9 ago 2015

Un burócrata, al frente de la FEADLE

Un burócrata, al frente de la FEADLE/JORGE CARRASCO ARAIZAGA
Proceso # 2023, 8 de agosto de 2015..
El nuevo fiscal a cargo de los ataques a periodistas en México, Ricardo Celso Nájera Herrera, desde los noventa ha sido parte de la procuración de justicia en México. Lo que han hecho y dejado de hacer la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y la General de la República (PGR) durante más de un cuarto de siglo ha sido parte de su responsabilidad.

 En su carrera burocrática en ambas procuradurías ha sobrevivido a los constantes cambios de titulares desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a excepción de la segunda mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, cuando se refugió en el despacho de un antizedillista, José Elías Romero Apis, su antiguo jefe.
 Desde las más altas oficinas de la PGJDF y de la PGR, Nájera ha participado en la toma de decisiones en las investigaciones y consignaciones, y en la relación de los diferentes procuradores con la prensa. Ahora su relación con Televisa es aún más especial. El vicepresidente del oligopolio es Leopoldo Gómez, hermano de su ahora jefa, la procuradora general Arely Gómez.


En el gobierno de Felipe Calderón y hasta julio pasado en el del Distrito Federal, con Miguel Ángel Mancera, por sus manos pasaron las decisiones de qué y cómo se ha informado y lo que ha permanecido oculto, así como el trato con los medios y sus reporteros.
 El sábado 1 Arely Gómez lo designó titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), en sustitución de Laura Angelina Borbolla Moreno, quien estuvo al frente de esa fiscalía desde 2012. Nájera tendrá ahora que responder a las exigencias de esclarecimiento y consignación ante la justicia de los responsables de las crecientes agresiones a la prensa en México.
 De acuerdo con el informe público más reciente de la FEADLE, de junio pasado, desde 2000 ha habido 103 homicidios de periodistas, principalmente en Chihuahua, Veracruz y Tamaulipas. Casi la mitad del total, 43, han ocurrido en esas entidades. Además, tiene registrada la desaparición de otros 25 periodistas: La mitad (12) en Michoacán, Veracruz y Tamaulipas.
 En el sector privado
 Licenciado en derecho por la UNAM, graduado en 1980, Nájera Herrera ha hecho virtud de la inestabilidad en las procuradurías. Ha visto desfilar a numerosos procuradores. Los ha trascendido sin importar que hayan sido priistas o panistas y hasta del perredista gobierno del Distrito Federal.
 Aun antes de graduarse ya tenía experiencia en el trato con los periodistas. Entre 1976 y 1977 fue gerente de relaciones públicas de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, y en 1982 fue asesor de la Coordinación Ejecutiva de la Corporación Mexicana de Radio y Televisión, de la familia Aguirre. Esa empresa tuvo la concesión del Canal 13 de televisión antes de que fuera estatal y que acabó en manos de Ricardo Salinas Pliego, como parte de TV Azteca.
 En su carrera burocrática en la procuración de justicia ha capitalizado desde entonces su relación con los medios. Su paso por las procuradurías comenzó a fines de los ochenta, en el gobierno de Carlos Salinas, cuando el gobierno de la ciudad de México dependía todavía del gobierno federal por medio de la figura del regente.
 Apenas comenzó ese sexenio, el titular de la PGJDF, Ignacio Morales Lechuga, lo hizo uno de sus asesores y después lo nombró director de las agencias del Ministerio Público especializadas en atención a visitantes nacionales y extranjeros. Cuando Salinas hizo a Morales Lechuga procurador general, Nájera se quedó en la procuraduría capitalina.
 Ahí, el entonces subprocurador general de Justicia del Distrito Federal, Romero Apis, lo tuvo como director general de Consignaciones, entre 1996 y 1997. Fue el último año del gobierno del PRI en la capital del país, con Óscar Espinosa Villarreal como regente.
 Derrotado el PRI en las elecciones intermedias de 1997 y con el gobierno de Ernesto Zedillo sacudiéndose de todo lo que tuviera que ver con Salinas, el ahora encargado de investigar las agresiones a los periodistas se retiró de la vida pública y se convirtió en socio del despacho Romero Apis y Asociados. Ahí permaneció hasta 2000, cuando el PAN asumió el gobierno de la República.
 En cuanto comenzó el gobierno de Vicente Fox, se incorporó a la PGR con la llegada del general retirado Rafael Macedo de la Concha. Todo el sexenio estuvo en la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE). Trabajó al lado de la entonces responsable, María de los Ángeles Fromow, ahora secretaría técnica de la Secretaría de Gobernación para la puesta en marcha del nuevo sistema de justicia penal.
 En la FEPADE, Nájera primero estuvo en la Unidad de Coordinación General y la mayor parte del sexenio en la llamada Dirección General de Coordinación para el Desarrollo e Innovación Gubernamental en Materia de Delitos Electorales.
 El último procurador de Fox, Daniel Cabeza de Vaca, ahora exintegrante del Consejo de la Judicatura Federal, lo mantuvo en ese cargo en la fiscalía encargada de la investigación de los delitos electorales.
 Con la llegada de Calderón al gobierno y la designación de Eduardo Medina Mora al frente de la PGR, Nájera fue delegado de la Procuraduría General en el Distrito Federal, entre 2007 y 2009.
 Tras la salida del ahora ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de la PGR, el nuevo procurador, Arturo Chávez Chávez, lo hizo director de Comunicación Social.
 Estuvo al frente de la relación con la prensa entre 2009 y 2011. En el último tramo del sexenio de Calderón, la PGR estuvo en manos de Marisela Morales, quien había sido subprocuradora de Investigación Especializada de Delincuencia Organizada (la entonces SIEDO, ahora SEIDO) con Medina Mora. Ahora cónsul de México en Milán, Morales le asignó a Nájera entre 2011 y 2012 la coordinación general de Investigación.
 En sus distintas posiciones en la PGR, Nájera Herrera conoció de primera mano los fiascos en procuración de justicia del gobierno de Calderón, como la Operación Limpieza de Medina Mora o las fallidas consignaciones hechas por Marisela Morales con declaraciones falas y compradas, como la del general de división retirado y exsubsecretario de la Defensa, Tomás Ángeles Dauahare.
 El cambio de sexenio fue propicio también para Nájera Herrera. Saltó de la PGR a la PGJDF, donde a fines de los ochenta había iniciado su trayectoria burocrática en el área de procuración de justicia. El procurador capitalino Rodolfo Ríos Garza le entregó la Dirección de Comunicación Social. Ahí estuvo desde 2013 hasta que ahora regresa a la PGR.
 A través de Arely Gómez, el gobierno de Peña Nieto le ha confiado una de las áreas más sensibles de la PGR y con más observación internacional, en espera del esclarecimiento de los homicidios, desapariciones y amenazas a periodistas en México.

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