Decenas de miles de blogueros en todo el mundo vieron inutilizadas sus bitácoras durante casi dos días. Blogger, la plataforma gratuita de blogs de Google y la más grande del mundo, ha permanecido inoperativa durante casi dos días por un fallo general provocado por un mantenimiento programado que no tuvo los efectos deseados.
Los afectados apenas han contado con esta escueta explicación oficial por parte de Google cuando entraban en su página: "Blogger no está actualmente disponible. Sentimos esta interrupción del servicio".
Blogger es la sexta web más visitada del mundo con 342 millones de usuarios, según Comscore, y se estima que millones de blogueros tienen alojados ahí sus bitácoras digitales, aunque Google no hace pública esta cifra.
Pese a esa notoriedad, la multinacional ha intentado mantener oculto el problema. A través del foro de Blogger, la empresa informaba el pasado día 11 de que se habían producido "inconvenientes inusuales muy diversos". Esos inconvenientes escondían en realidad un colapso general del sistema: no se podía acceder al blog; se mostraba otro administrador; no se podían publicar entradas o modificar el diseño; no se veían las entradas publicadas ni los comentarios y se hicieron públicos datos personales de los titulares del blog.
El día 12, Google reconocía ya que el error era general y daba una explicación sucinta sobre su causa. Como consecuencia de una actualización mal realizada se vio obligada a "revertir la versión del mantenimiento" realizado, según su versión y, como consecuencia, las entradas de todos los usuarios realizadas después de las 7.37 hora de San Francisco (nueve horas más en España) del 11 de mayo habían sido eliminadas.
En la tarde del viernes, Google pidió disculpas por el fallo (que cifró en una duración de 20,5 horas) y dijo que restablecería las entradas a los blogs, aunque señaló que los comentarios que habían desaparecido serían recuperados en las próximas horas, sin cifrar ningún plazo concreto.
La crisis de Blogger abre el debate sobre la indefensión de los usuarios de servicios en Internet. Cientos de miles de blogueros han inundado desde el miércoles con sus quejas las redes sociales Twitter, Facebook y todo tipo de foros en Internet.
Por si fuera poco, en la tarde del viernes, Twitter registró serios problemas de acceso. La red social avisó de que estaba saturada y que trabajaba para resolver el problema.
También la plataforma de publicación de vídeos YouTube ha tenido problemas de acceso episódicos aunque ya se han resuelto.
Blogger es la sexta web más visitada del mundo con 342 millones de usuarios, según Comscore, y se estima que millones de blogueros tienen alojados ahí sus bitácoras digitales, aunque Google no hace pública esta cifra.
Pese a esa notoriedad, la multinacional ha intentado mantener oculto el problema. A través del foro de Blogger, la empresa informaba el pasado día 11 de que se habían producido "inconvenientes inusuales muy diversos". Esos inconvenientes escondían en realidad un colapso general del sistema: no se podía acceder al blog; se mostraba otro administrador; no se podían publicar entradas o modificar el diseño; no se veían las entradas publicadas ni los comentarios y se hicieron públicos datos personales de los titulares del blog.
El día 12, Google reconocía ya que el error era general y daba una explicación sucinta sobre su causa. Como consecuencia de una actualización mal realizada se vio obligada a "revertir la versión del mantenimiento" realizado, según su versión y, como consecuencia, las entradas de todos los usuarios realizadas después de las 7.37 hora de San Francisco (nueve horas más en España) del 11 de mayo habían sido eliminadas.
En la tarde del viernes, Google pidió disculpas por el fallo (que cifró en una duración de 20,5 horas) y dijo que restablecería las entradas a los blogs, aunque señaló que los comentarios que habían desaparecido serían recuperados en las próximas horas, sin cifrar ningún plazo concreto.
La crisis de Blogger abre el debate sobre la indefensión de los usuarios de servicios en Internet. Cientos de miles de blogueros han inundado desde el miércoles con sus quejas las redes sociales Twitter, Facebook y todo tipo de foros en Internet.
Por si fuera poco, en la tarde del viernes, Twitter registró serios problemas de acceso. La red social avisó de que estaba saturada y que trabajaba para resolver el problema.
También la plataforma de publicación de vídeos YouTube ha tenido problemas de acceso episódicos aunque ya se han resuelto.
Google maneja el ruido en la Red para ocultar sus problemas
La caída de Blogger genera miles de quejas en las redes sociales y foros de Internet, pero permanece oculto a la opinión pública
ADRIÁN SEGOVIA - Madrid - 13/05/2011
Blogger no es una plataforma de blogs cualquiera. La empresa de medición comScore les otorgaba en marzo de este año 342,7 millones de usuarios en todo el planeta, lo que le sitúa dentro de los diez sites con más visitas del mundo. Una red de blogs con esta dimensión no es un producto más para Google. Blogger se lanzó en agosto de 1999. En 2003 fue comprada por Google y hoy representa el 34% (duplicados, eso sí, con otras iniciativas de Google) del total de la audiencia mundial de Google (casi mil millones de internautas en todo el mundo, según cifras de comScore).
A través de las fuentes de Google (trends for web site), podemos conocer, además, que España es el tercer país en importancia para la audiencia de Blogger. Entre 11 y 12 millones de usuarios únicos mensuales visitan algún blog alojado en nuestro país, según comScore. En datos diarios estaríamos hablando de unos 300.000 visitantes por jornada. Un producto masivo que hace de su fragmentación una plataforma realmente atractiva para la segmentación de públicos heterogéneos hasta el extremo.
Blogger revolucionó la generación del contenido. Propuso una solución que limitara las dificultades existentes para proyectar contenido y potenciar la distribución del mismo. Como muchos apuntaron, democratizó la información, poniéndola al alcance de cualquiera, sin censuras, ni límites (salvo los obvios, que ahora no los traza un editor, sino Google).
Una caída de casi 24 horas del servicio ha dejado a sus blogers de medio mundo sin poder actualizar contenidos. Durante la avería, perdieron comentarios, se liberaron datos de carácter personal y perdieron algunos post. La comunicación de Google ha sido opaca, lenta y poco transparente. Existe un clima de cierta condescendencia en la contratación de los servicios y productos de Google, avalado por la letra pequeña de los contratos y el carácter de la gratuidad de alguno de estos productos. Cosa que no debería ser excusa ante los problemas ocasionados a miles de usuarios y empresas que depositan su confianza en Blogger.
En los últimos tiempos se han abierto miles de debates en torno al nuevo rol de los medios. Evidentemente, hay cambios de perspectivas y funciones. Pero ante los problemas de la reclamación, la falta de comunicación de Google y el evidente enfado de sus clientes, manifestado en miles de tweets, mensajes en foros y estados en Facebook, no había despertado el interés de los medios. Algo que juega a favor de la estrategia de Google, que puede manejar la gestión de crisis con poca presión y con la condescendencia de la gratuidad como excusa. El servicio ya está restituido.
A través de las fuentes de Google (trends for web site), podemos conocer, además, que España es el tercer país en importancia para la audiencia de Blogger. Entre 11 y 12 millones de usuarios únicos mensuales visitan algún blog alojado en nuestro país, según comScore. En datos diarios estaríamos hablando de unos 300.000 visitantes por jornada. Un producto masivo que hace de su fragmentación una plataforma realmente atractiva para la segmentación de públicos heterogéneos hasta el extremo.
Blogger revolucionó la generación del contenido. Propuso una solución que limitara las dificultades existentes para proyectar contenido y potenciar la distribución del mismo. Como muchos apuntaron, democratizó la información, poniéndola al alcance de cualquiera, sin censuras, ni límites (salvo los obvios, que ahora no los traza un editor, sino Google).
Una caída de casi 24 horas del servicio ha dejado a sus blogers de medio mundo sin poder actualizar contenidos. Durante la avería, perdieron comentarios, se liberaron datos de carácter personal y perdieron algunos post. La comunicación de Google ha sido opaca, lenta y poco transparente. Existe un clima de cierta condescendencia en la contratación de los servicios y productos de Google, avalado por la letra pequeña de los contratos y el carácter de la gratuidad de alguno de estos productos. Cosa que no debería ser excusa ante los problemas ocasionados a miles de usuarios y empresas que depositan su confianza en Blogger.
En los últimos tiempos se han abierto miles de debates en torno al nuevo rol de los medios. Evidentemente, hay cambios de perspectivas y funciones. Pero ante los problemas de la reclamación, la falta de comunicación de Google y el evidente enfado de sus clientes, manifestado en miles de tweets, mensajes en foros y estados en Facebook, no había despertado el interés de los medios. Algo que juega a favor de la estrategia de Google, que puede manejar la gestión de crisis con poca presión y con la condescendencia de la gratuidad como excusa. El servicio ya está restituido.
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