Revista Semana(Colombia) | 2015/08/07 13:00
Desactivar
el flash, limpiar la superficie, acercar la cámara y apagar la luz del
interior, son algunos de ellos.
6
trucos sencillos para evitar los molestos reflejos en las fotografías Trucos para evitar los reflejos en las
fotografías.
Estás
paseando por la ciudad y te fijas en el escaparate de una cafetería. Una mujer
se ha quedado absorta en sus pensamientos, mirando al vacío y no se te ocurre
un mejor encuadre para un retrato.
Así
que disparas, sin pensar en el cristal que os separa o la dirección de la luz.
Y el resultado dista mucho de lo que imaginabas: unos reflejos indeseables
estropean la que pensabas que iba a ser tu mejor fotografía. Si te ha pasado, tiene
solución.
Así
lo aseguran los investigadores Tianfan Xue y William T. Freeman del
Massachusetts Institute of Technology, y Michael Rubinstein y Ce Liu, de
Google.
Juntos
desarrollaron un complejo pero eficaz algoritmo para separar la fotografía que
realmente querías tomar, la que está en el fondo, y la imagen del reflejo que
te la estropeó.
"Es
completamente automático y puede funcionar en dispositivos móviles",
explican los expertos.
Sin
embargo, no han confirmado si emplearán el algoritmo para desarrollar una
aplicación, ni si ésta saldrá al mercado en breve.
Así
que mientras, te adelantamos unos trucos para evitar esos brillos tan
indeseables en tus fotografías.
Escoge
bien el ángulo
Piensa
en un espejo. Si quieres que tu imagen se refleje, tendrás que colocarte en
unos ángulos determinados con respecto a él.
En
caso de que te sitúes muy a la derecha o a la izquierda, en un ángulo muy
cerrado, no te verás reflejado.
Así,
de la misma manera en la que el espejo permite ver tu imagen reflejada si estás
en la posición correcta, la fuente de luz que ilumine una escena (el sol o luz
artificial) se traducirá en brillos indeseados si está en esos ángulos.
Ese
efecto lo producirá cualquier objeto que tenga la superficie brillante. La
ventana de la cafetería en la que se encontraba la mujer que quisiste
fotografiar hizo, en ese sentido, la función de un espejo.
Por
lo tanto, si quieres evitar que esto ocurra, debes elegir con cuidado la
posición de la cámara con respecto al objeto.
Desactiva
el flash
Si
puedes, no utilices el flash, ese accesorio que puedes activar y desactivar y
que emite un destello para añadir iluminación extra a la escena.
Pero
si no tienes más remedio, sigue al pie de la letra la recomendación de los
ángulos. Asegúrate de que su luz del flash incida sobre el objeto o sujeto a
fotografiar en un ángulo suficiente para que la luz no rebote en el cristal y
vuelva directamente a la cámara.
Para
esto no siempre es necesario que el fotógrafo se mueva. Por ejemplo, si lo que
refleja la luz son las gafas que lleva el sujeto al que quieres fotografiar,
será suficiente que mueva sus patillas arriba o abajo.
Limpia
bien la superficie
Quizá
este truco sea más útil si eres tú el que estás dentro de la cafetería y
quieres fotografiar la escena al otro lado del cristal.
Si
es el caso contrario y te acercas a frotar la ventana con un trapo, ya no
podrás agarrar a la mujer desprevenida y la fotografía perderá toda la gracia.
Así,
en la primera de estas situaciones, restriega bien la superficie para eliminar
todo tipo de residuos, como marcas de dedos.
Y
no lo hagas sólo a la altura en la que vas a colocar la cámara, especialmente
si vas a utilizar una lente gran angular.
También
debes hacerlo a conciencia si pretendes tomar fotografías con tu celular. Esto
hará que la transparencia del vidrio se acerque lo más posible al 100% y
produzca menos reflejos.
Eso
sí, en algunos casos te será imposible limpiar el cristal por fuera; sobre todo
si estás a cierta altura. Entonces, dispara cuando la luz del sol esté
preferentemente a tu espalda.
Acerca
la cámara lo más posible
Si
colocas tu cámara o teléfono inteligente de forma que casi toque el cristal, o
incluso si lo apoyas en él, minimizarás la superficie reflectante al máximo y,
como consecuencia, también los brillos indeseados.
Aunque
no debes seguir este consejo al pie de la letra si vas en avión o tren y
quieres fotografiar lo que ves por la ventana.
Y
es que, al pegar el objetivo al vidrio, transmitirás la vibración del vehículo
a la cámara. Como consecuencia, la fotografía saldrá movida, igual que si
tuvieras mal pulso. En ese caso deberás dejar un dedo de distancia entre el
cristal y la lente.
Apaga
la luz del interior
De
nuevo, si deseas tomar una foto del exterior a través de una ventana cerrada,
te convendrá apagar todas las luces.
Así
evitarás que éstas se reflejen en la parte interior del cristal y que queden
superpuestas a la imagen de afuera.
Esto
te servirá especialmente para fotografíar una ciudad de noche, con las oficinas
de los rascacielos iluminadas, las farolas encendidas, así como los faros de
los coches.
Utiliza
un filtro polarizador
El
filtro polarizador es un accesorio que se ajusta al objetivo de la cámara. El
material del que está hecho, un polímero estirado al límite y emparedado entre
dos vidrios, absorbe el componente polarizado de luz, aquella que provoca los
reflejos indeseados.
Y
al mismo tiempo es muy transparente para con el resto de componentes. Así, el
filtro elimina indeseados sobre superficies no metálicas como agua o cristal, y
permite la visualización de lo que se encuentra detrás de ellas.
Y
también es efectivo en superficies como plástico y madera. Asimismo, mejora el
colorido de la hierba, debido a que se filtran los reflejos azulados del cielo.
Sin
embargo, hay situaciones en las que ninguno de estos trucos aplica. No te
servirán, por ejemplo, cuando trates de fotografiar una bola de Navidad.
Al
tener un ángulo de 360 grados, es imposible evitar los brillos. Así que no te
quedará más opción que jugar con ellos y utilizarlos a tu favor.
Y
es que el reflejo no es algo que haya que evitar a toda costa. En ocasiones es
precisamente el protagonista de una fotografía.
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