7 nov 2013

El TSJDF y el caso de “Presunto Culpable” - Fred Alvarez

El TSJDF y el caso de “Presunto Culpable”/ Fred Alvarez
“Lo que sí les he dicho es que ningún productor de película ni nadie va a sancionar a un juez, aquí a los jueces los sancionamos (o lo premiamos) nosotros...” Edgar Elías Azar
Roberto Hernández, el joven abogado director del filme "Presunto Culpable" escribió en nuestra Silla Rota: “Hace algunos años (...) tuve la oportunidad de hacer un documental que se llamó “Presunto Culpable.”  El documental cuenta la historia de Toño Zúñiga; un joven injustamente condenado a 20 años de prisión por un homicidio que no cometió (...) La cinta se estrenó en cines en febrero del 2011, y a la postre se convirtió en el documental más visto en la historia de México (...) Sin embargo, en México – a diferencia de otras partes del mundo donde no tuvo problemas en su exhibición- el Poder Judicial Federal censuró la película tres semanas después de su exhibición, iniciando así una serie de procesos legales que desde entonces no han cesado. A la fecha, Presunto Culpable enfrenta tres demandas civiles por un monto mínimo reclamado de tres mil millones de pesos, además de varias otras demandas de amparo que atacan los permisos para exhibir la película en TV, cine y DVD. Las tres demandas civiles fueron interpuestas por Víctor Daniel Reyes, el testigo que acusó falsamente a Toño Zúñiga, José Manuel Ortega Saavedra, el Policía Judicial que detuvo a Toño Zúñiga sin una orden de aprehensión y sin pruebas.”
Lamentablemente, en lugar de cambiar, las autoridades han preferido usar el propio sistema judicial y sus ineficiencias, para silenciarnos....”
Habla Roberto del papel del Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) Magistrado Edgar Elías Azar qué usó la película para obtener el voto de sus colegas para reelegirse por un periodo más. Dice Hernández que existe una persecución en su contra por parte del poder judicial del DF y del presidente del TSJDF, Edgar Elías Azar, por mostrar las fallas del sistema.

La reelección de Elías Azar.
Lo que fue un hecho es Marcelo Ebrard Casusabón hizo posible que se reformara la ley para permitir la reelección del presidente del TSJDF. Cuando lo nombraron empero no tuvo la votación que se esperaba; de 78 magistrados -30 en materia civil, 27 en el ámbito penal, 15 en materia familiar y 6 de adolescentes- el Magistrado Presidente tuvo 61 votos –mayoría que no unanimidad- , y su más siguiente competido obtuvo 16 sufragios; hubo dos abstenciones. Por cierto, una de las promesas de campaña del Magistrado Elías Azar cuando buscó la reelección fue el de “Instalar cámaras en cada uno de los juzgados penales, como un método para combatir la corrupción.”
Hay que decir que no ha cumplido, y tal vez no sea por falta de presupuestos.
La historia de “Presunto Culpable” es muy interesante.
Ví el filme en una sala de Cinepolis semanas antes de que se estrenará; después de verlo un grupo de amigos casi todos abogados penalistas y algunos periodistas nos fuimos a charlar sobre el tema con un trago en la mesa; entre ellos estaba Rafael Heredia el abogado de la victima en el filme. Le dije Rafa te vas a ser famoso. Y así fue.
Y en efecto, una vez que el filme estuvo en las salas tuvo un fuerte impacto! Los medios ayudaron muchos. Y que bueno que se dio a conocer y que bueno que Alejandro Ramírez, empresario de la Cinepolis le dio amplia promoción. Sin este apoyo difícilmente hubiera estado tanto tiempo en pantalla. La Ley de cine es muy tacaña en ese tema. Me consta; y bueno el documental recaudó en su primera semana 6, 4 millones de pesos, con 128 mil espectadores; y en la tercera semana llegó a más de 1 millón de espectadores. Al final fueron miles y miles de gente la que la vieron, y lo comentaron y sobretodo voltearon a ver lo que sucede en los tribunales locales y federales.
 ¿Cómo están las cosas hoy?
Javier Quijano, abogado de los productores del filme dieron a conocer que en seis semanas –antes de que termine 2013- esperan la sentencia del juicio que se siguen en su contra por las acusaciones de daño moral promovidas por tres demandantes. Estos, exigen indemnizaciones por 3 mil millones de pesos! ¡Una locura!
Por su trascendencia el caso podría llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Creo que sería lo más conveniente. Otra vez nuestros grandes árbitros van a resolver un asunto que debe solucionar un juez que se preste de serlo. Pero bueno el quid del asunto tienen que ver con la constitución, concretamente con la interpretación de los artículos 6 y 7.
El juicio lo lleva hoy el juzgado civil 18 del TSJDF. Por cierto este martes 5 de noviembre se convirtió en un pequeño cine para exhibir el documental. Faltaron las palomitas. Pero el prietito en el arroz fue la actuación de la jueza Norma Muñoz Salgado quien ordenó que la audiencia fuera privada.
La pregunta es ¿por que? ¿qué temen? ¿Qué los balconeen?
La defensa de Roberto Hernández y Layda Negrete registró a periodistas como defensa legal para que se autorizara su ingreso. Ahí estuvieron de espectadores Denisse Mearker, Carmen Aristegui y Genaro Lozano, entre otros colegas. Eso si, en la audiencia no se permitieron fotos, video ni otro medio de reproducción por órdenes de la juzgadora.
¿Recibiría línea de su jefe Edgar Elías Azar? Sería esto muy grave, pero es posible.
Y es que existe el antecedente de las molestias que ha causado el filme al Poder Judicial, sobretodo al del Distrito Federal
También en el Poder Judicial Federal se pasan. Cabe recordar que, en marzo de 2012, una jueza federal ordenó que se dejara de distribuir y comercializar en DVD el filme mientras aguardan por el pronunciamiento de Gobernación que tendrá que analizar si el documental violenta o no el derecho a la privacidad de Víctor Daniel Reyes, quien a través de una demanda aseguró que él nunca autorizó a los directores para que su imagen fuera utilizada en el filme.
Nadie recuerda pero hay que decir que desde marzo de 2011 el Senado de la Republica exhortó a la "autoridad correspondiente" revisar el fallo respecto a la película Presunto Culpable. El presidente en turno de la Mesa Directiva del Senado, Francisco Arroyo Vieyra (PRI), pidió encontrar un equilibrio entre el derecho del quejoso y de los productores y guionistas a la libertad de expresión, que al final del día beneficia a los ciudadanos.  "Con todo respeto , fundamentalmente a la división de Poderes, a que realice una justa valoración, entre los derechos de las partes involucradas, esto es entre el derecho a la privacidad del ciudadano que se queja y exige la suspensión provisional y el interés público que significa la libertad de expresión"   .
Es necesario, explicó Arroyo, encontrar un "equilibrio" para que nuevamente se proyecte el documental, "que desgraciadamente exhibe las miserias del proceso judicial mexicano".
El Senado de la República pidió que en la búsqueda de una solución prevalezca el respeto a los derechos de la Constitución.
Vale la pena leer las consideraciones a la propuesta hechas por la entonces senadora perredista y actriz  María Rojo.
 ¡ El juez de Presunto Culpable fue exonerado y casi elevado a la categoría de Magistrado.
Al juez se le premio. ¿O como debemos interpretarlo?
 “Lo que sí les he dicho es que ningún productor de película ni nadie va a sancionar a un juez, aquí a los jueces los sancionamos nosotros...” Edgar Elías Azar
En junio de 2011 don Edgar Elías Azar respaldó el desempeño del juez Héctor Palomares Medina, luego de calificar que el documental “Presunto Culpable” es un material editado y mutilado que no muestra la realidad judicial del proceso que ventiló la cinta. Informó que para ratificar al impartidor de justicia analizaron expedientes que datan desde el 2005, además, 16 magistrados avalaron sus desempeño y desde su nombramiento como juez 26 penal, realizaron 24 visitas a su juzgado.
“La película ‘Presunto Culpable’ no constituye un elemento objetivo que permita valorar la conducta del juez Héctor Palomares, desde el punto de vista ético, en virtud de que el proyecto fílmico busca demostrar un punto de vista particular, por supuesto respetable, aunque no compartido”, dijo.
En conferencia de prensa, aceptó que el proceso para ratificar al juez Palomares fue inédito por la presión social que provocó el documental que ventila deficiencias y vicios en el sistema de justicia actual.
      Sesión privada en el TSJDF el 14 de marzo de 2011
Semanas antes hubo una reunión privada en el pleno del TSJF. El periodista Jenaro Villamil lo documento en el numero 1795 de la revista Proceso. Hay que precisar que entonces hubo discrepancias fuertes entre José Guadalupe Carrera Domínguez y Elías Azar por el trato que se le dio en el TSJDF al filme. Carrera Domínguez leyó en el pleno unas declaraciones del Magistrado Presidente  quien en una entrevista radial habría responsabilizó a Carrera Domínguez –quien fue presidente del TSJDF- de haber autorizado en su gestión que el juicio de Zúñiga Rodríguez fuera videograbado.
“Aquí no se trata de buscar responsables, de quién autorizó y quién no autorizó este filme. Yo creo que es una película que nos refleja las fallas del sistema y así debemos tratarla. Sí refleja las fallas del sistema”, subrayó Carrera Domínguez.
Y abundó: “Aquí lo importante es qué va a hacer el tribunal sobre ese particular. Yo le dije al señor presidente (Elías Azar) que no buscara un responsable sobre esa exhibición. Yo tengo el valor suficiente como para decir en cualquier momento cuáles han sido mis fallas, pero creo que en esta ocasión la información que dio el señor presidente pues no responde simplemente a su investidura, porque hace tres años muchos de nosotros votamos por él, consideramos que era la mejor persona que debía dirigir a esta institución, sobre todo defendiendo no solamente las funciones que realizan todos los jueces, sino la institución.”
En esa sesión Elías Azar se molestó por el escándalo generado por el documental: “Lo que sí les he dicho es que ningún productor de película ni nadie va a sancionar a un juez, aquí a los jueces los sancionamos nosotros y esa cuestión ha quedado muy clara y nos hemos dejado conducir un poco por eso. “Estoy esperando a que se enfríe el tema, yo le voy a pedir al juez que nos haga una exposición aquí en el pleno, a puerta cerrada, de qué fue lo que pasó con este asunto, si es que lo consideran ustedes útil, que la sala nos pueda exponer los razonamientos y sobre todo salir a decir que el tipo éste (el protagonista del documental) nunca fue absuelto, sino fue simplemente liberado por una duda razonable que encontró la sala del Tribunal Superior.” (Revista Proceso basada en la versión estenográfica de la sesión privada).
      Urge el código. EEA
Señala la nota de Villamil que “alarmado, Elías Azar abundó: “Lo que sí me urge es un código, nos urge un código, necesitamos un código. Esa es la posición que vamos a asumir el gobierno frente a la Asamblea Legislativa. En las dos reuniones que hemos tenido con las fracciones parlamentarias les dije exactamente lo mismo: se nos viene un tsunami encima.”
¡Y el código todavía no llega al Distrito Federal! Ni llegará.
Habrá uno, pero será procesal penal único para todo el país que se cocina hoy en el Senado. Y que estará avalado por varios especialistas.
Por cierto, la Comisión de Justicia del Senado de la República inició esta semana el análisis y evaluación del simulador que se aplicó al anteproyecto del nuevo Código a fin de detectar sus posibles inconsistencias, lagunas y contradicciones. En la simulación fueron “probados” en distintas representaciones videograbadas que simulan casos reales, con jueces, ministerios públicos, defensores y víctimas.
Todo muy bien. Pero señor Senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Comisión de Justicia ¿porque pedir apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Integral (USAID) para las simulaciones?  En voz baja se comenta mucho eso. Porque mejor no pedir el apoyo del Instituto Nacional de Ciencia Penales que dirige el joven Rafael Estrada Michel. O bien al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, o a las distintas universidades, Asociaciones, Barras, Colegios de Abogados, y sobretodo a  la Academia Mexicana de Ciencias Penales que dirige el Dr. Sergio García Ramírez.
Por cierto USAID también financió parte del filme de presunto culpable.
 Regreso al tema.
En aquella sesión privada del 14 de marzo, el magistrado Maurilio Domínguez Cruz advirtió: “Creo que hay que ver lo positivo. Lo que resalta este documental es la calidad de los jueces que tenemos. No todos son malos, hay excelentes, pero si hacemos un estudio de toda la secuencia procesal que vemos en el documental sí advertimos varias deficiencias fundamentales del juez. Una de ellas, el no darse a respetar y el ponerse al tú por tú con la defensa. ¿Qué no le enseñaron eso en procesal, en los cursos que dan para formación?... ¿Cómo es posible que el juez anule la garantía de defensa y quede videograbado?...”
O sea...
Pero bueno semanas después  -, 29 de junio- los señores magistrados exoneraror al juez Juan Héctor Palomares de toda culpa que hubiera cometido. O sea, lo que vimos en el filme no existió. Y casi casí los productores del filme deberían de pedir perdón al sr. Juez por haberlo balconeado.
¡Habráse visto!
Una Comisión de Magistrados analizó si la conducta del juez Palomares cumplió con los principios particulares para magistrados y jueces que establece el Código de Ética del TSJDF y emitió un exordio* sobre el Juez de "Presunto Culpable".
Resolvió la Comisión compuesta por 16 magistrados:
“Con fundamento en lo anterior esta Comisión a verdad sabida y buena fe guardada emite las siguientes conclusiones.
PRIMERA: La película “Presunto Culpable” no constituye un elemento objetivo que permita valorar la conducta del juez Héctor Palomares Medina desde el punto de vista ético, en virtud de que, como se ha mencionado, el trayecto fílmico busca demostrar un punto de vista particular, por supuesto respetable aunque no compartido, respecto de la situación de la procuración y administración de justicia en nuestro país y por lo tanto constituye un documento narrativo con propósitos específicos que no guardan imparcialidad respecto de ninguno de los elementos ahí presentados y mediáticamente juzgados.
Segunda: Del análisis integral de los elementos con los que esta Comisión contó, el juez Héctor Palomares Medina no mostró, ninguna conducta que obligue a efectuar un reproche ético.
Tercera. El señor juez Héctor Palomares Medina no despliega una conducta para crear la convicción de que ejerce su función judicial de manera indebida, ineficaz o inapropiada.
Cuarta: No obstante lo anterior, esta Comisión emite una recomendación general a jueces y magistrados para que fortalezcan los principios éticos en su actuar judicial, debiendo subrayar que su conducta no sólo se limita a las actuaciones judiciales sino también aquellas manifestaciones de su proceder, en las que se debe hacer resaltar la dignidad del juzgador, enarbolando los principios que animan la carrera judicial de este Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y que se traducen en el concreto actuar en el ejercicio de la autoridad que debe privar en la conducción del proceso para que con firmeza y, al par, cortesía y respeto para las partes, indague la verdad, fundamento básico en el que se concretiza el apotegma latino “veritas facti veritates ius:”, la verdad de los hechos es la verdad del derecho.
Así lo consideró la Comisión de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, a los veintinueve días del mes de junio de dos mil once.”
   ¿La verdad de los hechos es la verdad del derecho?
En su dictamen los señores magistrados cometieron un error. Dejaron correr como si el dictamen hubiera sido avalado por las Barra Mexicana, Colegio de Abogados.
Dicen en su dictamen de exordio:
“Con estas bases de actuación esta Comisión entra al estudio de la película en cuestión no sin antes manifestar la presencia en su seno de distinguidos juristas y catedráticos de Colegios, Barras de Abogados y Universidades invitados para el análisis específico de este asunto. Desde luego el análisis valoración y la conclusión de este trabajo es de la responsabilidad exclusiva de los integrantes de la Comisión de Ética de este Tribuna..”
Una semana después de emitirse el dictamen. La Barra Mexicana, Colegio de Abogados emitió un comunicado “La Barra Mexicana, Colegio de Abogados desmiente categóricamente que haya avalado a través de su representación en la Comisión de Ética del Consejo de la Judicatura del D.F., la ratificación de dicho juzgador (juez Héctor Palomares Medina”.
Miguel Ángel Granados Chapa comentó el caso en su columna Plaza Publica del día 11 de julio de 2011; escribió: “Discutible de suyo, la determinación del consejo local fue acompañada de una mentira, rápidamente encarada por una de las principales organizaciones de postulantes en nuestro país, la Barra Mexicana, colegio de abogados”.
La verdad es que el dictamen no dice que fue avalado por la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, sino por “distinguidos juristas y catedráticos de Colegios, Barras de Abogados y universidades invitados..”
Eso si nunca supimos quienes fueron esos distinguidos juristas consultados.
¿Quienes fueron? ¿Emitieron una opinión por escrito?
Tenemos derecho a saberlo.
      Un código de ética añejo
Por cierto. Supuestamente la Comisión de Ética tuvo la tarea de revisar más de 350 horas de grabación para obtener un marco de referencia que les permitiera definir si el juez 26 penal actuó erróneamente. Al mismo tiempo, realizaron visitas de supervisión al juzgado, donde constató que no había rezago en los expedientes y sometió a exámenes de conocimiento al impartidor de justicia, los cuales aprobó casi con 10. Por lo que el Juez Palomares Medina terminará su nuevo periodo hasta junio de 2017, y quizá antes llegue a ser Magistrado, y porque no Presidente del Tribunal una vez que don Edgar deje el cargo de Magistrado Presidente.
Debemos decir que qué bueno que existe un código de ética en el Poder Judicial del DF, pero me late que es viejo y que debe actualizarse; data de 2004. Ahora bien el Poder Judicial del DF forma parte de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justica AC (AMIJ). Dicha asociación civil tienen una Carta de derechos y obligaciones de los usuarios de la justicia en México, y uno de ellos dice:
A) Son derechos de los usuarios de la justicia:
2. Recibir información pública general y actualizada sobre el funcionamiento de los órganos que imparten justicia en México, de acuerdo con los procedimientos y las normas que se prevean para tal efecto, sin que pueda aducirse la falta de estos procedimientos como sustento de la negativa para el acceso a la información.
3. Conocer el contenido y estado de los procesos en los que se acredite un interés legal. En este caso, los usuarios tendrán acceso a documentos, libros, archivos y registros judiciales que no tengan carácter de reservados por disposición legal; así mismo podrán utilizar los medios electrónicos que permitan el acceso al contenido de los procesos; la autoridad determinará la procedencia de la solicitud de conformidad con las normas aplicables en cada caso....
14. Los órganos jurisdiccionales adoptarán las disposiciones oportunas y proveerán los medios necesarios para garantizar la efectividad y el pleno respeto de los derechos consignados en esta Carta.”
Al margen:
Si alguien quiere saber más dice el dictamen de la Comisión que exonero al juez Palomares, dice el exordio:
“Consecuentemente no resulta ajeno a este  Comité lo acontecido con la exhibición de la película “Presunto Culpable”, que ha calado hondo en la consciencia de la ciudadanía en general y que se ha constituido en un referente obligado para legos y especialistas en el quehacer de la impartición de justicia.
Se hacía indispensable que siendo la película el instrumento mediante el cual se emita un juicio de carácter jurídico ético y de reproche social de las conductas de los actores principales de este drama de la vida real, la Comisión de Ética analizara preferentemente la conducta del juzgador, a través de los principios morales que él como todos los demás jueces y magistrados, se obligó a respetar.
La ética práctica reviste un instrumento de vital importancia en el autocontrol de la autoridad de los jueces, su implementación solamente puede realizarse dentro de una sociedad democrática y en consecuencia deben privar en su ejecución, entre otros fundamentos, la transparencia, la libertad de expresión y la rendición de cuentas de los operadores jurídicos frente a la sociedad.
Es por ello que esta Comisión celebra el ambiente de libertad que permite que existan películas como la que se comenta, en tanto propicia la participación de la ciudadanía en el seguimiento y rendición de cuentas de los servidores públicos. 
Finalmente celebra que el tribunal se auto obligue frente a la ciudadanía a emitir una opinión firme, serena y fundada en torno a uno de sus integrantes el c. juez  Héctor Palomares Medina.
La comisión de ética desea dejar constancia que las opiniones, valoraciones y juicios que contiene este documento en relación al juez, involucra y obliga a todos los jueces y magistrados del tribunal; lo que de él se señala debe servir de guía o fundamento según el caso, de la actuación de todo juzgador.
Con estas bases de actuación esta Comisión entra al estudio de la película en cuestión no sin antes manifestar la presencia en su seno de distinguidos juristas y catedráticos de Colegios, Barras de Abogados y Universidades invitados para el análisis específico de este asunto. (No dice quienes son esos distinguidos juristas y de que Colegios y barras de abogados participaron*) Desde luego el análisis valoración y la conclusión de este trabajo es de la responsabilidad exclusiva de los integrantes de la Comisión de Ética de este Tribunal.
Desarrollo y análisis del tema
1.- Con fundamento en los artículos 1, 3 y 4 del Código de Ética, esta Comisión  es competente para emitir una opinión sobre el desempeño ético del C. Juez Vigésimo Sexto Penal, Héctor Palomares Medina, desplegado en las imágenes de la película donde se dibuja la instrucción de la causa penal 327/2005, seguida en contra de José Antonio Zúñiga Rodríguez, por el delito de homicidio calificado.
El desglose sintético de los hechos en cuestión es como sigue:
·        En un primer proceso el Juez Palomares dictó sentencia en contra de José Antonio Zúñiga Rodríguez, declarándolo culpable del delito de homicidio e imponiéndole una pena de veinte años y meses de prisión.
·        En contra de dicha sentencia el procesado promovió recurso de reposición, puesto que la persona que actuó como su defensor en la causa, carecía de título profesional como licenciado en Derecho.
·        El Tribunal de Alzada ordenó la reposición del procedimiento.
·         Nuevamente se turnaron los autos al Juez Palomares, a efecto de que conociera dicha causa.
·        El proceso repuesto se tramitó en todas sus etapas y el Juez Palomares, volvió a dictar sentencia de condena, imponiendo la misma para el procesado, que en la causa anterior, es decir veinte años y meses más de prisión.
·        En contra de dicha resolución el procesado promovió el recurso de apelación y el Tribunal de Alzada revocó la sentencia apelada al considerar que existía una duda razonable respecto a la culpabilidad del procesado, es decir nunca fue declarado inocente.
2.- La Comisión utilizó,  para el estudio del presente caso en principio, la película “Presunto Culpable” en la que el juez citado juega un papel preponderante y del cual debíamos pronunciarnos. Se desprendió de las primeras reflexiones de este órgano colegiado que la película “Presunto Culpable” no podía ni debía ser empleada como el único elemento para juzgar la conducta ética del juez de la causa, al constituir un instrumento inacabado e insuficiente para ese propósito. Es así que recurrió al análisis de los autos contenidos en el expediente de la causa, elemento fundamental de valoración ética, en tanto que los principios éticos que animan la actuación del juez en lo general deben reflejarse en las distintas etapas de su actuación como juzgador, es decir, tanto durante el proceso como en la sentencia, lo que implica efectuar el análisis de dichas actuaciones no desde el punto de vista técnico jurídico, sino ético moral.
Finalmente se analizó además el documento que el propio Juez Palomares elaboró y que fue entregado a esta Comisión por la presidencia del Tribunal.
3.- La opinión vertida por esta Comisión se circunscribe al actuar ético del juez, sin pronunciarse sobre los aspectos meramente jurídicos o de legalidad de la sentencia que recayó a la causa penal en comento, con fecha 25 de febrero de 2008. En efecto, esa atribución correspondió exclusivamente a la Quinta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, tanto en su papel de tribunal de alzada en la causa particular, como en una opinión que la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal le solicitó a petición de esta Comisión de Ética.
En respuesta a dicha solicitud, la Quinta Sala Penal, en informe de fecha 5 de mayo de 2011, opinó que el juez consideró todos los elementos de prueba que conforman la causa de manera adecuada, y los nuevos medios de prueba aportados en la reposición del procedimiento fueron analizados y valorados dentro de los lineamientos que marca la ley. Con este antecedente, que no es menor para ponderar dentro del razonamiento que motiva la presente opinión,  lo procedente es analizar si el actuar ético del juez se adecuó a los principios éticos contenidos en el Código de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
4.- Es pertinente analizar si la conducta del juez Héctor Palomares Medina cumplió con los principios particulares para magistrados y jueces que establece el Código de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Respecto al principio de imparcialidad, que señala que el juez debe evitar conductas que lo vinculen o relacionen con las partes de los juicios de su conocimiento o conceder ventajas indebidas a alguna de ellas, es el parecer de esta Comisión que en el caso particular no se observaron elementos que permitan concluir la violación de este principio en la actuación del juez Héctor Palomares Medina.
Respecto al principio de Independencia, que señala que el juez debe actuar en la emisión de sus decisiones conforme a derecho en el caso concreto, sin someterse a sugerencias externas y poner en conocimiento de la instancia competente cualquier situación que a su criterio pueda afectar la independencia o transparencia de su decisión, es el parecer de esta Comisión que en el caso particular no se observaron elementos que permitan concluir la violación de este principio en la actuación del juez Héctor Palomares Medina.
Respecto al principio de objetividad, que señala que el juez debe emitir sus resoluciones conforme a derecho, sin que se involucre su modo de pensar o de sentir, alejándose de cualquier prejuicio o aprehensión, es el parecer de esta Comisión que en el caso particular no se observaron elementos que permitan concluir la violación de este principio en la actuación del juez Héctor Palomares Medina.
5.- Es menester estudiar la conducta del juez respecto de los principios generales establecidos en el Código de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. De los elementos con los que se cuentan se desprende que el juez Héctor Palomares Medina, en el caso específico, no violó los principios de Aptitud, Colaboración, Confidencialidad, Compromiso de Superación, Ejercicio adecuado del cargo, Equidad, Honradez, Independencia de criterio, Justicia, Legalidad, Obediencia, Obligación de denunciar, Puntualidad, Prudencia, Responsabilidad, Templanza, Tolerancia, Transparencia, uso adecuado de los bienes y recursos, uso adecuado del tiempo de trabajo y veracidad.
En lo que respecta al principio de Excelencia, relacionado con los principios de Prudencia y Tolerancia, que exigen mostrar en todo momento la calidad en el trabajo desempeñado, resaltando la eficacia y la eficiencia en la función desempeñada por el ejercicio de su cargo, obrar con sensatez para formar juicio y tacto para hablar; y actuar con indulgencia, comprensión, paciencia y calma, es el parecer de esta Comisión que en el caso específico el juez Héctor Palomares Medina, en las escenas que tuvimos a la vista, se pretende resaltar la falta de seriedad, indulgencia y atención a las partes sin embargo, lo anterior se desprende de la película y no de los autos, lo que implica  de nuevo un conocimiento parcial a causa de la edición que necesariamente tuvo la pieza cinematográfica y por ende debemos tomarla con la cautela que amerita el buen juicio.
En particular, aún cuando en la película se sostiene que el juez Palomares no permitió al abogado defensor interrogar libremente a los testigos, de los autos se desprende claramente lo contrario, es decir, al defensor se le permitió cuestionar a los testigos tanto como sus intereses convino. Por lo tanto, lo que observa esta Comisión es que, el realizador de la película, partiendo de un hecho particular pretende juzgar la generalidad no del  proceso en cuestión sino de todo el sistema de justicia.
6.- Es pertinente analizar la idoneidad de la película “Presunto Culpable”, como materia de juicio del comportamiento ético del Juez Héctor Palomares Medina. No escapa a la atención de esta Comisión la importancia mediática que a nivel nacional e inclusive internacional ha tenido la película en comento. Es por ello que, sin hacer un pronunciamiento sobre la conducta de ninguna de las personas involucradas en la realización de la película, lo que escaparía a las atribuciones de este órgano, se debe analizar de manera objetiva si la pieza cinematográfica proporciona información relevante y suficiente para ser prueba plena de la conducta ética o falta de ética del funcionario judicial.
Es evidente que se trata de una película y no de un documental meramente descriptivo, exento de juicios de valor, puesto que existe una edición muy cuidada y utilización de recursos propios de la técnica cinematográfica, como uso de planos, perspectivas y musicalización, que dan al largometraje una intención narrativa más que puramente descriptiva.
A mayor abundamiento, es manifiesto que dicha película tiene por objeto poner en evidencia lo que, en su criterio, constituyen una serie de defectos y deficiencias que padece la procuración e impartición de justicia en el Distrito Federal. Por ello y como es comprensible en este tipo de documentos fílmicos, el armado o estructura de los mismos obedece a un guión específico y únicamente emplea las escenas o momentos registrados (en este caso de las más de 300 horas de filmación de las que dicen los productores haber realizado) que permitan ratificar o demostrar su punto de vista.
En efecto, el documental o película en cuestión plantea un punto de vista particular respecto de la manera en la que fue sustanciado un caso de homicidio ante un juez penal del Distrito Federal. Se puede o no estar de acuerdo con esa perspectiva, con base en la libertad de expresión de que hacen uso los realizadores y productores de dicho documental.
Sorprende la falta de claridad en las fuentes de las que se derivan las estadísticas y porcentajes mostrados en múltiples ocasiones a lo largo de la película. Esta situación, que brinda agilidad y espectacularidad teatral para mantener la atención del espectador y provocar su indignación, imposibilita a esta Comisión tomar en cuenta los números mostrados para cualquier efecto.
En suma, los méritos mercadológicos de la película “Presunto Culpable” son incuestionables; sus méritos artísticos opinables; (empero) su valor como material serio de juicio de la conducta de un servidor público es sumamente limitado, así como su ineptitud para emitir un juicio completo y objetivo, esto en virtud de las diversas imprecisiones e inexactitudes que presenta; ello se hace evidente, por ejemplo, en la escena en la que el testigo de cargo afirma que ignoraba que se hubiera practicado la prueba de Walker al inculpado (para identificar residuos de pólvora) y que hubiera resultado negativa, así como cuando afirma no haber visto que el procesado disparó en contra de su primo, si se toma en cuenta que el propio testigo de cargo NUNCA refirió que el procesado haya disparado, siendo que esta situación no formó parte de los elementos de convicción que llevaron al juez a tomar su determinación, porque el testigo lo que sostuvo durante todo el procedimiento fue que el procesado iba con el grupo de personas que agredieron a su primo.
                                                                                  
Esta Comisión es consciente de la importancia que tienen sus determinaciones como figura de orientación y autoridad en materia ética, para coadyuvar en las decisiones de los órganos responsables de dictaminar si un servidor público judicial cuenta con las calidades necesarias técnicas, éticas y legales para acceder a un cargo o permanecer en él. Así, en el caso analizado este órgano concluye que el juez Héctor Palomares Medina no mostró en su proceder ninguna conducta de gravedad que permita hacer un reproche ético y de la gravedad suficiente para crear la convicción de que ejerce su función judicial de manera indebida, ineficaz o inapropiada.”

Y ahí cerraron el caso.

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