23 oct 2011

Guerrero, desquiciado

Guerrero, desquiciado
Ezequiel Flores y Patricia Dávila
Revista Proceso # 1825, 23 de octubre de 2011;

CHILPANCINGO, GRO.- Territorio estratégico para el cultivo de amapola y en menor medida de mariguana, así como para el arribo marítimo de droga y creciente centro de consumo, la entidad se convirtió en una zona que hoy se disputan a sangre y fuego los cárteles del Golfo, del Pacífico, La Familia Michoacana, Los Zetas y la organización de los Beltrán Leyva.

Un informe de la Secretaría de Gobernación destaca que desde 2005 los hermanos Beltrán Leyva iniciaron la disputa contra Golfo-Zetas. Los primeros cooptaron a la banda local de Los Pelones, que quedó bajo las órdenes de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, detenido el 30 de agosto de 2010. La confrontación exacerbó la violencia, al grado de registrar el primer caso de decapitación en abril de 2006.
En 2008, tras la ruptura de los Beltrán Leyva con el cártel del Pacífico, Los Pelones se mantuvieron con Arturo Beltrán, y cuando este murió, en diciembre de 2009 en Cuernavaca, Morelos, continuaron al servicio de su hermano Héctor Beltrán Leyva, El H, quien inició una fuerte confrontación con Valdez Villarreal por el liderazgo del grupo.
El H designó a Sergio Villarreal Barragán, El Grande, como su operador para confrontar a La Barbie en Acapulco. No obstante, El Grande se distanció de Héctor Beltrán.
Debilitados, los Beltrán Leyva fueron desplazados de la Costa Grande, Tierra Caliente y algunos municipios de la zona Norte por La Familia y por el cártel del Pacífico, mientras que La Barbie concentró sus acciones en Acapulco.
En agosto de 2010, tras la detención de La Barbie y sus principales colaboradores, la banda se dividió. Una de las fracciones, el Cártel Independiente de Acapulco (Cida), se opuso al grupo que lideraba Carlos Montemayor González, El Charro, suegro de La Barbie; otra más aprovechó la detención de su líder para integrarse al cártel del Pacífico bajo el nombre de La Barredora.
Hoy, La Barredora y su brazo armado, el Comando del Diablo, mantienen una abierta confrontación con el Cida. Y en la Costa Grande, bandas locales, como Los Granados y Los Titos, se disputan el área.
De acuerdo con el informe de Gobernación, en la región Norte operan Los Rojos y el cártel de la Sierra, ambos afines a Los Beltrán Leyva, quienes están confrontados con La Familia.
En Acapulco, la disputa entre los cárteles ha generado un ambiente de terror y psicosis. Una amenaza de extorsión contra profesores de una escuela de la zona conurbada del puerto turístico detonó una de las protestas más significativas contra la inseguridad y violencia que persiste en el estado.
El conflicto magisterial generado por los efectos de la narcoviolencia estalló el 25 de agosto último. En el momento más alto de la protesta participaron 3 mil 452 trabajadores de la región escolar Acapulco-Coyuca: incluso cerraron 466 escuelas de nivel básico y medio superior, lo que afectó a 78 mil 621 alumnos.
El paro concluyó el miércoles 19, luego de 53 días. No obstante, el problema de la inseguridad no ha sido resuelto. Hoy, por ejemplo, en Acapulco los liderazgos delictivos son temporales a causa de la violencia desbordada.
Uno de ellos es el de La Barredora, cuyo líder y fundador, Cristian Arturo Hernández Tarín, El Cris, fue arrestado en agosto pasado en el puerto de Acapulco, según refirieron a Proceso fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SPP) y de la procuraduría estatal. El martes 18 la SSP lo presentó ante los medios en la Ciudad de México.
Consultadas sobre la tardía presentación, indicaron que El Cris permaneció bajo arraigo en la Ciudad de México. Su presentación se dio al día siguiente de que las autoridades estatales informaron sobre los “resultados” del operativo Guerrero Seguro, la liberación de siete personas que permanecían secuestradas, de la detención de 23 presuntos delincuentes y la recuperación de 49 autos robados entre el sábado 8 y el lunes 16.
Meses antes de que El Cris fuera capturado, la Policía Federal (PF) desató una ofensiva contra el CIDA, con la cual capturó a dos de los principales líderes de la banda: Benjamín Flores Reyes, El Padrino, y otro llamado El Koreano. Antes, en octubre de 2010, Isidro Juárez Solís, El Kirri, fue abatido por agentes federales.
Los otros líderes del CIDA, identificados como Carlos Barragán, El Melón, y otro apodado El Edén y Víctor Aguirre, presunto primo del gobernador Ángel Aguirre, siguen operando en Acapulco, ahora bajo la denominación de Los Beltrán Leyva y Los Zetas.
“El Cris”, un narcojunior
A Cristian Arturo Hernández Tarín, de 30 años y originario de Acapulco, se le califica de narcojunior. Es hijo de Arturo Hernández González, El Chaky, un exjudicial formado por el general Mario Arturo Acosta Chaparro, a quien se vinculó con el cártel de Juárez. Ambos operaron en Guerrero durante la etapa de la “guerra sucia” bajo las órdenes del entonces gobernador Rubén Figueroa Figueroa, refieren reportes oficiales obtenidos por Proceso.
Un boletín de la SSP difundido el miércoles 18 indica que El Chaky fue lugarteniente de los hermanos Amado y Vicente Carrillo Fuentes, fundadores y líderes del cártel de Juárez; otros reportes oficiales consultados por este semanario indican que El Chaky, quien desde 2003 se encuentra preso en un penal de máxima seguridad, fue jefe de pistoleros de Ismael El Mayo Zambada, uno de los líderes del cártel de Sinaloa.
El Cris, heredero de la violencia ejercida por el narco y los grupos paramilitares creados por el general Acosta Chaparro en Guerrero, conformó el grupo La Barredora y se asentó en la zona conurbada de Acapulco, donde impuso el terror y la barbarie. Su compañero, Eder Sosa Carvajal, alias El Cremas o El Metro, es considerado por las autoridades locales como el jefe de sicarios del grupo.
Como brazo ejecutor de La Barredora, el gobierno estatal identifica al Comando del Diablo, dirigido por el exmilitar José Francisco Sosa Vázquez, El Capi Sosa, y por los hermanos Cleotilde, Sóstenes, Moisés y Zeferino Toribio Rentería, originarios del municipio de Coyuca de Catalán, región de la Tierra Caliente, y que se hacen llamar Los Calentanos.
Según los reportes oficiales, El Capi Sosa fue detenido por el Ejército en 2008 en un rancho del poblado de Las Chanecas, municipio de Acapulco, donde eran adiestrados los sicarios del cártel de los Beltrán Leyva.
Poco después de la detención del Chaky, la SSP emitió un comunicado en el que señalaba que El Cris y su hermano Emanuel Hernández Tarín, El Pepino, se dedicaron al trasiego de mariguana de Ciudad Juárez, Chihuahua, a Estados Unidos con la anuencia de Vicente Carrillo, El Viceroy.
En 2005, El Cris salió de Ciudad Juárez por “presión” de José Luis Ledezma, El JL, líder de La Línea, brazo armado del cártel de Juárez, refiere el comunicado de la SSP. Hernández Tarín intentó establecerse en Gómez Palacio, Durango –antiguo feudo de su padre–, pero salió del lugar por diferencias con Sergio Villarreal Barragán, El Grande.
Ese mismo año, el hijo del Chaky fue recibido por Arturo Beltrán, El Barbas, en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, quien lo sumó a su organización criminal, agrega la dependencia.
Hernández Tarín se desempeñó como “escolta y sicario” de Miguel Ángel Araujo Moreno, El Buche, un pistolero sinaloense e “hijo adoptivo” de Arturo Beltrán que fue jefe de la plaza de Acapulco hasta diciembre de 2009, cuando fue abatido junto con su jefe por un comando de marinos en Cuernavaca.
Luego, El Cris se integró al grupo de seguridad de Gamaliel Aguirre Tavira, El Güero Huetamo, quien fue detenido en julio de 2010.
Gamaliel era considerado el principal operador de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, en Acapulco. Fue él incluso quien dirigió los enfrentamientos contra el grupo de Héctor Beltrán Leyva, El H, quien reclamaba como suya la plaza de Acapulco.
El Cris abandonó el CIDA a principios de este año porque, según el comunicado de la SSP, se sintió “amenazado” por dos de los líderes de esa banda. Al salir de esa organización decidió formar La Barredora.
A partir de entonces, Acapulco se partió en dos y comenzó una brutal confrontación entre los sicarios de La Barredora y del CIDA por el control de la plaza. La violencia sumió al puerto en una de las peores crisis de inseguridad y violencia que mantiene colapsada la actividad económica, política y social de este destino de playa.
La SSP señala que el territorio de influencia de La Barredora abarca las zonas de Punta Diamante, Puerto Marqués, Bonfil, Barra Vieja, El Cayaco, Tres Palos, La Sabana, Llano Largo, El Coloso y Colosio. La banda tiene su bastión en las colonias Renacimiento y Emiliano Zapata, en la entrada principal al puerto.
El CIDA mantiene su dominio en el centro porteño y en la parte poniente que colinda con la Costa Grande guerrerense.

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