1 dic 2009

Asesinan al "Tigre", testigo protegido

Asesinan a ex mando de la PF en el DF
Édgar Bayardo, cuando fue subprocurador de Tlaxcala en 2004.
Con Édgar Enrique Bayardo del Villar se encontraba un escolta, quien resultó lesionado tras recibir al menos 5 impactos de bala
REFORMA / Redacción
Ciudad de México (1 diciembre 2009).- Édgar Enrique Bayardo del Villar, ex mando medio de la Policía Federal y testigo protegido de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, fue ejecutado en un Starbucks de la Colonia del Valle, confirmaron fuentes de la PGJDF.
Uno de los hombres clave en la indagatoria de la SIEDO que dio como resultado juicios en contra del capo del Cártel de Sinaloa, Jesús "El Rey" Zambada, y del ex comisionado de la Policía Federal, Gerardo Garay Cadena, fue asesinado por dos sicarios vestidos con traje.
De acuerdo con reportes, la víctima recibió varios impactos de un arma larga cuando se encontraba en el interior del establecimiento, ubicado en la esquina de Pestalozzi y Pilares.
Con Bayardo Del Villar se encontraba un escolta, quien resultó lesionado de al menos 5 impactos, agregaron las fuentes.
Tanto el testigo protegido como su guardia habían arribado momentos antes de las 11:15 horas al establecimiento y estaban consumiendo, cuando dos sujetos entraron para dispararles al menos en 15 ocasiones sin mediar palabra.
Los dos sicarios escaparon en una camioneta Isuzu Rodeo color verde, placas LZU1330, que los esperaba en el exterior de la cafetería con un cómplice al volante.
Minutos más tarde, el auto fue hallado por la Policía en Pestalozzi esquina con División del Norte.
En el ataque también resultó herida María Eugenia Martínez, quien sufrió un rozón de bala en una pierna, por lo que fue trasladada al Hospital General de Xoco.
Bayardo, ex funcionario de la Procuraduría de Justicia de Tlaxcala, fue detenido en octubre de 2008, 2 días después de la detención del "Rey Zambada" y su célula en la Colonia Lindavista, en el DF, tras ser implicado en la protección y operación del hermano de Ismael "El Mayo" Zambada, socio de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Luego de la captura, Bayardo decidió convertirse en testigo protegido.
En sus declaraciones, al igual que en la de dos agentes subordinados también detenidos, ofreció información sobre la operación del Cártel de Sinaloa y los supuestos vínculos que tenía el entonces comisionado de la Policía Federal, preso en el penal federal de Nayarit desde diciembre.
Al lugar del homicidio arribó personal de la Secretaría de Seguridad Pública federal, en tanto que la Procuraduría General de la República no ha emitido información oficial al respecto.
Hora de publicación: 13:20 hrs.
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El crimen sí paga

Édgar Enrique Bayardo del Villar, ex alto mando de la Policía Federal, confesó haber trabajado para organizaciones del narcotráfico. Hoy está en libertad. Es un testigo protegido que recibe un sueldo con cargo al erario. Pasó de la nómina del cártel de Sinaloa a la de la PGR. Un caso que demuestra que el crimen sí paga
Francisco Gómez
El Universal, Miércoles 28 de octubre de 2009
Como testigo protegido hoy le llaman Tigre en la Procuraduría General de la República (PGR) y le pagan 50 mil pesos mensuales. Antes, Édgar Enrique Bayardo del Villar, funcionario en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, cobró al cártel de Sinaloa 25 mil dólares mensuales y pidió a los jefes de esa organización criminal —según confesiones de los mismos capos— pagar hasta 500 mil dólares por sus ascensos dentro de la Policía Federal.
Sobre la situación legal de Bayardo del Villar, la PGR señaló que una vez que éste se convirtió en testigo protegido cesaron las posibles acusaciones que pudieron existir contra el ahora colaborador identificado con la clave de Tigre. La dependencia se reservó dar a conocer el monto de la compensación que éste recibe y la posibilidad de que se le hayan otorgado otros beneficios tras sus declaraciones incriminando a ex jefes y compañeros de las corporaciones en las que sirvió.
Junto a los privilegios que recibió por convertirse en testigo protegido y adoptar la clave de Tigre, Bayardo del Villar buscó y obtuvo la devolución de sus bienes dentro del proceso penal 135/2008 que se le había instaurado antes de que fuera colaborador de la PGR, de acuerdo con la resolución contenida en el expediente 403/2009 del Tribunal Unitario radicado en Nayarit.
Documentada su complicidad con el narco desde que fue agente de la Policía Judicial Federal —corporación de la que fue despedido en 1997—, durante su paso por la Agencia Federal de Investigación y hasta llegar a ser comisario de la Policía Federal, Tigre es hasta ahora el único ex jefe policiaco de nivel federal acusado de corrupción y nexos criminales que libró las acusaciones en su contra y aún cobra al erario público por sus “servicios”.
Documentos oficiales de la PGR y expedientes judiciales consultados por EL UNIVERSAL lo señalan incluso como familiar y protector de uno de los más peligrosos jefes del secuestro en México —todavía prófugo—, Mario Alberto Bayardo Hernández, jefe de la banda de Los Bayardo, entre cuyos integrantes se encontraba Abel Silva Petriciolet, El Di Caprio, recién detenido como parte del grupo criminal que secuestró y asesinó a los menores Fernando Martí y Alejandro Equihua.
Por casos como el de Bayardo del Villar y el de otros de los llamados testigos protegidos, hay polémica dentro del ámbito de impartición de justicia, ya que algunos jueces y magistrados consultados lamentaron que se haya desperdiciado en la pasada Legislatura federal la oportunidad de regular legalmente las condiciones bajo las cuales deben obtenerse y aportarse en un juicio los testimonios de los llamados testigos protegidos o colaboradores.
Bayardo del Villar apenas y conoció los separos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), pese a que su arresto se produjo en medio de uno de los mayores escándalos de corrupción policial en la actual administración federal. Poco influyó que estuviera en curso la Operación Limpieza dentro de la SIEDO y la captura de los principales mandos de la SSP federal; en estos últimos figuraba él por corrupción y sus nexos con el narcotráfico.
En ese contexto quedó al descubierto que detrás de los escándalos policiacos estaban los “ajustes de cuentas” entre organizaciones criminales. Además de sus enfrentamientos armados, los cárteles de Sinaloa y el de los hermanos Beltrán Leyva se delataron unos a otros sobre sus nexos e infiltración en la misma SIEDO y en la SSPF, como quedó en evidencia con el operativo frustrado para detener a Arturo Beltrán Leyva en Morelos y la captura del grupo de colombianos ligados a éste en una residencia en la zona del Desierto de los Leones, así como con la detención de Jesús Zambada García, El Rey, hermano del capo Ismael El Mayo Zambada.
Auditar programa de testigos protegidos
Para el penalista Jorge Espino Santillán, la figura de los testigos protegidos es una “caricatura mal copiada” del sistema judicial estadounidense y europeo, pues no hay parámetros legales definidos para obtener y valorar la calidad de la información otorgada por éstos a fiscales ni tampoco el tipo de beneficios que se pueden dar a cambio. En su opinión, la calidad como colaborador es mal otorgada y dista mucho de los parámetros contemplados en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada.
La reforma penal reciente tampoco lo prevé y por eso en los hechos los colaboradores seguirán siendo empleados para encuadrar conductas delictivas a capricho del Ministerio Público y así mostrar que se subsanan ante la sociedad sus ineptitudes para investigar y presentar acusaciones con rigor legal, dijo Espino Santillán.
En consonancia con esa opinión, Daniel Corona Aguilera consideró que en la mayoría de los juicios contra presuntos integrantes del crimen organizado una constante es la “inducción” de las declaraciones de los testigos protegidos, por lo que esta figura al menos en México no cuenta con ningún respeto en el foro jurídico.
Los testimonios de éstos nunca son valorados o cotejados por los fiscales a la luz de otras pruebas, de tal manera que en las más de las ocasiones terminan por caerse sus acusaciones, aunque por ello haya quienes pasen años en prisión.
Los dos litigantes coincidieron en que debe replantearse el empleo de testigos protegidos, pues en la actualidad éstos sirven hasta para acusar a enemigos políticos o de algún alto funcionario judicial. Incluso, propusieron realizar hasta una auditoría al programa de los referidos testigos, para saber el uso de los recursos financieros destinados a ello y no se aliente la corrupción e impunidad desde la propia Procuraduría General de la República.
En sus inicios, ligado al narco
Pese a los “filtros” de seguridad establecidos para seleccionar a los mandos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y de la SSP federal, y que están vigentes desde que nacieron ambas corporaciones, Bayardo del Villar pudo pasarlos, aun cuando sus ligas y nexos con el narcotráfico datan desde que inició su carrera dentro de la policía. El expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/350/2008 contiene la declaración de Richard Arroyo Guízar, El Richard, quien declaró que la relación del ex jefe policiaco con su padre El Rey Zambada —miembro del cártel de Sinaloa— viene desde los tiempos en que ambos trabajaban con el extinto líder del cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, “aunque después se perdieron de vista”.
El propio Tigre confirmó la versión: “Hace aproximadamente 20 años cuando era agente de la PJF y me desempeñaba como escolta de José Sánchez Naves, quien en una ocasión me dijo que lo acompañara a un domicilio aquí en el DF, me encontré con varios comandantes, entre ellos uno que había sido mi compañero de nombre Ramón Alcides Magaña, El Cochicoreano, quien me dijo que no podíamos pasar más adentro donde se encontraban muchos comandantes y otras personas”.
En ese sitio, según el expediente, se dio el primer encuentro entre Bayardo del Villar y El Rey Zambada. “Ahí se me presentó a Joaquín El Texano, Jesús Zambada El Rey y a un comandante de nombre Ojeda, y yo vi por un ventanal a una persona alta que cuando miré las noticias de que había fallecido Amado Carrillo, me percaté de que al parecer era el mismo. Eso es lo que recuerdo de esa ocasión”.
El tiempo y nuevas complicidades volverían a reunir al entonces incipiente policía federal y al también inicial capo de las drogas.
Reencuentro con viejos cómplices
En octubre de 2008, Bayardo del Villar aceptó que dos años antes se reencontró con El Rey Zambada, cuando ingresó a trabajar como fiscal de Delitos Graves en la Procuraduría General de Justicia de Guerrero. “Me localizó el comandante Raúl Batres, quien era uno de los jefes de la delegación de la Procuraduría General de la República en Puebla y me dijo que quería verme el comandante Ignacio Perales, por lo que se concertó una cita”.
Después de ver al referido comandante —quien sería ejecutado el 29 de junio de 2006 en el DF— éste le propuso que se entrevistara con un hermano de El Mayo Zambada. Se acordó que Bayardo del Villar y El Rey se vieran en el Distrito Federal, en la zona de Las Lomas de Chapultepec, en el restaurante “Loma Linda”, donde supuestamente le solicitó ayuda al ahora testigo protegido. Según Tigre le ofreció dinero y él lo rechazó.
La versión de El Richard sobre cómo se dio el reencuentro entre ambos personajes es distinta.
“El Pelón concertó la cita con mi papá, para que fuera a entrevistarse con Bayardo del Villar, pero como él no se encontraba en la ciudad, me mandó a mí para que yo lo viera. En esa ocasión nos quedamos de ver en el “Subway” que se localiza en Bosques de las Lomas. Ahí nos saludamos y él se puso a la orden de la organización.”
Desde entonces, según El Richard, quien es hijastro de El Rey Zambada, nosotros le íbamos dando dinero para que obtuviera puestos más altos dentro de la Procuraduría General de la República y así sernos más útil. “Quiero aclarar que la suma que en ese entonces se le proporcionaba era de aproximadamente 100 mil dólares cada vez que nos decía que iba a ascender de puesto en la PGR, pues el dinero serviría de pago para las personas que lo estaban ayudando a obtener dichos puestos”, añadió.
La policía usada por los narcos
Después de trabajar en la Agencia Federal de Investigación, cuando ésta pertenecía a la PGR, Bayardo del Villar ingresó a la Policía Federal, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública federal. Y desde ahí prosiguió con sus nexos con el narcotráfico como igual lo explicó El Richard y el testigo protegido Rambo III, quienes declararon que cuando Bayardo del Villar ingresó a la Policía Federal Preventiva el cártel comenzó a darle 25 mil dólares mensuales a cambio de sus servicios.
De acuerdo con la investigación, el ahora testigo protegido Tigre filtraba al cártel de Sinaloa la información sobre todos los cateos que se realizarían contra la organización.
“Cada que un juez libraba un cateo, el señor Bayardo entablaba comunicación por celular que yo le había proporcionado, tres horas antes de practicarse el cateo, ya sea con mi papá o conmigo para saber si el domicilio era de los que empleaba la organización de mi papá y de ser el caso tener tiempo suficiente para desocuparla”, declaró El Richard.
Pero también la información iba del cártel de Sinaloa para el ex mando policiaco para que éste eliminara a los enemigos de esa organización criminal y todo aparentara ser labor policial.
El Rey Zambada le entrega a Bayardo direcciones para que “reventara” domicilios o capturara a gente de los contras.
Por ejemplo, dijo Rambo III, se le proporcionó la información que desembocó en la persecución de Arturo Beltrán Leyva y de la que éste logró escapar en el estado de Morelos.
“Después Bayardo colaboró para detener a la gente de los Beltrán Leyva en la fiesta del Desierto de los Leones: de igual forma colaboraba para hacer operativos en Interlomas y en distintas regiones comandadas por El Richard, ya que recibía dinero en efectivo”, de acuerdo con el testimonio del citado testigo protegido Rambo III.
Los lazos familiares
El 14 de abril de 2005, la PGR difundió un comunicado de prensa oficial en el que relacionó directamente a Bayardo del Villar con el líder de la banda Los Bayardo, Mario Alberto Bayardo Hernández.
La dependencia dijo que Tigre colaboró para lograr la liberación de su primo Bayardo Hernández, aprehendido por el caso de las violaciones de mujeres en el sur de la ciudad de México. La SIEDO tiene vigente una orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada y secuestro.

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