Revista
Proceso # 2017, 27 de junio de 2015
“Se busca”/J. JESÚS ESQUIVEL
WASHINGTON.-
El Departamento de Justicia de Estados Unidos detectó desde 2008 que el
entonces gobernador de Tamaulipas, el priista Eugenio Hernández Flores, lavaba
el dinero que le daba el Cártel del Golfo a cambio de que le permitiera seguir
con sus negocios ilícitos en el estado.
Acusado
junto con su cuñado, Óscar Gómez Guerra, de los cargos federales de lavado de
dinero e incitación de transferencias financieras ilícitas, a Hernández el
gobierno de Barack Obama le achaca beneficios económicos procedentes del
narcotráfico por unos 30 millones de dólares.
El
encauzamiento judicial C-14-178-S –fechado el pasado 27 de mayo y dado a
conocer la noche del jueves 18 por la Corte Federal del Distrito Sur, en Texas–
sostiene que el exgobernador y el esposo de su hermana, con “conocimiento de
las ilegalidades”, comenzaron a lavar dinero y a realizar transacciones
financieras ilegales a partir del 1 de enero de 2008.
Los
acusados “realizaron transacciones que involucraron ganancias específicas
procedentes de actividades criminales. Llevaron a cabo transferencias ilegales
de dinero procedente de negocios ilícitos aun sabiendo el origen de todo ello”,
se destaca en el encauzamiento contra el exgobernador.
El
expediente criminal elaborado por el Departamento de Justicia –que encargó el
caso al fiscal federal Kenneth Magidson– acota que Hernández Flores y su socio
cometieron estos delitos de lavado de dinero “con todo el conocimiento de causa
para encubrir el lugar donde llevaban a cabo las operaciones, y la identidad de
los dueños del dinero (procedente del narcotráfico)”.
Respecto
al cargo de incitación de transacciones financieras ilícitas, la acusación
criminal sostiene que Hernández Flores y Gómez Guerra, “con conocimiento de
causa”, facilitaron las operaciones financieras internacionales e
interestatales para ocultar fondos que carecían de la documentación necesaria
para justificar su procedencia, amén de que nunca presentaron las licencias
bancarias necesarias para las transacciones.
“Todo
el dinero –unos 30 millones de dólares– que recibieron y manejaron el
exgobernador y su cuñado, les fue entregado por operadores del Cártel del
Golfo”, explica la fiscalía federal a Proceso vía correo electrónico.
“El
dinero lo recibía Hernández Flores como pago por permitir que el Cártel del
Golfo operara con toda libertad en Tamaulipas para llevar a cabo sus
actividades de tráfico de drogas, secuestros, venta de contrabando y tráfico de
personas a Estados Unidos”, precisa el correo electrónico de la fiscalía
federal.
Sobre
el dinero
El
gobierno de Obama –que además solicitó a la Corte Federal en Corpus Christi,
Texas, mantener sellado el encauzamiento con la cronología de los delitos
cometidos, las fechas y montos exactos de dinero, hasta que Hernández Flores y
Gómez Guerra sean capturados– promete que les quitará a los acusados los 30
millones de dólares que recibieron por permitir la comisión de delitos en
Tamaulipas.
Por
lo pronto la fiscalía federal, con autorización de la Corte, ya le confiscó a
Hernández Flores cuatro propiedades: tres en McAllen (por unos 2 millones de
dólares) y otra en Austin, ambas en Texas.
Las
propiedades confiscadas en McAllen a Hernández Flores están en el 4416 de la
South H Street (ocupa dos lotes), en el 801 de la E. Francisca Avenue y la
tercera en el 505 E. Uphall, que comprende lote y medio. El inmueble de Austin
está en el 2001 de la calle Cueva de Oro.
En
relación con el Cártel del Golfo y con Los Zetas (en menor escala, según la
fiscalía texana), Hernández Flores consiguió beneficios por unos 30 millones de
dólares, que el Departamento de Justicia promete arrebatarle.
Pero
el encauzamiento admite que el exgobernador y su cuñado: “Han transferido y
vendido propiedades a terceros, depositado dinero en cuentas bancarias a nombre
de otras personas, cuentan con dinero e inmuebles en puntos fuera del alcance
de la jurisdicción estadunidense y adquirieron propiedades en sociedad con
otros, lo cual dificulta el decomiso”.
El
pasado 17 de mayo y después de recibir de manera formal, de parte del gobierno
de Obama, la acusación criminal contra Hernández Flores y su cuñado, la juez B.
Janice Ellington firmó la orden de aprehensión contra el exgobernador y su
cuñado.
El
gobierno estadunidense distribuyó en todas las oficinas postales del país la
notificación de que hay una recompensa (no se dijo de cuánto) para quien dé
información que lleve a localizar a Hernández Flores y Gómez Guerra.
En
los volantes con la leyenda “se buscan”, la fiscalía pide que quien tenga
información sobre la ubicación de Hernández Flores y Gómez Guerra lo notifique
a la Administración Antidrogas (DEA) al teléfono 713-693-3000.
“Es
un caso relevante sobre narcotráfico y corrupción gubernamental (en México);
tenemos muchas evidencias para sustentar las acusaciones contra Hernández
Flores y Gómez Guerra. Por ello esperamos la colaboración de las autoridades
mexicanas para localizarlos y llevarlos ante la justicia”, dice uno de los
correos electrónicos de la fiscalía federal a este semanario.
De
ser declararos culpables, Hernández y su cuñado podrían ser sentenciados a 20
años de cárcel y a pagar una multa de medio millón de dólares, por el delito de
lavado de dinero; y a cinco años de prisión y a pagar 250 mil dólares, por el
delito de incitación de transacciones financieras ilícitas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario