Los comandos de élite de Bombay combaten a los terroristas en el último foco de resistencia
En los tiroteos han muerto al menos siete atacantes y 12 agentes de policía
La ciudad india de Bombay sigue en alerta. Un día después de la muerte de al menos 125 personas, —entre ellos, de cuatro y a docena de extranjeros, según las distintas fuentes— a causa de una serie de atentados coordinados en la capital financiera del país, comandos de élite de las fuerzas gubernamentales intentan rescatar a las personas que permanecen atrapadas o refugiadas en dos hoteles de lujo. Además, un grupo de terroristas continúa atrincherado en un centro de rezo judío.
En los tiroteos han muerto al menos siete atacantes y 12 agentes de policía
La ciudad india de Bombay sigue en alerta. Un día después de la muerte de al menos 125 personas, —entre ellos, de cuatro y a docena de extranjeros, según las distintas fuentes— a causa de una serie de atentados coordinados en la capital financiera del país, comandos de élite de las fuerzas gubernamentales intentan rescatar a las personas que permanecen atrapadas o refugiadas en dos hoteles de lujo. Además, un grupo de terroristas continúa atrincherado en un centro de rezo judío.
Un grupo de terroristas poco conocido llamado Deccan Muyaidín se ha atribuido los ataques.
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Los comandos de élite de Bombay combaten a los terroristas en el último foco de resistencia
En los tiroteos han muerto siete atacantes y 12 agentes de policía
El primer ministro sugiere que los atentados tienen 'conexiones con el exterior'
Portal de El Mundo, actualizado jueves 27/11/2008 19:56 (CET)
MIGUEL ÁNGEL GAYO MACÍAS AGENCIAS
NUEVA DELHI BOMBAY.- Bombay sigue en alerta. Un día después de la muerte de al menos 125 personas en una serie de atentados coordinados en la capital financiera de la India, comandos de élite intentan rescatar a las personas que permanecen atrapadas o refugiadas en dos hoteles de lujo. Además, un grupo de terroristas continúa atrincherado en un centro de rezo judío.
Más de 24 horas después de los primeros disparos y explosiones, así está la situación en los escenarios atacados en la noche del miércoles:
Las fuerzas de seguridad preparan el asalto al centro judío.
Siete personas ya han sido liberadas en ese edificio.
Decenas de clientes continúan atrapados en el interior de los hoteles Taj Mahal y Oberoi.
Los servicios de espionaje paquistaníes niegan la implicación que sugiere el Gobierno indio.
Los ataques comenzaron sobre las 22.00 del miércoles (17.30, hora peninsular española), cuando una veintena de jóvenes con armas automáticas y granadas llegaron hasta la orilla de Bombay en una lancha y sembraron el terror.
El grupo se hizo con un vehículo por la fuerza y empezó a ametrallar a los transeúntes en la calle, en una estación de tren, en hospitales, en un famoso restaurante y en los hoteles Taj Mahal y Oberoi-Trident, llenos de turistas y empresarios.
Los supervivientes contaron historias terribles de sus encuentros con los agresores. "Disparaban a gente en el pasillo", explicó a Reuters la actriz australiana Brooke Satchwell, que salvó su vida escondiéndose en el baño. "Luego corrí escaleras abajo y había un par de cadáveres. Era el caos".
Por la mañana, policías y militares apoyados por helicópteros siguieron intercambiando disparos con los terroristas mientras decenas de personas permanecían en algunas plantas de los hoteles. Por ahora, las fuerzas de seguridad afirman haber matado a siete hombres armados, además de detener a nueve sospechosos. Doce agentes han muerto, entre ellos el jefe antiterrorista de Bombay.
El primero en ser controlado fue el Taj Mahal, un edificio emblemático con 105 años de antigüedad. "La gente que estaba retenida ha sido rescatada, pero aún hay clientes en las habitaciones; no sabemos cuántos", explicó a la cadena NDTV News el jefe policial de Maharashtra, el estado del que Bombay es capital.
Tampoco hay ya rehenes en el Oberoi, donde, al igual que en el anterior, "algunas personas se han encerrado en las habitaciones del hotel por seguridad", según informó a la agencia PTI el presidente de Maharashtra, Vilasrao Deshmukh.
Ese mismo hotel es donde se vio sorprendida la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando se registraba en la recepción. "Salí descalza pisando charcos de sangre", explicó tras llegar horas después al aeropuerto de Barajas.
Rescate de los clientes
Las operaciones de las fuerzas de seguridad se centran ahora en rescatar a las personas que permanecen en sus habitaciones o se encuentran retenidas en el centro religioso judío de Nariman House, donde las autoridades creen que los terroristas tomaron a un rabino como rehén.
Los agentes están rastreando los hoteles, habitación por habitación, para asegurarse de que ningún terrorista ha quedado escondido. Varios huéspedes continúan refugiados por no saber de quiénes son los ruidos que oyen en los pasillos, por lo que los policías prácticamenten tienen que sacar a algunos de ellos de debajo de sus camas. Además, los incendios que aún persisten en el interior del edificio hacen que esta operación deba ser llevada a cabo con cautela.
Pese al aparente control de la situación, durante la tarde continuaban oyéndose tiroteos y explosiones de origen desconocido en estos tres lugares, informa CNN.
Dos de los clientes atrapados en el Oberoi son empresarios españoles: el consejero delegado de Ferrovial-Agromán, Alejandro de la Joya, y el director de Construcción Internacional de Isolux-Corsán, Álvaro Rengifo Abbad. Un familiar de Rengifo Abbad informó a elmundo.es de que ha sido liberado, mientras que un tercer empresario español, Francisco Garrote, escapó a salvo por sus propios medios.
Mientras, unos 100 miembros de los comandos de élite llevan a cabo el asalto al centro judío, donde están encontrando resistencia armada. Se cree que entre tres y seis terroristas permanecen aún parapetados en el edificio.
Entre los fallecidos figuran al menos seis extranjeros, incluidos un australiano, un británico, un italiano y un japonés. Según el último balance oficial, 327 personas resultaron heridas, incluida una pareja española —Rafael Deaux y María Rosa Romero— que fue ingresada en un hospital de la ciudad.
'Conexiones' con Pakistán
El primer ministro indio, Manmohan Singh, acusó a grupos militantes de los países vecinos, una expresión que suele emplearse para apuntar a Pakistán. "Los ataques, bien planificados y bien orquestados, probablemente con conexiones con el exterior, pretendían crear una sensación de terror al escoger objetivos destacados", afirmó el gobernante, que restó credibilidad a la autoría reivindicada por el grupo desconocido Deccan Muyaidín.
En la misma línea, un alto responsable militar indio aseguró que los autores de los atentados provienen de Pakistán, informa la agencia France-Presse. Sin embargo, el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmud Qureshi, ofreció su cooperación a la India e insistió en que el Ejército está combatiendo a los extremistas en su territorio.
La policía india aseguró haber interceptado conversaciones provenientes del interior del centro judío Nariman House en las que se oye a personas hablar en punjabí, un idioma que se habla en el norte de Pakistán.
En los tiroteos han muerto siete atacantes y 12 agentes de policía
El primer ministro sugiere que los atentados tienen 'conexiones con el exterior'
Portal de El Mundo, actualizado jueves 27/11/2008 19:56 (CET)
MIGUEL ÁNGEL GAYO MACÍAS AGENCIAS
NUEVA DELHI BOMBAY.- Bombay sigue en alerta. Un día después de la muerte de al menos 125 personas en una serie de atentados coordinados en la capital financiera de la India, comandos de élite intentan rescatar a las personas que permanecen atrapadas o refugiadas en dos hoteles de lujo. Además, un grupo de terroristas continúa atrincherado en un centro de rezo judío.
Más de 24 horas después de los primeros disparos y explosiones, así está la situación en los escenarios atacados en la noche del miércoles:
Las fuerzas de seguridad preparan el asalto al centro judío.
Siete personas ya han sido liberadas en ese edificio.
Decenas de clientes continúan atrapados en el interior de los hoteles Taj Mahal y Oberoi.
Los servicios de espionaje paquistaníes niegan la implicación que sugiere el Gobierno indio.
Los ataques comenzaron sobre las 22.00 del miércoles (17.30, hora peninsular española), cuando una veintena de jóvenes con armas automáticas y granadas llegaron hasta la orilla de Bombay en una lancha y sembraron el terror.
El grupo se hizo con un vehículo por la fuerza y empezó a ametrallar a los transeúntes en la calle, en una estación de tren, en hospitales, en un famoso restaurante y en los hoteles Taj Mahal y Oberoi-Trident, llenos de turistas y empresarios.
Los supervivientes contaron historias terribles de sus encuentros con los agresores. "Disparaban a gente en el pasillo", explicó a Reuters la actriz australiana Brooke Satchwell, que salvó su vida escondiéndose en el baño. "Luego corrí escaleras abajo y había un par de cadáveres. Era el caos".
Por la mañana, policías y militares apoyados por helicópteros siguieron intercambiando disparos con los terroristas mientras decenas de personas permanecían en algunas plantas de los hoteles. Por ahora, las fuerzas de seguridad afirman haber matado a siete hombres armados, además de detener a nueve sospechosos. Doce agentes han muerto, entre ellos el jefe antiterrorista de Bombay.
El primero en ser controlado fue el Taj Mahal, un edificio emblemático con 105 años de antigüedad. "La gente que estaba retenida ha sido rescatada, pero aún hay clientes en las habitaciones; no sabemos cuántos", explicó a la cadena NDTV News el jefe policial de Maharashtra, el estado del que Bombay es capital.
Tampoco hay ya rehenes en el Oberoi, donde, al igual que en el anterior, "algunas personas se han encerrado en las habitaciones del hotel por seguridad", según informó a la agencia PTI el presidente de Maharashtra, Vilasrao Deshmukh.
Ese mismo hotel es donde se vio sorprendida la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando se registraba en la recepción. "Salí descalza pisando charcos de sangre", explicó tras llegar horas después al aeropuerto de Barajas.
Rescate de los clientes
Las operaciones de las fuerzas de seguridad se centran ahora en rescatar a las personas que permanecen en sus habitaciones o se encuentran retenidas en el centro religioso judío de Nariman House, donde las autoridades creen que los terroristas tomaron a un rabino como rehén.
Los agentes están rastreando los hoteles, habitación por habitación, para asegurarse de que ningún terrorista ha quedado escondido. Varios huéspedes continúan refugiados por no saber de quiénes son los ruidos que oyen en los pasillos, por lo que los policías prácticamenten tienen que sacar a algunos de ellos de debajo de sus camas. Además, los incendios que aún persisten en el interior del edificio hacen que esta operación deba ser llevada a cabo con cautela.
Pese al aparente control de la situación, durante la tarde continuaban oyéndose tiroteos y explosiones de origen desconocido en estos tres lugares, informa CNN.
Dos de los clientes atrapados en el Oberoi son empresarios españoles: el consejero delegado de Ferrovial-Agromán, Alejandro de la Joya, y el director de Construcción Internacional de Isolux-Corsán, Álvaro Rengifo Abbad. Un familiar de Rengifo Abbad informó a elmundo.es de que ha sido liberado, mientras que un tercer empresario español, Francisco Garrote, escapó a salvo por sus propios medios.
Mientras, unos 100 miembros de los comandos de élite llevan a cabo el asalto al centro judío, donde están encontrando resistencia armada. Se cree que entre tres y seis terroristas permanecen aún parapetados en el edificio.
Entre los fallecidos figuran al menos seis extranjeros, incluidos un australiano, un británico, un italiano y un japonés. Según el último balance oficial, 327 personas resultaron heridas, incluida una pareja española —Rafael Deaux y María Rosa Romero— que fue ingresada en un hospital de la ciudad.
'Conexiones' con Pakistán
El primer ministro indio, Manmohan Singh, acusó a grupos militantes de los países vecinos, una expresión que suele emplearse para apuntar a Pakistán. "Los ataques, bien planificados y bien orquestados, probablemente con conexiones con el exterior, pretendían crear una sensación de terror al escoger objetivos destacados", afirmó el gobernante, que restó credibilidad a la autoría reivindicada por el grupo desconocido Deccan Muyaidín.
En la misma línea, un alto responsable militar indio aseguró que los autores de los atentados provienen de Pakistán, informa la agencia France-Presse. Sin embargo, el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmud Qureshi, ofreció su cooperación a la India e insistió en que el Ejército está combatiendo a los extremistas en su territorio.
La policía india aseguró haber interceptado conversaciones provenientes del interior del centro judío Nariman House en las que se oye a personas hablar en punjabí, un idioma que se habla en el norte de Pakistán.
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