6 ago 2008

Testigo protegido

Las autoridades del DF -PGJDF- hicieron pasar por muerto al escolta Christian Salomón Flores como una estrategia para tratar de ubicar a los secuestradores y asesinos del menor Fernando Martí. Dicha estrategia se planteó un día después del plagio, cuando apareció el cuerpo del chofer, Jorge Palma Lemus, y del propio Salomón Flores, en el interior de una camioneta que fue abandonada al Sur de la Ciudad.
El escolta, pertenenciente a la Agencia Estatal del Estado de México, tenía diversos golpes en el cuerpo y marcas de estrangulamiento que hicieron pensar a los plagiarios que había muerto y lo abandonaron en el lugar.
El chofer, en cambio, recibió un disparo fatal que le provocó la muerte. Le dejaron una flor de crisantemo en la boca. Fue el entonces Subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas, Rafael Mateos, quien planteó la idea de dar a conocer que Salomón Flores había muerto a fin de despistar a los delincuentes y poder así, tener un mayor margen de maniobra.
El sobreviviente ha declarado los pormenores de cómo ocurrió el secuestro, a principios de junio. Cuando aún se recuperaba de las lesiones por la golpiza recibida por los secustradores, Salmones Flores declaró ante el Ministerio Público que el día del plagio del menor se dirigían a la escuela cuando un retén policiaco con al menos quince hombres uniformados de azul les marcaron el alto y los llevaron a una casa de seguridad.
El escolta relató, entre otras cosas, que ese día iban en el auto BMW en el que cotidianamente trasladaban al menor al colegio. Fernando estaba en el asiento trasero, el chofer al volante y él en el asiento del copiloto.
Los bajaron a los tres. El 5 de mayo ambos fueron golpeados y luego los metieron a un Corsa gris, placas 614 THL, que por cierto fue robado con violencia el 14 de mayo en la colonia Jardín Balbuena, en la delegación Venustiano Carranza.
La Procuraduría documentó que la banda que secuestró y asesinó a Fernando Martí Haik está integrada por policías de varias corporaciones del país, y que utilizan sus cargos para obtener información privilegiada y escoger a sus víctimas.
La investigación de la Fiscalía para la Seguridad de las Personas e Instituciones de la Procuraduría del DF detalla que los policías obtienen información de primera mano de las bases de datos, acerca de los domicilios, centros de trabajo y actividades de sus probables víctimas, a quienes llaman por teléfono para atemorizarlas haciéndoles saber que conocen sus movimientos.
Actualmente Salomón Flores es testigo protegido.
Fuente: El Universal y Reforma on line.

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