Benedictus XVI cumple este miércoles 19 de abril un año de pontificado, en tanto, Joseph Ratzinger cumplió anteayer 79 años de edad.
¡Felicidades doblemente su santidad!
Y a menos que búsquemos con lupa no hay nada nuevo en su pontificado debido a que de alguna manera Benedictus XVI se ha mantenido la en la misma línea de rigor de cuando era el cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
Y a menos que búsquemos con lupa no hay nada nuevo en su pontificado debido a que de alguna manera Benedictus XVI se ha mantenido la en la misma línea de rigor de cuando era el cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
Bueno, a decir verdad si han habido varias señales positivas que diferencian a Benedictus de Ratzinger, por ejemplo, dificilmente Ratzinger se hubiera entrevistado cuatro horas con el teólogo suizo Hans Küng, uno de los mayores críticos de la Iglesia. La señal fue positiva.
De entrada ratificó a los miembros de la Curia, nombró a 15 cardenales*, y ha emitido una encíclica poética –por cierto- en el noveno mes de su pontificado: Deus caritas est, Dios es amor**, pero donde curiosamente no aborda ninguno de los grandes problemas que hoy agobian a la humanidad.
En los cambios normales en la curia lo primero que hizo fue nombrar -a quien quizá sea su posible sucesor-Joseph Levada Núñez en la Congregación para la doctrina de la Fe, después designóen la Congregación para la Liturgia a una gente de su total confianza, Albert M. Ranjith Patabendige; y el 13 de marzo de este año unió dicasterios, integró el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso con el Consejo Pontificio para la Cultura, y designo al actual presidente del segundo, cardenal Paul Poupard, como titular del nuevo organismo unificado.El Consejo Interreligioso, había quedado vacante tras el nombramiento del arzobispo Michael Fitzgerald como nuevo nuncio en Egipto. Además de que se había aceptado la renuncia por edad del cardenal Stephen Fumio Hamao al cargo de presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, y unió ese dicasterio con el Consejo Pontificio Justicia y Paz, por las responsabilidades de presidente, recaen en el cardenal Renato Raffaele Martino.
En los cambios normales en la curia lo primero que hizo fue nombrar -a quien quizá sea su posible sucesor-Joseph Levada Núñez en la Congregación para la doctrina de la Fe, después designóen la Congregación para la Liturgia a una gente de su total confianza, Albert M. Ranjith Patabendige; y el 13 de marzo de este año unió dicasterios, integró el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso con el Consejo Pontificio para la Cultura, y designo al actual presidente del segundo, cardenal Paul Poupard, como titular del nuevo organismo unificado.El Consejo Interreligioso, había quedado vacante tras el nombramiento del arzobispo Michael Fitzgerald como nuevo nuncio en Egipto. Además de que se había aceptado la renuncia por edad del cardenal Stephen Fumio Hamao al cargo de presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, y unió ese dicasterio con el Consejo Pontificio Justicia y Paz, por las responsabilidades de presidente, recaen en el cardenal Renato Raffaele Martino.
El retiro a los 80 años
Pero, un dato de este papado pueden ser las renuncias de los líderes religiosos a la edad de 80 años. Esa creo yo puede ser la marca de Benedictus XVI y de ahí la reestructuración de la Curia y de las distintas congregaciones.El pasado jueves, 2 febrero del 2006 el padre Hans Kolvenbach, prepósito general de la Compañía de Jesús, anunció a través de una carta dirigida a todos los jesuitas del mundo la intención de renunciar a su cargo y de convocar la congregación general que elegirá a su sucesor.
Con la misiva ha quedado convocada oficialmente la Congregación General 35 que se abrirá el 5 de enero de 2008 en la Curia General de Roma. En su carta, Kolvenbach explica que ha tomado esta decisión "después de haber obtenido el consentimiento de Su Santidad Benedicto XVI".Y es que según las Constituciones jesuitas, el cargo de General es vitalicio y sólo se elige nuevo general en caso de fallecimiento, por enfermedad grave o si el Prepósito General, en conciencia, considera que debe renunciar. (fue el caso también de Marcia Maciel al final del pontificado de Juan Pablo II).El primer caso de una renuncia de jesuitas fue la del padre Pedro Arrupe, quien el 3 de septiembre de 1983, imposibilitado para ejercitar su cargo por grave enfermedad la presentó y fue aceptada por Juan Pablo II. Su sucesor fue Kolvenbach, elegido el 13 de septiembre de 1983 que hoy lleva 22 años como General y que en 2008 cumplirá 80 años.
Esa señal me lleva a especular que nos es descartable la salida del otrora poderosísimo Secretario de Estado Ángelo Sodano cuando cumpla 80 años; aunque él no parece para nada tener la intención de dejar su cargo. Pero Sodano ya no tiene el poder que tuvo con Juan Pablo II. Incluso no se oculta su pleito con el Vicario del Papa y Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Camillo Ruini.
Además, Andrea Tornelli, vaticanista del diario italiano Il Giornali, dice que "Benedicto XVI ha cambiado también la manera de gobernar la Curia...,a veces trata directamente con las congregaciones, que han recobrado protagonismo, sin pasar por la Secretaría de Estado."
**Dios es amor es un documento de 79 página que reflexiona sobre el amor, el eros e individuo y culmina con algo muy parecido a un manifiesto para el activismo cristiano. "Desvanecido el sueño" marxista y ante las dificultades causadas por la globalización económica..., "la doctrina social de la Iglesia se ha convertido en una indicación fundamental".Deus caritas est, retoma parte del trabajo teórico de los papas antecesores para engarzar amor, caridad y justicia en una misma tesis y para definir el nuevo papel de la iglesia católica: no al margen de la política, sino por encima de ella; empeñada en obras sociales aunque la justicia sea "tarea de la política"; capaz de "purificar" la razón pública para evitar que caiga en la "ceguera ética". Hans Küng, consideró "justas e importantes" las palabras del Papa sobre el amor y la justicia, pero pidió que las aplique dentro de la Iglesia.
*Benedicto XVI celebró el viernes 24 de marzo su primer consistorio de su Pontificado, en el que entregó el birrete cardenalicio a 15 nuevos purpurado, de los cuales tres colaboran en la Curia, mientras que 9 son pastores; ocho son europeos, tres asiáticos, dos estadounidenses, uno africano y uno iberoamericano. Doce tienen menos de 80 años, por lo que podrían participar en un eventual cónclave para elegir Papa, mientras que los tres restantes son octogenarios, por lo que no son elegibles.
Además, Andrea Tornelli, vaticanista del diario italiano Il Giornali, dice que "Benedicto XVI ha cambiado también la manera de gobernar la Curia...,a veces trata directamente con las congregaciones, que han recobrado protagonismo, sin pasar por la Secretaría de Estado."
**Dios es amor es un documento de 79 página que reflexiona sobre el amor, el eros e individuo y culmina con algo muy parecido a un manifiesto para el activismo cristiano. "Desvanecido el sueño" marxista y ante las dificultades causadas por la globalización económica..., "la doctrina social de la Iglesia se ha convertido en una indicación fundamental".Deus caritas est, retoma parte del trabajo teórico de los papas antecesores para engarzar amor, caridad y justicia en una misma tesis y para definir el nuevo papel de la iglesia católica: no al margen de la política, sino por encima de ella; empeñada en obras sociales aunque la justicia sea "tarea de la política"; capaz de "purificar" la razón pública para evitar que caiga en la "ceguera ética". Hans Küng, consideró "justas e importantes" las palabras del Papa sobre el amor y la justicia, pero pidió que las aplique dentro de la Iglesia.
*Benedicto XVI celebró el viernes 24 de marzo su primer consistorio de su Pontificado, en el que entregó el birrete cardenalicio a 15 nuevos purpurado, de los cuales tres colaboran en la Curia, mientras que 9 son pastores; ocho son europeos, tres asiáticos, dos estadounidenses, uno africano y uno iberoamericano. Doce tienen menos de 80 años, por lo que podrían participar en un eventual cónclave para elegir Papa, mientras que los tres restantes son octogenarios, por lo que no son elegibles.
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