10 feb 2011

Día de la Fuerza Aérea Mexicana

El Presidente Calderón en el Desayuno con motivo del Día de la Fuerza Aérea Mexicana
2011-02-10 | Discurso
El Saucillo, Chihuahua
Señoras y señores.
La Fuerza Aérea Mexicana es un ejemplo de lealtad y de servicio. Es garante de la soberanía nacional, y es fiel resguardo de las Instituciones y leyes que nos rigen. Como Comandante Supremo, me honra reunirme con ustedes en el Día de la Fuerza Aérea.
Este año celebramos, además, como ya se ha dicho aquí, los 100 años, el Centenario, de que el Presidente Francisco I. Madero se convirtiera en el primer Jefe de Estado en el mundo en volar en un avión.
En 1911, el Presidente Madero realizaría un sobrevuelo sobre la Ciudad de México, en un hecho verdaderamente inédito, hace exactamente un siglo.

Aquel primer vuelo, fue un preámbulo de la entrada de México a la aviación, y al surgimiento de la Fuerza Aérea Mexicana, que es hoy una Institución respetada y querida por las mexicanas y los mexicanos, una Institución que expresa los más altos valores que nos unen e identifican como Nación.
Pertenecer a la Fuerza Aérea Mexicana es un alto honor. Cada uno de sus integrantes ha pasado por un cuidadoso proceso de selección, una selección muy rigurosa, y ha dedicado por lo menos cuatro años de su vida a su preparación.
Cada una y cada uno ha asumido un compromiso con la institución y con el país para adaptarse a la disciplina militar y mantener un alto rendimiento académico y de formación física.
Y quiero subrayar que ahora este compromiso es adquirido tanto por hombres como por mujeres, sin distinción. En julio pasado se graduó la primera generación de Oficiales femeninas.
Desde aquí felicito a las nueve mujeres que han participado en ese momento tan memorable.
La vida de los miembros de la Fuerza Aérea requiere de enormes sacrificios, pero trae consigo una de las recompensas más grandes: el honor de servir a México y formar parte de uno de los pilares que sustentan la libertad y la soberanía del país.
Hoy, la Fuerza Aérea juega un papel fundamental en la lucha que los mexicanos hemos emprendido por la seguridad, por la construcción de un país de leyes y contra el narcotráfico.
Todos los días los soldados del aire arriesgan su vida en la construcción de un México más seguro.
Su valor y decisión es motivo de admiración y reconocimiento por todos los mexicanos. Su fortaleza nos permite avanzar en la tarea de evitar, precisamente, que la criminalidad imponga su ley en el país, que las drogas lleguen a los niños y los jóvenes de todas las familias mexicanas y que tales grupos criminales se enriquezcan a costa del miedo, a costa de la salud, a costa de la seguridad y la cancelación de la libertad de los mexicanos.
Tan sólo el año pasado, los soldados del aire destruyeron casi cinco mil hectáreas de cultivos de marihuana o de amapola. Son golpes fundamentales que afectan directamente el negocio y las finanzas de los delincuentes, que tanto aprecian.
De la misma forma, quiero reconocer su trabajo para mantener la vigilancia del espacio aéreo nacional las 24 horas del día. El vigilar el territorio de México; el estar, precisamente, atentos a que nada ni nadie transgreda, no sólo su espacio aéreo, sino desde del aire velar y vigilar por la situación en tierra, del país, es una labor medular que realiza la Fuerza Aérea Mexicana.
Los mexicanos sabemos, en pocas palabras, que la Fuerza Aérea vela día y noche por nosotros. En Chihuahua y en todo México debe de quedar claro, además, que la acción de las Fuerzas Armadas se realiza en cumplimiento de su deber de preservar la seguridad interior de la Nación y con ello, el bien superior de México.
Debe refrendarse el hecho evidente de que la violencia en México proviene de los violentos. Ahí está su origen, no en la acción del Estado, que defiende a los ciudadanos de los violentos. El crimen no puede olvidarse, el crimen lo cometen los criminales, no las Fuerzas del Orden, que valientemente combaten a tales criminales.
Y debe decirse, también, que las Fuerzas Armadas actúan en refuerzo de las autoridades civiles y a petición de las propias autoridades civiles cuando por su propia fuerza o capacidad organizativa y disciplinaria, no asumen o no pueden asumir la capacidad de enfrentar aisladamente a la criminalidad.
Sin su intervención, sin la intervención de las Fuerzas Armadas, de las Fuerzas Federales en general, los ciudadanos quedarían indefensos y a merced de los criminales, que pretenden apoderarse de nuestras sociedades.
El Estado mexicano, sus Fuerzas Armadas, no están invadiendo ningún territorio extranjero, están defendiendo nuestro propio territorio, no están ambicionando apoderarse de recursos naturales o de otra índole que no nos pertenecen. Están defendiendo el patrimonio de las familias mexicanas. No están atentando contra la vida o los derechos de otros. Defienden la vida y la libertad de los mexicanos.
Y al defender nuestro territorio, y al defender nuestras comunidades, al defender la libertad, la seguridad de nuestro pueblo, al defender el patrimonio y la vida de las familias mexicanas, de los criminales que atentan contra ellas, estamos actuando en defensa de México. El Estado actúa en defensa propia frente a la criminalidad, que atenta contra la sociedad mexicana.
La Fuerza Aérea Mexicana es, además, una Institución cada día más cercana a la gente. Hoy no puedo sino agradecer, a nombre de todos los mexicanos, el esfuerzo que ustedes realizan, por ejemplo, como parte del Plan DN-III, para auxiliar a la población afectada por desastres naturales.
Muchos mexicanos pueden salir adelante en momentos de angustia gracias a que ustedes llevan toneladas de alimentos o agua a los rincones más apartados, o transportan a las tropas que trabajan en tierra.
La Fuerza Aérea Mexicana es un baluarte para la protección de los mexicanos. Ustedes actúan en defensa de nuestras sociedades y también en soporte y protección de sus propios compañeros de Fuerza Armada en las labores que les lleva el cumplimiento de su misión.
Por esa razón, amigas y amigos, la labor que ustedes realizan merece el más alto reconocimiento. Sé que no hay remuneración que pueda compensar este profundo amor a México, la constancia, el esfuerzo y la entrega a la Patria que ustedes muestran todos los días.
Para ustedes, sean las palabras que pronunciara el Presidente Benito Juárez: El triunfo de la Patria, que ha sido el objeto de sus nobles aspiraciones, será siempre su mayor título de gloria y el mejor premio de sus heroicos esfuerzos. Hasta aquí la cita.
Ustedes, los integrantes de la Fuerza Aérea, tienen la admiración y el respeto de la Nación entera, porque al igual que sus compañeros de Fuerzas Armadas, son los garantes del triunfo permanente de la Patria.
Estoy convencido de que la Fuerza Aérea merece todo el apoyo y en la Administración tenemos un compromiso para fortalecerla. Por ello.
Primero. He dado instrucciones para que por quinto año consecutivo el personal de tropa y clases de las Fuerzas Armadas reciba un reconocimiento adicional, como compensación técnica al servicio, y este año, por primera vez, también estarán incluidos los Tenientes y Subtenientes de la Fuerza Aérea Mexicana.
Con estos nuevos aumentos, por ejemplo, cada soldado raso de las tropas mexicanas estará incrementando ya su percepción en más del 100 por ciento respecto de lo que ganaba en el año 2006. Además, durante el año pasado se incrementó en 5 por ciento el salario de todos los integrantes de la Fuerza Aérea Mexicana.
Segundo. Las hijas y los hijos de quienes arriesgan su vida por todos nosotros, merecen más y mejores oportunidades de desarrollo. Yo sé que además de su convicción de servir a México, desde el más alto sitial del cual puede servirse al país, como es las Fuerzas Armadas, además sé que en cada una y en cada uno de ustedes está la aspiración de que sus hijos puedan tener las mejores oportunidades.
Está su vehemente deseo de que todo lo que esté de su parte sea puesto para que puedan acceder a la educación que los pueda hacer libres y les permita prosperar, como fruto de su legítimo esfuerzo y trabajo.
Y por esa razón, también, hemos puesto en marcha y refrendamos el Programa de Becas establecido por el Gobierno Federal, a mi cargo, que permite cubrir hasta el 100 por ciento, el 100 por ciento de las colegiaturas de bachillerato y de universidad para las hijas y los hijos de los militares en la universidad o escuela pública o privada que ustedes y ellos decidan; y ya hemos otorgado más de 22 mil becas desde que echamos a andar este programa.
Tercero. Durante mi Administración se ha hecho énfasis en los créditos hipotecarios para las Fuerzas Armadas. Sabemos que lo más importante es el bienestar de sus familias, y por eso apoyamos a los miembros de nuestras Fuerzas Armadas para que puedan construir un patrimonio familiar. Y hoy mismo estamos rediseñando la estructura crediticia de los préstamos hipotecarios otorgados a las Fuerzas Armadas para hacerla aún mucho más accesible a las necesidades del soldado y de su familia.
Con estas acciones, buscamos mejorar ingresos y condiciones de vida del personal de la Fuerza Aérea y en especial de la tropa. Quiero decirles que también estamos contribuyendo al fortalecimiento de la Institución a través de una importante inversión en equipamiento para que puedan seguir trabajando con ímpetu por el bien del país.
Por ejemplo, durante 2010 se otorgaron recursos para adquirir aviones, helicópteros, vehículos blindados, equipos de comunicación, puestos móviles de control, armamento y radares. Y seguiremos haciendo un importante esfuerzo presupuestal para seguir y ampliar el apoyo logístico a las Fuerzas Armadas de México este año, 2011.
En general, el presupuesto para inversión en equipamiento de las Fuerzas Armadas se ha más que triplicado respecto del mismo periodo del sexenio anterior. Como resultado de esta inversión, por ejemplo, ya hemos visto sobrevolar por encima de nosotros los aviones CASA 295-M, y para el segundo semestre de este año se tiene contemplado recibir los helicópteros EC-725 Cougar, que ya fueron adquiridos para la Fuerza Aérea, además de los helicópteros Bell que han sido puestos a disposición de la Fuerza Aérea, como cumplimiento del Programa de Iniciativa Mérida que tenemos en curso.
Se trata de equipos de alta tecnología que van a dar un mayor impulso a las labores de nuestros soldados del aire. Sabemos, además, que el Estado mexicano tiene que tiene que hacer un esfuerzo enorme para poder modernizar la flota de la Fuerza Aérea para que, precisamente, responda al empuje y al ímpetu de sus integrantes en condiciones que sean cada vez más eficientes y también cada vez más seguras, y que tenemos que hacer en poco tiempo un esfuerzo de modernización que no se hizo durante muchos años o, quizá, décadas.
También estamos mejorando las instalaciones de Santa Lucía, Ixtepec, Acapulco y Santa Gertrudis. Es motivo de especial satisfacción comunicarles que el Alma Máter de nuestra Fuerza Aérea, el Colegio del Aire, también será remodelado en su totalidad, y se adquirirán equipos de la más moderna tecnología para preparar a nuestros futuros pilotos, a las nuevas generaciones de Águilas Mexicanas que surcarán nuestros cielos.
Con acciones concretas, demostramos nuestro compromiso con el desarrollo y el fortalecimiento de la Fuerza Aérea Mexicana.
Señoras y señores:
Las mexicanas y los mexicanos estamos luchando por el país que anhelamos.
Cómo es el México que queremos ver para nuestros hijos.
Un México en el que se respete la ley sin cortapisas; un México en el que se haya erradicado la miseria, la pobreza extrema y la ignorancia; un México en el que se pueda tener una tranquila convivencia en el orden, con base en la ley, en el que quien viole la ley sea perseguido y castigado, como se merece.
Un México que sea plural y democrático y, al mismo tiempo, sólido y fuerte, con base en un sólido y fuerte entramado institucional, que debemos fortalecer y respetar; un México que sea también un México libre, un México seguro, un México próspero, que genere oportunidades para su gente.
Construir ese México requiere un esfuerzo enorme de todos los mexicanos, y requiere un esfuerzo enorme también, en particular, de quienes hemos optado por servir a México desde el servicio público.
En ese contexto, sé que el trabajo de la Fuerza Aérea Mexicana, al igual de las Fuerzas Armadas, es determinante para que ese México tenga lugar.
Hoy, el trabajo de la Fuerza Aérea Mexicana es, precisamente, el que permite el poder poner las bases de ese México nuevo que queremos ver. Los mexicanos sabemos que contamos con su valor, su determinación, su talento, en esta delicada tarea.
Como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, los instruyo a que continúen desempeñando su labor con unidad, con lealtad, con disciplina y con patriotismo, y a que cada una y cada uno de ustedes siga dando muestra de voluntad inquebrantable de servicio y de profundo amor y respeto a la Patria.
Felicidades a todos en este Día de la Fuerza Aérea Mexicana.

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