1 nov 2014

Hoy es día de Todos Santos, mañana es día de los fieles difuntos, o día de los muertos…

Hoy es día de Todos Santos, mañana es día de los fieles difuntos, o día de los muertos…

La muerte es la realidad más dolorosa, más misteriosa y a la vez, más inevitable de la condición humana, y como decía Martín Heidegger: "el hombre es un ser para la muerte".
Estos días son de tradición por el día de muertos. Se trata de una popular fiesta cristiana que tiene un origen prehispánico que honra a los difuntos el día 2 de noviembre, aunque la celebración comienza día antes; concretamente hoy, 31 de octubre. 

El primero -hoy– y dos de noviembre, son los  días señalados por la Iglesia católica para celebrar la memoria de Todos Santos -a saber: santos anónimos, santos desconocidos, los santos del pueblo, los santos de nuestras familias, ahí caben amigos, paisanos, conocidos, desconocidos  y familiares- y de Los Fieles difuntos (2 de noviembre).

Muy diferente, por cierto, al denominado Jalouín (Halloween) o Noche de Brujas que se celebra, de acuerdo a los mitos y tradiciones celtas el 31 de octubre, principalmente en los Estados Unidos, el norte de México, algunas provincias de Canadá, de Irlanda y el Reino Unido. Y también gracias a Hollywood en varias partes del mundo.
El día es ideal es ir al Camposanto, y además colocar una ofrenda a los que se adelantaron en el camino, el asunto es ¿y cómo instalarla?

Para los que saben, es cosa de niños. Pero para los que no, se necesita un guía, un especialista, ello si queremos cumplir con lo que establece la tradición, y también depende del lugar del país.
Eso sí, no se debe olvidar que ¡el lugar donde se pone la ofrenda se convierte en un lugar sagrado! 
Ah y también es ideal la fecha para leer poesía alusiva a la muerte.
Hay varios poetas que con hermosos poemas, recomiendo algunos...
Sólo la muerte, escribió el poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973):
“Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido...
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
∞∞
Elías Nandino (1903-) escribió:
“¿Qué es morir?
Morir es
Alzar el vuelo
sin alas,
sin ojos
y sin cuerpo....
**
“He de morir de mi muerte,
de la que vivo pensando,
de la que estoy esperando
y en temor se me convierte.
Mi voz oculta me advierte
que la muerte con que muera
no puede venir de fuera,
sino que debe nacer
de la hondura de mi ser
donde crece prisionera.
II
De tanto saberte mía,
muerte, mi muerte sedienta,
no hay minuto en que no sienta
tu invasión lenta y sombría.
Antes no te conocía
o procuraba ignorarte,
pero al sentirte y pensarte
he podido comprender
que vivir es aprender
a morir para encontrarte.
∞∞∞
Javier Villaurrutia (1903-1950) escribió:
 “¿Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo.
Si en todas partes estás,
en el agua y en la tierra,
en el aire que me encierra
y en el incendio voraz;
y si a todas partes vas
conmigo en el pensamiento,
en el soplo de mi aliento
y en mi sangre confundida,
¿no serás, Muerte, en mi vida,
agua, fuego, polvo y viento...”
∞∞
Jorge Manrique (1440-1479) en ha muerto mi padre escribió:
“Recuerde el alma dormida,        
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte 
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,        
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.,
∞∞
El sacerdote, periodista y poeta José Luis Martín Descalzo. (1930- 1991), escribió antes de morir:
“Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.
Acabar de llorar y hacer preguntas;
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz tras tanta noche oscura…”



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