3 mar 2024

La tortuosa trayectoria de Aaron Bushnell, el aviador que se inmoló en protesta contra Israel

La tortuosa trayectoria de Aaron Bushnell, el aviador que se inmoló en protesta contra Israel

El especialista en operaciones de defensa cibernética que se prendió fuego para protestar por la matanza de palestinos por parte de Israel, había abandonado una comunidad cristiana aislada para incorporarse a la Fuerza Aérea.

Por Nicholas Bogel-Burroughs y Colbi Edmonds

THe News York Times, 1 de marzo de 2024

Una tarde de esta semana, vestido con su uniforme de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Aaron Bushnell caminó hasta la embajada de Israel en Washington y con tranquilidad manifestó su intención de “participar en un acto extremo de protesta” contra la ofensiva del ejército israelí en la Franja de Gaza.

Procedió a vaciar un líquido inflamable sobre su cabeza rapada, se ajustó su gorra de camuflaje sobre la frente y se prendió fuego. “¡Palestina libre!”, gritó varias veces antes de desplomarse sobre el pavimento.

En los días que han pasado desde este impactante acto, que Bushnell plasmó en una transmisión en directo, sus amigos y familiares han estado tratando de entender cómo un joven al que conocían como un chico tímido y reflexivo de una aislada comunidad cristiana de Massachusetts, que llegó a convertirse en un alto funcionario militar que trabajaba en la defensa cibernética en el estado de Texas, llegó a escenificar una protesta tan fatal y definitiva.

“Me cuesta trabajo asimilarlo”, comentó Ashley Schuman, de 26 años, quien conocía a Bushnell desde la infancia. “Dije: ‘¿Pero cómo? ¿Cómo es posible que hayas llegado hasta este punto?’”.

La inmolación de Bushnell ha provocado una serie de vigilias en su honor, además impulsó nuevas manifestaciones contra los ataques de Israel y originó críticas por parte de algunas personas que consideran esta protesta como un acto suicida que no se debería celebrar.

Algunas cosas que Bushnell, de 25 años, escribió en fechas recientes indicaron que había planeado esta acción de manera detallada con el fin de enfocar la atención en el ataque de Israel a los palestinos en Gaza, donde el ministerio de salud local afirmó que casi 30.000 palestinos han sido asesinados. Israel lanzó su campaña en el mes de octubre tras el ataque de Hamás en el cual, según las autoridades de Israel, murieron cerca de 1200 israelíes y casi 250 personas más fueron tomadas como rehenes.

En las horas que antecedieron a su protesta, Bushnell envió un correo electrónico a varios medios de comunicación independientes con el título: “Contra el genocidio”, en el que incluyó un enlace al sitio web en el que después apareció un video de su inmolación. “Les pido que se aseguren de conservar las imágenes e informar sobre ellas”, escribió. En días recientes, Bushnell también había enviado su testamento a un amigo, en el cual adjudicaba sus posesiones.

Según quienes lo conocieron, en los últimos años, Bushnell había tomado cada vez más distancia de su educación conservadora y de su carrera en el ejército, para dedicarse al activismo anarquista y de izquierda y hablar con frecuencia de reducir la pobreza y oponerse al capitalismo. Sus amigos comentaron que llegó a repudiar al pequeño enclave profundamente religioso ubicado a lo largo de la bahía de Cabo Cod, donde fue criado.

Algunos antiguos miembros del vecindario, conocido como Comunidad de Jesús, han afirmado que sufrieron maltratos psicológicos. Los familiares de Bushnell no han hecho comentarios públicos y una mujer que contestó el teléfono del número asignado a la Comunidad de Jesús se negó a responder o a tomar el mensaje.

Al igual que Bushnell, Schuman también nació dentro de esa comunidad y comentó que en su adolescencia ambos sufrieron de ansiedad por las altas expectativas y las fuertes restricciones que les imponían los maestros y los líderes comunitarios. Ahí asistieron a una escuela de una casa comunal, aunque Bushnell también pasó un año en el bachillerato público.

En el verano de 2016, después de graduarse del bachillerato, fue a Israel y a Cisjordania en un viaje organizado por la Comunidad de Jesús que llevó a sus integrantes a sitios históricos de la Biblia, explicó Schuman, quien no recordó ningún comentario importante relacionado con el conflicto israelí-palestino durante el viaje, pero mencionó que los estudiantes pasaron un día en la ciudad cisjordana de Belén y hablaron con varios estudiantes de la Universidad de Belén, una institución educativa católica.

“Sé que ese viaje fue muy importante para todos los que formamos parte del grupo”, afirmó Schuman.

En los años posteriores a que Schuman y Bushnell se graduaran del bachillerato, cada uno comenzó a considerar si debía quedarse en la comunidad. La constitución de la comunidad, llamada “Las reglas de la vida”, describe un sistema de ascensos en el que sus partidarios pueden, al paso de varios años, alcanzar un nivel en el que hay que tomar votos de membresía “de por vida”. Pero, en el otoño de 2019, Bushnell le dijo a Schuman que se iría.

Se fue de la comunidad, donde había vivido con sus padres y su hermano menor, y trabajó durante poco tiempo en una casa de empeño en otra parte de Massachusetts antes de comenzar su servicio activo en la Fuerza Aérea en la ciudad de San Antonio, en mayo de 2020.

Schuman, quien también se marchó de la comunidad, mencionó que hablaban por teléfono con regularidad acerca de cómo gestionar la transición; Bushnell le dijo que había estado hablando con un terapeuta y le aconsejó consultar a uno, comentó.

Fuera del trabajo, parecía cada vez más empeñado en resolver el problema de la indigencia. Schuman contó que empezó a preocuparse cuando Bushnell le dijo que le había estado enviando una cantidad importante de dinero a una mujer de otro estado que decía que era una madre sin hogar. Schuman creía que ellos nunca se habían conocido.

“En realidad no me contó mucho al respeto, más allá de querer que yo siguiera rezando por ella”, recordó Schuman. “Yo le decía: ‘Caramba, Aaron, ni siquiera conoces a esa persona’. Pero creo que lo que lo impulsaba era estar ayudando a alguien menos afortunado que él”.

Ya entrado el año 2021, Bushnell todavía hablaba de la posibilidad de regresar algún día a la comunidad de Cabo Cod, algo que a Schuman le costaba escuchar puesto que ella estaba buscando una nueva vida lejos de ahí. Con el tiempo dejaron de comunicarse.

Otro amigo comentó que Bushnell se quejaba un poco sobre su trabajo en la Fuerza Aérea —los horarios irregulares, la falta de sueño— y en ocasiones hablaba de sus desacuerdos con el ejército estadounidense por conflictos anteriores, como las invasiones de Irak y Afganistán.

En noviembre de 2022, recién llegado de unas vacaciones en Hawái con su hermano menor, Bushnell se presentó solo en un evento que organizó el Partido por el Socialismo y la Liberación en San Antonio, donde hizo un nuevo grupo de amigos.

Lupe Barboza, de 32 años, contó que ella y sus amigos lo invitaron a participar en las visitas semanales de su grupo de ayuda a campamentos de personas sin hogar. Barboza comentó que Bushnell le dijo al grupo, conocido como San Antonio Collective Care, que sus ideas políticas habían cambiado radicalmente poco después de haberse unido al ejército.

“Afirmó que había pasado de un extremo —las creencias conservadoras con las que había sido educado— al otro, en el que formó sus ideas anarquistas y antiimperialistas”, comentó Barboza. “También dijo que había sido un cambio muy rápido y solo comentó que había pasado de un extremo al otro”.

Pero poco después les dijo que tenía que tomar distancia del grupo porque estaba lidiando con un trauma de su pasado que había reaparecido, afirmó Barboza. No obstante, se mantuvo en contacto con muchos de sus amigos de la organización.

Les dijo que esperaba dejar el ejército cuando terminara su servicio militar en la primavera de este año, comentó Barboza. En su perfil de LinkedIn escribió: “Mi verdadera pasión es la programación de software y no veo la hora de colaborar para impulsar la innovación en el ámbito civil”.

Susan Wilkins, de 59 años, quien abandonó la Comunidad de Jesús después de haber vivido ahí desde 1970 hasta 2005, mencionó que no era cercana a Bushnell ni a su familia, pero los conocía y le preocupaba que Bushnell no contara con el apoyo necesario para hacer la transición a un mundo menos estructurado.

“Comprendo que cuando creces en un entorno restrictivo, la anarquía tenga su atractivo”, comentó.

A Schuman, al igual que a otros miembros de la comunidad, le ha costado mucho trabajo entender la protesta fatal de Bushnell.

“Nunca apoyaré las medidas extremas”, aseveró. “Pero a juzgar por el lugar donde crecimos, en el que no podíamos decir lo que en realidad queríamos ni en lo que creíamos, es admirable lo que él hizo por personas que en estos momentos no tienen voz”.

Eric Schmitt colaboró con este reportaje. Kirsten Noyes colaboró con la investigación.

Nicholas Bogel-Burroughs es reportero de noticias nacionales en Estados Unidos y se enfoca en la justicia penal. Es de Nueva York. Más de Nicholas Bogel-Burroughs


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