21 sept 2014

Larrea, el gran empresario consentido, usado y desechado

Larrea, el gran empresario consentido, usado y desechado/Jenaro Villamil
Revista Proceso 1977, 20 de septiembre de 2014

El gobierno federal y Televisa cerraron la pinza alrededor de Germán Larrea, segundo hombre más rico de México, presuntamente a raíz del desastre ambiental provocado por una de sus empresas, Buenavista del Cobre, en Sonora. Calificándolo de “desleal”, Joaquín López Dóriga narró en sus columnas periodísticas el desencuentro entre el empresario minero y Emilio Azcárraga, que llevaron al despido de aquél del Consejo de Administración de la televisora. Al mismo tiempo el presidente de la República –entrevistado por López Dóriga– marcó su distancia: “Se aplicará la ley a cabalidad sin importar de quién se trate”… El empresario en desgracia también perdió el apoyo del gobernador sonorense, hasta hace poco uno de sus más fervientes defensores.
La tarde del viernes 19 Grupo Televisa oficializó en la Bolsa Mexicana de Valores lo que era un rumor entre especialistas en telecomunicaciones una semana antes: la salida de Germán Larrea, segundo hombre más rico del país y presidente de Grupo México, del Consejo de Administración de la empresa de Emilio Azcárraga Jean, a la cual se integró ocho años atrás, en la época dorada de la alianza con los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.
 El escueto comunicado de Grupo Televisa contrastó con la vehemencia de su comentarista estelar, Joaquín López Dóriga, quien acusó a Larrea de “desleal” y dos días antes publicó una columna en Milenio Diario donde relató la versión gubernamental de la disputa entre la administración de Enrique Peña Nieto y el propietario de la empresa Buenavista del Cobre, responsable del derrame tóxico en los ríos Bacanuchi y Sonora el 6 de agosto pasado.


“Televisa fue notificada que una empresa controlada por el Sr. Larrea solicitó participar en la licitación de las nuevas cadenas de televisión abierta. El Sr. Larrea pidió salir del Consejo de Administración de Televisa, debido a los conflictos de interés que pudieran resultar en la licitación”, según el comunicado de la compañía de Azcárraga.

Se hacía referencia a Cinemex, empresa adquirida en 2009 por la filial de Grupo México, Entretenimiento GM México, por 315 millones de dólares, con lo cual se transformó en uno de los principales emporios de salas de distribución de cine. En noviembre de 2013, pese a la negativa inicial, la Comisión Federal de Competencia autorizó la fusión de Cinemex y Cinemark, que convirtió a Germán Larrea en el segundo distribuidor de salas de cine más fuerte en competencia con Cinépolis, de Alejandro Ramírez.

El jueves 4, Cinemex oficializó su interés de participar en la licitación de las dos cadenas de televisión abierta digital. Así, Larrea se sumó a la lista de empresarios que van por esta licitación: Olegario Vázquez Raña, Manuel Arroyo, Ariel Picker, Francisco Aguirre, Mario Vázquez Raña y Luis Maccise.

Casi al mismo tiempo que el anuncio oficial de Televisa, López Dóriga afirmó en su sitio web que Larrea “ocultó al consejo que desde muchos meses antes había entrado a la licitación de las dos nuevas cadenas de televisión, teniendo como consejero de Televisa acceso a toda su información estratégica y de operación, información que aprovechó en su proyecto de dos nuevas cadenas, conducta que representa un acto de deslealtad.

“Cuando Azcárraga llamó a Larrea para reclamarle su conducta de ocultamiento al consejo, el dueño de Grupo México le restó importancia y le dijo que enviaría al consejo una carta explicando que él se apuntaba en todas las licitaciones, a lo que Azcárraga le respondió que no, que la carta que quería era la de su renuncia, la cual tuvo que mandarle. Y así se dio esta historia en la que Larrea queda fuera del consejo de Televisa.”

El mismo día en que Televisa se distanció de Larrea, el gobierno de Sonora anunció también  que “rompe totalmente cualquier tipo de relaciones con la empresa minera de Cananea”, pues Buenavista del Cobre siguió contaminando y violó la clausura impuesta por la Unidad Estatal de Protección Civil, según el titular de ésta, Carlos Jesús Arias.

El anuncio del gobierno de Sonora se dio horas después del encuentro entre el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el mandatario estatal Guillermo Padrés, quien los días previos tuvo un agrio enfrentamiento con la administración federal.

La disputa con Peña

Para que no hubiera duda de que la disputa no era sólo con Televisa sino también con el gobierno federal, en los principales medios impresos y digitales afines a la “línea oficial” apareció la única foto reciente que se conoce de Germán Larrea Mota Velasco.

El enigmático empresario, famoso por pagar para que no le tomen fotos y a quien le gusta pasar inadvertido en eventos públicos, aparece en la imagen divulgada el viernes 19 saludando al presidente Enrique Peña Nieto en un evento público de Banamex y Citi.

En sus dos columnas tituladas Grupo México, detrás de una crisis, publicadas el miércoles 17 y el jueves 18 en Milenio Diario, López Dóriga contó los antecedentes de esta foto. No mencionó el conflicto interno con Televisa, pero sí con el gobierno de Peña Nieto.

Según la versión del conductor de Canal 2 y de Radio Fórmula, desde el pasado 6 de agosto se inició “una de las vencidas más fuertes del presidente Peña Nieto con el dueño de una de las dos fuerzas económicas más poderosas del país, Germán Larrea, de Grupo México”.

A raíz del desastre ambiental generado por Buenavista del Cobre, de las denuncias penales ante la Procuraduría General de la República y las multas interpuestas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “Larrea pidió ver al presidente a través de un integrante del gabinete ampliado y la respuesta fue que no lo recibiría, que su ventanilla única era la Semarnat. Ninguna otra”.

Según López Dóriga, Larrea estaba dispuesto a dar una aportación de 300 millones de pesos que manejaría su empresa. Si no aceptaban, advirtió: “Nos vemos en tribunales”. Su abogado era el exsecretario de Gobernación calderonista Fernando Gómez-Mont. El gobierno federal ya había tomado la decisión de crear un fideicomiso con un fondo inicial de 2 mil millones de pesos que tendría que aportar Grupo México.

“Es más, Larrea llegó a comentar a los suyos que el gobierno federal le había pedido 200 millones de dólares para la campaña política del PRI en Sonora y que con eso le resolverían el problema sin más”, afirmó el comentarista de Televisa, sin acreditar ninguna fuente.

“Esta versión llegó a Los Pinos, donde causó más que males. Los estaban acusando de chantajistas y ladrones”, sentenció López Dóriga. La posición de Peña Nieto se endureció. Canceló la comida que había confirmado con el Grupo Ciudad de México, que encabeza Alberto Bailleres, segundo hombre más poderoso del sector minero después de Larrea.

López Dóriga citó su propia entrevista con Peña Nieto para Noticieros Televisa en la cual el primer mandatario advierte que el gobierno “aplicará la ley a cabalidad” sin importar “de quién se trate, qué tan poderoso sea en lo económico, en lo político, no importa de qué signo político sea, el gobierno aplicará la ley para asegurar el resarcimiento de los daños ambientales que se ocasionaron en Sonora y que se paguen todas las afectaciones que hubo a las familias”.

López Dóriga volvió a mencionar una versión extraoficial de Germán Larrea. El empresario dijo que hubo un acuerdo con Peña Nieto en un breve encuentro de 10 minutos en el evento público de Banamex y Citi.

“Nunca hubo tal acuerdo. Fue un saludo fugaz. Allí, en medio de toda la gente, Larrea se acercó a saludar al presidente y éste le dijo: ‘Todo dentro de la ley’, a lo que respondió: ‘Sí, señor presidente’. Ese fue todo el diálogo”, sentenció López Dóriga.

La única fuente posible de esta versión era la contraparte de Larrea: el propio Peña Nieto. Sería la segunda vez en que López Dóriga publica una versión atribuible sólo al primer mandatario, como cuando difundió la versión de cómo el entonces gobernador del Estado de México encontró el cuerpo inerte de su esposa Mónica Pretelini.

Rompimiento en el Senado

Los mismos días que circuló esta versión del desencuentro entre Germán Larrea y el primer mandatario, en el Senado se endurecieron las posiciones entre los antiguos aliados de la reforma energética, PRI y PAN, por un punto de acuerdo que condenaba a Padrés por la detención irregular del dirigente de la tribu yaqui Mario Luna.

Por primera vez la bancada del PRI se sumó a un punto de acuerdo promovido el miércoles 17 por el PRD para criticar la “criminalización de la protesta social” y cuestionar el apoyo de Padrés a Grupo México, consorcio que ha sido ampliamente favorecido en Sonora.

El panista Héctor Larios, aspirante a la candidatura panista en Sonora para 2015, subió a tribuna para defender a Padrés, insistir en que la detención de Luna fue por un delito del “fuero común” y señalar que el conflicto se trata de una disputa “entre grupos yaquis”. El priista Ernesto Gándara, también precandidato a la gubernatura de Sonora, se sumó a la posición perredista.

Al día siguiente Padrés se reunió en privado con los senadores panistas. Así lo informó el coordinador de éstos, Jorge Luis Preciado, quien en conferencia de prensa denunció que había una “campaña mediática” para descalificar “a nuestros liderazgos, uno a uno”.

Preciado insistió en que la detención de Luna era “un tema judicial, no es un tema político”, de “yaquis contra yaquis”, descartó que Padrés estuviera protegiendo a Grupo México y defendió la decisión del gobernador de expulsar a los delegados de la Profepa, de la Comisión Nacional del Agua y de la Secretaría de Medio Ambiente.

“Creo que hemos actuado con muchísima responsabilidad, pero también es claro, y hay que decirle al gobierno que ésta es la última vez en la que nosotros vamos a seguir colaborando y vamos a seguir trabajando de manera conjunta”, soltó Preciado en un llamado a la ruptura que se desactivó de inmediato.

Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI, afirmó: “Nosotros no estamos haciendo una campaña contra nadie (…) A mí nadie en el gobierno me ha hablado para hacer una campaña contra Acción Nacional, lo desmiento contundentemente”, reviró.

La alianza entre PRI y PAN, en efecto, no se rompió. Al día siguiente ambos partidos aprobaron sin ningún cambio la lista de los 18 candidatos enviados por Peña Nieto para integrarse a los nuevos órganos reguladores derivados de la reforma energética y de los consejos de administración de Pemex, la Comisión Federal de Electricidad y del Fondo Mexicano Petrolero.

Sin embargo la tensión por los sucesos en Sonora y por el distanciamiento entre Larrea y el gobierno federal es señalada por varios legisladores consultados. Fue a través de legisladores del PAN que durante la reforma energética Grupo México cabildeó para que las empresas mineras pudieran también explotar el gas asociado a la extracción de minerales.

El antes consentido

El ingreso de Germán Larrea al Consejo de Administración de Grupo Televisa se concretó durante la administración de Felipe Calderón. Fue en ese periodo que la fortuna del empresario se disparó hasta convertirlo en el segundo hombre más rico del país, sólo debajo de Carlos Slim, según la revista Forbes.

Los cuatro gobiernos anteriores fueron generosos con él. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Grupo México adquirió Cananea en 1990, la mina de cobre más grande, a la cuarta parte de su valor real: de los 2 mil millones de dólares en que estaba valuada por Nacional Financiera, Larrea pagó 487 millones.

En el gobierno de Ernesto Zedillo se apropió de parte de la estructura de Ferrocarriles Nacionales, junto con Union Pacific. Desde 1997 Larrea es parte de los directivos de Grupo Ferroviario Mexicano, compañía que opera la mayor flota de trenes. Expandió su influencia a la perforación a través de Compañía Perforadora México, a la construcción a través de México Compañía Constructora y a los bienes inmobiliarios.

Su mayor impulso fue durante los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. Con la ayuda del gobierno federal Larrea le ganó tres años de litigio al sindicato minero y fue exonerado de cualquier responsabilidad en la muerte de 65 trabajadores en la mina de Pasta de Conchos, en Coahuila.

En ese periodo Grupo México se expandió a Perú y Estados Unidos, al negocio de la construcción y a los cines. En 2009 Forbes calculó la fortuna de Germán Larrea en 2 mil 600 millones de dólares y un año después, en 9 mil 700 millones de dólares.

En 2011, a sus 57 años, la fortuna de Germán Larrea creció 6 mil 300 millones de dólares más y se colocó entre los 39 hombres más ricos del mundo, al controlar más de la mitad del comercio internacional de cobre.

En su libro La mafia que se adueñó de México… y el 2012, el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ubica a Larrea como uno de los ejemplos de “influyentismo e impunidad” que se integró al Consejo de Administración de Televisa junto con Roberto Hernández, Claudio X. González, Alberto Bailleres y Pedro Aspe, quien lo preside.

“Se trata de uno de los hombres más insensibles y de malas entrañas de la vida pública del país”, escribió López Obrador.

Ahora esa opinión, paradójicamente, la comparten Televisa y el gobierno de Enrique Peña Nieto.



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