25 nov 2008

¿Quién quiere fuera a García Luna?

Columna Itinerario Político/Ricardo Alemán
Publicado en El Universal (www.eluniversal.com.mx) , 25 de noviembre de 2008
¿Quién quiere fuera a García Luna?Por qué y para qué intentan tirar al secretario de Seguridad Pública federal?
Otra vez algunos opositores parecen caminar por la misma ruta que el crimen
Desde hace semanas, del mismo sector mediático y político que trató de derribar a Juan Camilo Mouriño se presiona la salida de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública. ¿Por qué lo quieren fuera?
La respuesta a la interrogante podría ser elemental. Porque desde el llamado gobierno legítimo se propuso derribar al gabinete de seguridad —que capitaneaba el desaparecido Juan
Camilo Mouriño y al que se torpedeó desde el primer día de su gestión como secretario de Gobernación—, como parte de una estrategia para empujar el fracaso del gobierno de Calderón. Y es que desde el primer día de su gestión, Calderón declaró la guerra a lo que sería la prioridad de su gestión, la seguridad, la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.


Lo cierto es que a la anterior hipótesis se deben agregar muchas otras presiones —en buena medida razones políticas dentro y fuera del primer círculo del poder, del PAN, y de otras esferas de poder, entre ellas el llamado fuego amigo— que han colocado a García Luna en calidad de “apestado” del gabinete, “entenado” del presidente Calderón y hasta de “capricho” del poder.
No sabemos si con razón o no, con elementos ciertos o no, con datos duros o no, se ha pretendido implicar a García Luna en presuntos vínculos con criminales, narcotraficantes y servidores públicos que incurrieron en complicidad desde el poder. Insistimos: no pretendemos aquí la defensa de García Luna, menos de Felipe Calderón, y tampoco de político o partido alguno.
Pero resulta de risa —y muestra una simpática esquizofrenia— que aquellos que califican al de Calderón como un “gobierno espurio”, que le apuestan al fracaso de su gestión, que pregonan las incapacidades notorias del gabinete y el fracaso de los gobiernos horribles de la derecha, muestren tan noble preocupación porque alguien ha engañado al Presidente, al recomendarle, primero, que coloque a García Luna como titular de la SSP, y luego defenderlo a capa y espada.
Y debemos insistir en que resulta de risa la campaña mediática lanzada contra García Luna —que es una campaña contra el propio Calderón— porque, de resultar cierto todo lo que se le acredita al titular de Seguridad Pública federal, los malquerientes del gobierno azul de Calderón podrían tener en sus manos un bombón harto rentable. Más goloso, incluso, que el de los contratos de Mouriño.
¿De qué acusan a García Luna? Bueno, entre muchas otras cosas, dicen que es tonto, tartamudo, que no pocos de sus cercanos han tenido vínculos con el narcotráfico; que es uno de los preferidos del presidente Calderón, quien le perdona todas sus torpezas y tropelías; que es un secretario incapaz de llevar adelante con éxito su cargo y, por si algo faltara, que uno de sus subordinados, el señor Javier Herrera Valles, es investigado por presuntos vínculos con el narco, nada más y nada menos que como resultado de una horrorosa venganza, porque Valles denunció en misiva a Calderón las incapacidades de García Luna.
Además de lo evidente —que es tartamudo y que su trabajo está lejos de lo esperado—, nadie ha exhibido pruebas que confirmen el resto de las presunciones contra García Luna. Pero vamos a suponer que es cierto todo lo que se dice, que García Luna debe ser separado del cargo por incapaz, llevado a juicio por vincularse al narco, exhibido socialmente por el pecado de ser protegido de Calderón… y vamos a suponer que Calderón se niega a removerlo, que lo protege un manto de impunidad y que sólo está al amparo del gobierno federal.
El juicio legal, político y mediático debía ser todo lo severo posible contra García Luna y su protector, Felipe Calderón. Pero insistimos en el pequeño detalle, minucia en la que pocos han reparado: ¿y las evidencias? ¿Dónde están las pruebas? Más allá de dichos, malquerencias, grillas, historias fantásticas…
Es de risa que los sectores mediático y político que presionan la salida de García Luna, que denuncian amiguismo, impunidad, proteccionismo oficial, sean los que guardaron silencio de la corrupción del pasado gobierno del DF, que nada dijeron del proteccionismo oficial y el amiguismo a favor de Carlos Imaz, René Bejarano y Gustavo Ponce, entre otros. Es de risa y muestra de esquizofrenia que se insista en el clásico “que se haga la justicia, la ley, la honestidad… en los bueyes de mi compadre”.
Seguramente García Luna debe irse por la cuestionada eficacia de su desempeño. Pero algo debe existir cuando Felipe Calderón dice: “Si hubiera alguna duda de su probidad… no estaría en el cargo”. ¿Quién y por qué lo quieren fuera? Otra vez parece que opositores al gobierno y criminales caminan por la misma ruta. ¿O no?

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¿Y ocurrió el milagro!