10 ene 2008

¡Por fin en casa!!!



Por fin! Clara Rojas, la ex candidata a la Vicepresidencia de Colobia y Consuelo González de Perdomo fueron liberadas por las FARC este jueves 10 de enero tras seis años de cautiverio. El operativo de rescate tuvo lugar como consecuencia de los acercamientos entre el presidente venezolano Hugo Chávez y voceros del grupo guerrillero, quienes desde finales de 2007 se habían comprometido a dejar en libertad a las dos rehenes.
Rojas y González fueron entregadas a las once de la mañana del jueves, en la selva del Guaviare, al ministro venezolano Ramón Rodríguez Chacín, la senadora Piedad Córdoba, el embajador de Cuba en Venezuela y los delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En un conmovedor relato, Claro Rojas reveló detalles de su embarazo y su parto en la selva.
Desde Caracas dio las siguientes en declaraciones telefónicas a la emisora radio Caracol:
"Yo también estoy feliz, me está contando mi mamá que habló esta mañana con la señora Elvira (Moreno, la directora de Bienestar Familiar) y me cuenta que Emmanuel esta muy lindo, yo quisiera ya poder recogerlo.
"Por ahora estoy llegando al aeropuerto de Maiquetía, pero cuando decidamos viajar a Bogotá allí lo recogeremos.
"Me siento feliz, obviamente tengo unos achaques pero estoy bien.
"Hasta ahora estoy llegando pero tan pronto me reúna con mi mamá, decidiremos cuando regresamos. Mi deseo es que Ingrid esté muy pronto aquí", le dijo a Juan Carlos Lecompte esposo de Ingrid.
"Con las personas que estábamos, había como un grupo de 10 personas y a ellos les autorizaron pruebas de supervivencia, los comandantes guerrilleros se las entregaron esta mañana al vocero del presidente Chávez. Entre ellas están las del senador Gechem (Turbay), la señora Gloria Lozada, el ex gobernador del Meta Alan Jara, el coronel Mendieta, el mayor Murillo y el sargento Delgado.
"De Ingrid no tengo idea hace tres años. Supe de ella y quedé muy preocupada por las pruebas de supervivencia, pero no tengo noticias de ella hace tres años y confío de que ella muy pronto esté aquí.
"Por razones de seguridad nos separaron por grupos y por razones de seguridad nos abrieron en grupos y desconozco cual fue la razón para que Ingrid no hubiera quedado con todo el grupo de mujeres.
"Ellos se quedaron muy tristes (el resto de rehenes)... esa despedida fue muy desgarradora porque obviamente todos queremos salir... es desgarradora yo me vine con el corazón en la mano y espero pronto que esto se resuelva de manera que ellos puedan estar aquí como todos... cierto.
"Apenas me separaron del grupo que estaba y ellos tuvieron un trato muy amable con nosotros y estaban pendientes de nuestra salud. Llevamos 20 días que no parábamos un minuto y realmente estamos agotados porque llevamos 20 días... (inaudible)
...
"Ellos (los guerrilleros) me decían que está bien, que no me preocupara, pero yo no tenía noticia del niño. Yo desde el primer momento pedí que me lo entregarán.
"A través de la Cruz Roja Internacional le escribí varias cartas al comandante Manuel Marulanda (jefe de las FARC) y a varios miembros del Secretariado (de esa guerrilla), porque yo rogaba para que el niño estuviera con mi mamá. Entonces al separarnos tenía que prestarle asistencia médica y yo esperaba que se lo entregaran en cualquier momento.
"Pasaban los días y pasaban los años y eso no ocurría, entonces yo andaba muy preocupada de saber donde estaba el niño... pero entonces yo no sabía donde estaba y nunca me imaginé que se diera esta situación.
"Oí el mensaje que dijo el presidente (Hugo) Chávez y dije 'ojalá que no esté enfermo. Siquiera está vivo y sabemos donde está y le pueden brindar una atención y se puede prestarle la ayuda que necesite. Estoy contenta de que está bien.
"Se llama Emmanuel, por supuesto, lo que dice en la Biblia, en Mateo Es una bendición de Dios con nosotros, es un regalo de Dios. Yo hago homenaje a eso y bueno allá todos lo conocíamos como Emmanuel.
"Yo creo que cuando él oiga que vuelvo a decirle Emmanuel, seguro que recordará algo.
"Nació el 16 de abril del año 2004.
"Era lo más pequeñito, lo más lindo. Lo que más me impactó fue su sonrisa y por supuesto su llanto. Era lindo. Lo que pasa es que no puedo ser objetiva porque es mi hijo y entonces para cualquier mamá su hijo es lo más lindo.
"Los primeros ocho meses fueron muy difíciles porque teníamos detrás de nosotros todo el tema militar, los helicópteros el hecho de estar encerrados y no poder salir.
"Al principio no llegaban las cosas, pero por fin llegó como una dotación que ellos (los guerrilleros) llaman y me pudieron hacer llegar una lechecita en polvo y unos pañales desechables, en fin y como esas cositas mínimas.
"Esos primeros cuarenta días me asignaron una niña guerrillera para que me lo cuidara. Y yo estaba ahí al lado de mi hijo. Entonces a mi también me asignaron una persona que me atendía. Pasados esos cuarenta días me devolvieron con los demás del grupo (de secuestrados) ...y me lo traían por horas.
"Lo primero que quiero es hablar con mi mamita, a ver qué es lo que ella quiere. Y conversar con ellos a ver que quieren. Yo lo primero que quiero es ver cómo se realiza lo de la intervención de Emmanuel y qué requiere.
"Ahora yo le había pedido a mi Dios, que yo quiero que Emmanuel entre a estudiar este año y, mire, que parece que sí me oyó, porque parece que él va a poder entrar a estudiar...Será como para volver a reorganizar mis asuntos, mis cosas personales y conversar con la familia que será la mejor alternativa para seguir de aquí en adelante.
"Quiero, queridos compatriotas, decirles que los amo y los llevo en el alma. He recibido su solidaridad. Los amo inmensamente y les agradezco el cariño que han tenido para con mi mamá, para mi hijo y yo espero ser receptiva a todo su cariño y ese amor que me han brindado. Cuenten conmigo. Yo amo a mi país.
"Espero que la demás gente que está secuestrada me esté escuchando y sepa que esta es una luz y yo espero verlos muy pronto. Vamos a luchar por ellos espero que me estén oyendo. Un saludo para Ingrid (Betancourt). Espero verlos muy pronto aquí".
Tras liberación de Clara Rojas y Consuelo Gonzalez, 774 secuestrados siguen en poder de las FARC. Entre ellos están los 44 que hacen parte del grupo de canjeables. Se trata de 33 policías y militares colombianos y tres cooperantes militares de EE UU que trabajaban par el Plan Colombia. Algunos llevan cerca de diez años en poder de las FARC. Otros once diputados, que en principio hacían parte del mismo listado de “canjeables”, fueron asesinados a mediados de 2007. Igual suerte corrieron el ex asesor de paz Gilberto Echeverri y el ex gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, a quienes sus captores dieron muerte durante un intento de rescate del Ejército.
El gobierno colombiano calcula que las Farc tienen a otras 750 personas que no son incluidas en el listado del intercambio humanitario porque su secuestro tuvo fines económicos.
Muy oportuno el editorial de El Tiempo.
Los que faltan, editorial de El Tiempo de este viernes 11 de Enero de 2008.
Tomado de EL TIEMPO on line.
Ante la liberación de Clara y Consuelo, la suerte de quienes siguen cautivos adquiere una dimensión particular.
En medio del alivio e inmensa alegría que produjo en todo el país la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, que volvieron ayer a la vida después de seis años de secuestro, la suerte de quienes aún siguen cautivos adquiere una particular dimensión. Y es la de sentir, en medio de la desesperanza y la tristeza, que se puede abrir un camino hacia la libertad. Camino sembrado de espinas, que no será nada fácil transitar.
La operación que se puso en marcha desde las 6 de la mañana del jueves tuvo una vez más como protagonista al presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien las Farc devolvieron las secuestradas y quien sin duda seguirá jugando -como él mismo lo reiteró ayer- un importante papel en este proceso. La colaboración del gobierno colombiano y de su fuerza armada, que estuvo a pocos kilómetros del lugar de entrega, fue definitiva para asegurar el final feliz.
Doblada esta dolorosa hoja, hay que centrar la atención en los secuestrados que permanecen en la selva. Ante el éxito de la operación que trajo a la libertad a Clara y Consuelo, las familias de quienes siguen cautivos seguramente volverán la mirada hacia Caracas. Chávez obtuvo innegables dividendos políticos y las Farc, una vistosa publicidad televisada.
Falta ver si se trata apenas de una jugada política para recuperar credibilidad y protagonismo perdidos y para volver a meter a Chávez en el proceso, o también de un gesto humanitario que abra las puertas a un acuerdo que conduzca a la liberación de los centenares de colombianos que siguen en poder de las Farc. Conociéndolas, no hay que hacerse falsas ilusiones sobre la compasión de quienes han hecho gala de tanta crueldad y cinismo. Lo que sí parece claro es que esta liberación le da un nuevo oxígeno a Hugo Chávez después de tres reveses consecutivos: el del referendo, el enfrentamiento con el rey de España y el fiasco del fin de diciembre.
La negativa a cualquier despeje de los municipios de Pradera y Florida por parte del Gobierno, o a una zona de encuentro por parte de las Farc, hace pensar que cada vez tendrá más relevancia la intervención de gobiernos extranjeros para aliviar la situación de las víctimas. El gobierno colombiano deberá sopesar con mucho tino esta realidad o, en su lugar, salir con fórmulas políticas realistas que le permitan un control preponderante sobre el desarrollo de un acuerdo humanitario con participación de la comunidad internacional. No sobra anotar que la presencia de un delegado de Cuba en la operación de ayer fue por petición de Uribe.
El episodio deja varias lecciones. La discreción y activa participación de organismos como la Cruz Roja fueron definitivas en asegurar el éxito. No hubo lugar a especulaciones ni shows mediáticos durante las horas que antecedieron a la operación humanitaria. También quedó demostrado que, más que despejes o zonas de encuentro, basta con la voluntad política de las Farc y con las garantías del Gobierno que aseguren la entrega, sanos y salvos, de los secuestrados, para poner fin a este terrible drama. Pero no hay que ser tan ingenuos como para pensar que las Farc van a volver costumbre aquello de entregar rehenes unilateralmente a cambio de nada.
La liberación de secuestrados, muchos de ellos con más de cinco años de cautiverio, se ha vuelto una bandera política en el mundo entero. La presencia activa de la Cruz Roja y la aplicación de protocolos humanitarios en este episodio muestran un camino para la libertad. Un primer paso en esta dirección sería el de exigirles a las Farc que permita a la Cruz Roja certificar el estado de salud de quienes mantienen en cautiverio.
editorial@eltiempo.com.co
Fuente: El Nuevo Heraldo.com, agencia EFE, foto de EFE

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