14 feb 2014

El secuestro del "Jefe Diego" /Fred Alvarez


El secuestro del "Jefe Diego" /Fred Avarez
Publicado en La Otra Opinión, 13 de febrero de 2014
  •  Perdón y justicia

La tarde noche del viernes 14 de mayo de 2010, Diego Fernández de Ceballos fue secuestrado en su rancho "La Cabaña" o “La estancia” en el municipio de Pedro Escobedo, estado de Querétaro.
A las 13:44 horas del sábado 15 de mayo, el periódico Reforma en su versión digital divulgó la “desaparición” de Fernández de Cevallos y ubicó sus fuentes en la delegación de la PGR en Querétaro. De hecho fue un portal en Querétaro el primero que dio a conocer la noticia.
La primera información que empezó a correr en las redes sociales era que Diego estaba difunto; la prueba era que habían encontrado en su camioneta restos de sangre.
Un ex dirigente del PAN –Manuel Espino- comentó por la mañana del sábado en las redes que el cadáver del Jefe Diego estaría en algún campo militar de Querétaro. Días después precisó en los medios que había sido un mal entendido debido a una charlas virtual con el hoy Senador Javier Corral.
Y eso fue la nota.
La información salió de control.
La verdad es que hubo vacío informativo por varias horas
La especulación no se hizo esperar, y con ellos las teorías de la conspiración.

La PGR dio a conocer la desaparición –que no secuestro- del ex candidato presidencial luego de que la camioneta en que se trasladaba apareció abandonada. Mediante un comunicado difundido la tarde del sábado se detalló que en el lugar donde se localizó el vehículo “se encontraron algunas de sus pertenencias, así como rastros de violencia”.
Recuerdo que ese sábado me encontraba en compañía de un grupo de amigos en Culiacán Sinaloa, a donde había asistido a presenciar el inicio de campaña del hoy gobernador Mario López Valdez.
¡La información corrió como reguero de pólvora. El ambiente estaba tenso!
La charla en la comida fue el secuestro del “Jefe Diego”; el golpe fue certero; se trataba de generar terror.
Una de las personas con quien charlé fue con el ex senador Carlos Navarrete quien comentó de la preocupación de los hechos lamentables. ¿y después de Diego quién?, dijo.
¿Quién o quienes habrían hecho semejante barbaridad?
¿De que se trataba?
¿De desestabilizar al país?
¿Era un golpe al Presidente Felipe Calderón y a su partido para presionarlo por algo?
Para tener las cosas en control calmar la PGR emitió dos comunicados; el primero a las 14: 41 horas de aquel sábado negro, que decía:

“La Procuraduría General de la República informa que, el día de hoy, se tuvo conocimiento de la desaparición (que no secuestro) del licenciado Diego Fernández de Cevallos Ramos.
El vehículo en el que se trasladaba el licenciado Fernández de Cevallos fue localizado en el rancho La Cabaña, que se encuentra en el Municipio de Pedro Escobedo, estado de Querétaro. En el lugar donde se localizó el vehículo se encontraron algunas de sus pertenencias así como rastros de violencia.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Querétaro realiza ya las investigaciones del caso, para lo cual cuenta con todo el apoyo de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, a fin de lograr la pronta localización de don Diego Fernández de Cevallos.”
Más tarde ante las especulaciones de que Diego estaba difunto se emitió el segundo boletín 581:
“Hasta el momento no existen datos adicionales a la investigación.
En cumplimiento a lo dispuesto por el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública Federal seguirán coadyuvando con la Procuraduría General de Justicia del estado de Querétaro a fin de lograr la pronta localización de Diego Fernández de Cevallos.
Asimismo, la Procuraduría General de la República reitera que la única información oficial será la que emita esta institución y desautoriza cualquier otra versión, ya que carece de fundamentos.”
Punto.
Antes la oficina de la presidencia de la República emitió el siguiente comunicado.
 “El Presidente Felipe Calderón Hinojosa, desde las primeras horas de la mañana, ha estado en constante comunicación con el Procurador General de la República y con los Secretarios de Gobernación y Seguridad Pública, con el fin de dar seguimiento puntual a las pesquisas realizadas con objeto de lograr la localización del licenciado Diego Fernández de Cevallos.
Antes de partir hacia la Cumbre Unión Europea - México y a su Visita de Estado a Estados Unidos, giró instrucciones a los miembros del Gabinete de Seguridad para seguir brindando todo el apoyo que requieran las autoridades competentes y la familia del licenciado Diego Fernández de Cevallos.
El Presidente Calderón se comunicó también con uno de los hijos del licenciado Fernández de Cevallos, quienes enfrentan esta difícil situación con entereza, con el objeto de ofrecerles su solidaridad y el respaldo necesario para lograr exitosamente la localización del licenciado Fernández de Cevallos, un mexicano destacado en los ámbitos de la vida pública, ex candidato presidencial y ex legislador del Partido Acción Nacional, y un político clave en la transición democrática mexicana.”
En efecto, ese día el Presidente Calderón saldría de gira a Europa con escala en Canada.
Su avión despegó a las 16.30 horas, una hora después de lo previsto.
Antes giró instrucciones al Gabinete de Seguridad para participar en la búsqueda y localización del queretano: en el operativo de búsqueda participaron decenas de agentes de la Policía estatal y muchos más de la Policía Federal. Incluso había perros especialistas en búsqueda y sus respectivos entrenadores.
Mucha información hubo entonces.
Una hipótesis fue de que habría sido un golpe de grupos subversivos tipo Ejército Popular Revolucionario (EPR). Corrió la versión que el grupo secuestrador habría sido entrenado por las mismísimas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia: FARC.
El mismo EPR se desligó de inmediato a través de un comunicado, lamentando la
la desaparición de Diego‏.
El comunicado fue fchado el 17 de mayo de 2010 y decía:
“Es lamentable la desaparición del Sr. Licenciado Diego Fernández de Ceballos, cualquiera que sea el origen o motivo, es un hecho doloroso para la familia, dolor que conocemos y sabemos por lo que están pasando.”
En el mismo sentido lo hizo el ERPI, el 29 de seotiemnbre,  se desligó del secuestro:  “declaramos al pueblo de México que no tenemos ninguna responsabilidad en el caso Diego, ni asesoramos a otros proyectos revolucionarios, amén de que no tenemos actualmente relación con otras organizaciones político-militares mexicanas.”
El asunto no ha sido cerrado.
Días después –el 20 de mayo- se dio a conocer un mensaje o donde se afirmaba que Diego gozaba “de cabal salud” y se exigía a las autoridades mantenerse al margen de la negociación con la familia.
Diego apareció en una fotografía como un anciano semidesnudo, vendado, con el rostro golpeado con luna revista en las manos como prueba de vida.
Hubo más mensajes de los “misteriosos desaparecedores”. El 20 de julio y el 13 de septiembre difundieron por internet comunicados y pruebas de vida de Diego: fotos en las que éste aparecía con el torso desnudo y los ojos vendados. Llamaban al panista “virrey de la Nueva España” y “archiduque de Escobedo”. Al mismo tiempo acusaban a los familiares de no querer negociar y aseguraron que su víctima estaba confesando todos sus negocios políticos y personales.
Siete meses después regresó a su casa, vivo y feliz.
La imagen de ramo de Rosas rojas para su mujer y una barba larga quedaron grabadas en nuestra memoria.
Diego habría sido liberado a 12 kilómetros de la Ciudad de Querétaro, el 11 de diciembre de 2010, nueve días antes de su aparición mediática. Fue soltado a unos 12 kilómetros de la ciudad de Querétaro, tan sólo con unos zapatos, un pantalón y una chamarra vieja que sus captores le proporcionaron.
Los secuestradores habrían cobrado 30 millones de dólares de rescate, entregados por Antonio Lozano Gracias en un punto entre la Ciudad de México y Toluca.
No hay todavía ningún libro sobre el secuestro del Jefe Diego; dijo que la experiencia se la llevaría a la tumba.
Fernando del Collado le hizo la siguiente entrevista (Milenio, 8 de enero de 2012).
-¿Cómo se siente, don Diego?
-Bien, gracias a Dios.
-¿Ya perdonó?
Sí.
¿Pena de muerte a los secuestradores?
No señor. Esa es una brutalidad que no sirve para nada.
-Entonces: ¿perdón y olvido?
-No. Perdón y justicia. El olvido no porque la memoria es una de las potencias del alma.
-Nada más para el registro histórico: ¿Presidencia prestó para el rescate?
Falso. Hubiera sido delito.
¿Fue secuestrado por el narco para negociar con el gobierno?
No, jamás hubo nada que me vinculara con una negociación. Fue por dinero y porque soy quien soy.
¿Y quién es usted?
Un hombre que va de frente en la vida. Y que naturalmente no coincido con muchos comportamientos y por eso me los eché encima.
-¿20 millones de dólares?
No recuerdo la cifra.”
Perdón y justicia
Este miércoles 12 de febrero se anunció la detención en Puebla de Daniel Fernández De la vega, alias “El Pelacas”, presunto secuestrador del ex candidato presidencial del PAN. Fue puesto a disposición de Ia Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, para determinar su situación jurídica.
Y justamente al enterarse de que habían capturado a “El Pelacas” uno de  sus presuntos secuestradores, Diego Fernández dijo que como cristiano ha perdonado, y que ahora es tarea de la PGR determinar si  el presunto delincuente  tiene que ver con su secuestro.
 Pidió a la dependencia federal “realizar su trabajo y cumplir con la ley sin violar derechos humanos”
Por cierto, lo dijo al participar en una reunión de solidaridad con su compañero de partido Felipe Calderón Hinojosa.
Este jueves a ser cuestionado sobre su perdón a los delincuentes, el Jefe Diego  precisó  en entrevista radial que “el que perdona es feliz, el que odia sigue secuestrado”.
Sin embargo, reiteró que su perdón es por la ofensa, pero eso no quiere decir que el delito deba quedar impune o queden libres los plagiarios, de los que indicó hay primerizos, carniceros y profesionales”.
Ese es Diego. Podemos estar o no de acuerdo con él. Pero coincidió en lo que dice..
Al estado sólo le corresponde la justicia; no el perdón, que sólo atañe a las víctimas.

A su vez, al agresor –el secuestrador– hay que exigirle, más allá del arrepentimiento –si es que lo da–, el reconocimiento del mal causado y las obligaciones objetivas que ello puede llevar. A saber; la reparación del daño y el resarcimiento económico.
Tengo serias dudas si este señor “Pelacas” fue el autor del secuestro.
Y dónde quedaron los 30 millones de dólares?
Habría que seguirle la pista al dinero.

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