La trágica historia de Richard Jewell, el heroico guardia de seguridad al que acusaron de terrorismo
Clint Eastwood firma, a sus 89 años, esta película los atentados ocurridos en las Olimpiadas de Atlanta en 1996
María Estévez
ABC, Los Ángeles, 03/01/2020
La nueva película de Clint Eastwood explora la infame historia de Richard Jewell, un vigilante de seguridad celebrado como un héroe y luego acusado de terrorismo durante los atentados ocurridos en las Olimpiadas de Atlanta de 1996. Desde la cámara del director se maximizan los errores de la prensa hasta acabar convirtiéndola en chivo expiatorio, sumándose Eastwood a esa moda de etiquetar a los medios de fabricantes de «noticias falsas». «Considero importante narrar lo que vivió Jewell, porque es una tragedia norteamericana que merece la pena puntualizar. La gente lo acusó rápidamente, le culparon de terrorista cuando en realidad era un héroe. Hubo una serie de situaciones muy desagradables», explicó Clint Eastwood durante el estreno de la película en el Festival AFI de Los Ángeles.
Como ya hiciera en «El francotirador» o en «Sully», el veterano cineasta acecha al héroe sin estrella, al hombre ordinario capaz de hechos extraordinarios. «Con este filme he querido sentar las bases de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestra su culpabilidad y no hay que saltar a conclusiones rápidas ni juzgar a nadie sin pruebas. Nos estamos acostumbrando a apuntar sin saber la verdad, al menos eso fue lo que le sucedió a Jewell», dijo el director a los medios en el Teatro Chino de Hollywood, hablando sobre el caso concreto pero también sobre el momento actual de una industria que ha visto (y dejado) caer a pesos pesados como Woody Allen.
Richard Jewell, a quien interpreta el actor cómico Paul Walter Hauser, iba a ser representado originalmente por Jonah Hill, quien terminó abandonando la película. «Siento como si le conociera. Era un tipo sensible que alertó a la Policía al ver una mochila sospechosa y su advertencia salvó las vidas de muchos inocentes», explicó Hauser sobre Jewell, que murió a los 44 años (en 2006) de un ataque al corazón y muchos aseguran que nunca se repuso del daño de ser considerado culpable del ataque.
La película analiza detenidamente la caída en desgracia de este hombre, un día sentado en los grandes programas de televisión y presentando ofertas de libros y al siguiente investigado por el FBI por el atentado. Un guardia de seguridad que fue vilipendiado por la prensa cuando se le consideraba sospechoso, en parte por culpa de agentes del FBI que buscaban cerrar el caso. El filme es una mirada oscura al periodismo y al Gobierno y la cinta ha sido acusada en Estados Unidos por su subjetividad y su mensaje político, aunque Hauser no lo ve así: «Es una película, no hay que darle tantas vueltas».
Quien más vueltas le ha dado ha sido el periódico «Atlanta Journal-Constitution», para quien trabajaba la reportera Kathy Scruggs, representada en pantalla por Olivia Wilde, y a quien se retrata como una mujer que intercambiaba información por sexo. Scruggs, que murió de una sobredosis de somníferos en 2001, fue quien informó sobre la investigación del FBI contra Richard Jewell. El periódico no solo ha criticado a Eastwood sino que ha exigido una explicación de Warner Bros al respecto. «Deben reconocer públicamente que algunos eventos que aparecen en la película son imaginados con fines dramáticos y licencia artística». En su carta al estudio, el periódico acusa a Eastwood y al guionista Billy Ray de representar a Scruggs con malicia, reduciéndola a un objeto de intercambio sexual. Warner Bros se ha defendido calificando las afirmaciones del periódico de infundadas, mientras que periodistas de todo el país llaman al boicot de la cinta por su carácter «misógino».
El guion de Billy Ray, basado en un artículo de «Vanity Fair» de 1997, muestra a Jewell como un hombre sureño sin pretensiones que ama las armas, la caza y a su madre (Kathy Bates), siendo injustamente blanco de dos de las fuerzas más poderosas del mundo: el Gobierno de los Estados Unidos y los medios sin escrúpulos. Olivia Wilde interpreta a la reportera como una periodista poco ética que se acuesta con un agente del FBI (Jon Hamm) para obtener información. Wilde defendió su interpretación diciendo que sentía un inmenso respeto por la periodista y de ninguna manera tenía la intención de sugerir que, como periodista, Scruggs necesitaba usar su sexualidad. «Creo que las personas tienen dificultades para aceptar la sexualidad en los personajes femeninos sin dejar que el sexo defina el personaje por completo. Siento una cierta responsabilidad de defender el legado de Scruggs, que, injustamente, se ha reducido a un elemento de su personalidad».
El verdadero culpable
Ron Martz, exreportero del periódico de Atlanta que trabajó con Scruggs en gran parte de la cobertura de los sucesos de 1996, dijo al «Journal-Constitution» que ella era una de las mejores periodistas con las que había trabajado. «Era muy fuerte y cuando buscaba algo hacia lo que fuera necesario para conseguir la verdad dentro de los límites legales y éticos. Nunca se sintió en paz con esta historia. Le persiguió hasta su último aliento». En este filme, cargado de los estereotipos clásicos que pueblan el cine de Eastwood, quien sale mejor parado es Eric Rudolph, el verdadero culpable del atentado y que cumple una sentencia de por vida sin posibilidad de libertad condicional.
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Las curiosidades de 'Richard Jewell', el nuevo filme de Clint Eastwood
Jonah Hill y Leonardo DiCaprio fueron los primeros actores previstos y figuran como productores
Los logotipos de Atlanta que salen en el filme carecen de los aros olímpicos porque el COI no les dio permiso
Eduardo de Vicente
El Periódico, Barcelona, 02/01/2020;
Hauser recibiendo instrucciones de Eastwood. / CLAIRE FOLGER / WARNER BROS
El año 2020 cinematográfico acaba de iniciarse con un esperado reencuentro con Clint Eastwood, el veterano director que sigue en activo pese a sus casi 90 años y que no decepcionará a sus seguidores con su nueva película, Richard Jewell. Se trata de un drama basado en hechos reales (algo muy habitual en su filmografía reciente) protagonizado por el desconocido Paul Walter Hauser (visto en Yo, Tonya e Infiltrado en el KKKlan), Sam Rockwell (Tres anuncios en las afueras, Fosse/Verdon), Kathy Bates (Misery), Jon Hamm (Mad Men) y Olivia Wilde (House, In time).
La acción transcurre durante la celebración de los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta, cuando un guardia de seguridad salva la vida de mucha gente al descubrir una bomba. En un primer momento se convierte en un héroe y adquiere celebridad, pero el FBI sospecha que él fue el terrorista. Es la radiografía de un caso real que fue muy popular en EEUU y que recuerda mucho a Sully, el filme de Eastwood sobre un piloto que salvó a sus pasajeros tras sufrir un accidente y aterrizar su avión en el río Hudson. Ambos fueron héroes que, más tarde, serían cuestionados y convertidos en villanos.
El filme destaca el juego sucio del FBI para encontrar a un chivo expiatorio y la posición de los medios de comunicación que lo juzgaron prematuramente, representados por la periodista Kathy Scruggs, y convirtieron su vida en un infierno. Habla de algo tan actual como las fake news, cómo conseguir dar la vuelta a los hechos para conseguir que todos piensen que alguien es culpable. Un vehículo a la medida de Eastwood, que insiste en la lucha de un hombre por defender su dignidad frente al poder del estado. Conozcamos algunas de las curiosidades de Richard Jewell.
-Los periódicos como inspiración. El filme está basado en un artículo de la periodista Marie Brenner, reportera cuyo trabajo ya fue la inspiración de otra película, El dilema, que rodó Michael Mann en 1999.
-Realidad y ficción. Otra de las fuentes en las que se basó la película fue el libro The Suspect, escrito por el fiscal Kent Alexander y el editor periodístico Kevin Salwen. La periodista Kathy Scruggs (interpretada por Olivia Wilde) nunca reveló el nombre de su fuente, pero los autores del libro descubrieron que se trataba del agente del FBI, Don Johnson. En la película, se ha cambiado por el ficticio Tom Shaw.
-En el lugar de los hechos. Eastwood consiguió rodar la escena del atentado en el mismo Atlanta Centennial Olympic Park, el lugar donde transcurrieron los hechos que narra la película. Además, el rodaje de esa secuencia tuvo lugar, aproximadamente, en los mismos días en los que se produjo el atentado 23 años antes
-¿Y los aros? Los logotipos de los Juegos Olímpicos de Atlanta que aparecen en el filme tienen una diferencia respecto a los reales, ya que carecen de los cinco aros característicos. El motivo es que el Comité Olímpico Internacional les negó su utilización para preservar sus derechos de autor y “proteger el uso de un emblema icónico”.
-Dos lobos de Wall Street. Leonardo Di Caprio era el primer actor en el que se pensó para interpretar al abogado de Jewell. Finalmente abandonó para involucrarse en otro proyecto, pero siguió constando como productor. Lo mismo ocurrió con su amigo Jonah Hill, que iba a ser Jewell y también aparece en los créditos de producción.
-Jon y el FBI. El aspecto del Mad Men, Jon Hamm parece el más adecuado para un agente del FBI, ya que es la tercera ocasión en la que interpreta un personaje similar tras The town: ciudad de ladrones y Malos tiempos en el Royale.
-Varios directores hasta llegar a Clint. En el 2015, Eastwood estudió el proyecto mientras se encargaba de Sully pero prefirió seguir su carrera con 15:17: Tren a París. El filme iba a rodarse ya en el 2016 y el encargado era Paul Greengrass, pero lo dejó para hacerse cargo de una nueva entrega de Jason Bourne. Iba a tomar las riendas un documentalista pero también abandonó y volvió a las manos de Eastwood.
-Kenny y la madre de Jewell. Aunque el atentado no se produjo durante el concierto de Kenny Rogers, la madre de Jewell (interpretada en el filme por Kathy Bates) era muy fan y pidió que se incluyera en la película.
-Homenaje a un amigo. En la escena en la que Jewell conoce al que luego será su abogado, puede verse en el fondo un cartel con el nombre "Stephen S. Campanelli". Campanelli es un viejo conocido de Eastwood y el operador que lleva la steadycam en todas sus películas desde Los puentes de Madison.
-La vida real de la periodista. Katty Scruggs, la periodista real que colaboró a cuestionar la figura de Jewell ante la opinión pública acabó sufriendo una fuerte depresión que tuvo que tratar con medicinas de las que acabó dependiendo y falleció de una sobredosis en el 2001.
Es la tercera vez que Jon Hamm (izquierda) es agente del FBI. / CLAIRE FOLGER / WARNER
-La polémica. En EEUU, el filme ha levantado una gran polémica al insinuar que la periodista se acostó con el agente del FBI para conseguir información. El guionista, Billy Ray, mantuvo su versión y se quejó de que el diario que publicó la información, en vez de reconocer el error que cometieron, se fije en un detalle del filme que dura menos de un minuto.
-En busca del mercado internacional. Esta discusión ha influido negativamente en el resultado de la película que costó 45 millones de dólares y se ha estrellado en la taquilla norteamericana. Sus únicas posibilidades consisten en obtener un buen número de nominaciones al Oscar (aunque parece poco probable) y en el éxito en el mercado internacional, ajeno a la polémica.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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