'Falló
todo en el penal'
Nota de Abel
Barajas^Reforma 16 de julio de 2015
En
la fuga de Joaquín "El Chapo" Guzmán, por corrupción o negligencia
fallaron los micrófonos de alta fidelidad en las celdas, los detectores de
metales y frecuencias, así como la revisión de muros, baños y pisos que realiza
un grupo especial hasta tres veces por semana.
Estas
son las conclusiones de Miguel Colorado González, el ex jefe de Inteligencia de
la SEIDO que fue absuelto de la Operación Limpieza, quien durante 7 meses
estuvo internado en un área de Tratamientos Especiales de un penal de alta seguridad,
como "El Chapo".
"Al
señor yo lo vi con cabello en el video de la fuga, allí andábamos todos pelones
y no había ningún motivo para que nadie evitara el corte de cabello al ras o de
un milímetro, era máquina uno o dos. Se me hace extraño. La foto donde se
ofrece la recompensa fue de su ingreso, me imagino", recuerda.
Colorado,
quien estuvo preso casi seis años en el Penal Federal de Occidente, Jalisco, se
dice muy extrañado de las condiciones que vivía el capo en prisión, porque le
resultan atípicas.
Recuerda
que un grupo especial que llamaban "Los Negros", los visitaba de dos
a tres veces por semana para verificar exhaustivamente cada rincón de la celda
y los internos.
Estaban
equipados con uniformes de fibra, cascos militares, coderas, equipos emisores
de corriente eléctrica, toletes y bastones. Eran temibles.
"Nos
sacaban al corredor, nos hacían desnudar, nos revisaban desde los testículos
hasta la lengua; después de revisarnos a nosotros, se metían a las celdas, las
revisaban y golpeaban con mazos de hule para checar el sonido de muros,
retretes y piso.
"Tenían
equipos barredores para localizar cualquier equipo electrónico portátil, la
visita de 'Los Negros' era a cualquier hora, a mí me tocó a las 2:00 o 3:00 de
la mañana, a las 10:00 de la mañana de algún domingo, pero eran mínimo dos o
tres veces por semana sus visitas. Yo pregunto si se lo habrán hecho a la celda
número 20 (del Chapo)", cuestionó.
Para
el ex funcionario, si "El Chapo" tuvo zonas muertas para las cámaras
y no escucharon cuando cincelaban la losa de la regadera, fue porque así lo
decidieron los funcionarios.
"Si
no se colocaron las cámaras, fue porque alguien decidió que no se colocaran
cámaras que hubieran cubierto esa parte oscura.
"Si
había un seguimiento especial, se colocaban más micrófonos, los que tenían las
cámaras eran muy buenos. Alguna vez yo le dije a un compañero que me sentía mal
y en 30 segundos llegó un custodio para preguntarme de qué estaba quejándome,
me había escuchado. Todo escuchaban", expuso.
Sobre
la televisión de "El Chapo", dijo que si bien está permitida, es más
que difícil obtener una autorización en el pasillo de Tratamientos Especiales.
"La
televisión no está prohibida, está muy, muy restringida, porque por cualquier
motivo la televisión de 7 pulgadas blanco y negro que se tenía, la decomisaban
y para que lo tuviera nuevamente debieran pasar mínimo 6 meses.
"Los
trámites en principio son difíciles y había un horario para poderla ver. Si por
cualquier motivo te dormías o cualquier circunstancia, te la quitaban y aparte
te castigaban. Yo tuve tele en el Módulo 1, hasta después de salir del área de
Tratamiento", contó.
Los
altos funcionarios, dijo, tienen las mejores intenciones de hacer las cosas, el
problema siempre está en la cadena de mando, que falla por la falta de
supervisión.
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