Advierte
ex Obispo de cisma en Iglesia
Reforma, 9 de octubre de 2014
Rogelio
Livieres, Obispo destituido el 25 de septiembre por el Papa Francisco, advirtió
que se aproxima un "gran cisma" en la Iglesia católica, del que
responsabilizó a los jesuitas, corriente del Pontífice.
"Dentro
de la Iglesia, y últimamente desde algunas de sus más altas esferas, 'soplan
vientos nuevos' que no son del Espíritu Santo", sostuvo en su blog
personal Livieres, destituido como titular de la diócesis de Ciudad del Este
tras protagonizar una serie de escándalos por encubrimiento de pedofilia y
abusos financieros.
"La
situación es gravísima y no soy yo el primero en advertir que desgraciadamente
estamos frente al peligro de un gran cisma".
En
coincidencia con su salida de la Iglesia, el Papa Francisco también aceptó la
renuncia del Arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, acérrimo rival de
Livieres, por haber cumplido la edad de 75 años.
En
su reaparición a través del blog, Livieres hizo referencia al Cardenal Walter
Kasper, promotor de la comunión de los divorciados.
"El
Cardenal Kasper y la revista jesuita Civiltá Cattolica son activos propulsores
que lideran esta confusión", enfatizó.
Livieres
agregó que los católicos comprometidos están dispuestos a sacrificarse en
defensa de la promoción de la familia "contra las tormentas del engaño y
la idolatría de la libertad sexual del hombre frente a Dios".
Francisco
abrió el domingo un histórico sínodo de Obispos de todo el mundo para analizar
los retos de la familia moderna y abordar temas tabúes para la Iglesia
católica, como el matrimonio homosexual, las parejas de hecho, el divorcio y la
comunión para los divorciados que se vuelven a casar.
Esta
última cuestión ha provocado debates intensos y apasionados, según explicó la
fuente oficial encargada de resumir los encuentros a la prensa.
De
acuerdo con la periodista de Radio Vaticano Romilda Ferrauto, todos los
miembros del sínodo defienden la indisolubilidad del casamiento religioso y
ninguno aboga por abrir el rito de la comunión a todos los divorciados que
vuelven a contraer matrimonio.
Pero,
agregó Ferrauto, una gran mayoría propone hallar soluciones prácticas al
divorcio: grupos de acompañamiento a las parejas que se van a casar, pastoral
familiar, preparación al matrimonio y flexibilización de las reglas de
anulación ante los tribunales eclesiásticos.
En
este sentido, el abogado central del Vaticano propuso un cambio radical para
acelerar el proceso de anulación de los matrimonios, reducir los costos y la
burocracia.
El
Cardenal Francesco Coccopalmiero propuso que los Obispos individualmente tomen
decisiones sobre anulaciones en determinados casos, cambiando lo que ha sido un
proceso exclusivamente judicial en otro administrativo.
También
dijo que podría ser conveniente remover una apelación automática en todos los
casos de anulación, o reducir el número de jueces en el tribunal.
La
doctrina católica sostiene que el matrimonio por la Iglesia es indisoluble. La
anulación se aprueba cuando un tribunal eclesiástico determina que el
matrimonio tuvo algún defecto inherente desde el comienzo y puede declararse
nulo. Los motivos pueden variar, inclusive que la pareja nunca se propuso que
el matrimonio fuera duradero o que uno de los dos no desee tener hijos.
Actualmente,
muchos católicos se quejan por los años que pasan antes de conseguir una
anulación. Hay incluso algunas diócesis que ni siquiera tienen un tribunal.
Hora
de publicación: 20:55 hrs.
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