28 sept 2015

Colombia; ahora la paz tiene una fecha y el Papa una promesa que cumplir

Vatican Insider, 09/26/2015/
Colombia; ahora la paz tiene una fecha y el Papa una promesa que cumplir
 Antes del 26 de marzo de 2016 se firmarán los acuerdos entre el gobierno y las FARC y 60 días después comenzará el proceso de desarme



 Un mes histórico, septiembre de 2015, no hay duda ni peligro de caer en frases retóricas. El proceso de apertura de Cuba al mundo sellado por el Papa Francisco, que fue su inspirador reconocido, el viaje a los Estados Unidos que todavía no ha concluido pero ya proyecta resultados de enorme trascendencia y el tan esperado anuncio de la paz en Colombia. Lo último en realidad es un anticipo, pero ahora las tratativas de tantos años entre el gobierno y la guerrilla, que precisamente se llevan a cabo en Cuba, tienen una fecha final y establecida, que solo podrá –como se espera- ser anticipada: el 26 de marzo de 2016. Sesenta días después, -o incluso antes- las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia empezarán a abandonar las armas.

La nueva etapa, con el anuncio del rush final, estuvo precedida por el acuerdo sobre el punto más delicado de los seis que se negociaron en Cuba hasta el momento, referido a la justicia y la reparación a las víctimas de la prolongada guerra.  Se ha decidido crear una “Jurisdicción especial para la paz” que juzgará las violaciones de los derechos humanos más graves y sus autores, en el respeto del derecho internacional en la materia. Habrá problemas de interpretación, pulseadas sobre aspectos particulares, juegos de astucia entre las partes para sacar la máxima ventaja política posible en la aplicación del pacto, pero el anuncio que acaban de hacer el presidente Santos y el jefe máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverry, alias ‘Timochenko’, es uno de esos que cambian el curso de la historia de Colombia y extienden su influencia a toda la región.
Significa que es posible salir pacíficamente de una guerra civil, así como se puede salir pacíficamente de un bloqueo de medio siglo, como está ocurriendo entre Estados Unidos y Cuba. Había producido un gran impacto la invitación que hicieron las FARC al Papa Francisco durante su estadía en Cuba. Le solicitaron tener un encuentro con él, y lo habían llamado “hermano de los pobres, misionero de la concordia, el que ama y custodia la creación”. El Papa latinoamericano respondió a los negociadores durante el Angelus en la Plaza de la Revolución, el segundo día: “Que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a aquella del Señor Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella Isla, para una definitiva reconciliación”. Con un ferviente llamamiento final: “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”.
El presidente colombiano Manuel Santos estuvo en Roma a mediados de junio sin ocultar su propósito: “estoy aquí para pedirle su ayuda”, le dijo al Papa, y lo repitió a la salida de la audiencia. Y la ayuda llegó. Junto con una promesa: “Le confirmo que quiero ir –dijo el Papa, según lo referido por el presidente Santos- aunque todavía no se han fijado las fechas. Pero si se firma la paz, eso sería determinante para acelerar los tiempos”. Un compromiso que en 2016 –o antes- será puesto a prueba.
Si el Papa realmente piensa viajar a Colombia, es difícil saberlo, porque debido al Año de la Misericordia ha postergado para 2017 los viajes latinoamericanos ya previstos, incluso a su patria. Pero el sitio de la Conferencia Episcopal de Colombia colocó bien a la vista la foto de un Francisco sonriente contra el fondo de un río y un rincón de naturaleza incontaminada, con una frase impresa que dice: “Colombia te espera”.
Del blog Terre d'America

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