Revista
Proceso
# 2025, 22 de agosto de 2015..
Transa
judicial, reclusión ilegal y privación de herencia, denuncia
PALABRA
DE LECTOR
Señor
director:
Le
solicito difundir esta carta, dirigida al presidente Enrique Peña Nieto; al
jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; al presidente de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura
Federal, Luis María Aguilar Morales; al presidente del Tribunal Superior de
Justicia (TSJDF) y del Consejo de la Judicatura del DF, magistrado Édgar Elías
Azar, así como al titular de la procuraduría capitalina, Rodolfo Fernando Ríos
Garza.
Mi
señora madre, María Guadalupe García Cabello, enfrenta desde 2013 un juicio por
fraude procesal que fue a todas luces maquinado (averiguación previa
FDF/T/T2/441/12-06), por el cual se le encarceló acusada de presentar ante un
juez civil del TSJDF un pagaré con la firma falsificada de mi padre, Román
Ferrat Solá, lo que supuestamente indujo a la autoridad a incurrir en un error
al emitir una sentencia contraria a derecho.
No
obstante, como lo refirió mi madre al juez 67° Penal del DF, ese pagaré no sólo
fue en efecto signado y entregado por mi progenitor, sino que existió un
reconocimiento del adeudo correspondiente por parte de la accionista y
apoderada María Antonieta de la Cruz Simón.
Entre
las irregularidades cometidas se encuentran el hecho de que a mi mamá nunca se
le notificó la imputación que obraba en su contra, el perito de la PGJDF no
tomó las firmas de cotejo (dijo que fueron conseguidas por otro perito que se
las dio) y, por último, no obra en autos cómo se obtuvieron.
Una
vez privada mi madre ilegalmente de su libertad, el juez 67° Penal del DF dictó
sentencia absolutoria en su favor bajo el argumento de que no se acreditó el
delito de fraude procesal; mas las irregularidades e injusticias continuaron,
pues la magistrada Martha Patricia Tarinda Azuara, adscrita a la Sexta Sala
Penal del TSJDF, ilegalmente revocó la sentencia absolutoria, dio validez a
dictámenes desapegados a derecho y su resolución distorsionó los hechos y las
constancias de autos.
Dicha
magistrada pasó por alto la evidencia de que los dictámenes a los que dio
validez son irregulares porque carecen de los respectivos oficios de las
dependencias (SEP, Archivo General de Notarías, Juzgados Familiares, Juzgados
Civiles) de donde supuestamente provinieron las rúbricas que utilizaron y que
no están consideradas como indubitables. Por si fuera poco, en ampliación de
declaración, los peritos –Marcelo Canacasco Coronel, Katherine Cecilia Olier
Pimienta y Daniel Matadamas Carrera– dijeron ante el juez no recordar de dónde
las habían tomado para emitir sus dictámenes.
Pese
a lo anterior, la magistrada dio como válidos los dictámenes, consideró que se
acreditaba la falsedad de la firma con tales peritajes, revocó la sentencia
absolutoria de primera instancia favorable a mi mamá y la condenó injustamente
a seis años de prisión por la comisión del delito de fraude procesal.
Debo
decir que detrás de este retorcimiento de la justicia se encuentran los
integrantes de la familia Ferrat García Paniagua, quienes indebidamente se
apropiaron de todo el patrimonio que dejó mi padre poco antes de su muerte, en
el año 2008. Tal familia, de infausta historia, está representada por el
despacho que encabeza Fernando Gómez-Mont Urueta, quien tiene fama de ejercer
abiertamente un influyentísimo político en sus asuntos.
Tanto
la familia Ferrat García Paniagua como ese despacho nos han perjudicado, puesto
que con la manipulación del caso que cometieron las autoridades privaron
ilegalmente de la libertad a mi madre, le negaron una pensión a mi hermano
Jorge Ángel Ferrat García, quien es discapacitado (“incapaz” es el término
jurídico), y nos han impedido ejercer el legítimo derecho que tenemos a una
parte de la herencia de mi padre, de la cual fuimos despojados por parte de la
familia Ferrat García Paniagua mediante un testamento falso.
Por
todo lo expuesto, se solicitó la Protección de la Justicia de la Unión, un
amparo directo (expediente 261/2015) ante el Sexto Tribunal Colegiado en
Materia Penal del DF, y en la presente misiva pedimos al presidente de la SCJN
vigilar el desarrollo y desahogo del mismo, en virtud de que nosotros, la
familia Ferrat García Cabello, no hemos cometido ningún delito ni robado a
nadie su patrimonio, como sí lo hizo en nuestra contra la familia Ferrat García
Paniagua. En consecuencia, apelamos a las más altas autoridades del país para
que se haga justicia. (Carta resumida.)
Atentamente
María
Teresa Ferrat García
Teléfono:
2221044281
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