7 ago 2015

Asia Bibi desea ver de nuevo la luz del sol

 Asia Bibi desea ver de nuevo la luz del sol
La mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia, mientras se está llevando a cabo el proceso ante la Suprema Corte, lanza un mensaje desde la cárcel pidiendo que se siga rezando por ella
PAOLO AFFATATO
Vatican Insider, 7 de jullio de 2015
«No veo el momento de sentir de nuevo el sol y el frío, de ver el cielo abierto, las estrellas y la luna. Les ruego que sigan rezando para librarme de esta oscuridad, así podré estar con ustedes a la luz del sol». Es soñador, fuerte y lleno de esperanza el último mensaje de Asia Bibi, la mujer cristiana paquistaní condenada a muerte con falsas acusaciones de blasfemia en contra del Profeta Mahoma y que se encuentra en la cárcel desde hace ya seis años.

Mientras el caso en el que se le imputa llegó al proceso de tercer grado, ante la Suprema Corte, que en la primera audiencia aceptó de examinar el recurso y suspendió la aplicación de la pena de muerte, la madre de cinco hijos envió, mediante sus familiares y Joseph Nadeem, tutor de la familia de Asia, un mensaje a las personas que la están ayudando. El nuevo mensaje de Asia Bibi fue difundido por la red CitizenGO y expresa todo su agradecimiento a los que, cristianos y no cristianos de todo el mundo, se han interesado por su caso y han promovido una movilización internacional para tratar de salvarla.
Dice la mujer conmovida: «No tengo palabras para expresar mi gratitud: sé que me están cerca en este caso difícil en el que me encuentro involucrada desde hace ya seis años. Sé que organizaciones como Máslibres, CitizenGo y muchas otras están rezando, están ofreciendo su apoyo y están haciendo todo lo posible para hacerme salir indemne de esta situación en la que me he visto involucrada injustamente. Dios Omnipotente está listo para responder a sus oraciones y a todos los esfuerzos que siguen haciendo por mí y por mi familia».
«Les estoy muy agradecida por haber hecho que se conociera mi historia y por la movilización internacional que pusieron en marcha. Soy inocente -insiste la mujer, como siempre ha repetido desde el día de su arresto- y no he cometido ningún delito». Su pensamiento después va hacia sus familiares: «Nunca habría pensado que mi familia habría debido afrontar un caso tan terrible, especialmente mis hijas Esha y Eisham, que entonces eran muy pequeñas».
Los temores dejan espacio a un poco de esperanza, que no es solo la esperanza humana, sino que se arraiga en la ayuda y en la constante presencia de Dios, alimentada por una profunda fe y por la oración: «No tengo palabras, solo puedo comunicarles mi esperanza de poderlos abrazar dentro de poco y agradecerles cuando llegue mi liberación. Dentro de poco estaré de nuevo entre ustedes, por la gracia del Señor. No veo el momento de sentir de nuevo el sol y el frío, de ver el cielo abierto, las estrellas y la luna. Les ruego que signa rezando para librarme de esta oscuridad, así podré estar con ustedes a la luz del sol».
Naturalmente, el caso todavía no encuentra su solución. El abogado musulmán Saiful Malook, experto que asiste a Asia en el procedimiento ante la Suprema Corte, está procediendo con mucha cautela y no sin temores por su misma seguridad: decidió conscientemente asumir la defensa de una mujer cristiana considerada «blasfema», aunque un juez reconociera su inocencia, y por ello se ha convertido en uno de los blancos de los extremistas islámicos que la quisieran muerta. Y, si es cierto que, por el momento, la Suprema Corte nunca ha sufrido presiones de los fundamentalistas (como sucede con los magistrados de primer y segundo grado en Paquistán), también es cierto que se trata del primer caso de blasfemia que llega  ala atención del órgano jurídico supremo del país, y, debido al valor simbólico que ha asumido durante los años, el resultado positivo no debe ser dado por descontado y siguen abiertas todas las posibilidades.
 Pero, incluso después de una eventual absolución, Asia Bibi debería abandonar Paquistán, puesto que sería víctima de una ejecución extrajudicial. Por ello, organizaciones como CitizenGo y otros entes que defienden a los cristianos están comenzando las operaciones necesarias para garantizar la seguridad de Asia Bibi si fuera liberada. Se está organizando su eventual traslado a Europa. Y en primera lugar, entre las posibles metas para Asia y su familia, hay naciones como España y Francia.

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