindarles una educación de calidad, garantizar que puedan acceder a la
atención médica y tengan los medicamentos adecuados para cuidar la salud de
todos los miembros de su familia.
Esta
Legislatura debe continuar con esa energía, generosidad, talento y empuje que
la ha caracterizado, siempre al servicio de los mexicanos, para que sigamos
moviendo a México en la dirección correcta.
En
el año que queda seguiremos trabajando no solamente en las reformas pendientes,
sino también con propuestas concretas a los problemas que nos afectan día con
día como el caso del derrame en el Río Sonora, considerado ya por algunos
expertos como el peor daño ambiental en los últimos 50 años.
Por
ello, el Partido Verde presentará en próximos días una propuesta de reforma a
la Ley de Responsabilidad Ambiental, a fin de incrementar las sanciones en
contra de las empresas que cometan este tipo de ecocidios y que puedan resarcir
los daños que tanto afectan nuestro medio ambiente.
Compañeras
y compañeros legisladores. Los ciudadanos no esperan menos de nosotros. Hoy más
que nunca, necesitamos tener una actitud idealista de ser inconformes frente a
todo aquello que podemos mejorar. De asumir la política como una oportunidad al
servicio de los ciudadanos y del Estado. Éste ha sido y será el compromiso.
Trabajamos
con honestidad, con respeto y con lealtad para todas aquellas personas que creen
y que confían en los legisladores del Partido Verde y que estamos buscando
modernizar y transformar a México brindándole un mejor destino. Para todos los
integrantes de nuestro partido, éste es un compromiso irrenunciable en el país
para así escribir la mejor historia para todos los mexicanos. Muchas gracias.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Muchas gracias, ciudadano diputado.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Tiene ahora el uso de la palabra la senadora
Dolores Padierna Luna, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución
Democrática.
La
senadora María de los Dolores Padierna Luna: Ciudadanas, ciudadanos; senadoras, senadores;
diputados, diputadas. Este día nosotros deberíamos celebrar la rendición de
cuentas de un Poder de la Unión frente a otro. No es así. Hoy es el día de la
rendición del Poder Legislativo ante el Poder Ejecutivo.
Los
rituales de la sumisión del Congreso ante el presidente de la República se han
restaurado. La diferencia entre el viejo estilo del priismo y el de ahora, es
que ni siquiera se concreta el ejercicio republicano de la presencia del
Ejecutivo federal ante la máxima tribuna del país.
En
lugar de comparecer y dialogar ante el Congreso, el presidente optó por el
monólogo con interlocutores a modo y por el oropel de la pantalla televisiva
donde Enrique Peña Nieto ni ve ni oye a sus críticos. No habla más frente a la
nación sino frente a sus aliados y aplaudidores automáticos, en una celebración
privada que revive los peores tiempos de las monarquías sexenales y anticipa el
estilo personal de gobernar en los próximos cuatro años.
No
es un asunto menor pretender sustituir la deliberación democrática por el
autoelogio. Es preocupante que a los críticos, a los adversarios se les ignore
públicamente y se les persiga en privado para cooptarlos.
Una
democracia se construye no sólo con mayorías y consensos maquillados, se le
debilita para dar paso a una restauración autoritaria.
El
grupo en el poder ha concluido su ciclo reformador al aprobarse en el Congreso
de la Unión sus 11 reformas.
Transformaron
al Poder Legislativo en la oficialía de partes. La ausencia del presidente este
primero de septiembre, confirma esa tendencia.
Ante
las entrevistas en medios electrónicos, el presidente presume que su reforma
energética fue la más discutida de la historia reciente. Mienten cuando hablan
de debate legislativo. En realidad fue un diálogo de sordos por momentos
exasperante. Fue una discusión silenciada por los medios masivos que ahora
están inundados con spots y propaganda del autoelogio.
La
reforma energética como las otras, se hizo de espaldas a la población, sin
consultarla. Por esta razón en todas las encuestas las y los mexicanos demandan
la consulta popular en materia petrolera, y no le creen a la promesa lejana en
el tiempo de que algún día bajarán las tarifas de la luz y del gas.
La
mayoría de las y los mexicanos no creen en las reformas porque fueron excluidos
de ellas, porque ante cada palabra del gobierno y de sus propagandistas, está
el contraste de los hechos.
Una
economía estancada, la corrupción galopante, una inseguridad creciente, una
sensación de que retornamos a los días oscuros del Diazordacismo cuando hasta
los activistas de derechos humanos eran acusados por el delito de disolución
social.
¿Dónde
están los empleos que crearía la reforma laboral? En el mismo lugar donde
quedarán los supuestos beneficios de la contrarreforma energética, en el baúl
de las promesas incumplidas.
La
reforma educativa no es en los hechos un cambio para mejorar la educación, sino
una operación para restaurar el poder presidencial y someter a una mafia
sindical que se mantiene intocada.
No
se han reformulado los planes ni programas de estudio; tampoco hay una
iniciativa en marcha para transformar a fondo la cruda miseria de la
infraestructura escolar.
De
qué sirve presumir el regalo de miles de tabletas electrónicas y computadoras
si la mayoría de las escuelas no cuentan con conexión a Internet ni con servicio
de luz.
Una
verdadera reforma educativa centrada en los contenidos, en el fortalecimiento
de la educación pública, en el respeto de la dignidad de las y los maestros y
fundada en los preceptos de laicidad, de gratuidad y calidad sigue siendo el
gran pendiente en el país.
La
reforma en materia de telecomunicaciones no sirvió para democratizar los medios
ni combatir los monopolios, por el contrario legalizó el poder dominante de una
televisora y el de una empresa de telefonía y reinstaló el control gubernamental
sobre los contenidos en los medios públicos y privados.
Los
derechos de las audiencias sólo fueron enunciados, la competencia sólo es una
promesa, cuando en realidad domina el monopolio de la opinión pública en las
transmisiones electrónicas.
Se
vulneró la neutralidad y la autonomía de internet, se atentó contra la
autonomía del propio Instituto Federal de Telecomunicaciones que fue creado
tras la reforma constitucional.
El
sistema de medios e instituciones públicas apunta a convertirse en una gran oficina
de prensa del gobierno. Hasta una institución digna y con prestigio
internacional como el Fondo de Cultura Económica ahora aparece como un set
televisivo en la comparsa de elogios presidenciales.
El
menosprecio a la cultura, a la promoción de la lectura, es el signo de este
gobierno. Parafraseando al novelista Carlos Fuentes: “El gobierno de Enrique
Peña Nieto puede tener el derecho a no leer las obras de algún escritor, pero
no tiene derecho a gobernar desde la ignorancia y menos a convertir a las instituciones
públicas en un largo infomercial”.
En
contra de la propia reforma política y de la reforma en telecomunicaciones, la
presidencia invierte ahora muchos días y mucho dinero para convencer al país de
las bondades de su ciclo reformador.
Mientras
el 70 por ciento de las y los mexicanos reclaman mejorar el empleo, aumentar
los salarios, combatir la corrupción y resolver la inseguridad los spots
presidenciales presumen que ya movieron a México.
De
paso, la aparición de Enrique Peña Nieto en los mensajes propagandísticos viola
abiertamente el artículo 134 constitucional que prohíbe la promoción
personalizada de los gobernantes.
Mover
a México no es un avance, es sólo un ardid publicitario. No todos los
movimientos son hacia adelante, también se retrocede. La reforma
energética implica un grave retroceso a una etapa anterior de la expropiación
de 1938.
Nunca
nos opusimos a una reforma a fondo para reformar y fortalecer a Pemex, para
defender y maximizar nuestra renta petrolera, para proteger a las entidades de
los abusos al medio ambiente, para colaborar con la iniciativa privada, sin
someter ni poner en riesgo nuestra soberanía.
La
contrarreforma energética va en sentido exactamente inverso: primero
modificaron la Constitución para apropiarse no sólo de los hidrocarburos, sino
de todos los recursos naturales de los mexicanos. Luego aprobaron una
legislación secundaria que va en contra de los propios límites marcados en los
28 y 27 constitucionales.
Permitieron
las concesiones de nuestros hidrocarburos, aunque las disfracen con los
eufemismos de contratos, contratos basados en la devolución de las inversiones,
de los costos, de los gastos y hasta de las regalías a las petroleras privadas.
Debilitaron
a Pemex y a la CFE que ahora pasan de ser entidades públicas a ser anexos del
negocio presidencial.
Mienten
en su publicidad, mienten en las promesas intangibles de un futuro promisorio,
pero no mienten cuanto muestran su talante autoritario.
Así
fue en todas las reformas que presumen ahora. La visión del Ejecutivo se impuso
y los cambios menores sólo sirvieron para maquillar un consenso. A partir de
ahora, el desafío es frenar mayores tentaciones autoritarias; los restauradores
del viejo modelo han recentralizado el poder y el control del dinero público, avasallan
a los estados de la Federación con el pretexto de la inseguridad que su propia
incapacidad ha generado o no han podido resolver.
Socavan
la autonomía de las instituciones públicas como las encargadas de la
transparencia, de la justicia, o de las elecciones que nos dieron la esperanza
de hacer realidad la transición democrática, las facultades
meta-constitucionales del poder presidencial ya no se limitan sólo a la vida
interna del PRI, pretenden ejercerse al interior de todos los partidos, incluyendo
su viejo aliado ideológico, el PAN y fragmentando a las izquierdas.
“Divide
y vencerás” es un lema autoritario. “Corrompe y controlarás”, es la consigna de
ahora. El llamado ciclo reformador que hoy presumen concluir, en realidad es la
apertura de otro ciclo de resistencias de mucha entereza de las y los
ciudadanos; la patria es de todos, no sólo de un puñado de grandes intereses.
La
nación no es botín de nadie, es nuestro espacio de convivencia. Por eso debemos
defender la república, la democracia y la división de poderes. Por eso la
batalla contra la corrupción es esencial, no es un asunto cultural. La
corrupción es un problema de impunidad, y la impunidad mata cualquier
posibilidad de avance.
No
debemos permitir que las tentaciones del despojo agraven la situación en el
campo y en las comunidades indígenas. Las y los mexicanos hemos sabido vencer
los excesos de poder y el entreguismo de los gobiernos que han saqueado a la
patria.
México
y sus trabajadores petroleros hicieron la hazaña hace más de 75 años, millones
ahora la replicarán en la consulta popular que revertirá la contrarreforma
energética, y las izquierdas mexicanas en forma unificada, poniendo el interés
nacional por delante acudiremos a nuestra cita con la historia para evitar el
mayor atraco a la nación.
En
enero de 1940 en Tampico, don Jesús Silva Herzog —y con eso termino— abanderó
el primer barco de lo que sería la flota petrolera mexicana recién
nacionalizada, pronunció entonces un discurso aún vigente, lo recordamos y lo
hacemos nuestro.
Aquí
estamos, hay que repetirlo una y 100 mil veces, de pie y dispuestos a continuar
la lucha, seguros de que el triunfo será indiscutiblemente nuestro, porque
nosotros marchamos por la senda de un pueblo resuelto a mejorar sus condiciones
de vida.
Nuestra
senda está iluminada por las tres luces deslumbrantes: la luz de la razón, la
luz de la justicia y la luz de la verdad, y por esa senda marcharemos a la
conquista definitiva de nuestro porvenir como un pueblo libre y fuerte.
Gracias.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Muchas gracias. Gracias, senadora.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Tiene el uso de la palabra el senador Héctor
Larios Córdova, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional.
El
senador Héctor Larios Córdova: Con el permiso de la Presidencia. A nombre de los grupos parlamentarios de
senadores y de diputados hago uso de la palabra con el objeto de establecer de
cara a la nación los compromisos que asumiremos en este año legislativo.
En
esta sesión de Congreso General se da inicio al último año de esta Legislatura,
Legislatura que ciertamente ha logrado en sus dos primeros años concretar
reformas de enorme trascendencia para el país, que mejorar, mejorarán el
potencial de crecimiento económico en el futuro y en consecuencia el bienestar
de los mexicanos.
El
Partido Acción Nacional ha participado con entusiasmo, generosidad y
creatividad en todas las reformas. Lo hicimos por obligación con México, sin
cálculos políticos y sin mezquindad. Apostamos por que le vaya bien a México
independientemente si le va bien al gobierno.
Ya
se ha dicho aquí mismo en esta tribuna: el Congreso ha cumplido, y ha cumplido
bien. En esta Legislatura ha existido madurez y altura de miras para sacar las
reformas que el PRI, como oposición, o los mismos actores le negó a México y a
los mexicanos.
Para
nosotros, a diferencia de la afirmación del presidente, no ha terminado el
ciclo reformador. Entre nuestras prioridades quisiera destacar tres:
1.
La reforma anticorrupción. Sin duda ésta es la más urgente, porque en esta
administración se ha desmantelado el sistema de control que se ejercía a través
de la Secretaría de la Función Pública.
Al
inicio de la administración en la iniciativa presidencial se propuso la
desaparición de esta Secretaría, el PAN no aceptó y quedó que solamente
desaparecerá una vez que se creé un nuevo órgano de combate a la corrupción.
Sin embargo, el presidente, para bajarle de perfil, decidió nombrar un
encargado de despacho.
En
cada secretaría y dependencia existe un órgano interno de control. Este órgano
interno de control antes era dependiente de la Secretaría de la Función
Pública, y era la Función Pública quien designaba al titular. En esta
administración se transfirió la designación a las propias dependencias. Es decir,
cada secretario nombra a alguien de su confianza para que lo vigile y lo cuide.
Queda
claro que para los funcionarios de esta administración la corrupción es un tema
cultural, como el propio presidente lo ha declarado, por ello la urgencia en
nuestra agenda de concretar una reforma anticorrupción y desde luego concluir
con las leyes secundarias en materia de transparencia.
2.
Corregir algunos de los graves errores de la última reforma fiscal. Desde que
arrancó este gobierno ha tomado decisiones erráticas que han afectado la
economía de las familias mexicanas. El primer año cayó la industria de la
construcción más del 7 por ciento al retrasar el gasto público y a la enorme
imprudencia de cambiar de tajo la política de vivienda, que llevó a la quiebra a
las empresas del sector y que redujo drásticamente la construcción de casas,
que es la industria que impacta en más sectores de la economía.
En
este año entraron en vigor las nuevas medidas fiscales, que han quitado dinero
a las familias mexicanas. Lo demuestra con claridad la baja en las ventas de
las tiendas de autoservicio por primera vez en la historia. En dos años
prácticamente el crecimiento es cero, pero si tomamos en consideración el
crecimiento de la población las familias mexicanas han bajado su consumo. Es
decir, las familias mexicanas en estos dos años han perdido calidad de vida.
La
desaparición del régimen de pequeños contribuyentes ha metido en zozobra a más
de 3 millones de mexicanos, a quienes ahora se impusieron nuevas obligaciones
como entregar por internet su contabilidad, emitir facturas electrónicas. A la
fecha todavía el SAT no puede darlas de alta en sus sistemas y viene
postergando el cumplimiento de sus obligaciones. El efecto neto de esta medida
es el crecimiento de la informalidad.
No
tenemos duda, hay que regresar el régimen de pequeños contribuyentes. Ese es
uno de nuestros objetivos, de la misma manera que se debe eliminar la no
deducibilidad total de las prestaciones de los trabajadores. En un país
donde se viene agravando el tema del desempleo no se justifica aumentar los
impuestos al trabajo.
Tercero.
Una reforma constitucional al artículo 123 para que exista un salario mínimo
digno. Hoy en México existe el concepto de salario mínimo pero en realidad es
sólo un índice para calcular multas, montos de las prerrogativas de los
partidos, exenciones fiscales, subsidios, pago de los créditos de INFONAVIT,
etcétera, etcétera.
Queremos
que exista expresamente en la Constitución la prohibición de utilizar el
salario mínimo como referencia para cualquier tema que no sea remuneración de
los trabajadores, porque solamente de esa manera podrá irse estableciendo un
salario digno que cumpla con lo que ya prescribe la Constitución; que alcance
para el sostenimiento de una familia.
Desde
luego que hay establecer un índice sustituto del salario mínimo para todas las
referencias que se hacen en casi 149 leyes que crezca este índice
menos que la inflación, lo mismo que vino haciendo el salario mínimo en estos
últimos 30 años. La iniciativa ya la presentó el Partido Acción Nacional la
semana pasada.
El
Partido Acción Nacional impulsa una consulta popular para el próximo primer
domingo de junio sobre el salario digno, para lograr que la Comisión Nacional
de Salarios Mínimos tome obligatoriamente en consideración los indicadores de
Coneval para determinar los montos del salario mínimo.
El
PAN desde su fundación asentó en su documento de principios que el trabajo no
puede considerarse como una mercancía, que no podemos dejar a las fuerzas del
mercado determinar el mínimo que se debe de pagar por una jornada de trabajo.
En
estos últimos 30 años el salario mínimo ha perdido tres cuartas partes de su
poder adquisitivo. En este tiempo la productividad nacional ha crecido más del
doble. Es decir, si quisiéramos tener el mismo salario que en 1976
necesitaríamos multiplicar el de ahorita por cuatro. Pero como la productividad
se ha incrementado a más del doble debiéramos de multiplicarlo por otros dos;
es decir, por ocho.
Sin
embargo, el PAN considera que no debemos manejar ninguna cantidad, porque debe
corresponder al órgano técnico Comisión Nacional de los Salarios Mínimos el
determinar los montos del salario, garantizando que la medida no se revierta en
perjuicio de los propios trabajadores.
Desde
luego que estamos de acuerdo que el salario crezca conforme lo haga la
productividad, pero no de aquí en adelante, hay que reconocer el crecimiento
que tuvo la productividad por muchos años y que no se reflejó en el salario.
Hoy
el salario mínimo mexicano es literalmente el más bajo del mundo. Regresar a
que sea un salario digno es un imperativo de justicia social que no podemos
soslayar. Apostamos a que en el debate sobre el tema del salario digno
reevaluemos la importancia del trabajo, que es un derecho humano y no una mera
actividad económica, es uno de los medios a través de los cuales los seres
humanos nos perfeccionamos y trascendemos.
El
Congreso de la Unión ciertamente tiene la función de hacer y modificar leyes,
pero tiene otra función de mayor importancia, la función de control, el ser
contrapeso del Ejecutivo, la función de vigilancia del gobierno. No cabe duda
que en este tercer año mucho del tiempo que los legisladores del PAN disponemos
lo dedicaremos a dar seguimiento a las acciones de gobierno en todos los temas,
es nuestra obligación.
Por
ejemplo, en materia de seguridad seguiremos comprometidos con la ciudadanía,
más allá de los discursos y cifras oficiales. La terca realidad en muchas
ciudades y comunidades los desmienten y nos muestran un crecimiento de los
delitos que más lastiman a la gente: el robo, el secuestro y la extorsión.
Desde
luego que seguiremos con interés y vigilancia la implementación de las reformas
recién aprobadas, atentos siempre a denunciar corrupción y manipulación, que
reducirían el potencial de mejora del bienestar de los mexicanos a través de
estas reformas.
Decía
nuestro compañero bien recordado Alonso Lujambio, que el PAN está llamado a ser
la fuerza política que fortalezca la democracia y la haga socialmente útil. Los
diputados y las diputadas, las senadoras y los senadores del Partido Acción
Nacional seguiremos acreditando en el cierre de esta Legislatura nuestro
compromiso con México, nuestro compromiso con ampliar las libertades y nuestro
compromiso con la mejora material de los mexicanos.
Este
Congreso, particularmente el PAN le han dado a México reformas que este país
requiere. Ahora nos corresponde vigilar que el presidente no las desperdicie.
México no lo merece. Es cuanto.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Muchas gracias, senador Héctor Larios.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Tiene ahora el uso de la palabra el diputado
Manlio Fabio Beltrones, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario
Institucional.
El
diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera: Saludo al licenciado Silvano Aureoles Conejo,
Presidente de esta Cámara de Diputados y en este momento presidente del
Congreso, y hago lo propio con el señor licenciado Miguel Barbosa Huerta,
Presidente de la Cámara de Senadores, así como con todos los respetados
miembros de la Mesa.
Me
dirijo a las amigas y amigos legisladores, todos, hoy, sin excepción, los
partidos políticos con representación en el Congreso han expresado su opinión
en el inicio de este tercer año de la LXII Legislatura, sus participaciones ya
nos avisan de lo que puede ser el intenso debate que tendremos en este periodo,
habrá oportunidad de discutir una a una cada una de las expresiones.
Toca
entonces el turno al PRI y deseo hacerlo compartiendo algunas reflexiones con
ustedes, de la manera más respetuosa. Recorrer este último tramo de nuestra
responsabilidad legislativa con el cúmulo de cambios y transformaciones que
hemos realizado, exige pausar nuestro camino para evaluar, no solamente lo que
el Congreso mexicano ha logrado a 24 meses del arranque de sus funciones y
cuyos resultados en cuanto a las reformas realizadas son ampliamente conocidos
entre nosotros.
En
esta recapitulación lo más trascedente resulta en reflexionar sobre el valor de
la política y del diálogo parlamentario, de modo que apreciemos mejor cómo fue
posible alcanzar acuerdos y aprobar reformas necesarias, y también para
aprovechar y ver la manera de proponernos seguir haciendo política
parlamentaria, lo cual constituye un legado fundamental de esta legislatura que
se encuentra iniciando ya su último tercio.
Es
que en un contexto de gobierno dividido y en contraste con experiencias
anteriores, fue posible sumar esfuerzos para impulsar cambios de fondo para
nuestro país, en varios de ellos el Pacto por México construyó los
indispensables consensos previos para que en el Congreso de la Unión, la
pluralidad de la representación política discutiera, modificara y aprobara
reformas transformadoras, las cuales por su magnitud y alcance marcan un antes
y un después en la vida institucional de nuestro México.
Es
que no hay Congreso en el mundo donde el debate deje de ser intenso. Se dice
fácil, pero los retos no han sido menores. Recordemos que durante la discusión
de las profundas reformas realizadas escuchamos distintas voces que se expresan
en la Cámara, hubo opiniones expertas en los temas abordados, otras no tanto,
pero todas justificadas por la importancia de los asuntos tratados.
Algunas
descalificaron cualquier visión distinta. Otras fueran estridentes y las más
tuvieron una índole ponderada, pero todas fueron escuchadas con leal paciencia
y debida tolerancia.
Había
que abrir las puestas de la negociación para construir no solo los consensos
mínimos sino los acuerdos necesarios. Ya que la política como arte de lo
posible implica construir, superar enconos y concretar.
Es
que en política lo que importa son los resultados. Por fortuna, con base en la
capacidad y la voluntad negociadora de la amplia mayoría de los legisladores,
los retos fueron superados. El Poder Legislativo ha mostrado estar a la altura
del momento histórico y el Congreso dio muestras de que al practicar la
política democrática y construir desde la pluralidad sí es posible llevar a
México a su cita con un mejor futuro.
Han
sido meses de intensa actividad, 22 reformas en 22 meses. Y éstas
constitucionales son como lo acreditamos. Once grandes reformas dan vida a un
México moderno que intentan dejar atrás los resultados insatisfactorios. Son
cambios profundos establecidos en las nuevas leyes. Se trata de reformas que en
algunos momentos polarizan y en lo general tocan espacios de poder y
privilegios, origen principalísimo de la desigualdad en nuestro país.
La
fuerza del Estado fue así que se hizo presente. Su mejor apoyo fue la razón
compartida con la mayoría de las fuerzas políticas y partidistas con
representación en el Congreso. Es que solo así, solo así se puede explicar el
tamaño y los alcances de este cambio.
Intentar
ahora alegar propiedad o autoría particular en ellas sería negarnos a nosotros
mismos en nuestro esfuerzo conjunto que hizo la diferencia de otros tiempos.
Hoy
contamos con un nuevo entramado legal e institucional, cristalizado en once
reformas transformadoras que deben darle un renovado impulso al desarrollo
nacional.
Las
reformas económicas, la política electoral, la de transparencia permiten
remover obstáculos que por años nos impidieron crecer de forma acelerada y
sostenida. Para eso son también las reformas, energética, la de competencia, la
económica, la de telecomunicaciones, la financiera y la laboral.
El
fortalecimiento de la hacienda pública y las nuevas normas e instituciones del
Estado también permiten normas en las reformas del Estado para mejorar nuestras
instituciones y nos permiten avanzar en las reformas al sistema de impartición
de justicia y crear un sistema más transparente, expedito y eficiente.
Con
base en estos recursos públicos también la reforma educativa deberá sentar las
bases transformadoras del sistema de enseñanza nacional en un esfuerzo que no
admite titubeos ni retrocesos, ya que lo que está en juego es el futuro. Es que
no hay nada más igualador que un empleo y educación de calidad. No obstante, es
necesario admitir que es ahora cuando el ciudadano medio debe empezar a sentir
el cambio en sus bolsillos, en su seguridad, en educación y salud de calidad.
Señoras
y señores legisladores, durante largas horas y muchos días de trabajo
legislativo en periodos ordinarios y extraordinarios de sesiones obtuvimos más
experiencias que considero fundamentales, aprendimos que en medio de nuestras
diferencias no debemos renunciar a la tarea primordial de hacer política y
practicar el arte de la política parlamentaria, transparente y leal.
Ésta
es una Cámara legislativa hecha para el diálogo constructivo, no para la
violencia de la descalificación discursiva, pensada para actualizar nuestra
legalidad, no para custodiar dogmas y tabúes; hecha para representar nuestra
diversidad y respetar las decisiones del máximo consenso posible; lista para el
debate de las ideas y la construcción de acuerdos que nos permitan avanzar y
resolver nuestros problemas.
No
obstante todo ello, solo lo podemos hacer posible si no renunciamos a la
política, espíritu natural que acompaña al hacedor de cosas, y es que abandonar
el quehacer político desnaturalizaría el sentido de nuestra organización como
República y sus tres Poderes. Abdicar a hacer política para entenderlo y
atendernos en nuestras preocupaciones sería asumir una postura fácil e
irresponsable al permitir que el Poder Ejecutivo o el Legislativo dejaran como
única y no como última instancia al Poder Judicial en la definición de nuestra
legalidad, ahí es donde debemos siempre reconocer la esencia de nuestra
responsabilidad en cada ocasión que discutimos.
Termino.
Estos dos años han demostrado que cuando se persevera en el ejercicio de la
política comenzamos a darle un nuevo rostro a México mediante la forma que
mejor garantiza el cambio a largo plazo, crear nuevas leyes, perfeccionar las
existentes y consolidar a las instituciones de la República; es que leyes e
instituciones dan certeza y durabilidad a las transformaciones realizadas.
Ahora, hay que explicar las reformas; es que gobernar es escuchar, decidir y
luego explicar por qué se hicieron las cosas, que nadie se extrañe de que eso
suceda.
Expreso
a nombre del Grupo Parlamentario del PRI y en lo personal, mi reconocimiento y
respeto a cada una de mis compañeras, de mis compañeros legisladores;
distinguidas señoras y señores de los distintos grupos parlamentarios, en
nuestras diferencias puede encontrarse nuestra fortaleza, en especial en el PRI
reconocemos la voluntad y el liderazgo del Presidente Enrique Peña Nieto. Sí,
reconozco en el Presidente Enrique Peña Nieto que ha demostrado, al igual que
sus colaboradores, que el ejercicio discreto, pero eficaz de la política y del
diálogo democrático y plural, son la única fuente de los resultados y las
transformaciones que están en marcha. Ello es referente y valioso legado para
la cultura política y democrática de nuestro país. Muchas gracias.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Gracias, ciudadano diputado Manlio Fabio
Beltrones.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Señoras legisladoras, señores legisladores.
Asistimos al inicio formal de los trabajos correspondientes al primer periodo
ordinario del tercer año de la LXII Legislatura precedidos de una serie de
actividades comprendidas en periodos extraordinarios, que dieron como resultado
importantes reformas.
Sin
duda producto del trabajo en el pleno, en las comisiones y al interior de los
grupos parlamentarios, lo que sin duda nos permitió y nos permite afirmar que
las tareas del Congreso en ambas Cámaras se han sucedido prácticamente sin
interrupción. Ello habla del elevado nivel de compromiso que cada una y cada
uno de nosotros tenemos para con el pueblo de México.
Sin
duda tenemos el privilegio de ocupar una de las más honrosas responsabilidades
a las que cualquier ciudadano o ciudadana puede aspirar. Estoy convencido que
cada quien, desde su perspectiva, ha dado lo mejor de sí para cumplirle a
México.
Con
ese espíritu, durante los meses por venir habremos de hacernos cargo de las
atribuciones que la Constitución y las leyes nos mandatan, pero sobre todo que
nos demandan las mexicanas y los mexicanos.
Los
temas pendientes de la agenda prioritaria del Congreso de la Unión implican
redoblar el arduo trabajo de revisión, análisis y el desarrollo de intentos
debates en los que con toda certeza deben de prevalecer los mejores argumentos.
Expreso
mi convicción que para alcanzar el mejor resultado de las actividades del Poder
Legislativo, es necesario continuar fortaleciendo el diálogo permanente entre
las fuerzas políticas que aquí convivimos.
El
hecho de que el Partido de la Revolución Democrática presida la Mesa Directiva
de las dos Cámaras en una actitud de oposición responsable, es una muestra de
la pluralidad y la madurez política que sin duda también es reflejo del avance
en la apertura democrática.
En
este contexto revisaremos puntualmente el informe que ha enviado el día de hoy
el titular del Poder Ejecutivo Federal sobre el estado que guarda la
Administración Pública Federal y habremos de facilitar la conducción del
proceso legislativo para el desahogo de los diversos asuntos que se abordarán
en este año legislativo que hoy inicia.
Compañeras
y compañeros legisladores, este Congreso ha desarrollado un intenso trabajo
como pocas veces en la historia reciente.
Las
Cámaras del Congreso han cumplido; los resultados así lo demuestran. Por todo
ello, al igual que en los dos años anteriores, ante los retos que como
legisladores tenemos, debemos de seguir haciendo de las ideologías, puentes de
comunicación frente al que piensa distinto para enriquecer nuestro quehacer
legislativo y estar a la altura de las circunstancias.
Sin
la menor duda, compañeras, compañeros, más allá de nuestras legítimas
diferencias, trabajaremos todos y todas, por un objetivo común, superior y
patriótico, que es nuestro amor a México. Muchas gracias, compañeras y
compañeros.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Proceda la Secretaría a dar lectura al acta de la
sesión de Congreso General.
El
Secretario diputado Javier Orozco Gómez: Acta de la sesión de Congreso General celebrada el
primero de septiembre de 2014 correspondiente a la apertura del Primer Periodo
de Sesiones Ordinarias del Tercer Año de Ejercicio de la Sexagésima Segunda
Legislatura.
Presidencia
del diputado Silvano Aureoles Conejo. En el Palacio Legislativo de San Lázaro
de la capital de los Estados Unidos Mexicanos, con la asistencia de 343
diputadas y diputados y 91 senadoras y senadores, a las diecisiete horas con
nueve minutos del lunes primero de septiembre de dos mil catorce, el presidente
declara abierta la sesión de Congreso General. La asamblea entona el Himno Nacional
Mexicano. Puestos todos de pie el presidente declara: el Congreso General de
los Estados Unidos Mexicanos abre hoy primero de septiembre de dos mil catorce,
el Primer Periodo de Sesiones Ordinarias del Tercer Año de Ejercicio de la
Sexagésima Segunda Legislatura. La presidencia invita al senador Luis Miguel
Jerónimo Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de
Senadores, a recibir el Segundo Informe de gobierno del presidente de la
república que entrega el licenciado Miguel Osorio Chong, secretario de
Gobernación. A las diecisiete horas con doce minutos declara un receso. A las
diecisiete horas con treinta y nueve minutos se reanuda la sesión. El
presidente instruye a la Secretaría a dar lectura al oficio del Ejecutivo
federal con el que remite el Segundo Informe de gobierno que presenta el
licenciado Enrique Peña Nieto, presidente de la república. Acto seguido
anuncia: el Congreso de la Unión declara formalmente cumplida la obligación del
presidente de la república a que se refiere el párrafo primero del artículo 69
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Remítanse a la
Cámara de Diputados y a la Cámara de Senadores los ejemplares respectivos a fin
de que se aboquen por separado al análisis correspondiente. El presidente
informa a la asamblea que el Ejecutivo federal, con fundamento en el artículo
71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha remitido
para trámite preferente la iniciativa con proyecto de decreto que expide la ley
general para la protección de niñas, niños y adolescentes y se reforman
diversas disposiciones de la Ley General de Prestación de Servicios para la
Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil. Se remite a la Cámara de
Senadores.
Se
concede el uso de la palabra, para referirse al primer período de sesiones
ordinarias del tercer año de ejercicio de la LXII Legislatura, a los siguientes
legisladoras y legisladores: diputada María Sanjuana Cerda Franco, de Nueva
Alianza. Diputada Magdalena Núñez Monreal, del Partido del Trabajo. Diputado
Ricardo Monreal Ávila, de Movimiento Ciudadano. Diputado Ricardo Astudillo
Suárez, del Partido Verde Ecologista de México. Senadora Dolores Padierna Luna,
del Partido de la Revolución Democrática. Senador Héctor Larios Córdova, del
Partido Acción Nacional. Diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera, del Partido
Revolucionario Institucional. El Presidente dirige un mensaje a la asamblea.
Es
cuanto, señor Presidente.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Gracias, señor Secretario. Proceda ahora la
secretaria a poner a discusión el acta.
El
Secretario diputado Javier Orozco Gómez: Está a discusión el acta. No habiendo quien haga
uso de la palabra, en votación económica se pregunta a la asamblea si es de
aprobarse. Las legisladoras y los legisladores que estén por la afirmativa
sírvanse manifestarlo (votación). Las legisladoras y los legisladores que estén
por la negativa sírvanse manifestarlo (votación). Mayoría por la afirmativa,
señor Presidente.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo: Aprobada el acta de la sesión de Congreso General.
El
Presidente diputado Silvano Aureoles Conejo (19:20 horas): Se levanta la sesión de Congreso
General. Se cita a las diputadas y a los diputados a la sesión ordinaria que
tendrá lugar mañana, martes 2 de septiembre del año 2014, a las 11 y se les
informa que el sistema electrónico estará abierto a partir de las 9:30 horas.
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