Vatican Insider, 09/26/2015/
Colombia;
ahora la paz tiene una fecha y el Papa una promesa que cumplir
Antes
del 26 de marzo de 2016 se firmarán los acuerdos entre el gobierno y las FARC y
60 días después comenzará el proceso de desarme
La
nueva etapa, con el anuncio del rush final, estuvo precedida por el acuerdo
sobre el punto más delicado de los seis que se negociaron en Cuba hasta el
momento, referido a la justicia y la reparación a las víctimas de la prolongada
guerra. Se ha decidido crear una
“Jurisdicción especial para la paz” que juzgará las violaciones de los derechos
humanos más graves y sus autores, en el respeto del derecho internacional en la
materia. Habrá problemas de interpretación, pulseadas sobre aspectos
particulares, juegos de astucia entre las partes para sacar la máxima ventaja
política posible en la aplicación del pacto, pero el anuncio que acaban de
hacer el presidente Santos y el jefe máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño
Echeverry, alias ‘Timochenko’, es uno de esos que cambian el curso de la
historia de Colombia y extienden su influencia a toda la región.
Significa
que es posible salir pacíficamente de una guerra civil, así como se puede salir
pacíficamente de un bloqueo de medio siglo, como está ocurriendo entre Estados
Unidos y Cuba. Había producido un gran impacto la invitación que hicieron las
FARC al Papa Francisco durante su estadía en Cuba. Le solicitaron tener un
encuentro con él, y lo habían llamado “hermano de los pobres, misionero de la
concordia, el que ama y custodia la creación”. El Papa latinoamericano
respondió a los negociadores durante el Angelus en la Plaza de la Revolución,
el segundo día: “Que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas
décadas de conflicto armado, unida a aquella del Señor Jesucristo en la Cruz,
sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella Isla,
para una definitiva reconciliación”. Con un ferviente llamamiento final: “Por
favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz
y reconciliación”.
El
presidente colombiano Manuel Santos estuvo en Roma a mediados de junio sin
ocultar su propósito: “estoy aquí para pedirle su ayuda”, le dijo al Papa, y lo
repitió a la salida de la audiencia. Y la ayuda llegó. Junto con una promesa:
“Le confirmo que quiero ir –dijo el Papa, según lo referido por el presidente
Santos- aunque todavía no se han fijado las fechas. Pero si se firma la paz,
eso sería determinante para acelerar los tiempos”. Un compromiso que en 2016 –o
antes- será puesto a prueba.
Si
el Papa realmente piensa viajar a Colombia, es difícil saberlo, porque debido
al Año de la Misericordia ha postergado para 2017 los viajes latinoamericanos
ya previstos, incluso a su patria. Pero el sitio de la Conferencia Episcopal de
Colombia colocó bien a la vista la foto de un Francisco sonriente contra el
fondo de un río y un rincón de naturaleza incontaminada, con una frase impresa
que dice: “Colombia te espera”.
Del
blog Terre d'America
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