Vatican Insider, 10/
5/2015
Los
obispos hablarán sobre homosexualidad, pero no del caso Charamsa
Kryzstof
Charamsa con su pareja(©Ap)
(©AP)
KRYZSTOF CHARAMSA CON SU PAREJA
Mons.
Paglia: el encuentro en el Vaticano y los hechos recientes «son cuestiones
separadas». Para no alimentar «polvaredas»
CIUDAD
DEL VATICANO
«Cuestiones
separadas», se limita a aclarar el arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente del
Pontificio Consejo para la Familia. En el Sínodo los obispos coinciden en
mantener bien separado «el encuentro vaticano del caso mediático» de mons.
Krystof Charamsa, el oficial del ex-Santo Oficio que declaró su homosexualidad
y tener, desde hace años, un compañero.
De
Vatileaks al diálogo
Desde
hoy, 270 padres sinodales afrotnarán las situaciones de fragilidad, incluida la
homosexualidad, pero , observa el encargado del dicasterio de la familia, no
hay que «relacionar un caso individual con una discusión general». Prevalece la
intención de concentrarse en los temas indicados en los cuestionarios de los
fieles sin desviar la discusión hacia una «situación particular».
Como
una consigna, se escucha constantemente la frase : «Hablaremos libremente». El
Sínodo, observó un cardenal de la Curia, «no se dejará dictar la agenda por
polvaredas, trampas: es el tiempo de gracia de la misericordia de la Iglesia en
salida, no el de los escándalos de ‘vatileaks’». Por ello, la revelación de la
homosexualidad de un prelado no “envenena” un «verdadero momento histórico».
Antes
de entrar al Sínodo, los relgiosos se dicen conscientes de la importancia de la
misión que les espera y también motivados para defenderla de la «tormenta de la
vigilia». Charamsa, dice el teólogo Gianni Gennari al peridódico italiano
“L’Unità”, «traicionó la promesa del celibato y se equivocó al hablar antes del
Sínodo: así ayuda a la parte más conservadora de la Iglesia, que quiere
obstaculizar el recorrido renovador de Bergoglio».
La
que comienza hoy es una partida decisiva del Pontificado de Francisco, además
de ser el momento crucial en el que la Iglesia decidirá si cambiar o conservar
lo que existe sobre la pastoral familiar.
Peligro
de polarizaciones
La
declaración de Charamsa no favorece el clima ni las conciliaciones: la
discusión corre el riesgo de polarizarse cada vez más, y el Pontífice tendrá
que desplegar sus dotes de mediador. En medio de la encendida dialéctica entre
innovadores y tradicionalistas (sobre todo en relación con la comunión a los
divorciados que se han vuelto a casar y con la homosexualidad) llegó la “bomba
mediática” del caso Charamsa.
Hace
tres días, sin prever ninguna tormenta en el Vaticano, el Secretario del
Sínodo, Lorenzo Baldisseri, había expresado la hipótesis de que nacieran
algunas divisiones en la asamblea: «Estamos en alta mar, puede haber alguna
turbulencia». Ahora lo que hay que hacer es desmantelar la “bomba mediática”,
para poder discutir sobre los problemas reales, sin caer en
instrumentalizaciones, trampas, accidentes. «Se hace historia, no polémicas».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario