Revista
Proceso
No. 2013, 30 de mayo de 2015...
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en torno a …Repaso histórico de la izquierda
PALABRA
DE LECTOR
De
Mario Héctor Rivera Ortiz
Señor
director:
En
relación con el comentario que publica el compañero Demetrio Almaguer en
Palabra de Lector de Proceso 2012, referente a la entrevista Mario Rivera:
Repaso histórico de la izquierda (Proceso 2009), me permito hacer las
siguientes observaciones:
Afirma
Almaguer que “en la acometida de ese primero de mayo surgió un valiente
comunista –Carlos Sánchez Cárdenas– que, armado de valor, se trepó a una de las
estatuas de la entrada al Palacio de Bellas Artes, y en un discurso propio de
orador de barricada incitó a los presentes a protestar contra el gobierno de
Miguel Alemán, al que calificó de corrupto y de traidor a la patria por haber
entregado las riquezas del país a intereses extranjeros”.
Sobre
este punto, lo que yo vi y escuché fue lo siguiente: Desfilaron como oradores
improvisados –parados sobre el pretil que circunda al teatro en su flanco
poniente, lugar en el que se inició la protesta, y donde no hay estatuas, por
cierto– Gerardo Unzueta, Carlos Sánchez Cárdenas y un militar no identificado.
Sánchez Cárdenas llamaba a la multitud sólo para que desistiera de su intento
de forzar las puertas traseras del Palacio.
El
dirigente del POCM –diputado federal del PPS en1957-69– fue arrestado allí por
los granaderos y subido a un side car de motocicleta, en el que fue trasladado
inmediatamente a la fatídica Sexta Delegación de policía (ver foto de La Prensa
del 2 de mayo).
Sánchez
Cárdenas sí condenó el atentado estatal del Día del Trabajador de 1952, pero
después, durante su proceso judicial. El militar recomendaba calma y aseguraba
que habría justicia y que vendría la policía a aprehender a los malhechores;
Unzueta, con su cámara fotográfica al hombro, gritaba a todo pulmón: “Tengo en
mi poder las fotografías que prueban el crimen de estos canallas…” (MRO: Columnas
contra cordones, 1º de mayo de 1952, México, DF, 1997, Letras Perdidas, páginas
60-61).
Por
otra parte, el mismo Carlos Sánchez Cárdenas, en su defensa legal del 04/09/53,
se autoexcluyó de cualquier actividad personal de dirección política el día de
los hechos: “…. La agresión fue principalmente dirigida contra los núcleos de
vanguardia de la clase obrera, pero entraron en escena, condenándola, los
trabajadores y el pueblo en masa, sin responder ni a filiación política
determinada, ni a dirección política alguna”.
El
párrafo de CSC es aceptable en lo que toca a su persona, pero no la afirmación
de la frase subrayada, porque, como está documentado, la Juventud Comunista de
México ejerció su obligación política en la protesta –como personas físicas y como
persona moral jurídica– organizándola y dándole un contenido político.
Por
cierto que Almaguer dice: “1 de mayo de 1950”, y debe ser: “primero de mayo de
1952”.
Digo,
no vaya a ser que los historiadores nos reviren aquello de “más seriedad,
señores…”.
Atentamente
Mario
Héctor Rivera Ortiz
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