Columna Fuerzas Armadas/Javier Ibarrola:
Denuncia perdida
Publicada en Milenio Diario, 19/03/2008;
En la residencia oficial de Los Pinos existe una oficina dedicada exclusivamente a recibir y analizar toda la correspondencia dirigida al Presidente de la República.
Generalmente se trata de quejas que particulares envían al Presidente en espera de una pronta solución. Poco se sabe de los resultados que arroja esa oficina o de las resoluciones a las que finalmente se llega.
Sin embargo, se supone que todas reciben la atención del caso después de ser turnadas a las áreas de responsabilidad respectiva.
Pero hay cartas que al parecer jamás llegan a ser atendidas cabalmente o que ni siquiera son puestas en el escritorio del Presidente.
Tal es el caso de una muy severa denuncia firmada por Javier Herrera Calles, quien fungiera hasta hace poco tiempo como coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva.
El contenido no es nuevo, aunque no recibió mayor atención por parte de los medios de comunicación.
Como en todas las oficinas o corporaciones siempre existe gente inconforme que busca la manera de desacreditar o instigar a su propia fuente de trabajo y sus compañeros.
Sin embargo, cuando el trabajo infiere incluso la exposición de la vida misma, es difícil creer que las denuncias sean solamente un exabrupto.
La denuncia de Javier Herrera Calles, firmada con fecha 15 de febrero pasado, descarna el desempeño de la Policía Federal Preventiva y al titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna.
Tampoco es nuevo el hecho de que García Luna sea criticado duramente por sus maniobras internas, manejo de su personal de confianza, creación de plazas y direcciones que luego no tienen sustento legal ni operatividad real.
Por ejemplo, describe Herrera Calles en su denuncia, la cual aseguró posteriormente que había llegado primero a García Luna que al presidente Calderón, “le ofrece crear una policía nacional con estándares internacionales de confiabilidad y capacidad para terminar con la delincuencia organizada, la que fue su responsabilidad combatir en los pasados seis años, creando el Cuerpo Federal de Policía con seis divisiones sin sustento legal como es su costumbre, presentando a los responsables de las mismas:
1. División de Proximidad Social, Francisco Garza Palacios.
2. División Antidrogas, Armando Espinosa de Benito.
3. División de Mandamientos Judiciales y Ministeriales, Edgard Eusebio Millán Gómez.
4. División de Información y Análisis, Facundo Rosas Rosas.
5. División de Fuerzas Federales de Apoyo, general Héctor Sánchez Gutiérrez.
6. División de Inteligencia Policial, Luis Cárdenas Palomino.
“Todas estas personas de su absoluta confianza con excepción del general Héctor Sánchez Gutiérrez, y con este nuevo modelo del cuerpo federal de policía se pretendía construir 500 estaciones de policía en poblaciones con más de 15 mil habitantes con mayor índice delincuencial, bajo la estructura de 50 comandancias regionales. Hasta la fecha no se ha construido alguna, operando únicamente con la infraestructura de la Policía Federal Preventiva.
La carta-denuncia de Herrera Calles es muy amplia y muy bien documentada.
Esto es lo que convence de su veracidad y del porqué no se ha sabido nada del seguimiento que la Presidencia de la República debió darle desde el momento en que la recibió.
El pasado día 2, Herrera Calles reveló a un diario capitalino que temía por su seguridad, pues señaló que tenía información de que la carta que envió a través de funcionarios cercanos al Presidente llegó primero a manos de García Luna, por lo que teme represalias.
El asunto no es menor, toda vez que toca el punto sensible de la seguridad, tema en el que el presidente Felipe Calderón ha puesto el futuro de su gobierno.
De ahí, es menester insistir en el tema, la importancia del señalamiento del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, cuando dijo que “la nación debe saber en qué trinchera se encuentra cada quién”.
Si una de las piezas claves del andamiaje oficial que tiene a su cargo la seguridad de la nación no atina a desarrollar con eficacia su trabajo y deja muchas rendijas por donde se cuela el desorden, es indispensable saber en qué trinchera se encuentra y a quién sirve.
México ya tiene suficientes enemigos como para solapar los de casa.
www.geocities.com/fuerzasarmadas_mexico
Generalmente se trata de quejas que particulares envían al Presidente en espera de una pronta solución. Poco se sabe de los resultados que arroja esa oficina o de las resoluciones a las que finalmente se llega.
Sin embargo, se supone que todas reciben la atención del caso después de ser turnadas a las áreas de responsabilidad respectiva.
Pero hay cartas que al parecer jamás llegan a ser atendidas cabalmente o que ni siquiera son puestas en el escritorio del Presidente.
Tal es el caso de una muy severa denuncia firmada por Javier Herrera Calles, quien fungiera hasta hace poco tiempo como coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal Preventiva.
El contenido no es nuevo, aunque no recibió mayor atención por parte de los medios de comunicación.
Como en todas las oficinas o corporaciones siempre existe gente inconforme que busca la manera de desacreditar o instigar a su propia fuente de trabajo y sus compañeros.
Sin embargo, cuando el trabajo infiere incluso la exposición de la vida misma, es difícil creer que las denuncias sean solamente un exabrupto.
La denuncia de Javier Herrera Calles, firmada con fecha 15 de febrero pasado, descarna el desempeño de la Policía Federal Preventiva y al titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna.
Tampoco es nuevo el hecho de que García Luna sea criticado duramente por sus maniobras internas, manejo de su personal de confianza, creación de plazas y direcciones que luego no tienen sustento legal ni operatividad real.
Por ejemplo, describe Herrera Calles en su denuncia, la cual aseguró posteriormente que había llegado primero a García Luna que al presidente Calderón, “le ofrece crear una policía nacional con estándares internacionales de confiabilidad y capacidad para terminar con la delincuencia organizada, la que fue su responsabilidad combatir en los pasados seis años, creando el Cuerpo Federal de Policía con seis divisiones sin sustento legal como es su costumbre, presentando a los responsables de las mismas:
1. División de Proximidad Social, Francisco Garza Palacios.
2. División Antidrogas, Armando Espinosa de Benito.
3. División de Mandamientos Judiciales y Ministeriales, Edgard Eusebio Millán Gómez.
4. División de Información y Análisis, Facundo Rosas Rosas.
5. División de Fuerzas Federales de Apoyo, general Héctor Sánchez Gutiérrez.
6. División de Inteligencia Policial, Luis Cárdenas Palomino.
“Todas estas personas de su absoluta confianza con excepción del general Héctor Sánchez Gutiérrez, y con este nuevo modelo del cuerpo federal de policía se pretendía construir 500 estaciones de policía en poblaciones con más de 15 mil habitantes con mayor índice delincuencial, bajo la estructura de 50 comandancias regionales. Hasta la fecha no se ha construido alguna, operando únicamente con la infraestructura de la Policía Federal Preventiva.
La carta-denuncia de Herrera Calles es muy amplia y muy bien documentada.
Esto es lo que convence de su veracidad y del porqué no se ha sabido nada del seguimiento que la Presidencia de la República debió darle desde el momento en que la recibió.
El pasado día 2, Herrera Calles reveló a un diario capitalino que temía por su seguridad, pues señaló que tenía información de que la carta que envió a través de funcionarios cercanos al Presidente llegó primero a manos de García Luna, por lo que teme represalias.
El asunto no es menor, toda vez que toca el punto sensible de la seguridad, tema en el que el presidente Felipe Calderón ha puesto el futuro de su gobierno.
De ahí, es menester insistir en el tema, la importancia del señalamiento del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, cuando dijo que “la nación debe saber en qué trinchera se encuentra cada quién”.
Si una de las piezas claves del andamiaje oficial que tiene a su cargo la seguridad de la nación no atina a desarrollar con eficacia su trabajo y deja muchas rendijas por donde se cuela el desorden, es indispensable saber en qué trinchera se encuentra y a quién sirve.
México ya tiene suficientes enemigos como para solapar los de casa.
www.geocities.com/fuerzasarmadas_mexico
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