Contra
AMLO, un “independiente”… sometido/ÁLVARO
DELGADO
APRO, 28
DE SEPTIEMBRE DE 2015
Jorge
G. Castañeda. Promotor de su candidatura. Foto: Octavio Gómez
MÉXICO,
D.F. (apro).- Al supuesto plan empresarial para “eliminar físicamente” a Andrés
Manuel López Obrador se suma ahora el proyecto de una candidatura presidencial
“independiente” para evitar también su hipotético triunfo en 2018, pero tiempos
crispados esperan a México si entre los promotores de ésta se encuentran Diego
Fernández de Cevallos y Jorge G. Castañeda.
Muchos
no lo recuerdan, sobre todo los jóvenes, pero hace exactamente una década los
mismos que ahora traman una candidatura presidencial “independiente”, varios de
ellos esbirros de Carlos Salinas –padrino de Enrique Peña Nieto y emblema de la
alta corrupción–, incurrieron en las peores ilegalidades y mentiras para
descarrilar a López Obrador.
En
2004, cuando López Obrador como jefe de Gobierno se fortalecía ante el fiasco
de Vicente Fox y Roberto Madrazo aglutinaba a lo peor del priismo –uno de cuyos prosélitos era El
Bronco Jaime Rodríguez–, una élite de ilustrados y millonarios vino a salvar a
los ignorantes de no lanzarse “al vacío” del “populismo”.
En
mayo de ese año, Castañeda proclamó que a López Obrador había que “ganarle a la
buena, a la mala y de todas las maneras posibles”.
Y
eso fue exactamente lo que sucedió: Se activó desde el gobierno de Fox el
proceso para desaforar a López Obrador, con Fernández de Cevallos como el
articulador entre la Procuraduría General de la República (PGR) de Rafael
Macedo de la Concha, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (PGR) presidida
por Mariano Azuela y la Cámara de Diputados con Manlio Fabio Beltrones.
Como
no lo había hecho nunca en casos idénticos, la PGR inició un proceso para
quitarle el fuero a López Obrador –que consumó Beltrones, hoy presidente del
PRI– por haber desobedecido la orden de un juez para no abrir un camino a un
hospital, una maniobra que encubría el plan tramado en Los Pinos, en Semana
Santa, ya ampliamente documentado.
Lo
que siguió fue una cadena de ilegalidades y un dispendio multimillonario para,
con una campaña de miedo propalada por las televisoras, los organismos
empresariales, los sindicatos oficiales como el encabezado por Elba Esther
Gordillo imponer, en 2006, a Felipe Calderón, quien llamó a López Obrador “un
peligro para México”, todo con el contubernio del órgano electoral que presidía
Luis Carlos Ugalde.
El
propio gobernador Peña Nieto abandonó a Madrazo, el candidato presidencial
priista, y operó a favor de Calderón, quien también contó con el apoyo de
gobernadores como Mario Marín de Puebla, Ulises Ruiz de Oaxaca y Eugenio
Hernández de Tamaulipas, cuyas corruptelas y abusos fueron intocables para
Calderón.
Luego
de que Calderón fue impuesto en la presidencia de la República, platiqué con
Castañeda sobre su participación en el plan para descarrilar a López
Obrador, y ratificó –sincero, cínico– su
papel como instigador sin escrúpulos en las elecciones. “Se entra a ganar por
las buenas, por las malas, como se pueda… dentro de la legalidad.”
En
la entrevista, celebrada en julio de 2007 en el departamento que alquilaba a su
amiga Elba Esther Gordillo –hoy presa–, Castañeda reivindicó como suya la idea
de proponerle a la cúpula empresarial la estrategia de “miedo” contra López
Obrador, asociándolo a la dictadura:
“Por
ejemplo, en toda la campaña de asociar a López Obrador con Hugo Chávez a quien
le hicieron caso fue a Dick Morris para generar la campaña de miedo. Pero yo lo
había propuesto semanas antes. A mí no me hacían caso, pero me parece cantado:
No se necesita la experiencia de Dick Morris ni el ocio mío para que se les
ocurra, es evidente.”
Castañeda
puede ser en 2018 el candidato presidencial “independiente”, luego de que no
pudo serlo en 2006 cuando recibió para su campaña –me dijo– “entre tres y
cuatro millones de dólares” de empresarios, fondos que constató Transparencia
Mexicana, de Federico Reyes Heroles, otro de los impulsores del proyecto contra
López Obrador.
Los
que odian al tabasqueño ya tienen en Castañeda, pues, a un potencial candidato
“independiente”, otro es Juan Ramón de la Fuente, el exrector de la UNAM que de
coquetear con López Obrador está entusiasmado con el proyecto de enfrentarlo y
los que se vayan sumando, incluido El Bronco.
Pero
el punto es: ¿Qué independencia puede tener un “independiente” cuyo soporte
político y económico es la misma coalición de intereses que llevó a Fox,
Calderón y Peña a Los Pinos y que resultaron un fracaso por someterse a ese
entramado?
¿Qué
capacidad de cambio para bien puede tener un candidato “independiente” que
estará sometido a Fernández de Cevallos, Reyes Heroles, Claudio X. González, Héctor
Aguilar Camín, Fernando Gómez Mont, Enrique Krauze, Julio Madrazo y otros
personajes de la misma talla?
En
aquella entrevista, Castañeda dijo que si López Obrador quiere ganar la
presidencia de México tiene que hacer lo que él ya hizo: “Es cierto que para
convencer te tienes que volver un pinche socialdemócrata y reformista de
mierda. ¡Sí, tienes que aceptar básicamente el neoliberalismo y la relación con
Estados Unidos, sí!”
Ahí
tienen a uno de sus “independientitos”…
Apuntes
Por
cierto, el desplegado “por una cancha pareja para candidaturas independientes”,
publicado la semana pasada, fue promovido precisamente por los impulsores de la
candidatura presidencial “independiente”, y lo firmaron entre otros personajes
Cuauhtémoc Cárdenas, René Drucker, Gael García, Sergio Aguayo, Gerardo
Esquivel, Bruno Bichir y Javier Sicilia, que abomina las elecciones. Ni modo
que no sepan lo que se está moviendo en la élite…
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en Twitter: @alvaro_delgado
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