Antonio
Roqueñí Ornelas: TLALPAN DF, 11/09/1934- México DF; 29/11/ 2006, IN
Memoriam
A dos años de su partida.
"No muere quien ha besado su ciudad
con su aliento hasta en los días más oscuros de su vida. Y quien la ha pisado
con su calzado animado por el afán de vivir, tampoco muere. Y quien muere y
resulta que deja una obra monumental y grandiosa, aun en su más estricta
pudibundez y discreción, tampoco muere, porque una de las funciones de las
obras principales, como sabemos, es abolir la muerte." Ángel Rupérez
Este texto lo leí hace dos años en los funerales del Dr.
Antonio Roqueñí lo comparto en este espacio hoy que se cumplen dos años de la
partida.
Antonio Roqueñí Ornelas: TLALPAN DF, 11/09/1934- difunto
en el DF; 29/11/ 2006
¡
Ah... Qué pena siente el alma!, dice una canción de la chilena Violeta
Parra.
Hace unas horas me acaban de avisar que murió Antonio Roqueñí Órnelas.
¡La noticia me cayó como bomba!
Me la dio pasada la una de la tarde mi amigo Ricardo Alemán
-¿Estas seguro?-, le pregunte?
-Sí, desgraciadamente-, me respondió: "lo acabo de escuchar en la
radio con López Doriga. (Roqueñí era comentarista ocasional con Joaquín en ese
programa).
Pero como buen reporteros me dijo: "¡mejor confírmala!
No había necesidad pero lo hice. De inmediato me lo ratificó su fiel
secretaria del Montepio Luz Savignon.
La verdad ¡No lo podía creer! Apenas unos días antes acabábamos de hablar
por teléfono.
Por cierto, dejamos una comida pendiente y por lo menos, un
libro por comentar: "Opus Dei" de John l. Allen, Ed. Planeta,
2006, además del quinto viaje papal a Turquía.
Siempre había tema que hablar con él…
Anoche en la funeraria lo acompañe con sus familiares y amigos: lo vi en
su catafalco ¡Muy él! ¡Muy propio!
Lo vistieron de sacerdote con alzacuello y
estola, listo para su servicio religioso mañanero en donde vivió los dos
últimos años de su vida.
¡Pero así es la vida!
Toño -para los amigos-, fue un hombre bueno, inteligente, amigo de sus
amigos, uno de los hombres más valientes que ha dado la iglesia católica.
¡Eso no hay duda!
Estudio la licenciatura en derecho con la generación de 1954, se ufanaba
de ello: "¡fuimos la generación fundadora de la Ciudad
Universitaria!", me decía.
Y me hablaba de sus amigos y compañeros de generación,
entre ellos, personalidades de la política, la academia, del Poder Judicial.
Muchos de ellos eran políticos, por cierto de diferentes partidos.
Roqueñí se doctoro en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de
Santo Tomas en Roma en 1960; después estudio un doctorado en Derecho por la
Universidad de Navarra en 1964, un año más tarde de su ordenación sacerdotal en
Madrid:.
Su amplia experiencia jurídica lo lleva a ser -de 1978 a 1997- miembro del
Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de México, tiempo después fue su
presidente.
Nunca entendí porque el eminentísimo cardenal Norberto Rivera Carrera,
arzobispo Primado lo destituyó en 1997. El golpe aunque Toño se lo esperaba fue
duro. Me tocó estar con él en ese entonces. Y es que si algún trabajo disfrutó
intensamente el Padre fue el de ser Juez eclesiástico.
¿Y como no? sí
¡Era un Ombudsman!
¡Era un Ombudsman!
De 1992 a 1995 fungió como apoderado legal de la Arquidiócesis Primada de
México, como Asociación Religiosa (AR). Desde los setentas y hasta el retiro
por edad del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, fue su principal asesor.
Por cierto metía las manos al fuego por él.
La verdad, Toño metía las manos al fuego por sus amigos.
Roqueñí jugó un papel clave en las reformas constitucionales de 1991-1992
que dieron personalidad jurídica a las Iglesias. Sin embargo, decía: "la refoma quedo corta".
Desde esa posición y con sus amplios estudios en la materia se mantuvo en
la posición de primera línea de la nueva relación Estado-Iglesias.
Asesoró a varias congregaciones religiosas, sobretodo femeninas, para que
obtuvieran su registro constitutivo como AR: de muchas de ellas fue su
apoderado legal.
En las elecciones federales del 2003 el extinto partido México Posible
denunció a varios ministros de culto, entre ellos el obispo de Querétaro Mons.
Mario de Gasperín de violar la ley electoral.
Toño fue llamado a ser su abogado y litigó ante la FEPADE, por cierto lo
hizo con mucha discreción y con éxito. Me lo comentó, pero me pidió discreción.
En 1993, por petición del su "jefe y amigo" el cardenal Corripio
fue asesor del obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García en
un conflicto con el entonces nuncio apostólico Girolamo Prigione. El caso no
llegó a tribunales, Toño lo ganó en la mesa.
Hay que precisar que el padre Roqueñí fue un crítico de los abusos de la
jerarquía católica, que no de la Iglesia como institución.
De hecho ese fue el problema con Girolamo Prigione; "nosotros
fuimos amigos hasta que él decidió tacharme de su lista, no yo de la mía".
Eso le decía debido a la amistad que tuvo con el otrora poderoso nuncio papal: de
hecho Roqueñí lo acercó con varias gentes, entre ellas con Manuel Bartlet.
(Toño fue muy amigo de Manuel, estudiaron juntos en la UNAM).
Y pues, ¡Antonio esta en la historia de este país!
¿Y como podría no estarlo?
¿Quién no recuerda aquel enero de 1994 cuando acompañado del sacerdote Enrique
González Torres SJ, fueron a decirle al nuncio que sacara las manos del
conflicto en Chiapas, y que se fuera de México?
En una larga entrevista -22 de
abril de 1997- que nos dio a Carlos Martínez Assad y a Sara Sefchovich nos
dio los pormenores (por cierto voy a proponer publicarla completa), nos dijo:
"fuimos
a invitarlo Enrique González Torres y yo a que abandonara el país... eso fue en
94...Estaba metido hasta las cejas manejando el asunto de la relación con los
obispos chiapanecos, en un problema donde era muy delicado que él metiera las
manos, problema interno de la guerra y todo el asunto: ¡Señor, fuera manos de
aquí!"
’
Y agrega: (Y previamente habíamos) "convocamos una rueda de prensa y
dijimos vamos a hablar con Prigione y nadie se lo creyó. Le mandamos primero a
3 mensajeros: a José Luis Soberanes (exdirector
del IIJ-UNAM hoy Presidente de la CNDH) al padre Miguel Olimón Nolasco y
al rector de la Universidad Pontificia, Raúl Duarte: Háganos favor de
decirle a Prigione lo que acabamos de acordar en esta mesa con periodistas, que
vamos a decirle que saque las manos de Chiapas, y fueron y se lo dijeron,
entonces cuando le pedimos la cita pues claro que nos recibió, dijo aquí me los
agarro, y entonces la conversación comenzó en tono jesuítico, con Enrique
González Torres, muy despacito, mire hemos visto su intervención en este punto
y en este otro... Sí, sí, si sí, ya me di cuenta que ustedes...
Y empezó a regañarnos porque nos habíamos portado mal, entonces yo estaba
de espectador y los dos platicando... Entonces en un cierto momento no lo
dejaba hablar a Enrique.
Entonces yo pedí la palabra, le dije, señor ¿me permite un segundo?
Primero: ¡no somos dos monjas que vengan aquí a pedirle el favor de que
canonice a su fundadora.
Segundo: ¡no somos dos curas que vengan a pedirle a usted el favor de
darnos una mitra episcopal, ninguno de los dos nos interesa ser obispo!
¡Venimos a decirle que usted debe irse de este país!
Entonces ya se aplacó. No, no, no, se desencajó y lo vi pequeñito en su
sillón, y entonces ya Enrique continuó, y le dijimos todo lo que teníamos que
decirle.
(Entonces) Salió a despedirnos, fue muy cordial la despedida, pero el
trancazo ya no se lo pudo quitar. ‘
A renglón seguido organiza él una rueda de prensa como si el Cardenal
Corripio nos desautorizara, y entra Toño Román (reportero de La
Jornada) Ángeles Fernández (El Heraldo) y Patricia Cerda (Excélsior),
entre otros, y nos desautoriza, y entonces ya la gente se calienta, y entonces
van con nosotros y lo que no hicimos nosotros, pues lo hizo la gente…."
¡Eso generó un ruido mediático!
Ahí, Toño se convirtió sin pretenderlo en una figura nacional.
En ese entonces lo conocí, yo era un modesto servidor público en la
Secretaría de Gobernación.
Por cierto vivía entonces austeramente en la Casa
del Sacerdote, allá por los rumbos de la colonia Santa María La Ribera.
Antonio fue tuvo la fortuna de ser el principal organizador de la primera
visita de Juan Pablo II a México en enero de 1979.
Fue también el valiente
asesor canonista de los hombre que sufrieron abusos por el padre Marcial Maciel
Degollado.
Ayer en la funeraria vi triste a José Barba, exlegionario...,
Los últimos años de su vida el padre Roqueñí los dedico a ser capellán,
primero de un hospital, después en un asilo de ancianos; también dedicaba parte
de su tiempo a asesorar a varias congregaciones religiosas y trabajo felizmente
en el Montepío Luz Savignon.
¡Ah! también daba entrevistas a medios impresos. Fue comentarista de Radio
Red y con López Doriga. Nunca quiso dar una entrevista de TV¿ yo lo con
venci de que me diera una, a propósito de la visita papal allá en 1999; fue
para el programa Realidades en canal 40. (Ciro Gómez Leyva debe tener
una copia).
Recuerdo que decía: "a mí el tema de las relaciones Iglesia Estado
siempre me ha interesado desde chamaco y en los clubes a los que fui invitado
cuando se decía “se prohíbe hablar de religión y de política”, simple y
sencillamente yo no accedía, porque eran los temas que a mí me gustaban:
religión y política, y siempre he hablado de religión y de política...
"’
Cuando yo estudié derecho y después en la facultad de derecho tuve la
inquietud vocacional de ser sacerdote, desde ese momento concebí que mi
quehacer sería la política y la religión y cómo resolver esa esquizofrenia de
mi Patria en donde por un lado estaba la política y por otro lado estaba la
religión.
Yo nunca vi la raya divisoria, porque creo que no existe. La raya divisoria
entre religión y política no existe porque el hombre, como lo dice Aristóteles
es un Zoon politikón, por naturaleza es político...,“’
De la reforma, lo dijo una y otra vez se quedó corta. "El artículo 24 Constitucional, que es donde se consagra el
derecho humano, que todo ser tiene, para profesar la religión que le dé su
gana, resultó tacaña en materia de libertad religiosa…
Agregó: "Un día
platicando -con el Cardenal Corripio Ahumada- a propósito de los proyectos de
reforma legal..., (Y) Como viejo, como hombre experimentado, como mexicano, muy
patriota en muchas cosas, dice esto tiene que ir por el lado de los derechos
humanos, que se le restituya al pueblo el derecho humano de optar libremente
por la religión que quiera, por la educación que quiera, por formar su
patrimonio como él guste, personal o asociado, con las limitantes del orden
público y los derechos de terceros, y habría que hacer entender esto al
gobierno, pero hablan otro idioma del que nosotros hablamos: no nos podemos
entender... Entonces mi intento era hacerle entender a los funcionarios
públicos que por ahí no iba pero que se acercaba mucho..."
Toño estaba convencido de que en México “tendría que haber una reforma
legal, una reforma constitucional; sin embargo, -nos decía-, eso no es
prioritario hoy “Yo creo que habría que resolver antes una serie de problemas
del tránsito a la democracia para que desde el punto de vista de los derechos
humanos la ciudadanía provocara estos cambios constitucionales, no otra vez un
arreglo de cúpulas, porque volveríamos a caer en el mismo error."
Y cuando nombraron Papa a Joseph Ratzinger, es decir, a Benedicto XVI, nos
dijo a Jesús Rangel a mi en una entrevista para Milenio Semanal:
"Me
parecen superficiales las observaciones que hacen los periódicos sobre el Papa.
No han visto al Ratzinger profundo ni a Benedicto VXI...
¿Y el intransigente Ratzinger? le preguntamos
-a lo cual nos contestó categórico:
¡Ratzinger ya no existe! existe
Benedicto XVI!
Y agrego de inmediato ¡Mi lealtad total a él!
Lo dijo cuál si fuera súbdito.
Así era Toño.
Así es la vida amigos, como dice Eclesiastés, o sea el predicador en
la Biblia:
"Generación va, y generación viene:
mas la tierra siempre permanece...
y sale el sol, y pónese el sol,
y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer.
El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte;
va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo....
¿Qué es lo que fue?
Lo mismo que será.
‘
¿Qué es lo que ha sido hecho?
Lo mismo que se hará:
y nada hay nuevo debajo del sol...,
Todo tiene su tiempo:
Tiempo de matar, y tiempo de curar;
Tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
Tiempo de llorar, y tiempo de reír;
Tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;
Tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir...,
¡Hoy le toco a Toño!
Mi más sentido pésame a su familia y a sus entrañables amigos que dejó en
el camino.
Su espíritu nos acompañará mucho tiempo
¡Hasta siempre amigo!
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