La
policía cubana impidió el intento del Papa por saludar a los disidentes
Los
agentes detuvieron en dos ocasiones a las activistas citadas por la nunciatura
para que saludaran a Francisco
In
English: Cuban police prevent Pope Francis from meeting with dissidents
PABLO
ORDAZ
El País, La Habana 21 SEP 2015 - 04:31
Los
disidentes cubanos contemplaron de nuevo cómo un Papa pasaba de largo por La
Habana. Ni Francisco los mencionó en sus discursos, ni intentó reunirse con
ellos, ni siquiera prosperó la tímida iniciativa del nuncio del Vaticano en
Cuba, Giorgio Lingua, para que dos veteranas opositoras al régimen —la economista
Martha Beatriz Roque y la periodista Miriam Leiva— saludaran de pasada a Jorge
Mario Bergoglio en la Catedral. Hasta en dos ocasiones —el sábado y el
domingo—, la policía cubana detuvo a las activistas cuando intentaban acercarse
a la comitiva papal. De igual forma, un joven disidente que logró acercarse al
papamóvil y dirigir algunas palabras a Bergoglio en la plaza de la Revolución
fue apartado con contundencia por agentes de la gendarmería vaticana y de la
policía cubana.
Por
la tarde, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, admitió que Bergoglio no
había intentado mantener una reunión formal con los grupos disidentes, pero que
sí se produjo una iniciativa de la nunciatura encaminada a que Bergoglio
pudiese saludar “de pasada” a algunos opositores. Los contactos informales
tendrían que haberse celebrado el sábado en la sede de la legación vaticana —residencia
de Francisco durante su visita a La Habana— o el domingo durante un acto del
Pontífice en la Catedral, pero la policía bloqueó ambos tentativos. El sábado
lo logró deteniendo a las activistas en sus casas, y el domingo
interceptándolas cuando, por diferentes caminos, Martha Beatriz Roque y Miriam
Leiva trataban de acceder a la Catedral. “Los agentes me dejaron claro que no
me iban a permitir acercarme al Papa”, explicó Roque.
La
actitud de Bergoglio hacia los disidentes está resultando, como mínimo,
chocante. A nadie se le escapa que la labor de intermediario entre Raúl Castro
y Barack Obama que ha asumido el Papa en particular y la diplomacia vaticana en
particular requiere de un tacto especial para no molestar al Gobierno cubano en
una cuestión tan sensible como la disidencia. Pero extraña que un Papa que
predica cercanía con los que sufren haya pasado por La Habana sin nombrar
siquiera a los disidentes ni poner un pero al régimen de Fidel y Raúl Castro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario