Premia José Elías Romero Apis, presidente de la Academia Nacional AC al general secretario con la gran orden de la Reforma en grado de collar..
“No debemos consentir a quienes por intereses mezquinos, personales o de grupo amenazan la paz y seguridad interior, promueven la degradación y descomposición del tejido social, a quienes agreden a las instituciones, a quienes violentan el Estado de derecho”, dijo el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda.
¡Somos los primeros en guardar y cumplir la ley!... con ello, pugnamos por fortalecer el estado de derecho.
“No debemos consentir a quienes por intereses mezquinos, personales o de grupo amenazan la paz y seguridad interior, promueven la degradación y descomposición del tejido social, a quienes agreden a las instituciones, a quienes violentan el Estado de derecho”, dijo el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda.
¡Somos los primeros en guardar y cumplir la ley!... con ello, pugnamos por fortalecer el estado de derecho.
Al
recibir el galardón el general secretario aseguró que “los actos de quienes infrinjan la ley y violenten los
derechos fundamentales serán siempre llevados ante las instancias jurídicas
correspondientes”.
Discurso textual, durante la imposición de la condecoración “GRAN ORDEN DE LA REFORMA” en “RANGO DE HONOR”, realizada en la 2/a. Sección del Bosque de Chapultepec, México, D.F.
Licenciado JOSÉ ELÍAS ROMERO APIS, Presidente de la Academia Nacional.
Honorables Vicepresidentes Ejecutivos y Consejeros Nacionales de la Academia.
Distinguidos integrantes de la misma.
Representantes de los medios de comunicación.
Damas y caballeros, invitados especiales.
Compañeros de armas.
Buenas tardes.
Es para mí un gran honor y enorme satisfacción encontrarme con este selecto grupo de mujeres y hombres, que forman parte de una de las asociaciones más prestigiadas del país: La Academia Nacional.
Institución que congrega a personas dedicadas a la investigación, al análisis y a la reflexión positiva sobre la relación que existe, en este tiempo, entre los valores fundamentales de la humanidad y los problemas que esta enfrenta en lo político, lo económico, lo social, lo tecno-científico, lo jurídico y lo cultural.
Al recordar las palabras expresadas por el Benemérito de las Américas, Don BENITO JUÁREZ, “la constancia y el estudio hacen a los hombres grandes, y los hombres grandes son el porvenir de la patria”, nos permite confirmar la importancia que ha tenido y tiene el ejercicio académico en el desarrollo de los pueblos.
Así como JUÁREZ, otros grandes pensadores, ilustres, letrados, reformadores, (valientes todos) defendieron ideales, principios, las mejores causas de México, generando conciencia crítica; fomentando responsabilidad social; e infundiendo carácter necesario para generar propuestas y aplicar soluciones a los problemas del país.
Significativas aportaciones que guiaron el pensamiento y el actuar de buenos mexicanos.
Estos ciudadanos decidieron firmemente, anteponer sobre cualquier otro interés, la aspiración, el proyecto y la construcción nacional, para heredarnos una mejor patria, libre, soberana y democrática.
La historia es la mejor cátedra que nos ilustra, que nos orienta, que nos nutre para profundizar sobre quiénes somos, de dónde venimos, hacia donde vamos... y qué México queremos.
Este devenir no ha sido fácil; muchos episodios dan cuenta de cómo se ha puesto a prueba la voluntad social y la fortaleza de las instituciones.
Episodios, que han dejado claro ejemplo de efectos y desenlaces funestos y tristes, que ocasionan: pobreza, ignorancia, quebrantamiento de la ley, impunidad, corrupción, desunión, deslealtad y traición.
México vive grandes retos que involucran a algunos de estos antagonismos, desafíos que no son los primeros ni serán los últimos, como tampoco será la primera ni la última vez que sociedad, gobiernos (así en plural) y fuerzas armadas, los afrontemos con entereza, determinación y valentía.
Hemos aprendido que para superar adversidades, debemos mantenernos juntos ¡con el mismo espíritu!, ¡con el mismo ideal!... ¡con compromiso!... ¡con férreo servicio a la patria!
¡Es así como se forjan las grandes naciones!
¡Es momento oportuno para que continuemos firmes y cada uno de nosotros cumpla con el deber que la nación le exige!
Bajo esta premisa, los soldados compartimos el elevado precepto que comulga esta academia: “Nadie se basta a sí mismo”, que enfatiza la unión, el servicio a los demás, sin interés personal o exclusivo.
Señoras y señores:
Si nos preciamos de ser mexicanos (mexicanos de bien) coadyuvemos a evitar lastres que impiden al país liberar su verdadero potencial.
No debemos consentir a quienes (por intereses mezquinos, personales o de grupo) amenazan la paz y seguridad interior; promueven la degradación y descomposición del tejido social; a quienes agreden a las instituciones, ¡a quienes violentan el estado de derecho!
Hoy, de manera individual y colectiva debemos preguntarnos:
¿Qué estamos haciendo por la patria?
¿Qué país pensamos dejar a los mexicanos del mañana?
En concreto, ¿qué México queremos?
Es imprescindible que cada ciudadano en su quehacer diario, se comprometa con nuestra grandiosa nación, en el rumbo que ha trazado nuestro Presidente, el Ciudadano ENRIQUE PEÑA NIETO, mediante las grandes metas nacionales: un México en paz, incluyente, con educación de calidad, próspero y con responsabilidad global.
Objetivos claros que están permitiendo que el país avance con firmeza; de ello, existen evidencias fehacientes.
En este propósito, las Fuerzas Armadas coadyuvamos con prestancia y determinación; apoyando a los tres niveles de gobierno.
He reiterado:
Que sin el esfuerzo y trabajo de todos; sin asumir cada quien sus obligaciones; sin aceptar una verdadera responsabilidad con México, ¡estaremos condenados a seguir lamentándonos por todo!
Cambiemos ese lamento, el falso señalamiento, la crítica sin sustento y el juicio infundado, por el compromiso, por la unión, por el trabajo, por una genuina voluntad republicana, por una granítica cohesión social.
¡Pensar o decir que no se puede hacer algo por la patria, es negar nuestra creencia en México!, ¡es negar nuestra esencia misma de amor por la patria!
¡Cambiemos por México!
Insisto:
¡Todos somos responsables!, porque todos vamos en la misma ruta del porvenir, que dará a los mexicanos más grandeza, ¡más prosperidad!
Licenciado JOSÉ ELÍAS ROMERO APIS, distinguidos integrantes de la academia nacional:
En nombre de las mujeres y hombres que visten con orgullo el uniforme de la República, es altamente satisfactorio recibir “LA GRAN ORDEN DE LA REFORMA, en rango de honor y en grado de collar”.
Presea que recibo como reconocimiento al esfuerzo incansable de miles de marinos, soldados y pilotos, que cumplieron y cumplen con su deber en todo el territorio nacional, en todo tiempo y en cualquier circunstancia; militares entregados, dispuestos a ofrecer el máximo sacrificio para proteger a cualquier ciudadano, aún sin conocerlo.
Para todos ellos, mexicanos en uniforme militar y a sus respetables familias mi más amplio, sublime y significativo reconocimiento.
¡Sin duda, esos militares son los principales merecedores de este galardón!
Esta divisa nos motiva e impulsa para seguir cumpliendo férreamente nuestras misiones sustantivas, en aras de salvaguardar la soberanía y la seguridad interior de la federación.
Con esta convicción, contribuimos para hacer frente a los actuales riesgos y amenazas que atentan nuestra seguridad nacional, como: los desastres naturales; la delincuencia organizada; la ciberseguridad, entre otros.
Con total acatamiento a nuestra carta magna y bajo las órdenes de nuestro Comandante Supremo, nos mantenemos congruentes, disciplinados e institucionales, para actuar con absoluto apego a la ley e irrestricto respeto a los derechos fundamentales.
En su gen doctrinario, el soldado busca hacer siempre lo correcto, lo necesario; siempre da más allá de lo que se le pide, de lo que se le demanda; es así, porque su conciencia moral le exige cumplir con su deber, ¡no con tibieza, ni por fórmula!, sino encontrando en su propio honor, el estímulo para cumplirlo con exceso.
La sociedad demanda que seamos baluarte de su protección; no somos algo aparte de ella, ¡nacimos del pueblo!, ¡estamos para servir al pueblo!, ¡somos el pueblo mismo en uniforme!
¡Somos los primeros en guardar y cumplir la ley!... con ello, pugnamos por fortalecer el estado de derecho.
En la observancia de este precepto no hay puntos medios, por ello quiero ser enfático: no toleraremos en nuestras filas a quienes por acción u omisión, atenten contra la vida, la seguridad, la integridad y el patrimonio de las personas.
Los actos de quienes infrinjan la ley y violenten los derechos fundamentales, serán siempre llevados ante las instancias jurídicas correspondientes, para que sean ellas y solo ellas, las que determinen lo conducente.
Al mismo tiempo preciso: la Secretaría de la Defensa Nacional velará para que cualquiera de sus elementos involucrados en este tipo de circunstancias, reciba trato y un juicio justo como lo establecen las normas.
Las Fuerzas Armadas, seguirán acompañando a México, con honor, lealtad y compromiso.
¡Aspiramos a continuar siendo un ejército de disciplina, de profundas convicciones éticas; un ejército que todos los días reafirma su entrega con la patria!
¡Aspiramos a seguir siendo un pilar fundamental del desarrollo nacional!
¡Sin titubeos, sin confusiones, sin reservas!
Agradezco nuevamente a todos ustedes (dignos integrantes de la academia nacional) ¡la distinción que hacen a los soldados de la República!
A todas y a todos muchas gracias por su atención.
Muchas gracias.
#
Ante miembros de las Fuerzas Armadas y de la propia Academia Nacional, entre sus miembros se destacan el general Rafael Macedo de la Concha, Marisela Morales, el gobernador Rafael Moreno Valle.
A su vez, el presidente de la Academia Nacional, José Elías Romero, sostuvo que esta condecoración fue entregada con la intensión de diferenciar a los hombres honorables del país de aquellos que se dedican a lastimarlo y a violentarlo.
Discurso textual, durante la imposición de la condecoración “GRAN ORDEN DE LA REFORMA” en “RANGO DE HONOR”, realizada en la 2/a. Sección del Bosque de Chapultepec, México, D.F.
Licenciado JOSÉ ELÍAS ROMERO APIS, Presidente de la Academia Nacional.
Honorables Vicepresidentes Ejecutivos y Consejeros Nacionales de la Academia.
Distinguidos integrantes de la misma.
Representantes de los medios de comunicación.
Damas y caballeros, invitados especiales.
Compañeros de armas.
Buenas tardes.
Es para mí un gran honor y enorme satisfacción encontrarme con este selecto grupo de mujeres y hombres, que forman parte de una de las asociaciones más prestigiadas del país: La Academia Nacional.
Institución que congrega a personas dedicadas a la investigación, al análisis y a la reflexión positiva sobre la relación que existe, en este tiempo, entre los valores fundamentales de la humanidad y los problemas que esta enfrenta en lo político, lo económico, lo social, lo tecno-científico, lo jurídico y lo cultural.
Al recordar las palabras expresadas por el Benemérito de las Américas, Don BENITO JUÁREZ, “la constancia y el estudio hacen a los hombres grandes, y los hombres grandes son el porvenir de la patria”, nos permite confirmar la importancia que ha tenido y tiene el ejercicio académico en el desarrollo de los pueblos.
Así como JUÁREZ, otros grandes pensadores, ilustres, letrados, reformadores, (valientes todos) defendieron ideales, principios, las mejores causas de México, generando conciencia crítica; fomentando responsabilidad social; e infundiendo carácter necesario para generar propuestas y aplicar soluciones a los problemas del país.
Significativas aportaciones que guiaron el pensamiento y el actuar de buenos mexicanos.
Estos ciudadanos decidieron firmemente, anteponer sobre cualquier otro interés, la aspiración, el proyecto y la construcción nacional, para heredarnos una mejor patria, libre, soberana y democrática.
La historia es la mejor cátedra que nos ilustra, que nos orienta, que nos nutre para profundizar sobre quiénes somos, de dónde venimos, hacia donde vamos... y qué México queremos.
Este devenir no ha sido fácil; muchos episodios dan cuenta de cómo se ha puesto a prueba la voluntad social y la fortaleza de las instituciones.
Episodios, que han dejado claro ejemplo de efectos y desenlaces funestos y tristes, que ocasionan: pobreza, ignorancia, quebrantamiento de la ley, impunidad, corrupción, desunión, deslealtad y traición.
México vive grandes retos que involucran a algunos de estos antagonismos, desafíos que no son los primeros ni serán los últimos, como tampoco será la primera ni la última vez que sociedad, gobiernos (así en plural) y fuerzas armadas, los afrontemos con entereza, determinación y valentía.
Hemos aprendido que para superar adversidades, debemos mantenernos juntos ¡con el mismo espíritu!, ¡con el mismo ideal!... ¡con compromiso!... ¡con férreo servicio a la patria!
¡Es así como se forjan las grandes naciones!
¡Es momento oportuno para que continuemos firmes y cada uno de nosotros cumpla con el deber que la nación le exige!
Bajo esta premisa, los soldados compartimos el elevado precepto que comulga esta academia: “Nadie se basta a sí mismo”, que enfatiza la unión, el servicio a los demás, sin interés personal o exclusivo.
Señoras y señores:
Si nos preciamos de ser mexicanos (mexicanos de bien) coadyuvemos a evitar lastres que impiden al país liberar su verdadero potencial.
No debemos consentir a quienes (por intereses mezquinos, personales o de grupo) amenazan la paz y seguridad interior; promueven la degradación y descomposición del tejido social; a quienes agreden a las instituciones, ¡a quienes violentan el estado de derecho!
Hoy, de manera individual y colectiva debemos preguntarnos:
¿Qué estamos haciendo por la patria?
¿Qué país pensamos dejar a los mexicanos del mañana?
En concreto, ¿qué México queremos?
Es imprescindible que cada ciudadano en su quehacer diario, se comprometa con nuestra grandiosa nación, en el rumbo que ha trazado nuestro Presidente, el Ciudadano ENRIQUE PEÑA NIETO, mediante las grandes metas nacionales: un México en paz, incluyente, con educación de calidad, próspero y con responsabilidad global.
Objetivos claros que están permitiendo que el país avance con firmeza; de ello, existen evidencias fehacientes.
En este propósito, las Fuerzas Armadas coadyuvamos con prestancia y determinación; apoyando a los tres niveles de gobierno.
He reiterado:
Que sin el esfuerzo y trabajo de todos; sin asumir cada quien sus obligaciones; sin aceptar una verdadera responsabilidad con México, ¡estaremos condenados a seguir lamentándonos por todo!
Cambiemos ese lamento, el falso señalamiento, la crítica sin sustento y el juicio infundado, por el compromiso, por la unión, por el trabajo, por una genuina voluntad republicana, por una granítica cohesión social.
¡Pensar o decir que no se puede hacer algo por la patria, es negar nuestra creencia en México!, ¡es negar nuestra esencia misma de amor por la patria!
¡Cambiemos por México!
Insisto:
¡Todos somos responsables!, porque todos vamos en la misma ruta del porvenir, que dará a los mexicanos más grandeza, ¡más prosperidad!
Licenciado JOSÉ ELÍAS ROMERO APIS, distinguidos integrantes de la academia nacional:
En nombre de las mujeres y hombres que visten con orgullo el uniforme de la República, es altamente satisfactorio recibir “LA GRAN ORDEN DE LA REFORMA, en rango de honor y en grado de collar”.
Presea que recibo como reconocimiento al esfuerzo incansable de miles de marinos, soldados y pilotos, que cumplieron y cumplen con su deber en todo el territorio nacional, en todo tiempo y en cualquier circunstancia; militares entregados, dispuestos a ofrecer el máximo sacrificio para proteger a cualquier ciudadano, aún sin conocerlo.
Para todos ellos, mexicanos en uniforme militar y a sus respetables familias mi más amplio, sublime y significativo reconocimiento.
¡Sin duda, esos militares son los principales merecedores de este galardón!
Esta divisa nos motiva e impulsa para seguir cumpliendo férreamente nuestras misiones sustantivas, en aras de salvaguardar la soberanía y la seguridad interior de la federación.
Con esta convicción, contribuimos para hacer frente a los actuales riesgos y amenazas que atentan nuestra seguridad nacional, como: los desastres naturales; la delincuencia organizada; la ciberseguridad, entre otros.
Con total acatamiento a nuestra carta magna y bajo las órdenes de nuestro Comandante Supremo, nos mantenemos congruentes, disciplinados e institucionales, para actuar con absoluto apego a la ley e irrestricto respeto a los derechos fundamentales.
En su gen doctrinario, el soldado busca hacer siempre lo correcto, lo necesario; siempre da más allá de lo que se le pide, de lo que se le demanda; es así, porque su conciencia moral le exige cumplir con su deber, ¡no con tibieza, ni por fórmula!, sino encontrando en su propio honor, el estímulo para cumplirlo con exceso.
La sociedad demanda que seamos baluarte de su protección; no somos algo aparte de ella, ¡nacimos del pueblo!, ¡estamos para servir al pueblo!, ¡somos el pueblo mismo en uniforme!
¡Somos los primeros en guardar y cumplir la ley!... con ello, pugnamos por fortalecer el estado de derecho.
En la observancia de este precepto no hay puntos medios, por ello quiero ser enfático: no toleraremos en nuestras filas a quienes por acción u omisión, atenten contra la vida, la seguridad, la integridad y el patrimonio de las personas.
Los actos de quienes infrinjan la ley y violenten los derechos fundamentales, serán siempre llevados ante las instancias jurídicas correspondientes, para que sean ellas y solo ellas, las que determinen lo conducente.
Al mismo tiempo preciso: la Secretaría de la Defensa Nacional velará para que cualquiera de sus elementos involucrados en este tipo de circunstancias, reciba trato y un juicio justo como lo establecen las normas.
Las Fuerzas Armadas, seguirán acompañando a México, con honor, lealtad y compromiso.
¡Aspiramos a continuar siendo un ejército de disciplina, de profundas convicciones éticas; un ejército que todos los días reafirma su entrega con la patria!
¡Aspiramos a seguir siendo un pilar fundamental del desarrollo nacional!
¡Sin titubeos, sin confusiones, sin reservas!
Agradezco nuevamente a todos ustedes (dignos integrantes de la academia nacional) ¡la distinción que hacen a los soldados de la República!
A todas y a todos muchas gracias por su atención.
Muchas gracias.
#
Ante miembros de las Fuerzas Armadas y de la propia Academia Nacional, entre sus miembros se destacan el general Rafael Macedo de la Concha, Marisela Morales, el gobernador Rafael Moreno Valle.
A su vez, el presidente de la Academia Nacional, José Elías Romero, sostuvo que esta condecoración fue entregada con la intensión de diferenciar a los hombres honorables del país de aquellos que se dedican a lastimarlo y a violentarlo.
Queremos
advertir que sí existen mexicanos que se han dedicado a procurar el bien de la
patria y a tener la intensión de crear un futuro mejor para el país.
Hace años la misma Academia Nacional AC otorgó la Gran Orden de la Reforma en Rango de Honor y en Grado de Collar a la entonces procuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez, con lo cual se integró al Consejo Supremo del organismo. En el mismo sentido forma parte del Consejo el gobernador Rafael Moreno Valle quien hace años recibió el mismo galardón...
Tambien ha recibido la presea el cardenal Norberto Rivera…no sé por cuales méritos…pero bueno eso la decide el Consejo Supremo que preside el exdiputado del PRI, José Elías Romero Apis.
Hace años la misma Academia Nacional AC otorgó la Gran Orden de la Reforma en Rango de Honor y en Grado de Collar a la entonces procuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez, con lo cual se integró al Consejo Supremo del organismo. En el mismo sentido forma parte del Consejo el gobernador Rafael Moreno Valle quien hace años recibió el mismo galardón...
Tambien ha recibido la presea el cardenal Norberto Rivera…no sé por cuales méritos…pero bueno eso la decide el Consejo Supremo que preside el exdiputado del PRI, José Elías Romero Apis.
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