24 dic 2005

Tiempo de nacer, tiempo de amar, tiempo de paz...,

Estimados amigos:

El nacimiento de Jesús es sin duda la fiesta más celebrada en el mundo cristiano. Se celebra desde principios del siglo IV como cristianización de la fiesta pagana del natalicio del Sol.

Dice el Predicador (Eclesiastés), de que todo tiene su tiempo. Hoy, como se celebra el nacimiento de Jesús mi deseo es que sea tiempo de nacer no de morir, tiempo de curar no de matar, tiempo de edificar no de destruir, tiempo de reír no de llorar, tiempo de amar no de aborrecer, tiempo de paz no de guerra....

Para demostrar la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre se ha recurrido a textos bíblicos, y recurro a ellos para señalar que los motivos de la Navidad proceden de los evangelios apócrifos y de los relatos de la infancia de Jesús, recogidos en los evangelios de Mateo y Lucas.

Empero, es Lucas el que más se aproxima a nuestro concepto de historiador. Desde el mismo prologo revela una gran preocupación por referir con detalle "la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas".
Y aún cuando él no había vivido personalmente los acontecimientos, trata de proclamarlos tal y como: "nos las enseñaron los que desde el principio las vieron".

Claro que Lucas se preocupó por narrar de manera inteligente y ordenada lo que sabía acerca de Jesús, sin embargo, en sentido estricto, nunca pretendió escribir una biografía, sino simplemente: un evangelio.

Dice Lucas en una narración -¡que para muchos no es histórica propiamente dicha!-, empero, si ofrece datos confiables de que el nacimiento de Jesús data del año 4 antes de Cristo.

Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César que todo mundo fuera empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.

También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.

Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Había pastores en la misma región, que vivían en los campos y cuidaban sus rebaños durante la noche.

Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeo de resplandor y tuvieron gran temor: Pero el ángel los dijo: No teman; porque yo os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo: porque os ha nacido hoy, en la Ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.

Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan y decían:

Gloria a Dios en las alturas

y en la tierra paz,

Buena voluntad para con los hombres...

¡Feliz Navidad, y sinceramente buen año 2006!

Fred Álvarez y familia

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