Revista
Proceso
# 2052, 27 de febrero de 2016
Guerra
sucia en el TSJDF/JENARO
VILLAMIL
Édgar
Elías Azar se reeligió como presidente del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal, lo que desató una lluvia de amparos en su contra. Sin
embargo, el debate rebasó la arena jurídica y tres de las magistradas
inconformes denuncian una guerra sucia en su contra. Están en juego, afirman,
el respeto a la Constitución, el estado de derecho y la credibilidad del
tribunal.
Amenazas
vía telefónica, “maniobras dilatorias” en los juzgados que analizan los amparos
promovidos desde diciembre pasado en contra del presidente del Tribunal
Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), “guerra sucia” en medios
impresos a través de columnistas, auditorías fiscales en sus domicilios y a sus
ingresos privados, así como presiones a sus familiares para que se desistan de
las acciones jurídicas constituyen algunas de las prácticas denunciadas por las
tres magistradas que impugnan la segunda reelección consecutiva de Édgar Elías
Azar.
Otra
artimaña fue involucrar “de manera infame” en una columna periodística a la
ministra Margarita Luna Ramos, al señalarla como amiga del magistrado Luis
Pérez de la Fuente, esposo de la magistrada Medel Díaz. “Usted sabe que ni
siquiera tienen el gusto de conocerse”, le reprochó a Elías.
Revela
que ocurrió “una serie de acercamientos para convencerme de desistirme de los
amparos promovidos, todos del dominio de este H. pleno, los cuales, lejos de
constituir aproximaciones con el fin de exponerme argumentos de diverso orden,
terminaron por trastornar la integridad de miembros de mi familia, prefiero no
ahondar en detalles; de cualquier manera, el propio magistrado Édgar Elías Azar
sabe muy bien a qué me refiero.
“¿Acaso
no habrá límites para perseguir y hostigar a quienes no convalidan una
determinada forma de pensar? ¿Se tratará de hacer valer errores para lograr un
determinado fin?”, se pregunta.
“Públicamente,
Elías Azar ha dicho que ‘a mí me quitan del camino consignándome’. ¿Así
resuelve las contiendas judiciales el magistrado? Tristemente, eso me gané por
no convalidar su forma de pensar, después de haber entregado 38 años de mi vida
a este H. Tribunal.
“Finalmente,
concluyo estas líneas con una pregunta: ¿estaría usted de acuerdo en que su par
se vuelva su verdugo por ejercer un derecho legítimo?”
Por
parte de Elías Azar no hay respuesta a esos escritos.
La
reelección inédita
El
trasfondo de estas cartas es un caso inédito en la historia del máximo poder
judicial capitalino y mexicano: Elías Azar se reeligió por segunda vez
consecutiva, valiéndose de una reforma al artículo 33 de la Ley Orgánica del
Tribunal y de un transitorio de la misma, que le permitió asumir tres años más
la presidencia, a pesar de haber cumplido ocho años ya al frente (Proceso
2034).
Desde
diciembre del año pasado, siete magistrados impugnaron el procedimiento e
interpusieron el amparo 1939/2015, que fue desechado por el juez 14 federal en
diciembre, pero se mantuvieron vivos los otros tres amparos interpuestos por
las magistradas Medel, Ornelas y Quezada.
En
estas solicitudes se argumenta que “es evidente que (Elías Azar) ya agotó su
derecho a ser reelecto como presidente, por una sola vez, para el periodo
siguiente y, por ende, jurídicamente, no debió aspirar a ser reelecto”.
Los
defensores del jurista y el propio presidente del tribunal se defienden
señalando que la reforma al artículo 33 de la Ley Orgánica constituye “una
nueva regla” y, por lo tanto, el cambio de la regla equivale a que después de
ocho años al frente del Poder Judicial capitalino, el magistrado presidente
tiene derecho a reelegirse otros tres años más y con una posibilidad más de
reelección.
De
tal manera que Elías Azar, quien asumió el cargo en 2008, podría completar un
periodo de 14 años al frente del TSJDF, lo que constituye un hecho insólito
para la mayoría de los observadores de dentro y fuera del Poder Judicial.
El
abogado Ignacio Herrerías Cuevas, quien lleva los tres amparos junto con el
abogado Vicente Fernández Fernández, asienta en entrevista que las peticiones
sí proceden porque “la sociedad está interesada en saber si quienes ocupan los
cargos públicos cumplen con lo establecido en la Constitución”.
“La
reelección de Édgar Elías ya se agotó. Era en una única ocasión”, sentencia.
“La intención de los magistrados que promovieron los amparos no es otra que la
de respetar, al interior del propio tribunal, los principios democráticos y
éticos de dicha institución, evitando que una persona se eternice en el cargo.
Debemos recordar que ellos mismos, al protestar el cargo, juraron guardar y
hacer guardar la Constitución”, argumentó Herrerías Cuevas.
Las
presiones y maniobras para frenar los amparos también son relatadas por
Herrerías. Desde la admisión de los amparos, a finales de noviembre de 2015,
“un sinnúmero de gente empezó a interesarse por las demandas”. Estas personas
fueron identificadas como abogados de los terceros interesados y magistrados
integrantes del pleno del TSJDF. “¿Qué hacen 10 magistrados del pleno buscando
hablar con los jueces y magistrados que conocen de los amparos y los recursos?
¿Acaso no deberían estar sentenciando en días y horas hábiles en sus
respectivas salas? ¿Obedecen a alguna orden o fue por iniciativa propia?”, se
pregunta el abogado.
El
rostro optimista
La
última vez que Elías Azar se refirió públicamente a los amparos en su contra
fue en la presentación del libro Derecho anticoncursal mexicano, el lunes 8,
cuando señaló que “no existe” la inelegibilidad de su cargo.
“Lo
están litigando ellos, por un lado, yo lo estoy litigando por el otro lado, ya
lo concentraron en un solo juzgado, ese juez va a resolver ya pronto y pues se
verá que la tal inelegibilidad no existe”, expresó en rueda de prensa.
Un
análisis de los años en que fueron nombrados y ratificados los actuales
magistrados que integran el pleno del TSJDF revela que 43 de los 70 fueron
nombrados desde 2009 hasta la fecha, periodo en el que Édgar Elías Azar ha sido
presidente.
También
se valió de otras maniobras para eliminar a posibles contendientes. El
magistrado Eduardo Guerrero, feroz crítico del intento de reelección y quien
amenazó, incluso, con una huelga de hambre, se retiró de la contienda interna
ante el ofrecimiento del consejero jurídico de Los Pinos, Humberto Castillejos,
de formar parte de la terna presidencial para ocupar la silla de ministro en la
Suprema Corte de Justicia.
Elías
cuenta con el respaldo público del jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel
Mancera, y presume constantemente sus relaciones con el gobierno federal y con
la cúpula priista. Elías Azar fue secretario de Finanzas durante el gobierno de
Francisco Ruiz Massieu (Guerrero), asesinado en septiembre de 1994.
También
ha presumido ante el pleno de magistrados de la asesoría que recibe por parte
del secretario de Hacienda durante el salinismo, Pedro Aspe, quien el 28 de
mayo de 2015 presentó un plan para discutir la enajenación inmobiliaria de
cinco edificios del TSJDF en la calle Río de la Plata de la colonia Cuauhtémoc,
en el Distrito Federal.
Y
es conocida su amistad con el magnate inmobiliario y de las telecomunicaciones
Carlos Slim. El tribunal enajenó los cinco edificios de su sede a Inmuebles
Carso, a cambio de que construyera una nueva “Ciudad Judicial” en la colonia
Doctores.
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