28 jun 2015

Ante las miserias del PAN, Corral arenga: ¡rebelémonos!/

Revista Proceso # 2017, 27 de junio de 201
Ante las miserias del PAN, Corral arenga: ¡rebelémonos!/
ÁLVARO DELGADO
Convencido de que el espíritu rebelde del PAN está en sus orígenes, el senador Javier Corral va por la presidencia de su partido, que vive una “demolición política y ética”. Y advierte: Lo que se juega en esta elección interna es la sobrevivencia de Acción Nacional. Su propósito, dice, es frenar a Ricardo Anaya, pues él representa los intereses del “consorcio” integrado por los grupos de Gustavo Madero, Jorge Villalobos, Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Yunes, entre otros.
 O me sepultan bien o les apesto el pueblo!”, advierte el senador Javier Corral ante la contienda por la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN) que, afirma, está diseñada para que los jefes de facción y su maquinaria clientelar impongan al diputado Ricardo Anaya, cuya ambición es ser también aspirante presidencial en 2018.
 Con 33 años de militancia, ajeno a los grupos y a la “envenenada” dinámica interna que ha corrompido y desplomado electoralmente al PAN –como en la elección del 7 de junio–, Corral asegura que el partido vive una “demolición política y ética” de tal magnitud que, en esta elección, se juega su sobrevivencia.
 “En el momento más dramático que vive el PAN, en el que va a decidir su sobrevivencia, vengo a apuntarme para ir contra todo y cuesta arriba en todo. Ya es sabido: Está el suelo disparejo, las cargadas a todo lo que dan, el chantaje, la intimidación, los grupos. ¡Todo!”


Pero justamente porque él es independiente no se reproducirá la contienda entre facciones que hubo, en mayo del año pasado, entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero. Va “con todo”, como se lo comunicó a algunos exgobernadores, como Ernesto Ruffo, Francisco Barrio y Fernando Canales Clariond.

“Canales me dijo que debíamos ir con todo, y claro, vámonos con todo. Vamos a dar una batalla fundamental. Le dije: ‘Si ésta es la última batalla, démosla, pero decididos, hasta donde tope’. ¡Y no voy a dejarles pasar una sola! Yo no soy Cordero, ¿eh?”

Primero en su despacho del sexto piso del Senado y luego a bordo de su automóvil hacia la sede nacional del PAN, donde el mediodía del viernes 26 se entrevistó con Madero, el legislador chihuahuense aborda la lucha interna, las ambiciones presidenciales de Anaya y también los costos de la alianza con Enrique Peña Nieto.

“A Madero le encantó Peña desde el principio. Se le apostó a Peña y hoy el PAN recoge no sólo las migajas del poder, sino el desprestigio del gobierno con el que caminó sin haberlo denunciado”, sentencia Corral.

“¡Nos embarró! Terminamos embarrados del desprestigio que circunda a Peña Nieto por la corrupción que lo enloda, a él y a una buena parte de su gabinete”, afirma y no tiene duda de que al gobierno le preocupa su candidatura.

“Claro que el gobierno no está muy contento con mi candidatura, porque ha vivido estos tres años como Alicia en el país de las maravillas, tres años en los que ha tratado a la oposición como se patea un bote.”

–Con usted en el PAN, ¿la relación va a cambiar con el gobierno?

–Yo puedo hacer las dos partes: Puedo concurrir a sacar reformas y políticas públicas de beneficio para el país, puedo cooperar, pero el PRI sabe que conmigo la negociación tiene límites y los límites son los principios. Peña, bajo mi presidencia, va a conocer, por primera vez, cómo piensa el PAN.

La amplia entrevista con Corral se produce el mediodía del viernes 26, un día antes de que el Consejo Nacional elija a los integrantes del órgano electoral, de cuya imparcialidad dependerá el éxito de la elección, propuesta por Madero para el domingo 16 de agosto.

“Todo el partido y todo el proceso están ceñidos a la voluntad de un solo hombre, que quiere ser coordinador de los diputados, pero lo tienen que elegir antes del 1 de septiembre”, reprocha Corral, quien ratifica su convicción de presidir el PAN.

“Yo no voy a cuidar a uno u otro grupo. Si la maquinaria está pensando que yo voy a dejarles pasar sus cosas, están equivocados. Es un ambiente muy complicado al que vamos a ir, pero esa es la gran apuesta.”

–Parecieran invencibles sus adversarios, por su control.

–¡Claro que no son invencibles! Varias ocasiones la militancia ha superado la línea, la cargada, los cacicazgos.

Ya en la sede de su partido, antes de entrar a la oficina de Madero, Corral plantea la disyuntiva que se juega en esta elección: “El PAN como referente ético de la política o este PAN corporativo que sigue caminando hacia la marginalidad, encerrado en sus propios intereses”.

Es Anaya, actual coordinador de los diputados federales, el que representa los intereses del PAN controlado por el “consorcio” integrado por los grupos de Madero, el operador Jorge Villalobos, el gobernador Rafael Moreno Valle, el futuro diputado Miguel Ángel Yunes, estos últimos expriistas y discípulos de Elba Esther Gordillo.

“Anaya dice que ofrece una renovación. ¿Cuál renovación? Él fue parte de muchos de los problemas del PAN como secretario general y luego como presidente interino, cuando se tomaron decisiones muy delicadas”, recuerda Corral.

Y aclara: “Por más que se quieran separar las cosas, cuando se piensa en Ricardo, se piensa en Madero. Y Anaya es Madero, en Puebla es Moreno Valle, en Sinaloa es Villalobos, en el Estado de México es Ulises Ramírez, en Veracruz es Yunes. En distintos estados Anaya es cada uno de ellos. Dime con quién andas y te diré quién eres”.

Anaya: ambición y pragmatismo

El plan de imponer a Anaya como sucesor de Madero para ser “un mediador entre facciones”, dice Corral, se materializó con la fotografía de aquél, en Puebla, el lunes 15, con el gobernador Moreno Valle, los gobernadores electos Francisco Domínguez y Carlos Mendoza Davis, así como diputados­ y senadores.

“Con Madero se conformó un consorcio, la conjunción de varios grupos locales y nacionales, para mantener el partido y asegurar que dentro de ese consorcio salga el candidato a la Presidencia de la República. Y se pretendió mandar, a través de esta fotografía, el mensaje de que ya estaba resuelta la elección, y lo que se mandó fue el mensaje de una cargada al más puro estilo priista.”

Corral tampoco descarta que Anaya pudiera ser también presidenciable, como lo advirtió, en Proceso, el secretario general del PAN, Isabel Trejo:

“No dudo que a Ricardo se le pudiera antojar entrarle a la competencia en 2018, porque se le ha antojado todo. Ha sido una meteórica carrera la de él, muy breve en muchas cosas, mostrando una gran ambición y a la vez un gran pragmatismo. El problema no es él, no hago una descalificación personal, sino lo que él representa.”

Expone: “En el caso de que al propio Madero o a Moreno Valle se les atore la carreta y no les dé (la candidatura), a lo mejor Anaya va a querer ser. Pero el presidente del partido no debe ser mediador de facciones ni puede ser un jugador más de la contienda, porque entonces envenena todo el ambiente”.

En este ambiente envenenado, Corral alude al control que tienen los grupos del “consorcio” del PAN del padrón, que en el caso de Puebla –dice– es escandaloso.

“En junio del año pasado se dio una afiliación masiva: Llegaron al partido en Puebla diariamente 700 aspirantes y ese mes ingresaron alrededor de 6 mil miembros. En mayo se habían afiliado 53 y en abril 81, pero en junio, en el límite, se afiliaron exactamente 6 mil 295 militantes.”

–¿Fue por el carisma de Moreno Valle?

–¡Son las prácticas deleznables de los grupos a quienes no les importa el PAN! ¡Es la estricta lógica de intereses personales!

“Estos padrones inflados producen acarreos en la elección y luego un proceso de corrupción permanente en el partido, porque a esas estructuras clientelares y corporativas hay que estarlas manteniendo con favores y dádivas. Eso es lo que ha envenenado la vida del partido.”

Pregunta Corral: “¿Sabes cuál es la fórmula con la que el joven Anaya quiere salir al paso de esta competencia? Decirle a los panistas que el proyecto que más les conviene es el suyo. ‘Te conviene, súmate’, como si fuera este un asunto de conveniencias”.

Reflexiona: “Que quien quiera ser presidente del partido coloque la conveniencia como una base de la adhesión, lo único que nos dice es que continuará la demolición del partido, porque esto no es un asunto de conveniencias, sino de convicciones”.

–¿Es cierto que, en la campaña federal, Anaya iba a los estados, pero no a apoyar a los candidatos, sino a su propia campaña?

–En varios estados y ciudades los candidatos a diputados federales tuvieron que suspender sus actividades programadas para concurrir a actos organizados para Anaya. Esta promoción se sobrepuso a los objetivos de los propios candidatos y se aprovechó la campaña electoral para tejer alianzas, para acordar posiciones, para adelantar cargos, para el repartidero.

Pero esta estrategia incluía otro elemento: “Empezaron a infundir no solamente la idea de la conveniencia, sino lo que es peor: el temor. El mensaje era que ya están de acuerdo Madero y Moreno Valle, porque ya los convenció Santiago Creel que lo mejor que puede pasar es que Anaya les arbitre una eventual disputa”.

Por eso, también, se organiza la elección a modo: Madero reformó en marzo el reglamento para acortar los tiempos y que el 10% de las firmas para registrar la candidatura no sea en 15, sino en siete días, y que la campaña no sea de dos meses, sino de uno, para que Anaya lo designe coordinador.

“Todo el partido y todo el proceso están ceñidos a la voluntad de un solo hombre, que quiere ser coordinador de los diputados, pero lo tienen que elegir antes del 1 de septiembre.”

La rebelión de la bases

La militancia, dice Corral, está muy desa­nimada, pero él quiere motivarla para rescatar al PAN y al país ante la regresión autoritaria priista, y una de sus ventajas es que él no pertenece a ningún grupo interno.

“Yo voy a aglutinar la irritación, la inconformidad, el enojo que se ha suscitado incluso al interior de los propios grupos. La gente ya está cansada de que los traten como mercancía, como objeto.”

Pone como ejemplo el hecho de que gobernadores o jefes de grupo tomen decisiones por todos, con lo que la dignidad de la persona humana –“uno de los principales conceptos articuladores de la ideología del PAN”– está hecha añicos, o de que ya nadie hable de bien común. “El último lema, el más ideológico que hemos tenido, es el ‘¿a poco no?’ ¡Es una vergüenza!”.

Pero hay otra pelea entre panistas: “La nueva disputa es quién acuerda mejor con el gobierno, quién tiene más cercana su relación con Peña Nieto. Y lógicamente el gobierno compra donde le venden más barato. Y con unos saca la reforma energética, con otros el ministro, con otros el magistrado agrario, con otros la reforma electoral y así”.

Ante esto, su decisión: “Entonces, ante la demolición política y ética que vive el PAN, a mí me urgió a tomar una decisión fundamental: O sigo viendo esto y sigo con una batalla personal y hasta solitaria, o mejor ofrezco mi experiencia, mi convicción, y digo: ¡Armémonos y organicemos la rebelión de las bases! Es revelarnos contra la cargada, la línea, el compadrazgo, la injusticia, la corrupción. ¡Está en los orígenes del PAN el espíritu rebelde!”.

Esto le espanta a muchos, admite, porque le han dicho que su discurso es muy frontal.


“¿Frontal qué? ¿Qué no han leído la historia del PAN? Y me dicen: Sí, es que ya se está asustando mucha gente. No, les digo: Se están asustando los que se tienen que asustar. Les da miedo a los que tienen sus cotos de poder, pero está despertando mucha esperanza.”

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