Comparecencia del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, ante las Comisiones de Justicia, de Seguridad Pública y de Investigación de Contratos de Pemex, realizada el miércoles 24 de septiembre de 2014.
El
presidente diputado Ricardo Alberto Pacheco Rodríguez: Tocaría ahora el turno a la presidencia de la
Comisión de Justicia hacer alguna reflexión inicial en esta comparecencia. Lo
primero que debo decir es que me queda claro que el procurador General de la
República tiene perfectamente establecidos los focos de a dónde debe llevarse
esta institución en este tránsito del país hacia un nuevo sistema de justicia
penal que requiere, como él lo ha dicho, la profesionalización, la
capacitación, la actuación, la preparación de todos los actos que están a su
mando.
En
ese sentido, debo decir que al escucharlo con la precisión con la que hace sus
manifestaciones siempre, no he de agregar más a lo que han dicho mis compañeros
presidentes de las comisiones. Solamente decir que en el privilegio que he
tenido de coincidir con el procurador General de la República en tareas
diversas en espacios legislativos, aquí mismo en la Cámara de Diputados, como
él bien lo señala, he aprendido que el uso eficiente del tiempo que uno puede
hablar es uno de los valores mayores que los políticos debemos utilizar.
Así
es que con lo dicho y sabiendo que mis compañeros y mis compañeras diputadas
serán exhaustivos en las preguntas que harán al señor procurador General de la
República, daría por resuelta la intervención de la presidencia de la Comisión
de Justicia.
El
presidente diputado Ricardo Alberto Pacheco Rodríguez: Pasaríamos, si le parece bien, señor procurador,
al posicionamiento de los diversos grupos parlamentarios que integran las
comisiones que aquí desahogamos esta comparecencia, por lo que damos la palabra
al diputado José Alberto Rodríguez Calderón, del Partido Revolucionario
Institucional.
El
diputado José Alberto Rodríguez Calderón: Muy buenas tardes a todas y todos. Señor presidente,
con su permiso. Señor procurador General de la República, licenciado Jesús
Murillo, sea usted muy bienvenido a esta casa de los mexicanos, que sigue
siendo su casa, sigue usted siendo un diputado como todos nosotros.
Saludo
con gusto a la señora subprocuradora, a la señora Oficial Mayor, a los
funcionarios de la Procuraduría General de la República que el día de hoy
acompañan al procurador, a los vicecoordinadores de las distintas bancadas
partidistas en esta Cámara, a los señores presidentes de comisiones, a las
compañeras y compañeros diputados de las comisiones de Justicia, Seguridad
Pública, Especial de Pemex, a los amigos de los medios de comunicación.
Por
qué estamos hoy reunidos en torno a esta comparecencia del titular del
Ministerio Público federal. Además de que existe una obligación legal que el
señor procurador cumple a cabalidad, por qué estamos reunidos para hablar con
el titular de la cabeza principal en materia de justicia en este país.
El
asunto se interpreta de manera muy rápida. El orden jurídico es la estructura
legal que permite la gobernabilidad en una sociedad, así de sencillo. La
justicia es el eje social que permite la convivencia, y para ello se requiere
de instituciones fuertes y sólidas como son las que tenemos en nuestro país.
El
Ministerio Público federal, su titular es el licenciado Murillo Karam.
Brevemente, ¿qué es el Ministerio Público? Ministerio Público, la palabra
“ministerio” proviene de la palabra latina ministrare, y ministrare significa
“dar”. Dar seguridad, dar orden, dar y procurar la justicia a toda una
sociedad.
La
procuración de justicia en nuestro país vive momentos coyunturales. Desde hace
90 años en nuestro país no vivíamos cambios jurídicos y la reingeniería legal
que todos hemos ido perfectamente determinando y que hemos participado con la
aprobación, en su caso, de los que lo han hecho, de este nuevo orden jurídico
que todos los mexicanos estamos diseñando.
Estos
cambios estructurales de la procuración de justicia se basan principalmente en
el impulso que el presidente Peña Nieto a través de sus iniciativas ha ido
generando para diseñar la estructura de lo que va a ser el nuevo sistema de
justicia penal.
Efectivamente,
bien lo dijo el procurador, esto está fraguándose; esto está detallándose y se
encuentra en proceso de que se consolide, llevará su tiempo, pero seguro
estamos de que será un proyecto viable, un proyecto de éxito para todos los
mexicanos.
Derivado
de la reforma político-electoral aprobada por el Congreso de la Unión, en
próximas semanas, antes de que termine este año lo esperamos, tendremos una
nueva institución: la Fiscalía General de la Federación, y esta fiscalía no
solamente es un cambio de nombre, es el cambio de un diseño institucional, es
el cambio de un paradigma que duró 90 años y que ahora, socialmente todos
tenemos que ir trabajando para entenderlo y para irlo aterrizando.
¿Cuáles
son las principales características? Primero, el Ministerio Público adquiere
autonomía. La fiscalía tendrá una total autonomía, no dependerá de ningún poder
específico del Estado. La fiscalía, el fiscal, su titular, será designado por
el Senado de la República, ya no será una atribución del Ejecutivo.
Estas
son algunas de las nuevas formas en que la justicia cambiará para bien de toda
nuestra sociedad. Junto con ello también vale la pena reiterar y hacer
comentarios que adicionan lo referido por el procurador Murillo, la reforma a
lo que es la legislación penal y la creación del nuevo sistema penal acusatorio
en el país, implica un cambio que ya ha sido realidad, que fue el sueño durante
muchos años de legisladores y de académicos, y de toda la sociedad exigiendo
una forma de justicia igual para todos los mexicanos. Y es por ello que nace y
se consolida el Código Nacional de Procedimientos Penales, legislación única en
materia procesal. Se juzgará a todos los mexicanos de la misma manera, ya no
habrá ningún tipo de diferencias.
Esto
genera una certeza jurídica y una celeridad en los procedimientos. El nuevo
sistema de justicia tiene ya su estructura, su guion; la forma, el proceso ya
está definido, los operadores tendrán que ir diseñando la forma en cómo
aterrizarlo.
Los
medios alternos de solución de conflictos, de solución de controversias, esto
es una de las partes fundamentales del nuevo sistema. En términos sencillos
¿qué significa? Darle a la sociedad, a los ciudadanos, la posibilidad de
resolver ellos mismos sus propios problemas. Dar a través de la mediación, de
la conciliación, del arbitraje, los instrumentos para que los ciudadanos lo
puedan hacer.
La
brevedad en los procesos penales. Se establece el máximo como un año. Y esto es
un éxito, es un gran éxito cuando la sociedad mexicana reclamaba la celeridad y
la certeza en la manera de aplicar la justicia.
Igualmente
se habla de la forma, la oralidad. La oralidad es una forma que permitirá hacer
que los procesos sean mucho más rápidos y que exista trasparencia en el momento
en que se rindan y se dicten las sentencias. Y siempre habrá un juez, cosa que
actualmente difícilmente ocurre. Éstas son algunas de las circunstancias
valiosas que implica la nueva justicia en México.
Los
priistas, los diputados priistas de esta Legislatura hemos vivido muy cercanos
los cambios, hemos vivido de manera emotiva lo que significa este cambio de
paradigma, lo que significa esta ruptura de estructuras, y la vemos con gran
éxito y la vemos bien dirigida por el señor procurador, licenciado Jesús
Murillo Karam.
Señor
procurador, los priistas confiamos en nuestro procurador, confiamos en la
procuración de justicia de nuestro país y confiamos en las instituciones que
han generado esta estructura tan valiosa. Señor procurador, nuestro
reconocimiento a su trabajo y nuestro reconocimiento a la actividad y al nuevo
modelo y a la nueva cara que está teniendo la Procuraduría en sus manos. Muchas
gracias.
El
presidente diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez: Tiene ahora el uso de la palabra la diputada Karina
Labastida Sotelo, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, hasta
por siete minutos.
La
diputada Karina Labastida Sotelo: Con el permiso de la Presidencia. Señor licenciado Jesús
Murillo Karam, procurador general de la República, le agradecemos su presencia
ante estas comisiones unidas para abordar con motivo del Segundo Informe de
Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto las acciones realizadas por la
Procuraduría General de la República a su digno cargo.
Es
innegable que la investigación y la persecución de los delitos federales no
admite impericias, dolo o negligencia alguna. Preservar el cumplimiento
irrestricto de la Constitución se vuelve un objetivo insatisfecho ante la falta
de transparencia en el manejo de la información y ante la manipulación de
cifras, signos inequívocos y representativos de la presente administración
federal, entre otros factores.
Por
ejemplo, un tema que lastima sin duda a los mexicanos es precisamente el
desempeño de los Ministerios Públicos poco comprometidos, que lejos de ayudar a
las víctimas del delito en muchas ocasiones las revictimizan, que no asumen el
alto compromiso con la sociedad que les ha sido encomendado.
Las
cifras oficiales pretenden ocultar la realidad, ya que sólo uno de cada 10
delitos es denunciable. Las causas de ello, simple: la falta de confianza en
las autoridades amén del temor a las represalias por la colusión de éstas con
los delincuentes.
Recordemos
que en marzo del presente año el Inegi informó que 72 por ciento de los
mexicanos consideran insegura su ciudad, 4.4 más que en diciembre de 2013. Lo
anterior se refleja en la economía del país, pues no en vano perdimos cinco
lugares al pasar del lugar 48 al 53, según datos emitidos por el Banco Mundial.
El
gobierno de la república presume una disminución del 18 por ciento en
homicidios dolosos relacionados a delitos federales, situación muy lejos de la
realidad. A pesar del discurso triunfalista tanto homicidios dolosos como
secuestros no han disminuido. Las estadísticas del Sistema Nacional de
Seguridad Pública contradicen esos datos.
Señor
procurador, debido a la importancia que representa la correcta procuración de
justicia para el desarrollo del principio de legalidad rechazamos la justicia
selectiva, la justicia al servicio de intereses políticos y la violación que
con ello se hace a la dignidad de la persona humana.
Como
prueba de lo anterior –y por mencionar tan solo un ejemplo– cabe señalar la
resolución de la Procuraduría General de la República en torno al caso Rodrigo
Vallejo Mora, la cual pone de manifiesto un trato diferenciado y una aplicación
discrecional de la justicia en Michoacán.
En
efecto, la liberación de delincuentes, como Caro Quintero, sólo se explica por
la inactividad, negligencia o complicidad del Ministerio Público.
Señor
procurador, exigimos que actúe en consecuencia para sancionar a los
responsables y para que ya no se sigan liberando a más delincuentes.
Por
lo que hace a la política criminal, la PGR tampoco ha destacado en este rubro,
pues todo indica que le resulta más fácil criminalizar a quien comete un robo
simple, que al policía ministerial federal que extorsiona comerciantes,
secuestra o vende armas, por dar sólo un ejemplo.
Como
órgano defensor de los intereses de la sociedad, la Procuraduría General de la
República le debe a los mexicanos. En el 2012 la PGR recibió un presupuesto de
14 mil 905 millones de pesos; en 2013 fue de 15 mil 221 millones de pesos, y
para 2014 fueron 17 mil 288 millones de pesos. Es claro entonces que su
presupuesto se ha incrementado, pero le pregunto, señor procurador, ¿los
resultados también?
Según
los indicadores proporcionados en el II Informe de Gobierno, se explica que de
septiembre a diciembre de 2013, se logró una disminución constante en los
delitos que más afectan a la sociedad. Que de enero a julio de este año los
delitos del fuero federal, en todas las regiones del país han disminuido de
manera significativa hasta en un 68.9 por ciento tan sólo en la región centro
del país.
Sin
embargo, según datos de la matriz de indicadores de resultados de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público existe un subejercicio para investigar y combatir
los delitos del crimen organizado, lo que contradice la necesidad de
investigación de estos delitos.
En
2013 se otorgaron dos mil 374 millones de pesos para tareas correspondientes a
investigar y combatir delitos del crimen organizado y sólo se gastaron mil 827
millones de pesos. Lo que representa una diferencia de 547 millones de pesos
que no se erogaron.
En
el mismo año, para la investigación y persecución de delitos federales no se
gastaron 508 millones de pesos de los nueve mil 53 que fueron entregados a la
PGR, en donde sólo se gastaron ocho mil 544 millones de pesos para un
porcentaje de 5.61 por ciento de subejercicio.
Como
podemos observar, presenta resultados que no nos quedan claros, nuevamente
tenemos ante nosotros lo que tanto esfuerzo nos llevó superar y construir,
tenemos ante nosotros nuevamente un gobierno de reflectores, de cifras en
ocasiones maquilladas, de autoritarismo y con las mañas del viejo régimen. Un
gobierno que no acepta la realidad y que no reconoce la problemática de la
denuncia social.
Compañeras
y compañeros legisladores; señor procurador, abogamos por la profesionalización
de la institución que encabeza y la de todos aquellos que laboran en la misma,
con la finalidad de que cumpla a cabalidad las funciones y atribuciones que
tiene encomendadas. Coincidimos en que las instituciones son para brindar
servicio al ciudadano y no a los criminales.
En
esta tarea, señor procurador, tiene a su principal aliado en el Poder
Legislativo, pero también a su primer vigilante. Requerimos de manera urgente
una Procuraduría más cercana a los ciudadanos, una Procuraduría que genere
confianza. Queremos que el Estado de derecho sea regla y no la excepción y que
todos los mexicanos seamos iguales ante la ley. Queremos una Procuraduría que
sea verdadera protectora de los derechos de los ciudadanos.
Para
llevar a cabo lo anterior de manera exitosa, es necesario fomentar el apego a
la transparencia, a la rendición de cuentas y los demás principios que permitan
el desarrollo del sistema democrático que debe imperar, con la finalidad de
presentar un combate frontal y efectivo contra los crímenes, la corrupción,
pero sobre todo, contra la injusticia.
Queremos
dejar claro y reiterar que en Acción Nacional seguiremos luchando por un Estado
que no se someta a la voluntad y al poder de los grupos criminales, pero que
tampoco aplique la ley de manera selectiva. Luchamos por un país en el que las
instituciones permanezcan sólidas, respetando siempre la independencia y la
despolitización de la justicia. Es cuanto, señor presidente.
El
presidente diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez: Muchas gracias, diputada Labastida.
El
presidente diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez: Hará uso de la palabra ahora la diputada Elena
Tapia Fonllem, por el Partido de la Revolución Democrática, hasta por siete
minutos.
La
diputada Margarita Elena Tapia Fonllem: Muy buenas tardes a todas y a todos. Con su
permiso, señores presidentes. Bienvenido, licenciado Jesús Murillo Karam,
procurador general de la República, y paso a dar lectura.
Para
nosotros en el PRD es importantísima esta comparecencia, pues consideramos que
en un país con gran desigualdad y descomposición social muchas personas se ven
orilladas a buscar recursos de manera ilegal. Sin embargo, pobreza no es
sinónimo de delincuencia.
La
presencia simultánea de criminales organizados y de autoridades ineficientes,
es lo que lleva a las personas comunes a cometer delitos de alto impacto.
En
años recientes este Poder Legislativo ha aprobado reformas en materia penal, de
derechos humanos y de jurisdicción militar, así como la Ley General de
Víctimas. Sin embargo, aunque nosotros creemos que esto debería implementarse
de manera escrupulosa, no vemos que esto se haya cumplido.
La
máxima instancia federal para esclarecer hechos delictivos y lograr sanciones
justas ha tenido un pobre desempeño. Sabemos que la efectividad de la justicia
tiene un impacto sobre los índices de violencia. Esto no ha ocurrido.
La
tasa de impunidad se mantiene arriba del 93 por ciento para delitos denunciados
y 98.5 por ciento para delitos cometidos. Y qué decir de los feminicidios,
señor procurador, las extorsiones y las agresiones contra periodistas que
ocurren con una frecuencia alarmante.
Es
cierto, este gobierno cambió el discurso y la estrategia de comunicación. La
consigna de la guerra contra el narcotráfico quedó en la historia. Sin embargo,
las acciones contundentes han sido escasas, pero expuestas ampliamente de
acuerdo a los efectos mediáticos que pueden generar.
La
corrupción y la impunidad están ausentes en el informe que usted presenta y no
hay diseño institucional que asegure soluciones. La Procuraduría enfrenta
serios problemas de operación, coordinación y mando, como usted mismo reconoció
en su plan de trabajo.
Donde
también afirmó que al interior prevalece una marcada tendencia a las relaciones
clientelares y de grupo. Que la organización interna es lenta. Que las unidades
y la información de la PGR están aisladas entre sí y separadas de otras
instancias.
La
calidad del trabajo de ministerios públicos, agentes y peritos no se acredita
acumulando certificaciones, cursos y programas cada vez más específicos, como
asienta la mayor parte de su informe, sino mediante indicadores que muestren
efectos sobre la impunidad y la criminalidad.
Dos
años eran suficientes para comenzar una reestructuración interna y establecer
bases mínimas para garantizar investigaciones profesionales mediante el debido
proceso y con respeto a los derechos de victimas e imputados.
Hoy
nos seguimos preguntando, ¿qué cambios ha habido para conducir con eficacia la
procuración de justicia? Lamento decirle, que la eficacia y la eficiencia de la
Procuraduría dejan mucho qué desear.
De
acuerdo al Inegi, los homicidios denunciados alcanzaron los 22 mil casos el año
pasado, y según el Sistema Nacional de Seguridad Pública en lo que va de este
año ya se superó esta cifra. Sería aventurado sacar conclusiones definitivas en
ausencia de una cultura de la denuncia, pero tenemos la certeza de que nada ha
cambiado.
Los
grandes cárteles continúan incursionando en robo, extorsión, secuestro, trata
de personas y asesinato. Nos preguntamos cómo los grupos delictivos logran
hacerse de armas, cometer crímenes, escapar de la escena, recorrer el
territorio, anular a las autoridades y mantener su coto de poder violento.
El
crimen organizado ha construido estados paralelos en varias entidades del país.
Amplias regiones donde la Procuraduría no ha podido desarticular estructuras
que operan con total impunidad.
El
número de averiguaciones previas despachadas disminuyó de 2008 al año pasado.
Esto provoca que cada averiguación costará, según la Auditoría Superior de la
Federación, 81 mil pesos en 2008 y usando el mismo método, el año pasado habría
costado 143 mil pesos cada una.
Si
apenas un tercio de las averiguaciones termina en consignación, esto indica que
la justicia no solo es ineficiente, también es ofensivamente cara. Las
violaciones a derechos humanos corresponden a una lógica autoritaria y a una
crisis institucional del Estado.
Nos
preocupa profundamente, ya se dijo, pero nos preocupa profundamente el caso de
Tlatlaya y las posibles transgresiones que se desprenden de las versiones
recientemente divulgadas en un contexto donde las detenciones y acciones
arbitrarias abundan.
Hace
unos meses el relator de Naciones Unidas sobre la Tortura manifestó encontrar
casos de tortura en todo el territorio por parte de las instituciones de
Seguridad, Marina y Ejército, hasta Policía Federal y policías municipales.
Las
técnicas de tortura muestran patrones estables y repetitivos dirigidos a
obtener pruebas a cualquier costo. Crecen los testimonios y quejas mientras que
las sentencias simplemente no aparecen. La tortura sigue siendo una práctica
generalizada y sistemática.
Usted
manifestó que iba a reducir la incidencia del arraigo penal, que es una
práctica violatoria de derechos humanos en sí misma. Los agentes siguen
cometiendo injusticias por corrupción, por falta de pericia, por actuar bajo
presión o por mala distribución de los recursos.
Nos
preocupa el futuro del sistema penal acusatorio, pues fabricar culpables,
alterar pruebas, encerrar inocentes, inventar delitos son mecanismos
sintomáticos de un sistema de procuración de justicia disfuncional.
Cada
víctima de estos abusos representa un rotundo fracaso de una larga cadena de
funcionarios. Hemos planteado nuestra prioridad por resolver el grave problema
de las desapariciones que se concentran especialmente en mujeres, en jóvenes,
en personas de escasos recursos.
A
principios de 2013 se manejó una cifra bruta de más de 26 mil víctimas de
desaparición. Lo que corroboró públicamente la subsecretaria Elia Limón.
Hace
unos meses, la subprocuradora Benítez dio una cifra de 22 mil personas. Sin
embargo, usted sostuvo hace unos meses que el número correcto era de 13 mil
personas tras un cotejo con las personas localizadas y registros erróneos.
Por
el contrario, el secretario de Gobernación afirmó que con la depuración de las
listas se habían contabilizado solo 8 mil y días más tarde aclaró que eran 16
mil.
En
fin, no seguiré por respeto al tiempo con las cifras, pero sí quisiéramos saber
los resultados concretos para identificar a las personas desaparecidas.
Finalmente,
quisiera yo decir que entregaré por escrito la solicitud de varios casos que
han llegado a la Comisión de Derechos Humanos, de personas que se encuentran
con sus derechos humanos violados, que están encarcelados injustamente y
queremos una respuesta al respecto.
Y
por otra parte, reiterar la disposición del Grupo Parlamentario del PRD para
atender las necesidades de presupuesto de esta institución, que esperamos que
al ser fiscalía –cuando se apruebe esta minuta que acaba de llegar-, signifique
o represente un verdadero cambio en la estrategia, en el diseño y en el
fortalecimiento de la institución para la procuración de justicia. Por su
atención, muchas gracias.
El
presidente diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez: Tiene la palabra el diputado Antonio Cuéllar
Steffan, del Partido Verde Ecologista de México, hasta por siete minutos.
El
diputado Antonio Cuéllar Steffan: Gracias, diputado presidente. Distinguido señor
procurador Jesús Murillo Karam. Apreciados señores presidentes de las
comisiones aquí reunidas. Estimadas compañeras y compañeros diputados de esta
Cámara. Señoras y señores.
El
ejercicio responsable de la actividad parlamentaria que la Constitución
encomienda a los representantes de la nación impone como primer deber el
relativo a la comprensión asertiva de las condiciones históricas a partir de
las cuales ha de realizar la actividad legislativa, cimiento esencial sobre el
cual puede construirse un Estado civilizado y democráticamente organizado.
A
lo largo de los dos últimos años el gobierno de la República, los Poderes de la
Unión involucrados en la ardua labor de discutir, elaborar y promulgar las
leyes, han identificado la añeja necesidad de erradicar la grave desigualdad
que divide a los mexicanos como un objetivo primordial del que depende la
consolidación del bienestar cierto y duradero para la población.
Es
en el marco de este entendimiento que la expedición de las reformas, adiciones
y las nuevas leyes aprobadas durante la presente Legislatura, están íntimamente
relacionadas para configurar un sistema normativo que no tiene otro propósito
sino el de propiciar condiciones jurídicas y sociales que aseguren la inversión
y la producción como camino legítimo para la ocupación digna y remuneración
equitativa del pueblo de México.
Un
fenómeno sin embargo ha venido empañando a lo largo de los últimos años el gran
esfuerzo que quienes amamos a México hemos venido realizando para mejorar las
condiciones de vida de las generaciones venideras. El crecimiento de las
actividades delictivas.
En
el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México entendemos la
importancia de generar condiciones de empleo como vía idónea para prevenir y
evitar la delincuencia que en ocasiones encuentra en la desesperación la
desocupación la fuente propicia para allegarse de militantes.
Nuestra
simpatía con los jóvenes de México que han migrado hacia actividades ilícitas
en las condiciones relatadas, nos ha motivado a aprobar el cúmulo de
iniciativas presentadas de las que depende el mejoramiento de la educación, la
abolición de los monopolios, la apertura al crédito, el aprovechamiento de los
recursos públicos como vía justa para lograr la más pronta y eficaz
redistribución de la riqueza, pues confiamos en que todas ellas, aplicadas de
manera conjunta, permitirán atraer inversiones que demanden el ímpetu, el
esfuerzo y la vocación de servicio de cada uno de ellos, descarrilados por la
insuficiencia de oportunidades.
Existe
una delincuencia, en cambio, que no es fruto de las condiciones cíclicas de la
economía, un cáncer que carcome a nuestra sociedad, que afecta el desarrollo de
la juventud e impide la consolidación del arduo trabajo que todos los mexicanos
llevamos a cabo para lograr la estabilidad, condición a la que está sujeto el
éxito de la anhelada transformación nacional a la que me vengo refiriendo.
Hemos
escuchado y sido muy sensibles con relación al más vehemente reclamo de nuestra
sociedad con respecto a los enemigos de México y de los mexicanos, y hemos
presentado e impulsado iniciativas que ofrecen los instrumentos para castigar
con absoluta severidad a quienes con sus actos tienen realmente secuestrada la
tranquilidad y la esperanza de quienes vemos en nuestros horizontes un país
mejor. No queremos más secuestradores en las calles o en los senderos. Ningún
levantamiento más en ningún rincón de México.
Señor
procurador, recibimos con beneplácito el II Informe de gobierno del ciudadano
Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, porque en el
contenido que concierne al ámbito de la procuración de justicia a su cargo,
observamos el mejoramiento de los índices y resultados que todos los mexicanos
estamos deseando.
No
echamos las campanas al vuelo; irresponsable sería pensarlo. Pero confiamos en
que hemos emprendido un camino confiable sin retorno que nos permitirá
recuperar la seguridad, el aliento y, con ello, nuestra truncada libertad.
Permítanme
aquí, por favor, hacer una pausa porque quiero referirme a breves estadísticas
que están reflejadas precisamente en el contenido del Informe, específicamente
con relación al capítulo de combate a la delincuencia organizada.
Del
primero de septiembre del 2013 al 31 de julio del 2014 fueron iniciadas 2 mil
425 averiguaciones previas, lo que representa un incremento del 14.3 por ciento
respecto del periodo anterior.
Se
determinaron 1 mil 997 indagatorias que refleja un aumento del 9,5 por ciento
respecto al mismo lapso anterior.
Fue
dictado auto de formal prisión a mil 630 personas que obtuvieron 171 sentencias
condenatorias en ese rubro, lo que significa un incremento significativo del
34,6 por ciento respecto a lo realizado en igual periodo anterior.
Fueron
condenadas 320 personas que equivale al 25, por ciento más con relación al
mismo lapso anterior.
En
el aseguramiento de numerario destaca el aseguramiento de 46 millones 31 mil
755 pesos que significa un incremento de 89,6 por ciento en comparación con el
mismo periodo anterior; y 11 millones 319 mil 605 dólares americanos, cifra que
representa un incremento del 73,9 por ciento en comparación con igual lapso
anterior.
En
el aseguramiento de inmuebles declarados en abandono hay un incremento de 233
por ciento con relación al periodo anterior. Las estadísticas no engañan, son
datos duros.
En
la búsqueda añorada de la estabilidad nacional estamos conscientes de que la
legalidad y la certidumbre jurídica constituyen un ingrediente indispensable
del que se nutre al crecimiento económico y la paz social.
Vivir
en un Estado de derecho alude a un concepto político jurídico y social en el
que destaca de manera preeminente la obligación irrenunciable del gobierno de
cumplir y hacer cumplir la ley.
Es
dentro del cauce del derecho que se legitima el ejercicio del poder público y
se salvaguarda el orden social; y es fuera de la ley que se alumbra a la
impunidad.
A
pesar de cualquier progreso visible en el campo de la persecución de los
delitos federales que conciernen a esta institución que usted dirige.
La
sociedad demanda resultados más expeditos en la erradicación de la impunidad;
prevención, más investigación científicamente sustentada, mejores acusaciones,
atinada atención a las víctimas del delito, correcta reinserción del
delincuente y pronta y efectiva reparación del daño. La tarea es importante y
nos compete a todos.
Hemos
aprobado las iniciativas de ley que han cumplido con el motivo de la reforma
constitucional que cambió nuestro sistema penal, el artículo 73 para habilitar
la expedición de una codificación única en materia procesal penal, el Código
Nacional de Procedimientos Penales en sí mismo, y la Ley General de Víctimas.
Valoramos
en su dimensión precisa los esfuerzos que la presidencia de la república por
conducto de la procuraduría a su cargo realizó con la Comisión de Justicia de
esta Cámara para coordinar las distintas actividades que permitieron el mejor
entendimiento, el estudio y análisis previo al proceso legislativo que culminó
con la aprobación de los citados ordenamientos.
Confiamos
en que estos, en unión de esta nueva reestructuración del organismo encargado
de loa procuración de justicia debe llevarnos a encontrar el éxito en la lucha
contra el crimen que ha asediado al pueblo de México y que inhibe el desarrollo
de todo su potencial.
Discutiremos
ávidamente las iniciativas que permitan materializar el contenido especial del
marco jurídico general que ya hemos aprobado. En este afán de combatir la
inseguridad, sin embargo la prisa no nos permite dejar de ser cautelosos. El ejercicio
responsable de la fuerza pública nos impone el deber de respetar los derechos
humanos del gobernado.
El
paradigma que arroja la protección más progresista de los derechos del hombre
contenido en el artículo 1o., de nuestra Constitución arroja a su cargo el
enorme reto de ser escrupulosamente selectivo en la designación de los mejores
hombres y mujeres para el cumplimiento de la atribución suprema de investigar y
perseguir los delitos.
En
este nuevo proceso creativo y de organización de la Fiscalía General de la
República, confiamos en que su empeño y dedicación arrojarán los resultados de
los que ya se obtienen datos en el informe que hemos analizado.
Esta
Cámara recibió ya la iniciativa presidencial que atiende al mandato de la magna
reforma política por la que se ha dotado de autonomía a ese organismo de
procuración de justicia.
Con
el mismo deseo de servir a México y de lograr el fortalecimiento indiscutible
de esta institución, en la que hoy más que nunca se cifran tantas esperanzas.
Estaremos
abiertos para recibir toda la información que favorezca el mejor entendimiento
de la proposición y que eleve el debate parlamentario al estado que debe
siempre conservar. La flexibilidad en el ámbito de la impartición de justicia
alternativa en materia penal, es ofrecida por nuestra nueva codificación
procesal.
La
prontitud con la que se dictará sentencia en toda causa que la oralidad del
juicio permite, la intervención obligada de defensores más capacitados y el
profesionalismo y patriotismo con el que quienes servirán a la sociedad a
través de la Fiscalía General de la República nos garantiza el respeto por la
ley, permite a los diputados y diputadas que conformamos el Grupo Parlamentario
del Partido Verde Ecologista de México tener la tranquilidad de saber que en la
parte que a nuestro voto se refiere hicimos frente al reto que nuestra
responsabilidad histórica nos ha demandado.
En
esta Cámara, señor procurador, hemos construido los cimientos; es hora de
edificar el México del mañana que todos esperamos. Enhorabuena y nuestros
mejores deseos en esta nueva etapa, señor procurador. Muchas gracias.
El
presidente diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez: Continúa en el uso de la palabra el diputado
Ricardo Mejía Berdeja de Movimiento Ciudadano.
El
diputado Ricardo Mejía Berdeja: Señores presidentes, compañeras y compañeros legisladores: por cierto,
ayer había más gente en esta sala; era la comparecencia del secretario de
comunicaciones. La diferencia es que él reparte contratos, señor procurador, y
usted reparte órdenes de aprehensión. Por eso no vemos el mismo aforo.
Pero
ya hablando sobre el tema que nos ocupa, en este gobierno continúa la brutal
violación a los derechos humanos, las desapariciones forzadas, la tortura,
persiste la figura del arraigo, a pesar de las recomendaciones de organismos
internacionales, a pesar de que sé que usted era partidario de derogar esta
figura, pero ahí sigue ominosa la figura del arraigo, la violencia contra
periodistas y defensores de derechos humanos, prevalece la impunidad y los
presos políticos, como el doctor Mireles en el estado de Michoacán.
También
hay un conjunto de recomendaciones no acatadas en los hechos por parte de la
dependencia a su cargo. Pero lo más grave es que mientras el titular del
Ejecutivo Enrique Peña Nieto presumía el día de ayer en Nueva York la
disminución de la violencia, de la inseguridad, así como los avances en la
procuración de justicia, aquí en México, a plena luz del día, con total
impunidad, con la permisividad, con la complicidad podría decirse, de
corporaciones policiacas, grabado por cámaras que estaban colocadas en un
boulevard, fue secuestrado y horas después victimado un miembro de esta Cámara,
que hoy guarda descanso, el diputado Gabriel Gómez Michel.
Éste
es el México real, no el de la propaganda del régimen o el de los eventos que
realiza para el autoconsumo. La crisis de la guerra contra el narcotráfico no
ha terminado; por el contrario, hasta el día de hoy siguen existiendo víctimas
de estos delitos que ahora ni siquiera podemos conocer a través de los medios
pues pareciera haber un ocultamiento mediático que, sumado a la violencia que
se ejerce en contra de periodistas, ha dejado un vacío de información. No es
que haya menos delincuencia que en el sexenio pasado; simplemente ahora se oculta
mejor.
Las
víctimas de este país no reciben ni justicia ni reparación, a pesar de ejercer
los recursos legales. El pasado 11 de julio nuevamente tuvo que venir del
extranjero la presión internacional de un reportaje de organismos
internacionales de derechos humanos la evidencia o elementos que ponen en
franca duda la versión original de la Secretaría de la Defensa Nacional frente
a los hechos en el municipio de Tlatlaya en el estado de México.
Según
versiones periodísticas sólidas, no fue un enfrentamiento, sino fue un
fusilamiento en un paredón, en una bodega, de 25 presuntos delincuentes.
Nosotros queremos, señor procurador, que se vaya a fondo en este tema. Ya lo
ofreció el presidente de la república y dijo que la procuraduría iba a informar
sobre esto y queremos que así sea.
Aunque
presuroso, oficioso, como lo es, el presidente de la Comisión de Derechos
Humanos, que más bien parece el vocero del régimen, Raúl complascencia ya dijo
que fue simplemente un enfrentamiento.
Lo
que aquí decía la compañera Tapia es muy cierto, cifras van y cifras vienen con
relación a los desaparecidos. Un dato fue el que dio a conocer la
Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales que eran más de 22 mil;
sin embargo ha habido un manoseo de cifras y quisiéramos que usted nos dijera,
bajo el juramento que está, cuántas personas desaparecidas tiene reportados el
gobierno de Enrique Peña Nieto.
Mientras
estos casos de víctimas se acumulan, existen casos de delincuencia extrema, de
desfachatez y de cinismo, como el caso de Servando Gómez, alias La Tuta, que
aparece donde y cuando quiere, en las pantallas de televisión o en las redes
sociales. La Tuta, un individuo que en los hechos ha puesto en jaque al
gobierno y nosotros preguntamos, señor procurador, para cuándo van a detener a
Servando Gómez, alias La Tuta. ¿Quién protege a La Tuta?
Y
esta es la pregunta porque cuando hubo voluntad para ir por El Chapo Guzmán, en
unos días lo agarraron, quiere decir que probablemente lo tenían ubicado.
En
el caso de la tortura, el subcomité para la prevención de la tortura de las
Naciones Unidas, así como el relator de las Naciones Unidas sobre el tema, han
denunciado la relación en el uso de la figura del arraigo y la tortura.
Quisiéramos que se pronunciara sobre este tema, porque parte de los estudios
que han hecho, es que este tipo de tortura se da utilizando la figura a de la
flagrancia. Y hay un informe amplio de Juan Méndez, relator de las Naciones
Unidas sobre el tema, y quisiera que pudiera profundizar sobre esto.
Por
último, el tema de Oceanografía. Usted estuvo en marzo pasado para hablar sobre
este tema, decía que era un asunto entre particulares. ¿Sigue sosteniendo esa
versión, que fue un asunto entre particulares?
Y
quiero aquí, compartir con usted, una versión que en los hechos fue confirmada
por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, aunque él le dio cierto matiz.
La versión es la siguiente, que el día 9 de julio a las 14:00 horas, en las
oficinas del SAE Amado Yáñez fue presentado por el director del SAE, Héctor Orozco
Fernández, con los acreedores, había representantes de los bancos mexicanos, de
los bancos holandeses, tenedores de fondos, dueños de embarcaciones, y ahí fue
presentado como un facilitador o asesor informal, no que esté en la nómina,
como dijo Videgaray, un asesor que iba a ayudar en todos los procesos de
renegociación.
Luis
Videgaray lo reconoció, dijo que sí, que efectivamente fue una reunión con el
SAE y con la PGR, pero que supuestamente a una invitación de un proveedor. ¿Qué
nos puede decir de la reunión, señor procurador? ¿Es válido que un sujeto a
proceso, que está libre bajo caución, tenga reuniones con la PGR y el SAE para
negociar adeudos?
Por
otro lado quisiera que nos informara ¿por qué al momento de consignar el
ministerio público a su cargo calificó o consignó por un delito no grave el
caso de Amado Yáñez?
Quisiera
que nos pudiera comentar si esto no deriva de una negociación, un delito menor
a cambio de información sobre corruptela, es un pacto de impunidad, sobre todo
cuando estaba por aprobarse la reforma energética.
Cuando
la PGR lo tuvo arraigado por dos períodos y la empresa fue intervenida, ¿por
qué no pudieron allegarse de mayores elementos probatorios para poder consignar
por un delito grave y no la burla por lo cual fue consignado. Hoy Amado Yáñez
se pasea en la impunidad, vive en el Hotel Aqua, en la zona de mayor plusvalía
de la Ciudad de México, y francamente no va a pasar nada. Ya le regresaron la
posibilidad de celebrar contratos con Pemex a Oceanografía; es decir, la total
impunidad.
¿Qué
ha pasado con Mario Ávila? ¿Con Carlos Morales? ¿Con José Luis Fong? Con Sergio
Aceves? Y también, aprovechando el viaje, quisiera que nos dijera qué estado
guarda la orden de búsqueda y localización de Gastón Azcárraga.
Voy
a concluir, presidente. Y después podríamos hablar en otro turno, porque va la
diputada Huidobro en la siguiente, sobre algunas denuncias que hemos presentado
y que guardan el sueño de los justos, denuncias del de la voz y otros
legisladores que hemos presentado sobre diversos aspectos relacionados con
delitos electorales, delitos cometidos por servidores públicos y también por
uso indebido de atribuciones, la última sobre Siemens. Todavía no nos llaman a
ratificar, pero es una denuncia contra el jurídico de Petróleos Mexicanos por
el uso indebido de atribuciones. Es cuanto. Y muchas gracias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario