Frances Relea, corresponsal del periódico madrileño El País en México
ENTREVISTA A CARLOS SALINAS DE GORTARI Ex presidente de México
EL País, 22/06/2008;
"En México hemos ido marcha atrás"
Desde que dejó el poder, hace 14 años, la sombra del ex presidente Carlos Salinas de Gortari (1989-1994) ha planeado sobre la política mexicana. Ahora, el dirigente que despierta sentimientos más encontrados en su país ha vuelto a la escena pública pisando fuerte y con ganas de polémica. Su último libro, La década perdida. Neoliberalismo y populismo en México (Random House Mondadori), ya ha empezado a levantar polvareda por la dureza de sus críticas a los gobiernos que le sucedieron, presididos por Ernesto Zedillo y Vicente Fox, y al anterior alcalde de la Ciudad de México y ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Según Salinas, los tres son poco menos que los responsables de todos los males de México, porque "provocaron la ruina económica y social más grave desde la revolución de 1910". "Quiero estar en la batalla de las ideas, ahí sí me interesa estar muy activo", dice el ex presidente, influyente como pocos dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que se mantiene alejado de la autocrítica.
Pregunta. -¿No es exagerado el cuadro que usted pinta de México tras la década de 1995 a 2006, que califica de "perdida"?
Respuesta. La información y los documentos de instituciones internacionales que cito muestran que entre 1995 y 2006 los mexicanos que entraron en la pobreza extrema fueron entre 10 y 12 millones. México nunca había padecido un cataclismo social y económico de esta magnitud.
P. -¿Puede recuperarse el terreno perdido?
R. Creo que es muy alentador el proceso reformador que ha retomado la Administración del presidente Calderón, junto a corrientes claramente reformadoras dentro del PRI, que han permitido alcanzar consensos.
P. -Usted describe el neoliberalismo de Zedillo y Fox y el populismo autoritario de López Obrador como dos modelos de gobierno nefastos en los diez años mencionados. ¿Atribuye a todos ellos la misma responsabilidad?
R. No, porque el neoliberalismo tuvo en sus manos una oportunidad extraordinaria a partir de 1995, cuando comenzó una época de expansión económica sin precedentes en Estados Unidos. Durante 10 años, el mundo ha vivido una oportunidad excepcional, y en México hemos ido en reversa (marcha atrás), hasta el extremo de que al final de la década neoliberal México creció la mitad que el promedio de América Latina y una tercera parte que África subsahariana.
P. -Su sucesor, Ernesto Zedillo, le ha acusado de dejar las finanzas nacionales prendidas con alfileres. ¿Asume alguna responsabilidad en aquella crisis?
R. La situación en México a finales de 1994 era difícil. Había problemas, pero no existía una crisis. Fueron las decisiones que se tomaron en diciembre de 1994 y en meses posteriores las que transformaron los problemas en una crisis.
P. -En su libro responsabiliza al Gobierno de Zedillo y al neoliberalismo de entregar la banca a los extranjeros y de apoyar a los monopolios. Pero, ¿no fue usted quien abrió la puerta a la entrada del capital extranjero y el que permitió que Carlos Slim se convirtiera en el dueño de las telecomunicaciones tras la privatización de Teléfonos de México (Telmex)?
R. Los procesos de privatización, como el de Teléfonos de México, se hicieron a través de subasta pública. En 1994, Telmex no tenía un poder de mercado que hiciera pensar que se había pasado de un monopolio público a uno privado. Si esto ocurrió en años posteriores, fue un problema de los reguladores y no de Carlos Slim, que ha hecho inversiones muy importantes en México.
P. -¿Qué balance hace de un régimen de partido único, el PRI, al que usted pertenece, que ha gobernado durante más de 70 años?
R. Es un estereotipo poco afortunado hablar de un mismo régimen que gobernó durante 71 años. Las circunstancias internacionales cambiaron mucho en todos estos, y se reflejó en México. Lo que estamos viviendo hoy tiene más el sustrato en la década neoliberal que en un régimen que gobernó durante 70 años.
P. -O sea, en su opinión, ¿los gobiernos del PRI no tienen nada que ver con la situación actual de México?
R. Hay cuestiones que llevan tiempo enraizadas, pero no hay duda de que en la década pasada, por omisión o por comisión, se crearon las condiciones de lo que estamos padeciendo hoy.
P. -Pero el PRI ha sido protagonista político durante décadas y forzosamente ha tenido que dejar huella en la forma de entender y hacer política.
R. Fueron prácticas muy diversas a lo largo de estas décadas. Hay que reconocer que si hoy se están logrando acuerdos y consensos para retomar el proceso de reformas es también porque dentro del PRI hay grupos reformadores que entienden los nuevos tiempos.
Desde que dejó el poder, hace 14 años, la sombra del ex presidente Carlos Salinas de Gortari (1989-1994) ha planeado sobre la política mexicana. Ahora, el dirigente que despierta sentimientos más encontrados en su país ha vuelto a la escena pública pisando fuerte y con ganas de polémica. Su último libro, La década perdida. Neoliberalismo y populismo en México (Random House Mondadori), ya ha empezado a levantar polvareda por la dureza de sus críticas a los gobiernos que le sucedieron, presididos por Ernesto Zedillo y Vicente Fox, y al anterior alcalde de la Ciudad de México y ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Según Salinas, los tres son poco menos que los responsables de todos los males de México, porque "provocaron la ruina económica y social más grave desde la revolución de 1910". "Quiero estar en la batalla de las ideas, ahí sí me interesa estar muy activo", dice el ex presidente, influyente como pocos dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que se mantiene alejado de la autocrítica.
Pregunta. -¿No es exagerado el cuadro que usted pinta de México tras la década de 1995 a 2006, que califica de "perdida"?
Respuesta. La información y los documentos de instituciones internacionales que cito muestran que entre 1995 y 2006 los mexicanos que entraron en la pobreza extrema fueron entre 10 y 12 millones. México nunca había padecido un cataclismo social y económico de esta magnitud.
P. -¿Puede recuperarse el terreno perdido?
R. Creo que es muy alentador el proceso reformador que ha retomado la Administración del presidente Calderón, junto a corrientes claramente reformadoras dentro del PRI, que han permitido alcanzar consensos.
P. -Usted describe el neoliberalismo de Zedillo y Fox y el populismo autoritario de López Obrador como dos modelos de gobierno nefastos en los diez años mencionados. ¿Atribuye a todos ellos la misma responsabilidad?
R. No, porque el neoliberalismo tuvo en sus manos una oportunidad extraordinaria a partir de 1995, cuando comenzó una época de expansión económica sin precedentes en Estados Unidos. Durante 10 años, el mundo ha vivido una oportunidad excepcional, y en México hemos ido en reversa (marcha atrás), hasta el extremo de que al final de la década neoliberal México creció la mitad que el promedio de América Latina y una tercera parte que África subsahariana.
P. -Su sucesor, Ernesto Zedillo, le ha acusado de dejar las finanzas nacionales prendidas con alfileres. ¿Asume alguna responsabilidad en aquella crisis?
R. La situación en México a finales de 1994 era difícil. Había problemas, pero no existía una crisis. Fueron las decisiones que se tomaron en diciembre de 1994 y en meses posteriores las que transformaron los problemas en una crisis.
P. -En su libro responsabiliza al Gobierno de Zedillo y al neoliberalismo de entregar la banca a los extranjeros y de apoyar a los monopolios. Pero, ¿no fue usted quien abrió la puerta a la entrada del capital extranjero y el que permitió que Carlos Slim se convirtiera en el dueño de las telecomunicaciones tras la privatización de Teléfonos de México (Telmex)?
R. Los procesos de privatización, como el de Teléfonos de México, se hicieron a través de subasta pública. En 1994, Telmex no tenía un poder de mercado que hiciera pensar que se había pasado de un monopolio público a uno privado. Si esto ocurrió en años posteriores, fue un problema de los reguladores y no de Carlos Slim, que ha hecho inversiones muy importantes en México.
P. -¿Qué balance hace de un régimen de partido único, el PRI, al que usted pertenece, que ha gobernado durante más de 70 años?
R. Es un estereotipo poco afortunado hablar de un mismo régimen que gobernó durante 71 años. Las circunstancias internacionales cambiaron mucho en todos estos, y se reflejó en México. Lo que estamos viviendo hoy tiene más el sustrato en la década neoliberal que en un régimen que gobernó durante 70 años.
P. -O sea, en su opinión, ¿los gobiernos del PRI no tienen nada que ver con la situación actual de México?
R. Hay cuestiones que llevan tiempo enraizadas, pero no hay duda de que en la década pasada, por omisión o por comisión, se crearon las condiciones de lo que estamos padeciendo hoy.
P. -Pero el PRI ha sido protagonista político durante décadas y forzosamente ha tenido que dejar huella en la forma de entender y hacer política.
R. Fueron prácticas muy diversas a lo largo de estas décadas. Hay que reconocer que si hoy se están logrando acuerdos y consensos para retomar el proceso de reformas es también porque dentro del PRI hay grupos reformadores que entienden los nuevos tiempos.
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