2 abr 2024

Las columnas políticas hoy martes 2 de abril de 2024

¡Ya basta!..

Ayer fue asesinada a balazos Bertha Gisela Gaytán, candidata de #MORENA a la alcaldía de Celaya, Guanajuato....Tenía amenazas serias no le dieron protección oportuna...

Gisela fue asesinada de 6 disparos mientras caminaba rodeada de seguidores en San Miguel Octopan, comunidad cercana a Celaya. El ataque también dejó lesionadas a otras tres personas.

Eran las 18 horas, iban con ella niños...En el momento del ataque, militares se retiraron del lugar, según videos de cámaras de seguridad.

¿Quién fue y por qué?

Es un día triste dice AMLO y es cierto..

Expresó en la conferencia mañanera su solidaridad con los familiares y allegados de la víctima: "estos hechos son muy lamentables porque hay gente que está luchando para hacer valer la democracia, que está en la calle dando la cara, luchando por otros y duele mucho que esto suceda en nuestro País y en cualquier parte.

"Quiero enviar un abrazo muy afectuoso, solidario, el pésame a los familiares de Bertha Gisela, a todos sus amigos, compañeras, compañeros y vamos a informar también sobre esto y otros temas que tienen que ver con la seguridad en nuestro País", concluyó.

.El quid es que todos los días de su gobierno han sido tristes.

¿Cuántos asesinatos más...?

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Las columnas políticas hoy martes 2 de abril de 2024

Confidencial/El Financiero

Morenistas de Guerrero llevan su enojo al Zócalo

De la división en Morena por las candidaturas en Guerrero pasaron ya hasta la exigencia de la desaparición de poderes en el estado, gobernado por su partido. Hasta el Zócalo de CDMX llegaron ayer las protestas de morenistas en contra del senador guinda Félix Salgado Macedonio y su hija, la gobernadora Evelyn Salgado. “Las candidaturas no son negocio”, “basta de imposiciones de candidatos”, decían las pancartas. Lo que llamó la atención fueron las demandas de “no más violencia en Guerrero” y la de “desaparición de poderes”.  Exigieron la intervención del dirigente nacional, Mario Delgado, para resolver el tema y la renuncia del presidente estatal de ese partido, Jacinto González. Se calienta más la Tierra Caliente de Guerrero.

Música de Interpol en tiempos de campaña

En plenas campañas electorales para la Jefatura de Gobierno, las alcaldías y diputaciones locales, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, anunció con bombo y platillo que el 20 de abril el grupo de rock Interpol dará un concierto en pleno Zócalo de la CDMX. Lo más atractivo del anuncio es que será gratuito, porque –aclaró– es para “fomentar la música y la cultura en la ciudad”. Dijo que “todos están invitados, capitalinos y hasta extranjeros”.

Otra del góber Rubén Rocha

El gobernador morenista de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, se aventó ayer otra puntada de esas que habitualmente utiliza para banalizar los temas. Hace unos días dijo que el secuestro de 66 personas por parte del crimen organizado en Sinaloa “son cosas que pasan”, y ahora dijo que fue la autoridad estatal la que “logró localizar” a 58 de plagiados, sobre todo a los 23 menores de edad, cuando fue público que todos fueron liberados por los captores quienes mantienen aún a ocho personas (cinco hombres y tres mujeres) privadas de la libertad.

Dándole la vuelta al INE

En el equipo de Xóchitl Gálvez le dieron la vuelta a la petición del Instituto Nacional Electoral de no usar su logo en imágenes como la que presentó la candidata al exigirle al instituto que haga una campaña para que no se utilicen los programas sociales como materia electoral. Fue tan fácil como subir las mismas imágenes, ya sin el símbolo del INE. Todo lo demás se ve igual, dominando los espectaculares hechos con inteligencia artificial. Salieron vivos en la coalición.

Senadores virtuales, pero ausentes

En el Senado, los integrantes de la Comisión de Defensa Nacional, que preside el morenista Félix Salgado Macedonio, dio ayer luz verde por mayoría a un dictamen para autorizar la entrada de personal militar de Estados Unidos a territorio mexicano, con el objetivo de participar en una actividad de adiestramiento conjunto en un centro de la Secretaría de la Defensa Nacional, ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua. Pero llamó la atención que la reunión, en la que se envió el dictamen al pleno para su votación, fue realizada vía remota y la mayoría de los legisladores no apareció en la transmisión cuando se realizó la votación y levantaron la mano, ya que tenían sus cámaras apagadas. No obstante, al pasar lista, sólo contestaron cinco de 18 integrantes, aunque el resto sólo aparecían como conectados.

Sin descanso contra los incendios

Horacio Duarte Olivares, secretario general de Gobierno del Edomex, ha estado al frente de la coordinación de los trabajos realizados por autoridades federales, estatales y municipales en el combate y extinción de los incendios forestales que en esta temporada de estiaje han afectado al Estado de México. Con la instrucción de su jefa, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, quien lleva el mando de esta estrategia, Duarte lideró la instalación de las cinco mesas regionales para monitorear y combatir los incendios forestales, además de realizar recorridos por los municipios afectados y estar a cargo de la coordinación de las acciones emprendidas por los tres órdenes de gobierno, que trabajan en esta labor. Ojalá haya más esfuerzos como estos. La sustentabilidad del país lo necesita.

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¿En qué quedamos, no que ya no había corrupción?

Bajo Reserva/El Universal

Nos hacen ver que ayer, Javier Corral, exgobernador de Chihuahua que ayuda a conformar el Plan de Gobierno de la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, afirmó que la corrupción es “un fenómeno persistente” en México y que “son incluso redes que operan de manera transnacional”, contradiciendo lo que casi a diario señala el presidente Andrés Manuel López Obrador: que en este gobierno “ya no hay corrupción”. Incluso, el mandatario ha sacado varias veces su pañuelo blanco en señal de que acabó con la corrupción. Ayer, en la presentación del eje de gobierno honesto, don Javier refirió que hacen falta realizar modificaciones en el siguiente sexenio, porque “el problema de la corrupción es un problema sistémico con características casi universales”. Será que al exgobernador se le traspapeló la propuesta con sus discursos de 2020, cuando señalaba que el gobierno federal le “fabricó” un supuesto caso de corrupción con un empresario, y declaró que “es ruin, es vulgar la manipulación que hace el gobierno de la República de la información. Lo primero que hay que lamentar es la tragedia de México. Haber pasado de un presidente corrupto como lo fue Peña Nieto, a un Presidente que siembra el odio, que manipula y falta a la verdad”. Eso dijo en aquellos, no tan lejanos, días de opositor al régimen.

Una beca con mucha ideología y cero recursos

Hoy, la nota principal de EL UNIVERSAL da cuenta de que este gobierno creó la beca “Elisa Acuña”, dirigida a estudiantes universitarios, pero que tiene tres años sin recibir fondos. Nos recuerdan que Elisa Acuña fue maestra rural, periodista, activista y revolucionaria que combatió el régimen de Porfirio Díaz. Y una de las principales motivaciones de la actual administración para bautizar a las becas de los alumnos de la educación media superior fue que Elisa Acuña apoyó a los estudiantes que vivían en condiciones de pobreza y de injusticia social, esto de acuerdo con la propia información que ofrece el gobierno federal de sus programas sociales. Sin embargo, ¿qué pensaría la profesora Acuña (quien murió el 12 de noviembre de 1946), si supiera que la actual administración usó su nombre para prometer una beca a la que no ha dotado de dinero para apoyar a los estudiantes que la necesitan?


Molestan presiones de procuradora fiscal al Poder Judicial


Nos hacen ver que en el Poder Judicial consideraron como un tono soberbio y autoritario el que empleó la titular de la Procuraduría Fiscal de la Federación, Grisel Galeano, quien recientemente habló de los litigios fiscales que tiene Grupo Salinas con el gobierno federal. Hostigamiento y amedrentamiento, nos dicen fue la impresión que causaron las palabras de doña Gisel, pues consideran que casi casi instruyó a los magistrados del 20º. Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, Martha Llamile Ortiz Brena, Fernando Silva García y Salvador Alvarado López, a que “resuelvan lo antes posible estos asuntos”, violentando así la división de poderes. Por si fuese poco, sin prueba alguna, nos hacen ver, la funcionaria federal se atrevió a especular al decir que “retrasar el cobro [de estos asuntos] sería complicidad”, cuando estos son litigios que aún no se resuelven. Habrá que ver si los magistrados se dejan presionar.

CNTE critica las mañaneras

A la larga lista de quienes critican los abusos, excesos, agresiones y mentiras que se dan en la conferencia de prensa mañanera del Presidente, se sumó la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). La Coordinadora, tras reanudar el diálogo con el mandatario, le entregó un pliego petitorio en donde le pide que no use su conferencia matutina para “manifestar a la población que todos los problemas del magisterio nacional y educativo están 

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Los últimos minutos de Gisela/Héctor De Mauleón

Sonaron primero tres disparos. Y un segundo más tarde, otros tres.

El Universal | 02/04/2024 |,

En una rueda de prensa, la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, Gisela Gaytán, anunció que a través del jurídico de su partido había solicitado “protocolos de seguridad” que la protegieran durante su campaña.

A esa hora, sin embargo, se había determinado que tres sicarios la esperaran en la comunidad de San Miguel Octopan para asesinarla.

La candidata de Morena había acudido al Mercado Morelos para escuchar las demandas de locatarios. En la rueda de prensa afirmó que al lugar habían llegado elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para cuidarla, y que también la cuidaba la ciudadanía.

Apenas el 9 de marzo, en ese mismo mercado, mientras Gisela acompañaba a la candidata de Morena a la gubernatura, Alma Alcaraz, militantes del partido protestaron contra su candidatura y la acusaron de pertenecer “al PRIAN”, y de haber sido impuesta por el candidato al senado Ricardo Sheffield:

“Sheffield no te pases de rosca en Celaya”, “No a la imposición de Gisela”, se leía en las cartulinas.

Aquella vez, Gerardo Fernández Noroña, enlace de Claudia Sheinbaum con organizaciones sociales, intentó calmar los ánimos de los inconformes. Le gritaron que Gaytán estaba a diez puntos de otro de los precandidatos: Gerardo Sierra, y más tarde, en un mitin en el Parque Ximhai, un segundo grupo de morenistas la abucheó: “¡No nos representa!”.

Fue en ese mercado donde la candidata hizo el penúltimo recorrido de su vida. En sus redes, Gaytán definió el encuentro con comerciantes como “lleno de apoyo y cariño”.

En su agenda estaba marcado un mitin a las 17:00 horas de ayer en el jardín principal de San Miguel Octopan, una pequeña comunidad de 12 mil habitantes, ubicada a solo 20 minutos de Celaya.

En San Miguel Octopan fue detenida, en enero de 2020, Karina “N”, la esposa de José Antonio Yépez, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima. Reportes de seguridad definen ese lugar como “Zona Marro”.

La mujer del líder criminal había ido a esconderse a una casa de seguridad situada en aquel lugar. La acompañaban tres miembros del equipo de seguridad de El Marro.

Cuando una fuerza federal compuesta por 300 hombres inició el operativo para su detención, decenas de pobladores salieron a la calle —incluidos niños y mujeres— a fin de impedir que el cateo correspondiente se llevara a cabo.

Poco antes había caído en el lugar una célula de colombianos que mantenía en una casa de seguridad a varias personas privadas de la libertad que, según las autoridades, eran sometidas a trabajo forzado.

Ahí mataron hace un año a la madre buscadora Teresa Magueyal, miembro de un colectivo de 70 familias, quien buscaba a un hijo desaparecido desde abril de 2020.

Las sospechas recayeron en el grupo que controla la zona: el Cártel de Santa Rosa, a quien incomodaban los hallazgos del colectivo “Una promesa por cumplir”.

Durante los últimos años, San Miguel Octopan es sede de las venganzas del Cártel Jalisco Nuevo Generación, cuyos comandos entran de noche a la comunidad en busca de enemigos. La ejecución de uno de estos fue videograbada en diciembre de 2021, la noche en que un grupo de sicarios irrumpió en una casa buscando al autor de un video en el que supuestamente se había ofendido a Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder de esa organización.

“¡Esto es por ofender a mi papá Mencho, hijo de tu…!”, se escuchaba en la grabación antes de que un hombre en paños menores fuera acribillado.

San Miguel registra el horror que la guerra entre estos grupos ha dejado en la geografía celayense: los medios rebosan de noticias sobre enfrentamientos, persecuciones, emboscadas a policías, ataques en viviendas, aparición de cuerpos tirados en las carreteras. Hallazgo de cadáveres torturados y mutilados en brechas y baldíos.

Hacia las seis de la tarde, la candidata de Morena caminaba por una calle de San Miguel, la acompañaba un grupo de personas que agitaban banderas y gritaban: “¡Morena! ¡Morena!”.

Las primeras informaciones señalan que dos hombres en moto y uno más pie tierra comenzaron a seguirla. Hasta donde se sabe, no había hasta entonces ningún oficio que solicitara al municipio, como se había acordado desde marzo pasado, la protección de la candidata.

El único escudo con que Gaytán contaba en ese momento era el que le brindaba una mujer armada, que iba en calidad de escolta –y que resultó lesionada durante el ataque.

Sonaron primero tres disparos. Y un segundo más tarde, otros tres. Comenzaron los gritos. Rugieron las motos. La gente se agazapó o echó a correr.

Las elecciones bañaron de sangre otro pueblo de México.

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Estrictamente Personal

El poder del dinero/Raymundo Riva Palacio

El Financiero, abril 02, 2024 | 

Andrés Manuel López Obrador sabe desde hace mucho tiempo el poder del dinero sobre la voluntad de los que menos tienen. Lo hizo franciscanamente y sin interés cuando llevaba recursos a las comunidades indígenas a finales de los 70, y de manera interesada cuando fue jefe de Gobierno en la Ciudad de México en el primer lustro de este siglo, donde solía sacar dinero en efectivo de su escritorio y salir por las puertas laterales del ayuntamiento para repartirlo en las calles aledañas. Lo que empezó con convicción, fue evolucionando a estrategia política en la medida que fue subiendo la escalera política hasta que llegó a la Presidencia y llevó la entrega directa de dinero a niveles extraordinarios.

La ruta que siguió consistentemente a lo largo del sexenio tiene en el umbral de la Presidencia a su candidata, Claudia Sheinbaum, a quien le ha dado instrucciones claras para que continúe el proyecto que llama la cuarta transformación. Sheinbaum, que hasta ahora obedece a su mentor y jefe político sin mostrar prácticamente ninguna idea propia en su campaña, supera cómodamente a su adversaria Xóchitl Gálvez en dos encuestas publicadas este lunes, al término del primer tercio de la campaña presidencial. EL FINANCIERO ubica a Sheinbaum con una ventaja de 17 puntos, mientras que el tracking de la consultora Áltica la tiene 12 puntos arriba.

El poder del dinero se puede apreciar con toda claridad en la encuesta telefónica de EL FINANCIERO, que incorporó dos preguntas sobre los programas sociales. A la pregunta sobre si el entrevistado conoce a alguien que haya recibido un programa social, la respuesta fue que 53 por ciento –ya sea la persona misma, un familiar o un conocido– sí ha recibido beneficios de los programas sociales del gobierno; o sea, 47 por ciento, menos de la mitad de los 130 millones de mexicanos, no ha recibido ninguno. Traducido a la urna, a la pregunta de por quién votaría si hoy fuera la elección, Sheinbaum se llevaría 64 por ciento de apoyo de quienes han sido beneficiarios de los programas y 36 por ciento de quienes no los han tenido, mientras que Gálvez recibiría el respaldo de 47 por ciento de quienes no han sido beneficiarios, y sólo 21 por ciento de los beneficiarios.

López Obrador ha secado al gobierno federal y le ha reducido significativamente los recursos, que ha volcado, empero, a programas sociales y a la construcción de sus megaobras emblemáticas. En los Pre-Criterios del Presupuesto que envió el Viernes Santo la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados se aprecia la prioridad del gasto concentrado en el desarrollo social, para el que plantea 4 billones 384 mil millones de pesos, que representan casi 67 por ciento del gasto programable total, que es el que provee bienes y servicios a la población. El incremento con respecto al Presupuesto anterior es de 727 mil millones de pesos, que significa 12.8 por ciento del PIB.

La dispersión masiva de recursos, junto con la narrativa permanente de López Obrador, es un arma electoral muy poderosa. No es algo nuevo, pero el Presidente la ha llevado a niveles superiores. En enero del año pasado se abrió de capa en la mañanera y definió sus programas sociales como una estrategia política, pues “ayudando a los pobres uno va a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad”

El diseño de programas sociales para los pobres tampoco es inédito. Lo que sí cambió es que desde los albores del sexenio modificó la forma de entrega de recursos, donde no se hablaba que los daba el gobierno, sino lo personalizaban en López Obrador. Adicionalmente los eliminó como recursos preetiquetados para un programa en particular, toleró que utilizaran el dinero para lo que quisieran, educación o cervezas, salud o compra de bienes materiales. Con esta táctica, los programas sociales quedaron estampados con la cara del Presidente, y el agradecimiento no ha sido para el gobierno, sino para López Obrador, como si fuera una dádiva de él, y no financiados con impuestos.

Las trampas de López Obrador son parte del juego político, como lo fue mentir que Gálvez había votado contra los programas sociales, y en fechas recientes insistir falsamente que el PAN y el PRI, los principales partidos de la coalición opositora, los rechazan y, por tanto, son enemigos de los pobres. La narrativa, ante los embates del Presidente para sepultar a la oposición, obligó a Gálvez a defenderse y defender los programas sociales, mientras Sheinbaum sólo ha tenido que repetir los dichos de su jefe político.

Una vez más, López Obrador ha tenido éxito. El 15 por ciento de los encuestados por EL FINANCIERO dijo que lo que más recuerda de las propuestas de las candidatas es el apoyo a mujeres, pobres, jóvenes y adultos mayores, en el contexto de los programas sociales. Esta propuesta supera por tres puntos al tema de la seguridad, que aparece siempre como el principal problema en el país, y rebasa por 12 puntos al tercer tema que más recuerdan, el aumento salarial y la falta de agua.

López Obrador siguió aumentando este año el monto para algunos programas, como el de adultos mayores, al tiempo de adelantar sus entregas para que pudieran tener los beneficiarios el dinero en sus bolsillos antes de la elección del 2 de junio. La oposición lo ha criticado desde hace meses y ha denunciado que está comprando el voto. Incluso Gálvez ha repetido que Morena está usando los programas sociales para coaccionar el voto.

No ha funcionado porque López Obrador logró separar la inducción del voto al enmarcarlo en programas sociales cuya legitimidad respalda su viejo mantra de “primero los pobres”. Las encuestas no reflejan que el pueblo “sabio” y “altamente politizado” del que habla López Obrador se haya percatado de lo que ha hecho con millones. Y no lo sabremos hasta la elección presidencial.

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El implacable castigo al soldado Nieto/Carlos Loret de Mola

El Universal

¿Por qué frente a hechos mucho más graves defiende a sus colaboradores al extremo dela irracionalidad y el alto costo político? El criterio no parece seguir ninguna lógica.

¿A quién condena y a quién perdona el líder? ¿A quién abandona a su suerte y por quién pone el pecho a las balas? Estamos por terminar el sexenio sin que sean explícitos los criterios con los que actúa el presidente López Obrador cuando alguno de los suyos se mete en un escándalo.

Santiago Nieto Castillo es el ejemplo más reciente. En los primeros años del sexenio, AMLO tuvo en él a un soldado fiel y entregado, al frente de la temida Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

Por servir a los intereses de López Obrador, Santiago Nieto arrojó a la basura su trayectoria y el nombre que había construido como un servidor público comprometido con el combate a la corrupción. Se convirtió en el brazo con el que el régimen perseguía a quienes el presidente consideraba sus adversarios políticos. Pasó de ser un representante de la salud democrática a un icono del autoritarismo.

Con tal de complacer los apetitos de su jefe, Santiago Nieto se despojó de todo profesionalismo y se rebajó al indigno papel de acudir a las mañaneras para danzar la música de la saliva presidencial. A quien el presidente necesitaba quitarse de encima —un juez independiente, un funcionario autónomo, un empresario rebelde—, Santiago Nieto le abría una investigación de la UIF que servía para alimentar las calumnias obradoristas, aunque judicialmente no llegara a ningún lado. Esta maniobra de intimidación fue sumamente eficaz contra muchos personajes que se doblaron.

Y así, después de endosarse políticamente a AMLO, un día Santiago Nieto decidió que se quería casar y con buena fiesta. Una boda fifí. No lo perdonó el presidente. Lo lanzó al basurero de sus desprecios. Santiago Nieto se fue del gabinete federal, buscó refugio temporal en el equipo del gobernador de Hidalgo y ahora que quiso ser senador, ni con eso le ayudó. Lo dejó vulnerable a que el Tribunal Electoral bateara su candidatura y así sucedió hace unos días.

Santiago Nieto y César Yáñez (aún más íntimo), dos soldados que sirvieron sin reparo a su comandante, fueron desterrados por la misma razón: una boda cara. El motivo parece irrelevante y frívolo frente a las casas, empresas y contratos de Bartlett; los 15 mil millones de Ignacio Ovalle en Segalmex; la inexplicable riqueza de Rocío Nahle; los desplantes de poder y dinero de Adán Augusto López; los contratos de su hermana Rosalinda López, número dos del SAT; el edificio de Luisa Alcalde; los contratos de Román Meyer; los abusos de poder del fiscal Gertz; los viajes VIP del secretario de la Defensa; la incontenible Ana Guevara; las irregularidades de Francisco Garduño en Migración, que costaron vidas; o lo de la Línea 12 del Metro por la que debieron pagar Ebrard o Sheinbaum. Por no hablar de la corrupción y tráfico de influencias de sus hijos y sus amigos íntimos.

¿Por qué frente a hechos mucho más graves defiende a sus colaboradores al extremo de la irracionalidad y el alto costo político? El criterio no parece seguir ninguna lógica.

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El asalto a la razón

El horror de “volver a la patria”/Carlos Marín

Milenio, 

Según la agencia para refugiados de la ONU (Acnur)) y la Organización Internacional para Migraciones, de enero a noviembre del año pasado huyeron de la tiranía y la miseria venezolana siete millones 720 mil personas, medio millón más que en 2022, con destino a 17 países latinoamericanos y el resto del mundo.

De esa cantidad e igual periodo, 113 mil llegaron a México y más de la mitad —alrededor de 60 mil— arribaron en septiembre, que fue de extraordinario flujo migrante.

Contados los que provienen de otras naciones de AL, pero también caribeñas, africanas, asiáticas y orientales, el total aproximado de expatriados que pasaron por México en 2023 ascendió a 1.7 millones, según la canciller Alicia Bárcena en su comparecencia de octubre ante el Senado.

Las cifras de los venezolanos vienen a cuento porque fue con el detestable gobierno de Nicolás Maduro que el de López Obrador firmó y publicitó el convenio para subsidiar, con tristes 110 dólares mensuales (mil 828 pesos) y durante seis meses, el regreso de esos seres humanos al horror del que escaparon.

El programa tiene el siniestro y eufemístico nombre Vuelta a la Patria y se extiende a colombianos y ecuatorianos que tampoco soportan sus deprimentes condiciones de vida.

Bárcena dio esta explicación el 21 de marzo:

“Acabamos de firmar un convenio con Venezuela, con el presidente Nicolás Maduro, que se llama Vuelta a la Patria. Nosotros estamos mandando venezolanos de vuelta a su país, porque realmente no podemos con estas cantidades, pero el presidente nos ha instruido que cada migrante que vamos retornando a Venezuela tenga un apoyo como el que se da aquí a Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida. Entonces, ya tenemos un monto que le estamos dando a los migrantes que regresan a Venezuela, les damos una tarjeta para que se incorporen a un programa, digamos, no es Jóvenes Construyendo el Futuro exactamente, pero es un programa de Bienestar…”.

Estirando mucho la liga, este repentino programa está remotamente emparentado con los apoyos sociales de la 4T, pero implica erogaciones no contempladas en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 ni cumple con lo estipulado en la fracción X del artículo 89 constitucional que, si bien autoriza al titular del Poder Ejecutivo federal a celebrar tratados con otros países, exige la aprobación del Senado.

Pero si aquello de que “la ley es la ley” es puro cuento, ¿por qué no se hace lo mismo con los cubanos, haitianos, hondureños, guatemaltecos o salvadoreños que por decenas de miles también cruzan por México?

Total, aunque 110 dólares no alcanzan en Venezuela o Ecuador ni para una semana de raquítica subsistencia, cubrirán el costo de los antiácidos que los migrantes deberán tomar por la rabia de que, en buen castellano, se les expulse para complacer a Estados Unidos después de haber sorteado los maltratos del Instituto Nacional de Migración, las caminatas forzadas de miles de kilómetros, las extorsiones del crimen y el riesgo, en suma, de morir en México.

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Gabinete de AMLO quiere repetir con Sheinbaum/Mario Maldonado

EL UNIVERSAL

Faltan dos meses para la elección presidencial y buena parte de los actuales integrantes del gabinete de Andrés Manuel López Obrador ya externaron a su jefe, y también lo han deslizado al equipo de la candidata Claudia Sheinbaum, que quieren repetir en el cargo.

Las mayoría de los secretarios de Estado, titulares de organismos y directores de las empresas paraestatales que no están en las listas para buscar un lugar en la Cámara de Diputados o el Senado de la República pretenden ser transexenales, aprovechando que ha sido el presidente López Obrador el que ha aprobado las candidaturas de Morena para cargos plurinominales.

Empezando por la Secretaría de Gobernación y el ISSSTE, encabezados por las hermanas Alcalde, Luisa María y Bertha María, ya externaron su interés por repetir en sus respectivos cargos. Ambas son cercanas a Sheinbaum, pero más Luisa María, a quien la exjefa de Gobierno de la CDMX promovió dentro de Morena como una de sus principales apuestas para sucederla en la capital.

Y hablando de instituciones de salud, otro que quiere mantenerse en el cargo es Zoé Robledo, actual director general del IMSS. El exsubsecretario de Gobernación y exsenador no fue incluido en las listas para regresar al Congreso de la Unión. El pretexto perfecto para mantenerse en el cargo es la implementación del IMSS-Bienestar, que aunque lleva en los hechos Alejandro Calderón Alipi –un incondicional de Andy y Gonzalo López Beltrán– para los ojos del presidente López Obrador y de Sheinbaum, Robledo es el principal encargado.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores, la actual titular Alicia Bárcena también busca repetir en el cargo, aunque ella no la tiene nada fácil frente a la dupla Juan Ramón de la Fuente-Marcelo Ebrard. El primero es el candidato más viable para convertirse en canciller en un eventual gabinete de Sheinbaum y el segundo coadyuvaría desde el Senado a enfrentar a un posible gobierno estadounidense encabezado nuevamente por Donald Trump.

Ariadna Montiel, titular de la Secretaría del Bienestar, igualmente tiene interés de refrendarse en el cargo, toda vez que lleva apenas poco más de un año al frente de esta cartera desde donde se ‘aceitan’ los programas sociales y se distribuyen los fondos multimillonarios a los beneficiarios. Del resultado de la elección de junio dependerá su permanencia, pues es una secretaría clave para los comicios. Se revisará la eficiencia del despliegue de los llamados “servidores de la nación” en su tarea de impulsar el voto a favor de Morena.

La repetición al frente de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes también es procurada por su actual titular, Jorge Nuño Lara, uno de los funcionarios de no tan alto perfil que son muy cercanos al presidente López Obrador. Nuño fue jefe de inversiones de Hacienda al inicio del sexenio, luego subsecretario de Infraestructura y desde noviembre del 2022 titular de la SICT.

El titular de la Secretaría del Trabajo, Marath Bolaños, también se apresta a repetir, con el impulso de su amiga Luisa María Alcalde, quien lo promovió para quedarse al frente de esa cartera tras su salida. Caso similar al de Sedatu, encabezado por Román Meyer, y el Infonavit, que lleva Carlos Martínez, todos parte de un mismo grupo también muy cercano a los hijos mayores del presidente López Obrador.

Miguel Torruco también quiere repetir en la Secretaría de Turismo federal, puesto al que se aferró con uñas y dientes durante todo el sexenio. Curiosamente, ahora es a través de su hijo, Miguel Torruco Garza, y no de AMLO, que podría lograr su cometido en caso de que Sheinbaum gane la elección.

En Economía, Raquel Buenrostro estaría dispuesta a mantenerse en el cargo para enfrentar las disputas comerciales que vendrán con Estados Unidos y Canadá pasadas las elecciones y la renovación del TMEC en 2026, mientras que quien la relevó al frente del SAT, Alejandro Martínez Dagnino, muy cercano a Andy López Beltrán apuesta a renovarse en el puesto poniendo por delante los resultados de recaudación fiscal.

En las empresas productivas del Estado –que más bien funcionan como paraestatales–, Manuel Bartlett hace votos por quedarse al frente de la CFE, lo mismo que Octavio Romero en Pemex. En estos dos se ve prácticamente muy difícil que Sheinbaum sucumba ante los deseos de dos funcionarios que han llevado terriblemente la operación de ambas empresas, lo mismo con respecto a la Secretaría de Energía, a cargo de Miguel Ángel Maciel Torres. La idea de Sheinbaum sí es darle un giro a toda la política energética.

En la Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O no pretende repetir, porque quedó harto de la burocracia, pero impulsa a quien lo acompañó en todas las decisiones importantes durante su mandato: el exsubsecretario Gabriel Yorio. Los hijos de AMLO apoyan al otro subsecretario, al de Egresos: Juan Pablo de Botton.

Y finalmente, de entre los cargos relevantes del gabinete, los de las Fuerzas Armadas son todavía de pronóstico reservado. Es prácticamente un hecho que ni Luis Cresencio Sandoval repetirá al frente de la Sedena, ni Juan José Ojeda en la Semar. La incógnita es si el presidente López Obrador acordará sus relevos o sería Sheinbaum.

Donde no habría continuidad es en la Secretaría de Salud, con Jorge Alcocer, en la Secretaría de Seguridad, con Rosa Icela Rodríguez; Semarnat, con María Luisa Albores González; Sader, con Víctor Villalobos; SEP, con Leticia Ramírez; Cultura, con Alejandra Frausto; el Insabi, con Juan Antonio Ferrer; el Conahcyt, con María Elena Álvarez-Buylla; la Conade, con Ana Gabriela Guevara: la Profeco, con Ricardo Sheffield; el INM, con Francisco Garduño Yáñez, entre otras más.

Posdata 1

La gran pregunta es si Claudia Sheinbaum dejaría pasar a todos estos perfiles, la mayoría muy cercanos a López Obrador y a sus hijos, y la minoría incondicionales a ella. En el primer caso, se vería una continuidad muy marcada que no ayudaría a borrar el estigma de la mano del presidente López Obrador en el eventual gobierno de Sheinbaum.

Posdata 2

A propósito del próximo secretario o secretaria de Hacienda, vaya que tendrá que lidiar con las presiones fiscales y financieras que heredará el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los precriterios de política económica que entregó Hacienda a la Cámara de Diputados la dejan entrever. Por un lado prevé que la economía va a desacelerarse en 2025, del 3% previsto para 2024 a 2.5% para el siguiente año. Sin embargo, estima un incremento en los ingresos fiscales del orden de 700 mil millones de pesos. La pregunta es cómo va a ser posible elevar la recaudación con un menor crecimiento del PIB. La respuesta, según Hacienda, es con una mayor eficiencia fiscal. No habla de una reforma que amplíe la base gravable ni aumente las tasas de impuestos, pero es algo que la próxima presidenta deberá poner sobre la mesa si no quiere enfrentar presiones financieras y presupuestales que lleven al país poner en riesgo su calificación crediticia.

Si Sheinbaum llega a la Presidencia y Gabriel Yorio se mantiene en su cargo de subsecretario o lo ascienden a secretario, deberá hacer frente a este escenario. La parte positiva es que, por lo menos, ya conoce las entrañas de las finanzas públicas del país.

Posdata 3

Todo parece indicar que la entrada en vigor del decreto que prohíbe el uso del glifosato en la agricultura mexicana va a posponerse hasta nuevo aviso o hasta que el gobierno encuentre un sustituto para este herbicida.

Ayer el presidente López Obrador afirmó que su gobierno sigue investigando para encontrar un sustituto al glifosato, porque, según las investigaciones del Conahcyt, se ha demostrado que es dañino para la salud. Tales premisas no han sido comprobadas, y junto con la prohibición de las importaciones de maíz transgénico a México es otro de los frentes abiertos que tiene el gobierno con Estados Unidos en el marco del TMEC.

El martes, las secretarías de Economía, de Medio Ambiente, de Agricultura y Desarrollo Rural, y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios informaron que no se han concretado las condiciones para sustituir el uso del glifosato. La decisión, dijeron, obedece a que debe prevalecer el interés de salvaguardar la seguridad agroalimentaria del país.

De acuerdo con el decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el 13 de febrero de 2023, se condiciona la abstención de otorgar autorizaciones y proceder a la revocación de registros sobre tres puntos.

Primero, mantener la producción agrícola; segundo, disminuir el posible impacto por la sustitución de la sustancia; y tercero, contar con las alternativas, prácticas agroecológicas y saludables, que permitan prescindir completamente del glifosato. Este último continúa en proceso.

Pero los duros y radicales del gabinete, como la titular del Conahcyt, María Elena Álvarez-Buylla, y el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez, están dispuestos a afectar la producción de alimentos y generar inflación por un tema ideológico que no está bien fundamentado.

@MarioMal

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Coordenadas

La palabra maldita (2)/Enrique Quintana

El Financiero, abril 02, 2024 |

En las campañas electorales, la regla dice que hay que prometer y prometer y prometer.

Y cuando a alguien se le ocurra preguntar cómo se van a pagar las promesas que se hacen, salir con cualquier evasiva para no pronunciar una palabra maldita: impuestos.

Alguna vez, como aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, George W. H. Bush, en su discurso de aceptación de la candidatura el 18 de agosto de 1988 pronunció la frase: “Read my lips: no new taxes”, que fue la más recordada de su discurso. Y pasó a la historia.

Bush ganó la elección de aquel año, pero la realidad le impidió cumplir su promesa.

Las obligadas negociaciones con un Congreso que no controlaba condujeron a un aumento de las tasas de impuestos.

Los electores le cobraron la promesa incumplida y en 1992, en su intento de reelección, fue apabullado por Bill Clinton.

La lección es que es mejor omitir el tema en una campaña electoral.

Lo único malo es que, si bien al tema se le puede excluir de las campañas, no es posible excluirlo de la realidad.

El 4 de enero de este año escribí en este espacio un texto titulado: ‘La palabra maldita: reforma fiscal’.

Y le señalaba que este tema es como un fantasma. Se aparece y asusta y nadie lo quiere ver. Sin embargo, ronda entre los equipos económicos de las candidatas a la Presidencia.

Hoy, el asunto adquiere más relieve tras la presentación del escenario económico del próximo año en los Pre-Criterios de Política Económica para 2025, que la semana pasada dio a conocer la Secretaría de Hacienda.

Como ayer le comentaba, Hacienda identificó correctamente la necesidad de ajustar férreamente a la baja el déficit público, que en su acepción más amplia estima para este año en 5.9 por ciento del PIB. El planteamiento es que debe bajar al 3 por ciento.

La cifra individual no es alarmante por sí misma, a pesar de ser la mayor en décadas. Lo verdaderamente preocupante es la trayectoria que pudiera tener en los próximos años.

Si las agencias calificadoras no ven que en 2025 hay un cambio de trayectoria, será difícil que salvemos el riesgo de una degradación en la calificación de la deuda soberana en algún momento del próximo año.

Para evitarlo, Hacienda propuso bajar los requerimientos financieros del sector público a 3 por ciento del PIB el próximo año desde el 5.9 por ciento del actual.

Para conseguirlo, se requiere una reducción del gasto programable de alrededor de 580 mil millones de pesos.

En términos reales es un ajuste de 12 por ciento.

Se ve cuesta arriba un apretón de ese tamaño, pues los programas sociales de este gobierno, que en muchos casos ya son constitucionales, requieren asignaciones crecientes. Por ejemplo, la pensión para adultos mayores tendría un incremento de casi 18 mil millones de pesos, que incluso podría quedarse corto.

El argumento oficial es que es factible hacerlo al terminar los proyectos de inversión que requieren desembolsos de una sola vez, pues la inversión será menor.

La estimación de la inversión pública para este año en el documento referido es de 1 billón 108 mil millones de pesos. Para el próximo año, la previsión es de 890 mil millones de pesos.

La reducción de la inversión pública sería fuerte, de 218 mil millones, pero se quedaría lejos de conseguir la baja del gasto prevista.

Los inversionistas y las calificadoras seguramente aceptarían que la reducción del déficit del próximo año fuera inferior a la que establecen los Pre-Criterios, siempre y cuando observen que se prepara una reforma en materia fiscal que asegure ingresos futuros y que se anuncien modificaciones sustanciales en el modelo de negocio de Pemex.

De otra manera, tendremos un primer año del sexenio muy agitado financieramente.

Quizás el tema sea prematuro. No sabemos ni quién va a ganar la elección ni cuál vaya a ser la composición del Congreso, pero le aseguro que el tema de la reforma fiscal va a ocupar mucho espacio en la discusión futura.

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Uso de Razón

El dilema de Claudia/Pablo Hiriart

El Financiero, abril 02, 2024 | 

Cree que va a ganar, y tiene que decidir entre acabar de deshacer al país y pasar a la historia, ella, como la autora de la gran destrucción, o cambiar el rumbo a riesgo de que el radicalismo y los nuevos poderes fácticos la tumben de la Presidencia.

Claudia Sheinbaum pertenece al ala radical de Morena, pero es inteligente y seguramente sabe que de seguir la senda al precipicio no hay más destino que ese: el precipicio.

La que cargará con la responsabilidad será ella.

Tal vez pise el acelerador con singular convicción, convencida de que vamos al paraíso. Como hacen los fundamentalistas suicidas.

O quizás entiende el tamaño del problema que recibirá y por eso la angustia que refleja su semblante.

López Obrador fue el artífice de una brutal crisis económica, deja un país sin dinero, endeudado, gasto corriente comprometido y con la promesa de aumentar el reparto de dinero.

¿No hubo megacrisis económica en este sexenio?

Claro que sí. Se inauguró con crecimiento negativo en 2019. Ese año el mundo creció 2.9 por ciento y la economía nacional decreció -0.2 por ciento.

La crisis fuerte vino el siguiente año: la economía mundial cayó -3.1 por ciento, y la mexicana -8.7 por ciento.

Como anillo al dedo le cayó la pandemia al gobierno, porque fue el pretexto donde ocultó que el desplome económico atribuible a la gestión de López Obrador fue de 5.6 por ciento.

La “disciplina fiscal” que nos vendieron como verdad resultó ser un espejismo.

Se gastaron los miles de millones de pesos que gobiernos anteriores dejaron en fideicomisos y fondos para atender emergencias. Ni recursos para combatir incendios dejaron.

Desmantelaron los servicios públicos, salud y educación, para hacer obras inútiles y repartir dinero en programas sociales que atan a la gente a la pobreza y al partido gobernante.

La deuda pública que dejará AMLO es alrededor de 16 billones 900 mil millones de pesos.

Al final del sexenio, de acuerdo con el reporte de febrero de la SHCP, la deuda pública se habrá incrementado 6 billones 200 mil millones de pesos. Es decir, subió 58 por ciento en la administración de AMLO.

La deuda por habitante crecerá de 82 mil pesos al inicio del sexenio, a 130 mil pesos al 30 de septiembre de este año.

Con un agravante adicional: la economía creció muy poco (uno por ciento promedio en el sexenio), y el PIB per cápita (esto es, el valor de la economía dividido entre todos los mexicanos) disminuyó.

AMLO deja un país más pobre que como lo recibió.

Pemex es un barril sin fondos al que se le ha metido un billón 500 mil millones de pesos.

Produce menos petróleo, ahuyentó a inversionistas privados y la propiedad real de la empresa pasó a manos de los acreedores extranjeros.

Y hay que pagar decenas de miles de millones de dólares de deuda de corto plazo.

Sheinbaum podrá gastar, en su primer año de gobierno, 833 mil millones de pesos menos que en este último año de López Obrador.

Recibirá un país con déficit público de 5.9 por ciento del PIB.

¿Qué va a hacer la presidenta Sheinbaum?

Recortes drásticos al gasto.

Y una reforma fiscal de caballo para que sigamos pagando las locuras del actual sexenio.

¿O va a retomar la reforma energética de Peña Nieto, que nos salvaría de lo anterior?

Esa es una buena alternativa, pero a ella la tumbarían de la silla que le prestaron.

Sheinbaum recibirá un gobierno que chapotea en corrupción.

Donde se levante una piedra del trenecito hay un negocio obscuro. Lo mismo en la nueva refinería, en los contratos de compra de medicamentos, en Pemex, en Segalmex, en la obra pública asignada por dedazo.

Los partidos que se eternizan en el poder se corrompen. Es una ley universal. Pero Morena acaba de llegar. Aún no termina el primer sexenio y ya se suben al podio de la corrupción.

Robustecidos hasta lo inimaginable están los cárteles de las drogas. Controlan territorio. Operan políticamente. También matan a candidatos de distintos partidos.

A este ritmo perderemos el país.

Cuando menos tres gobernadores morenistas están ligados a grupos criminales. Se la deben a ellos.

El presidente anterior metió a la cárcel a varios gobernadores de su partido. Ahora los morenistas han tenido carta blanca, con las consecuencias irreversibles de descomposición social en sus estados.

¿Qué va a hacer la presidenta Sheinbaum con esa herencia?

¿Va a seguir hablando de García Luna? (El caso, además, puede caerse en junio por fallas procesales y por la calidad de los testigos).

¿O va a tocar a los protegidos de su mentor político?

Los militares están empoderados en funciones que les prohíbe la Constitución (y el sentido común).

En entrevista con David Aponte, director de El Universal, y Carlos Benavides, Claudia Sheinbaum colgó una interrogante. Dijo:

“La Secretaría de la Defensa Nacional tiene tareas que se han dado en este sexenio, como la operación del Tren Maya, aduanas, construcción, y yo creo que hay que evaluar. Si en unos años ve uno que no funciona en algunas áreas, pues tomaremos decisiones, pero hoy, así como está, lo vamos a mantener” (esto último, en relación con las tareas de seguridad).

El país es un matadero de jóvenes y un cementerio de cadáveres escondidos.

Sobre ese desastre que ha sido el gobierno de López Obrador, Sheinbaum ofrece “continuidad”.

Ha hecho matices, es cierto, pero insuficientes.

Si no quiere pasar a la historia como la autora de la gran destrucción, tendrá que cambiar el rumbo de la economía y de la seguridad, para empezar.

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Pensándolo bien

Con los gobernadores nos quedaron debiendo/Jorge Zepeda Patterson

Milenio, 

No es que los de antes fueran mejores, pero francamente en materia de gobernadores la Cuarta Transformación nos quedó a deber en esta primera versión. En 2018, al arrancar el sexenio, Morena gobernaba en cuatro entidades federativas; al terminar lo hace en 23, aliados incluidos. Hay buenos, malos y regulares, desde luego, pero me parece que en el balance de conjunto se trata de uno de los capítulos menos favorables de toda la propuesta de cambio de parte del obradorismo.

Lo digo sin ningún rastro de nostalgia por lo que había antes. El sexenio anterior tocamos fondo con Javier Duarte en Veracruz, Guillermo Padrés en Sonora, Roberto Borge en Quintana Roo o César Duarte en Chihuahua. Verdaderos sátrapas, dedicados a enriquecerse, que asumieron como si fuera suyo el patrimonio público. Se suponía que eran la nueva generación de priistas luego de la experiencia de la alternancia, pero resultaron una peor versión de sus antepasados del PRI. Y tampoco es que los panistas lo hubieran hecho mucho mejor. No es casual que en Jalisco o en Nuevo León gobierne hoy Movimiento Ciudadano tras la decepción que, en su momento, provocaron los gobiernos del blanquiazul.

Pero podríamos haber esperado algo más tras el arribo de una nueva fuerza política, presuntamente de izquierda, que había crecido justamente por la denuncia de los vicios de los gobiernos anteriores. Por desgracia no fue así en buena parte de la geografía que se pintó de rojo a lo largo de este sexenio. Particularmente lamentables son los casos de Morelos con Cuauhtémoc Blanco, Veracruz con Cuitláhuac García, Campeche con Layda Sansores, Guerrero con Evelyn Salgado, Chiapas con Rutilio Escandón, Sinaloa con Rubén Rocha, Tabasco con Carlos Manuel Merino Escandón, Baja California con Jaime Bonilla (ya fuera del puesto, por fortuna), por mencionar los más obvios. En algunos de estos casos la principal crítica tiene que ver con la sobrepolitización y el descuido en las tareas de gobierno debido al excesivo faccionalismo de los gobernadores; es el caso de Layda, Cuitláhuac, los Salgado (Evelyn y su padre, verdadero poder en la región). Estuvieron mucho más atentos a pelearse con sus críticos y en reproducir en la región la confrontación del Presidente con sus adversarios que en conducir las tareas de gobierno.

En otros, el principal problema es que tenían un perfil inapropiado para las exigencias del cargo; la propia Evelyn en Guerrero o el ex rector Rocha en Sinaloa. O los casos de Tabasco o de Chiapas que, aun teniéndolo, simplemente la responsabilidad quedó por encima de sus capacidades. Me temo que el caso del Estado de México, en el que apenas arranca Delfina Gómez, termine con un balance también deslucido. Y no porque se trate en sí misma de un mal cuadro, sino simplemente porque los enormes retos de la entidad más populosa del país parecerían estar por encima de lo mostrado por la profesora en sus responsabilidades anteriores. Espero equivocarme.

Ninguno de estos casos, insisto, remite al desempeño claramente delincuencial de los ex gobernadores priistas mencionados (Borge, los Duarte). Pero, después de todo, la experiencia de los gobiernos de la Ciudad de México, desde 1997, había sido favorable, más allá de los altibajos naturales. Habrá muchos que tengan diferencias ideológicas o críticas sobre el estilo personal de Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, pero el manejo de la ciudad a lo largo de casi tres décadas ofrece un balance más que favorable comparado con el desempeño de los gobiernos en el resto de las entidades (dejo de lado la gestión de Miguel Ángel Mancera y su desvinculación de esta fuerza política).

Parte de la explicación sobre estos gobiernos mediocres, francamente malos o simplemente por debajo de las expectativas, es la improvisación de cuadros. La izquierda o las fuerzas afines a la 4T carecían de figuras en el ambiente político de buena parte de la geografía nacional. El cambio llegó a estas tierras desde afuera, como resultado de la popularidad de López Obrador, el interés en sus propuestas y el descrédito de las élites políticas locales. El obradorismo tenía los votos, pero no los cuadros en buena parte de este territorio. El triunfo en muchas de las entidades no fue resultado de una fuerza política desarrollada localmente ni de la emergencia de líderes regionales identificados con las banderas de la izquierda. No es casual que varios de los gobernadores morenistas de hoy hayan sido “chapulines” procedentes de otros partidos, en particular del PRI o el partido Verde. Cambio apresurado de casacas que difícilmente podía dar lugar a un resultado distinto respecto a los malos gobiernos del pasado.

Otra parte de la explicación es que, frente a este panorama, el partido estaba más interesado en ganar una elección que en el buen gobierno posterior a la elección. Y, por lo demás, Morena de alguna manera también ha sido víctima de su propio método de selección de candidatos a través de encuestas de popularidad. Un método que, desde luego, puede tener algunas ventajas sobre las malas versiones de la designación. Pero es una vía que en ocasiones privilegia la celebridad, el gasto en propaganda y la manipulación, en detrimento de la capacidad profesional que exigiría un buen gobierno. El flagrante caso de Cuauhtémoc Blanco habla por sí mismo. El terrible balance que deja su administración lleva a preguntarse si Morena en realidad ganó algo con su paso por Morelos. El daño a la población ha sido mayúsculo. En tal caso, se ganó para perder. 

El 2 de junio habrán de ser elegidos nueve gobernadores, la mayor parte de los cuales, según encuestas, serán abanderados de Morena. Me parece que el examen de algunos de los perfiles permite pensar en una mejoría de lo que ahora tenemos, pero no en todos los casos. Estoy convencido de que el probable arribo de Claudia Sheinbaum a la presidencia del país se traducirá en un manejo más profesional de la política y de la administración pública federal. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de los poderes regionales. Por lo pronto, la 4T nos está debiendo en materia de gobernadores. 

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Camila, víctima de la impunidad/Francisco Rivas

El Universal

La impunidad en el caso de homicidio de Camila Gómez, una niña de 8 años nos costó muy caro a todos los mexicanos, no sólo por la pérdida de la vida de una menor, sino por las consecuencias que tuvo y tendrá.

La negligencia, incompetencia y debilidad institucional de las autoridades municipales de Taxco y de las estatales de Guerrero impidieron el acceso a la justicia para los familiares de Camila, produjeron un linchamiento, costaron la vida de dos personas, ponen en riesgo la libertad de una parte de la población de Taxco y sentaron un muy lamentable antecedente para todas las comunidades de nuestro país.

Camila fue víctima de homicidio presuntamente por parte de una vecina quien, para encubrir el delito, fingió el secuestro de la niña.

El conjunto de deficiencias, errores y maltrato institucional comenzó cuando en la agencia del ministerio público local impidieron que la madre de Camila denunciara el secuestro, quien tuvo que trasladarse a Iguala para ser atendida.

Gracias a las cámaras de videovigilancia particulares el tío de Camila pudo identificar que la niña entró a casa de la vecina Ana Rosa Díaz y no volvió a salir; que Ana Rosa salió acompañada de un hombre cargando un bulto -en el que estaba escondido el cuerpo de la víctima- que lo subieron a un taxi.

De nuevo fueron los pobladores quienes identificaron y localizaron al taxista y lo obligaron a informar dónde estaba el cuerpo de Camila.

Tras el hallazgo del cuerpo de Camila, pasaron casi siete horas sin que la autoridad actuase -pese al conjunto de evidencias que señalaban a Ana Rosa como posible responsable-.

La negligencia encendió a la masa, la masa entró a casa de Ana Rosa y golpeó en repetidas ocasiones a la presunta responsable y a dos de sus hijos. La policía municipal no supo actuar, antes, durante y después del hecho. Ana Rosa murió como efecto de los golpes, los policías municipales pensaron llevar a la mujer herida a la agencia del ministerio público, donde murió, en vez que al hospital. Poco después murió uno de sus hijos.

La primera parte de esta tragedia termina con hechos de revictimización y exhibición de descontrol e ingobernabilidad: el secretario de seguridad estatal responsabilizó a la madre de Camila de no vigilarla; el alcalde de Taxco afirmó que la policía local era insuficiente e incapaz por falta de apoyo estatal y que la gobernadora ni siquiera la tomaba la llamada; la gobernadora simplemente afirmó que el caso ya se atendía.

La segunda parte de esta tragedia probablemente nos presente acusaciones, declaraciones, promesas vacías y ninguna acción para evitar que un hecho similar vuelva a ocurrir.

¿Quién va a ser el responsable de este desastre? Probablemente nadie, la justicia no se aplicó, se ejecutó una venganza mediante un delito igualmente grave.

Probablemente nadie será sancionado por no haber atendido la denuncia de la mamá de Camila, por no haber investigado, por no haber actuado, por haber fallado en proteger a los presuntos responsables del homicidio de Camila o por matar a Ana Rosa y a uno de sus hijos -presunta homicida de un hecho que no se investigó ni al que se llegó a una responsabilidad fehaciente-.

Asimismo, nada hace pensar que el secretario de seguridad será sancionado por revictimizar a la madre de Camila, el alcalde no será responsabilizado por no capacitar a los cuerpos policiales ni la gobernadora por no atender las necesidades del Estado ¡bendita impunidad!

En México por cada mil delitos que se consumen, apenas uno llega a la sanción, lamentablemente (1) sobra evidencia que muchos sentenciados ni siquiera eran culpables de los hechos delictivos y (2) que en nuestro país hay un sin fin de delitos graves -como ocurre con la desaparición de personas- en los que la impunidad es del 100% de los casos.

La impunidad es el factor principal que permite el crecimiento de los delitos y el prosperar de delincuentes y violencia.

Combatir la impunidad requiere de estrategias, evaluación, compromiso y recursos, algo que en este momento no existe ni en Guerrero ni en el país en general.

El homicidio de Camila, el linchamiento y muerte de Ana Rosa y su hijo, las fallas institucionales son resultado de la impunidad y lo más seguro es que terminarán impunes.

Si no se actúa con seriedad, si no se impulsa un cambio real sobre la forma como no se atiende la seguridad y se niega la justicia a las víctimas, las cosas sólo empeorarán, los delitos continuarán al alza, las comunidades se sentirán cada vez más abandonadas y ejecutarán venganzas al margen de la ley -incluso asesinando a personas inocentes-, el Estado de Derecho será cada vez más débil y los ciudadanos viviremos en mayor peligro.

Director del Observatorio Nacional Ciudadano

@frarivasCoL


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