Revista Proceso # 2026, 30 de agosto de 2015..
Menos de una semana antes de
rendir su tercer informe, el presidente Enrique Peña Nieto se reacomoda para la
segunda mitad de su sexenio. El jueves 27 hizo varios cambios en su gabinete.
Destacó el hecho de que se deshizo de la vieja guardia priista y colocó en
puestos clave a personas relativamente jóvenes, pertenecientes, por cierto, a
los clanes del poder y en su mayoría egresados de universidades privadas. Los
analistas ven en esos ajustes –especialmente por los nombramientos de Aurelio
Nuño y José Antonio Meade– un preámbulo de la carrera por la Presidencia para
2018.
Por las noches, cuando Aurelio
Nuño Mayer entraba al comedor del edificio Hilda Besse, en el St. Antony’s
College de la Universidad de Oxford, donde suelen coincidir alumnos de cerca de
70 países, un saludo se repetía a su paso: “Welcome, mister president”.
Benito Mirón –de prolongada
estancia en esa universidad, donde obtuvo maestría y doctorado en ciencia
política y con quien Aurelio Nuño coincidió, al menos en el comedor, entre 2006
y 2008– dice al reportero que no había carga peyorativa en el apodo que se
expandió más allá del Centro Latinoamericano (Latin American Centre), y que se
debía a las apasionadas conversaciones que el ahora secretario de Educación
intentaba sostener sobre política en medio del barullo estudiantil.
Nuño no dio de alta su
licenciatura en el Registro Nacional de Profesiones de la Secretaría de
Educación Pública (SEP), sino hasta 2013. Su posgrado sigue sin estar
registrado. Pero, a su regreso a México, pronto fue conocido como “el maestro”,
y así se le presentó en diferentes actos oficiales. Desde el inicio del actual
sexenio asumió un protagonismo inusitado como jefe de la Oficina de la
Presidencia de la República, cargo que el Latin American Centre de Oxford
celebró en su oportunidad.
El destierro de la mayor
parte de la vieja guardia que acompañó a Peña Nieto en la construcción de su
candidatura y en el gabinete durante la primera mitad de su gobierno,
posibilitó que, como en el caso de Nuño, un grupo de amigos del mandatario se
catapultara al primer nivel de la administración pública.
Los desplazados
Con problemas de salud y
anulado durante el proceso de reforma educativa por las tensiones con el
magisterio disidente, el veterano mexiquense Emilio Chuayffet Chemor (de 63
años) entregó la titularidad de la SEP a Nuño (de 37 años), en un movimiento
emblemático del relevo generacional que se concretó el jueves 27.
Con Chuayffet, los políticos
mayores de 60 años que fueron secretarios de Estado quedaron desterrados. Las
excepciones: el de Energía, Pedro Joaquín Coldwell (65 años), y el de
Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza (de 66). También la
secretaria de Salud, Mercedes Juan López (73 años), y la procuradora Arely
Gómez (de 62), aunque ellas dos tienen un perfil más técnico que político. Los
otros veteranos corresponden a la cúpula de las Fuerzas Armadas, casi
inamovible cada sexenio.
Otro relevo fue el de Juan
José Guerra Abud (63 años) –vinculado a la élite política mexiquense desde las
gubernaturas de Chuayffet y César Camacho–, quien dejó la secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales para que la ocupe Rafael Pacchiano Alamán (de
39), a quien, como a su antecesor, se les identifica con el Partido Verde, por
el cual ambos fueron diputados.
Como la mayoría de los
recién nombrados, Pacchiano es egresado de una universidad privada, el
Tecnológico de Monterrey, y también miembro del círculo cercano a Peña Nieto.
Está casado con Alejandra Lagunes (de 43 años), antigua operadora de campañas
políticas de Televisa y egresada de la misma institución educativa que su
marido, y quien ahora está al frente de la Coordinación de Estrategia Digital
Nacional de la Presidencia de la República.
En la jefatura de la Oficina
de la Presidencia quedó Francisco Guzmán Ortiz (de 35 años), economista del
Centro de Investigación y Docencia Económicas, quien acompaña a Peña Nieto
desde 2003, cuando el hoy jefe del Poder Ejecutivo fue diputado local y líder
de la bancada priista, de la que Guzmán era secretario técnico.
Los otros desterrados del
gabinete son el exgobernador de Coahuila y hasta el jueves 27 secretario de
Agricultura, Enrique Martínez y Martínez; y el exgobernador de Hidalgo,
exprocurador general y ahora extitular de la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano (Sedatu), Jesús Murillo Karam. Para ellos ya no hubo
acomodo en la administración pública ni en los cargos de elección popular
disputados en junio pasado.
Los cachorros
En 1946, cuando Miguel
Alemán se convirtió en candidato a la Presidencia, para sumarse a “la cargada”
Vicente Lombardo Toledano acuñó una expresión que con el tiempo se volvió
designación para los descendientes de la clase política que llegaban al poder:
lo llamó “cachorro de la Revolución”.
Como entonces, los
descendientes de los clanes fundacionales de la vida institucional o,
simplemente, hijos de políticos que hace décadas destacaron en el escenario
político, consiguieron, una vez más, conservar un lugar en el gabinete o
hacerse espacio entre la cúpula peñanietista.
Es el caso de la flamante
canciller, Claudia Ruiz Massieu Salinas (de 43 años), hija del exgobernador de
Guerrero y político priista José Francisco Ruiz Massieu, asesinado en 1994, y
de Adriana, hermana del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Abogada por la UIA y
posgraduada en España, ocupó cargos menores en la estructura sectorial del PRI
desde 2002; durante los sexenios panistas se desempeñó en áreas de la Secretaría
de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de la República. Luego fue
diputada federal, candidata al Senado y secretaria de Turismo.
En esta última dependencia,
para sustituir a Ruiz Massieu, el presidente Peña Nieto nombró a Enrique de la
Madrid Cordero (de 52 años), hijo del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado
y quien se desempeñaba como director del Banco de Comercio Exterior desde el
arranque del actual sexenio.
Como Ruiz Massieu Salinas,
De la Madrid Cordero sorteó la alternancia al desempeñarse como director
general de Financiera Rural entre 2006 y 2010.
Ruiz Massieu fue nombrada
secretaria de Relaciones Exteriores en sustitución de José Antonio Meade
Kuribreña (de 46 años), quien tomó protesta como secretario de Desarrollo Social,
en uno de los cambios que más llamó la atención de analistas y comentaristas.
Como a Nuño, lo colocan en el grupo de presidenciables.
Meade tiene abolengo. Su
padre, Dionisio Alfredo Meade y García de León, fue funcionario de la
Secretaría de Hacienda y diputado federal por el PRI (1997-2000); en la Cámara
presidió la Comisión de Hacienda y, por lo tanto, fue el operador
técnico-legislativo del rescate bancario que se convirtió en deuda pública con
la creación del IPAB. También fue subsecretario de Gobernación en el sexenio de
Vicente Fox.
José Antonio Meade,
economista por el ITAM, abogado por la UNAM y doctor por la Universidad de
Yale, fue secretario de Energía y luego de Hacienda con Felipe Calderón.
Desarrollo Social es su cuarta secretaría de Estado consecutiva, en
administraciones emanadas de distintos partidos.
Hay otros miembros del
equipo presidencial que, si bien proceden de clanes locales, también tienen
abolengo político.
Uno de ellos es José Eduardo
Calzada Rovirosa (de 51 años), administrador por la Universidad Nuevo Mundo
(institución casi desconocida, localizada en Huixquilucan) y posgraduado en la
Universidad de Nuevo México. A punto de terminar su gestión como gobernador de
Querétaro, llega a la Secretaría de Agricultura en sustitución de Martínez. Es
hijo del exgobernador queretano Antonio Calzada Urquiza.
De manera similar, el
exgobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas (de 53), quien ahora
asumió la dirección del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los
Trabajadores del Estado, es sobrino de Fernando Baeza Meléndez, un veterano
político de Chihuahua, gobernador durante el salinismo.
También está Renato Sales
Heredia (de 52 años), tercer comisionado nacional de Seguridad, en sustitución
de Monte Alejandro Rubido García (de 61), quien a su vez hace dos años
reemplazó a Manuel Mondragón y Kalb (de 80).
Sales Heredia es abogado por
la UIA, posgraduado en la UNAM. Hijo del político campechano Renato Sales
Gasque, quien entre otros cargos desempeñó los de procurador capitalino y
senador por el PRI.
Rosario Robles Berlanga (59
años) no viene de una familia de abolengo político, pero puede dar origen a
una. Dejó Desarrollo Social para sustituir a Murillo Karam en Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano. Su hija, Mariana Moguel, será asambleísta por el
PRI en el Distrito Federal.
Sólo Robles, economista por
la UNAM, y Reyes Baeza, abogado por la Universidad Autónoma de Chihuahua, son
egresados de universidades públicas.
El reparto Osorio-Videgaray
Los cambios en el gabinete
se formalizaron el jueves 27, a cinco días de que Peña Nieto rinda su tercer
informe de gobierno, un momento considerado políticamente el justo medio de la
administración.
Con bajos niveles de
aprobación, sin superar los escándalos de las casas supuestamente compradas por
él, su esposa y sus secretarios de Hacienda y de Gobernación a proveedores
gubernamentales, el desplome del peso y de los precios del petróleo, vivos los
reclamos por la desaparición de 43 normalistas en septiembre de 2014, así como
por las masacres de Tlatlaya y Oztula, y la matanza de Narvarte, en julio
pasado, el deterioro de su popularidad arrastró a los hombres fuertes de su
administración: Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong.
Aunque los cambios ampliaron
los rumores y especulaciones sobre los nuevos presidenciables hacia las
elecciones de 2018, los reacomodos favorecieron a integrantes del equipo
allegados al peñanietismo a través de Videgaray y Osorio.
Por ejemplo, Ruiz Massieu y
Pacchiano fueron diputados a la LXI Legislatura (2009-2012) y formaron parte de
la Comisión de Hacienda, presidida por Videgaray; ahí Nuño fungió como asesor.
Hay también una relación
entre Meade y Videgaray que viene de sus tiempos estudiantiles: ambos son
egresados de economía del ITAM, con un año de diferencia; el primero terminó en
1993 y el segundo en 1994.
Enrique de la Madrid también
se inscribe en ese grupo. Hasta el jueves 27 fue director general de Banco
Nacional de Comercio Exterior, donde el propio Videgaray le tomó protesta en
diciembre de 2012, pues se trata de una banca de desarrollo sectorizada a la
Secretaría de Hacienda.
Más relacionados con el
hidalguense Osorio Chong, están Calzada, Sales Heredia, Robles y Reyes Baeza.
Las bajas del sexenio
Peña Nieto ya había despedido
a miembros de sus gabinetes legal y ampliado.
Uno de ellos fue Canek
Vázquez, personaje cercano de Manlio Fabio Beltrones. Designado director de
Fonacot los primeros días de diciembre de 2012, fue despedido un mes después.
Otro caso: en abril de 2013
el escándalo difundido en redes sociales con el nombre de “Lady Profeco”
derribó al titular de la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor,
Humberto Benítez Treviño. Un episodio de prepotencia en un restaurante de la
Ciudad de México, protagonizado por su hija Andrea, provocó el despido del
funcionario en mayo de ese año.
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