Por qué el vestido
azul/negro/blanco/dorado se volvió viral/ Mel Robbins es comentarista y analista legal de CNN; además, es la directora ejecutiva de Mel Robbins Enterprises, una firma de consultoría de dirección de empresas.En 2014, la nombraron conductora de radio sobresaliente en los Gracie Awards.
Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las de la autora.
CNN | 3 de marzo de 2015
Hay una sencilla razón por
la que el debate sobre el vestido y las llamas que se escaparon en Arizona se
han apoderado de nuestra sección de noticias, nuestras conversaciones y
nuestras vidas la semana pasada… y está más relacionada con los videos de gatos
que con la ciencia.
Dicho de manera simple,
nosotros preferiríamos debatir sobre algo positivo, como el vestido, y no sobre
ISIS y el financiamiento del Departamento de Seguridad Nacional.
Esto no es solo
especulación, es un hecho: lo que la mayoría de nosotros lee, comparte y
discute en absoluto está orientado a las noticias de temas serios. Un nuevo
estudio dirigido por matemáticos aplicados de la Universidad de Vermont y Mitre
Corp. analizó el contenido emocional de las noticias que compartimos en línea.
Y sin importar la fuente de las noticias o el idioma, utilizamos más las
palabras positivas y compartimos mucho más las historias positivas que las
noticias negativas.
Y,
según un estudio realizado por BuzzSumo, una empresa de descubrimiento de
contenido y software de medición, las emociones que hacen que una historia se
vuelva “viral” no son el miedo y la ira… son el asombro, la risa y la
diversión.
Su análisis de los 10.000
artículos más virales verificó este punto de manera abrumadora.
Otro caso: el viernes se
dio a conocer la noticia sobre la muerte de Leonard Nimoy, luego de una larga y
próspera vida. Rápidamente, sus frases más inspiradoras, la discusión sobre su
influencia en la cultura estadounidense —sin mencionar los tributos a su saludo
vulcano— empezaron a ser tendencia en Internet, mientras desviábamos nuestra
atención del vestido y las llamas para enfocarnos en el asombro y la admiración
que compartíamos por un gran hombre.
Y esto no significa que los
temas más intelectuales nos sean indiferentes… simplemente evidencia una
inclinación al positivismo en las historias que más captan nuestra atención en
línea. Además del estímulo positivo que sentimos en nuestro interior, las historias
positivas nos ayudan a sentirnos conectados con los demás. Lo que resulta más
divertido que ver un vestido es discutir ese vestido con tus familiares y
amigos. Y mientras reflexionamos sobre la vida de Nimoy, no podemos evitar
reflexionar sobre nuestra propia vida, al haber crecido con la experiencia
compartida de la cultura estadounidense de ver “Star Trek”.
En lo que concierne al
vestido, por cierto, los neurocientíficos que estudian el color tienen una
explicación de por qué parece ser azul y negro para algunos de nosotros, y
blanco y dorado para el resto. En términos elaborados, tiene que ver con la
forma en la que la que la luz entra por tus ojos, la variación del “eje
cromático”, debido a la luz diurna y al hecho de que diferentes colores tienen
distintas longitudes de onda.
Hay muchos términos
técnicos que describen el fenómeno del vestido, pero a mi hijo de 9 años se lo
expliqué de esta forma: cuando vemos el mismo objeto, nuestros ojos y cerebros
pueden hacernos ver cosas distintas. Pasa lo mismo con la col rizada: mi esposo
y yo vemos un delicioso plato de verduras; nuestros hijos ven algo con lo que
deberías alimentar a aquellas llamas que corrían frenéticamente esta semana en
Sun City, Arizona. Voilà, el misterio del vestido ha sido resuelto.
Desafortunadamente, eso
significa que ya podemos regresar a trabajar.
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