Noche
de eclipse lunar del domingo 27 de septiembre de 2015
Rueda
de prensa del papa Francisco en el vuelo de American Airlines, de Filadelfia a
Roma;
“Yo no sé si he tenido éxito o no. Pero yo tengo miedo de mí mismo. Porque me siento siempre débil, no sé, en el sentido de no tener el poder, pero también el poder es una cosa pasajera, hoy está y mañana no está…“ Papa Francisco.
Habló de todo lo que le preguntaron -pederastia, sacerdocio femenino, de la FARC, y del Sínodo de los Obispos etc-
Fueron 40 minutos de charla, abierta.
A continuación la transcripción de la rueda de prensa, gracias a la agencia ACI.
Habló de todo lo que le preguntaron -pederastia, sacerdocio femenino, de la FARC, y del Sínodo de los Obispos etc-
Fueron 40 minutos de charla, abierta.
A continuación la transcripción de la rueda de prensa, gracias a la agencia ACI.
-Fue su primera
visita a Estados Unidos, ¿qué le sorprendió y qué fue diferente respecto a lo
que esperaba?
Francisco: Sí, fue la primera visita, nunca estuve aquí. Me ha sorprendido el
calor de la gente, tan amable, una cosa bella y también diferente. En
Washington un recibimiento caluroso pero un poco más formal, en Nueva York un
poco extralimitado, y en Filadelfia muy expresivo. Tres modalidades diversas,
pero la misma acogida. Me ha impresionado mucho el recibimiento, las acogidas
en las ceremonias religiosas y también por la piedad, la religiosidad. Se veía
a la gente rezar y esto me impresionó mucho, mucho, fue bonito.
-¿Hubo algún
desafío o provocación que no se esperaba de parte de los Estados Unidos?
Francisco: No, gracias a Dios no. Todo fue bien, no hubo ninguna provocación,
todos educados. Ningún insulto, no, ninguna cosa fea. No, no.
Francisco: Tenemos que continuar trabajando con este pueblo creyente como han
trabajado hasta ahora, acompañando al pueblo en el crecimiento de sus cosas
buenas y en sus dificultades, acompañándoles en la alegría, en los momentos
malos, de dificultades, cuando no hay trabajo, en la enfermedad. El desafío de
la Iglesia hoy, ahora comprendo bien, es el de ser como ha sido siempre,
próxima a la gente, próxima al pueblo de los Estados Unidos, con proximidad. No
una Iglesia separada del pueblo, sino próxima. Este es un desafío que la
Iglesia de los Estados Unidos ha entendido bien, lo ha entendido y quiere
hacerlo.
-En Filadelfia se vivió un
tiempo difícil por los abusos sexuales y la herida está aún abierta. Conozco a
muchas personas en Filadelfia que han quedado sorprendidas de que en sus
palabras a los obispos en Washington ofreciera palabras de consuelo. Muchos en
Filadelfia se preguntarán, ¿por qué tuvo la necesidad de ofrecer palabras de
consuelo a los obispos?
Francisco: En Washington hablé a todos los obispos de los Estados Unidos,
estaban todos, de todas las ciudades. Sentí la necesidad de expresar la
compasión porque pasó una cosa feísima. Y muchos de ellos sufrieron porque no sabían
esto o cuando explotó el asunto sufrieron mucho. Hombres de Iglesia, de
oración, verdaderos pastores, y yo dije que sabía que ellos -usé una palabra de
la Biblia, del Apocalipsis- “ustedes son los que vienen de la gran tribulación”
y eso es lo que sucedió, fue una gran tribulación, pero no solo el sufrimiento
afectivo, es lo que he dicho hoy al grupo de personas abusadas, fue no digo una
apostasía, pero casi un sacrilegio.
Cuando
los abusos, lo sabemos, están por todas partes, están en el entorno familiar,
en el entorno vecinal, en las escuelas, en los gimnasios... pero cuando un
sacerdote comete un abuso es gravísimo porque la vocación del sacerdote es
hacer crecer a ese niño, esa niña, hacia el amor de Dios, hacia la madurez
afectiva, hacia el bien. En vez de hacer eso, lo ha impulsado al mal y por esto
es casi un sacrilegio. Y él ha traicionado la vocación, la llamada del Señor,
por esto la Iglesia en este momento también sufre. No se debe encubrir.
También
son culpables aquellos que han tapado estas cosas, también hay algunos obispos
que han tapado esto. Es una cosa feísima y las palabras de consuelo no son
decir: “estate tranquilo, no es nada”. No, no, no. Ha sido así, pero ha sido
tan feo. “Me imagino que habéis llorado mucho…” en ese sentido han sido esas
palabras. Y hoy he hablado duro.
-Usted ha hablado mucho del
perdón, que Dios nos perdona y los que a menudo estamos pidiendo perdón somos
nosotros. Hay muchos sacerdotes que han
cometido abusos sexuales a menores y no han pedido perdón a sus víctimas. ¿Usted
los perdona? Y por otra parte, ¿usted entiende a las víctimas y a las familias
que no logran perdonar o no quieren perdonar?
Francisco: Si una persona ha hecho mal, es consciente de lo que ha hecho y no
pide perdón, yo le pido a Dios que lo tenga en cuenta. Yo lo perdono, pero él
no recibe el perdón. Está cerrado al perdón. Una cosa es dar el perdón. Todos
estamos obligados a perdonar porque todos fuimos perdonados, pero otra cosa es
recibir el perdón y si ese sacerdote está cerrado al perdón no lo recibe porque
él cerró la puerta con la llave desde adentro y lo que queda es rezar para que
el Señor le abra esa puerta. O sea, para dar el perdón hay que estar dispuesto,
pero no todos lo pueden recibir, lo saben recibir o no están dispuestos a
recibirlo. Es duro lo que estoy diciendo y así se explica que haya gente que
termine su vida dura, mal, sin recibir la caricia de Dios. ¿La segunda pregunta
cuál era?
-¿Usted entiende a las víctimas
y sus familias que no han logrado perdonar o no quieren perdonar?
Papa
Francisco: Si, los comprendo, rezo por ellos y no los juzgo, rezo por ellos.
Una vez en una de estas reuniones me encontré con varias personas y una mujer
me dijo: 'cuando mi madre se enteró de que me habían abusado blasfemó contra
Dios, perdió la fe y murió atea'. Yo comprendo a esa mujer. La comprendo. Y
Dios, que es más bueno que yo, la comprende. Y estoy seguro de que a esa mujer
Dios la ha recibido porque lo que fue manoseado, lo que fue destrozado era su
propia carne, la carne de su hija. Yo la comprendo. No juzgo a alguien que no
puede perdonar. Rezo y le pido a Dios, porque Dios es un campeón en buscar
caminos de solución. Pido que lo arregle.
-Padre, sobre todo gracias por
este momento. Todos lo hemos sentido hablar mucho del proceso de paz en
Colombia, entre las FARC y el gobierno. Ahora hay un acuerdo histórico. ¿Usted se siente un poco parte de este
acuerdo? Usted había dicho que pensaba ir a Colombia cuando se firmase un
acuerdo y ahora muchos colombianos lo están esperando. Y otra pequeñita, ¿qué
piensa cuándo pasó este viaje tan largo y el avión se va?
Francisco: La primera. Cuando tuve la noticia de que en marzo se va a firmar el
acuerdo le dije al Señor: “Señor haz que lleguemos a marzo, que se llegue con
esta bella intención porque faltan pequeñas cosas pero la voluntad existe de
ambas partes, de ambas partes. Existe”. También del pequeño grupo, los tres
están de acuerdo. Tenemos que llegar a marzo al acuerdo definitivo. Queda el
punto de la justicia internacional. Yo me quedé contentísimo y me sentí parte
en el sentido de que yo siempre quise esto.
Hablé dos veces con el Presidente Santos sobre este problema, y la Santa Sede,
no solo yo, está muy abierta a ayudar como pueda.
Lo
otro, esto es un poco personal pero debo ser sincero. Cuando el avión parte
después de una visita me vienen las miradas de tanta gente, me vienen las ganas
de rezar por ellos, decirle al Señor: “Yo vine aquí para hacer algo, para hacer
el bien. Tal vez hice mal, perdóname pero custodia a toda esa gente que me ha
visto, que ha pensado las cosas que yo he dicho, me ha escuchado, incluso los
que me criticaron y por todos siento esto”. No se, me viene. Me perdone, es un
poco personal. Esto no se puede decir en los periódicos.
-Quería preguntarle sobre la crisis
migratoria. Muchos países están construyendo nuevas barreras de alambre de
espino. ¿Qué piensa sobre esto?
Francisco: Usted ha usado una palabra: crisis. Se convierte en un estado de
crisis después de un proceso largo. Esto es el resultado de un proceso de años,
porque las guerras de las que aquella gente huye son guerras de años. El hambre
es hambre de años. Cuando yo pienso en África, esto es un poco simple, eh, pero
lo digo como ejemplo. Pienso en África, el continente explotado y ahora vienen
las guerras rivales, pero tienen detrás intereses económicos. Y yo pienso que
antes de explotar un continente, un país, una guerra, se podrían hacer
inversiones para que aquella gente tenga trabajo y así evitar esta crisis. Es
verdad, es una crisis de refugiados, como he dicho en el Congreso, nunca vista
desde la Segunda Guerra Mundial. Y usted me pregunta sobre las barreras. Usted
sabe cómo terminan los muros. Todos, todos los muros caen, hoy, mañana, o
dentro de cien años, pero todos caen. No es una solución. El muro no es una
solución. En este momento Europa está en dificultades es verdad. Debemos ser
inteligentes porque viene toda aquella ola migratoria y no es fácil encontrar
soluciones. Pero con el diálogo entre países deben encontrarlo. Los muros nunca
son la solución. En cambio, los puentes sí. Siempre. Siempre. Eso es lo que
pienso sobre los muros y las barreras. No son una solución. El problema
permanece y permanece con más odio.
-Santo Padre, usted no puede
obviamente anticipar el debate de los padres sinodales, lo sabemos
perfectamente, pero queríamos saber si antes del Sínodo en su corazón de pastor
quiere realmente una solución para los divorciados vueltos a casar. Queremos
también saber si su Motu Proprio sobre la regulación de la nulidad, ha cerrado
para Ud. este debate. Y para terminar, Qué responde a aquellos que temen que
con esta reforma la creación de facto del llamado divorcio católico. Gracias
Francisco: Empiezo por la última. En la reforma de los procesos, del modo, he
cerrado la puerta a la vía administrativa, que era la vía por la cual podía
entrar el divorcio. Y se puede decir que aquellos que piensan en el divorcio
católico, se equivocan, porque este último documento ha cerrado la puerta al
divorcio que podía entrar, y era más fácil, por la vía administrativa, siempre
estará la vía judicial.
Luego,
continuando con la tercera, el documento: este ha estado pedido por la mayoría
de los padres sinodales en el Sínodo del año pasado, acelerar los procesos,
porque hay procesos que duraban diez, quince años, en una sentencia, y luego
otra sentencia, y una apelación y otra apelación y no se terminaba nunca.
La
doble sentencia, cuando era válida y que no había apelo fue introducida por el
Papa Lambertini, Benedicto XIV, porque en Centroeuropa, no digo el país, había
algunos abusos, y para pararlos él introdujo esto (la doble sentencia), pero no
es una cosa esencial al proceso. Los procesos cambian y la jurisprudencia
cambia y se mejora siempre, en ese momento era urgente hacerlo. Luego Pio X ha
querido acelerar y ha hecho alguna cosa pero no tuvo el tiempo o la posibilidad
de hacerlo. Los padres sinodales han pedido esto en el aceleramiento del
proceso de nulidad matrimonial y termino en eso, este documento, este Motu
Proprio, facilita los procesos en el tiempo, pero no es un divorcio, porque el
matrimonio es indisoluble cuando es sacramento, y esto la Iglesia no lo puede
cambiar, es doctrina, es un sacramento indisoluble.
El
procedimiento legal es para probar que eso que parecía un sacramento no era
sacramento por falta de libertad, por ejemplo, o por falta de madurez, o por
enfermedad mental, pero tantos son los motivos que llevan luego de un estudio,
una investigación a decir 'no, ahí no hubo un sacramento', por ejemplo, porque
esa persona no era libre, un ejemplo ahora no es común pero en algunos sectores
en la sociedad es común, al menos en Buenos Aires era, el matrimonio cuando la
novia estaba embarazada, deben casarse, yo en Buenos Aires al sacerdote les
aconsejaba con fuerza casi prohibía hacer el matrimonio en esta condición,
nosotros lo llamamos matrimonio en apuro, para cubrir todas las apariencias, y
el niño nace, algunos van bien pero no hay la libertad y luego va mal se
separan y si 'yo he estado forzado a hacer el matrimonio porque debía cubrir
esta situación', y esta es una causa de nulidad, tantas, la causa de nulidad,
ustedes pueden buscarlo en el internet, están todas ahí, son tantas. Luego el
problema de los divorciados que están en una segunda unión, ustedes lean, lo
tiene, el Instrumentum Laboris, aquello que se discute, a mí me parece un poco
simplista decir que el Sínodo, que la solución para estar personas es que
puedan comulgar, esa no es la solución, la única, aquello que el Instrumentum
Laboris propone es tanto y también el problema de la nueva unión, de los
divorciados, no es el único problema, en el Instrumentum Laboris hay tantos,
por ejemplo los jóvenes no se casan, no quieren casarse, es un problema
pastoral para la Iglesia, otro problema la madurez afectiva para el matrimonio,
otro problema la fe, “yo creo, que esto es por siempre , si, si, si creo”, pero
¿creo? la preparación para el matrimonio, yo pienso tantas veces que para ser
sacerdote hay una preparación de ocho años, y luego como no es definitivo la
Iglesia puede quitarte el estado clerical, para casarse para toda la vida se
hacen cuatro cursos cuatro veces, hay algo que no va, el Sínodo debe pensar
bien cómo hacer la preparación al matrimonio, es una de las cosas difíciles,
pero todo está listado en el Instrumentis Laboris, pero me gusta que me haga
esta pregunta sobre el divorcio católico, eso no existe, o no hubo matrimonio,
esto es nulidad, no ha existido, y si ha existido es indisoluble, esto es
claro.
-Santo Padre, usted visito a las
Pequeñas Hermanas de los Pobres, y nos dijeron que usted quería mostrar su
apoyo a ellas por su caso en la corte. Y, Santo Padre, usted también apoya a
las personas, incluso funcionarios del gobierno, que por objeción de
conciencia, de su conciencia, no llevarían adelante por ejemplo una legislación
en favor del matrimonio homosexual, ¿Usted apoyaría también este tipo de
reivindicaciones en el marco de la libertad religiosa?
Francisco: No puedo conocer todos los casos que pueden existir de objeción de conciencia. Pero sí puedo decir que la objeción de conciencia es un derecho que entra en cada derecho humano. Es un derecho. Y si una persona no permite hacer objeción de conciencia, niega un derecho. En cada estructura judicial debe entrar objeción de conciencia porque es un derecho, un derecho humano. En caso contrario, terminamos en la selección de los derechos: este es un derecho de calidad, este es un derecho de no calidad, este... Es un derecho humano, eh. A mi siempre, y esto va en mi contra, siempre me conmovió cuando de joven leí muchas veces “La Chanson de Roland”, cuando estaban todos los mahometanos en fila y delante estaba la pila bautismal, o la espada. Y tenían que elegir. No le estaba permitido la objeción de conciencia. No, es un derecho y si tenemos que hacer paz, hay que respetar todos los derechos.
Francisco: No puedo conocer todos los casos que pueden existir de objeción de conciencia. Pero sí puedo decir que la objeción de conciencia es un derecho que entra en cada derecho humano. Es un derecho. Y si una persona no permite hacer objeción de conciencia, niega un derecho. En cada estructura judicial debe entrar objeción de conciencia porque es un derecho, un derecho humano. En caso contrario, terminamos en la selección de los derechos: este es un derecho de calidad, este es un derecho de no calidad, este... Es un derecho humano, eh. A mi siempre, y esto va en mi contra, siempre me conmovió cuando de joven leí muchas veces “La Chanson de Roland”, cuando estaban todos los mahometanos en fila y delante estaba la pila bautismal, o la espada. Y tenían que elegir. No le estaba permitido la objeción de conciencia. No, es un derecho y si tenemos que hacer paz, hay que respetar todos los derechos.
-Incluyendo
también a funcionarios gubernamentales...
Francisco: ¡Es un derecho humano! Si el funcionario de gobierno es una persona
humana, tiene ese derecho. Es un derecho humano.
-Usted en la ONU utilizó palabras
muy fuertes para denunciar el silencio del mundo ante la persecución de los
cristianos que son privados de sus casas, son privados de sus bienes,
esclavizados y además brutalmente asesinados. Ahora el presidente de Holanda
anunció el inicio de bombardeos de parte de Francia contra las bases del ISIS,
en Siria. ¿Qué piensa de esta acción militar? ¿Por otra parte, también una
curiosidad, el alcalde de Roma, Ignazio Marino, el alcalde del Jubileo, declaró
que vino a la misa del Encuentro Mundial de Familias porque usted lo invitó.
¿Cómo fueron las cosas?
Francisco: Empiezo por la segunda: yo no invité al alcalde Marino ¿claro? No lo
hice y ni le pregunté a mis colaboradores y ni siquiera ellos lo invitaron. Él
ha venido, él se dice católico y vino espontáneamente. Es claro.
La otra
sobre el bombardeo. En verdad tuve noticia antes de ayer y no leí, la verdad es
que no conozco bien la situación como irá. Escuché decir que Rusia tenía una
posición, los Estados Unidos aún no estaba claro. La verdad, no sé que decirte,
no entendí bien la cosa... Pero cuando escucho la palabra bombardeo, muerte,
sangre, repito lo que dije en el Congreso y en las Naciones Unidas: hay que
evitar estas cosas, pero no sé, la situación política no la juzgo porque no la
conozco.
-Santo Padre me
gustaría hacerle una pregunta sobre la relación de la Santa Sede y la China y
la situación en este país que es ya muy difícil también para la Iglesia
Católica. ¿Qué piensa de esto?
Papa
Francisco: La China es una gran nación que aporta al mundo una gran cultura,
tantas cosas buenas, yo dije una vez en el avión cuando estábamos regresando de
Corea, me gustaría tanto ir a China, yo amo al pueblo chino, lo quiero tanto
eh, yo espero que se den las posibilidades de buenas relaciones, tenemos contactos,
hablamos, andar adelante, para mi tener un país amigo como la China que tiene
tanta cultura y tanta posibilidad de hacer el bien sería una alegría.
-Santo Padre, por primera vez ha
visitado EU nunca había estado antes, ha hablado ante el Congreso, ha hablado
ante Naciones Unidas, se ha llevado auténticos baños de multitudes. ¿Se siente
más poderoso? Y quería preguntarle también, porque le hemos escuchado destacar
el papel de las religiosas, de las mujeres en la Iglesia estadounidense, ¿veremos alguna vez mujeres sacerdotes en
la Iglesia católica, como piden algunos grupos en EE.UU. y como tienen otras
iglesias cristianas?
Francisco: Las monjas en EU han hecho maravillas. En el campo de la educación,
en el campo de la salud... El pueblo de EU ama a las monjas; no sé cuánto ama a
los curas, pero a las monjas las ama, las ama mucho. Son buenas, son mujeres
estupendas, estupendas. Cada una sigue a su congregación, sus reglas, hay
diferencias... Pero son magníficas. Y por eso yo me he sentido en la obligación
de agradecer todo lo que han hecho. Una persona importante del gobierno de EU
me ha dicho en estos días: “Yo, lo que
tengo de cultura, se lo debo primariamente a las monjas”. Las monjas tienen
escuelas en todos los barrios, ricos, pobres, trabajan con los pobres en
los hospitales. Esta era la primera, de la tercera me acuerdo, ¿y la segunda
cuál era?
-Si se
siente poderoso después de haber estado en EU con esta agenda y de haber tenido
tanto éxito
Francisco: Yo no sé si he tenido éxito o no. Pero yo tengo miedo de mí mismo.
Porque me siento siempre débil, no sé, en el sentido de no tener el poder, pero
también el poder es una cosa pasajera, hoy está y mañana no está. Es importante
si tú con el poder puedes hacer el bien. Y Jesús ha definido el poder: el
verdadero poder es servir. Hacer los servicios más humildes. Y yo tengo todavía
que avanzar en este camino del servicio, porque siento que no hago todo lo que
debo hacer. Ese es el sentido que yo tengo del poder. Y en tercer lugar, las
mujeres sacerdotes. Eso no puedo hacerlo. El Papa San Juan Pablo II, después de
largos tiempos de reflexión, lo ha dicho claramente. ¡No porque las mujeres no
tengan la capacidad! Mira que en la Iglesia son más importantes las mujeres que
los hombres. Porque la Iglesia es mujer. La Iglesia, no es el iglesia. La
Iglesia es la esposa de Jesucristo. Y la Virgen es más importante que los papas
y los obispos, y que los curas. Hay una cosa que debo reconocerte: nosotros
estamos un poco con retraso en una elaboración de la teología de la mujer;
debemos avanzar en esa teología. Eso sí es verdad. Gracias-
-Santo Padre, en
EU usted se ha convertido en una estrella. ¿Es bueno para la Iglesia que el
Papa sea una estrella?Francisco: ¿Tú sabes cuál era el título que usaban los Papas y que se debe
usar? Siervo de los siervos de Dios. Es
un poco diferente de una estrella. Las estrellas son bonitas para verlas. A
mí me gusta mirar cuando el cielo está sereno en verano... Pero el Papa debe
ser, debe ser, el siervo de los siervos de Dios. Sí, en los medios se usa esto,
pero hay otra verdad: cuántas estrellas hemos visto que después se apagan y
caen, es una cosa pasajera. En cambio, ser el siervo de los siervos de Dios,
esto es bello, no pasa. Así lo pienso.
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