17 feb 2007

Declaración de Tlaxcala: Conago


El pleno de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) signó una declaración de apoyo al Gobierno federal, después de reunirse con el Presidente Felipe Calderón: la declaración de Tlaxcala
Avalaron los operativos del Gobierno federal:
"Expresamos nuestro reconocimiento y adhesión a las estrategias que el Gobierno federal ha puesto en marcha, así como nuestro total apoyo a las acciones emprendidas para combatir al crimen organizado, que incluyen operativos de fuerzas y corporaciones federales en diversas regiones del País, así como la extradición de peligrosos delincuentes", establece la declaratoria formulada a propuesta del Gobernador de Sonora, Eduardo Bours.
"Afirmamos nuestra convicción de que la seguridad de nuestras entidades pasa, necesariamente, por la seguridad del País; que la seguridad de México se construye a partir de la seguridad en sus estados y en sus municipios. Lo que suceda en cualquier punto del territorio nacional afecta al País entero", suscribieron.
La Conago se comprometió a construir "un sólo frente, fuerte, decidido y vigoroso", con el Gobierno federal, para ejecutar acciones que permitan afirmar, dentro del marco legal, el principio de que ninguna fuerza criminal puede ser superior a la del Estado mexicano.
"Contra el crimen organizado no podemos presentar frentes aislados. Es un problema nacional que sólo puede combatirse con la suma de esfuerzos de los tres Poderes de la República, así como de sus tres órdenes de Gobierno", resalta el pronunciamiento, aprobado por unanimidad.
"A la sociedad, afectada por las acciones de los delincuentes no le interesa el nivel de Gobierno, o el orden de autoridad responsable de combatir a los delincuentes. La sociedad quiere resultados tangibles; no quiere explicaciones sobre competencias o separación de funciones entre el Gobierno federal, estatal o municipal. La sociedad quiere recuperar la seguridad y los espacios que el crimen organizado les ha venido arrebatando",
En tanto, el Presidente Calderón durante la Inauguración de la reunión, señalo:
"Desde el inicio de mí Gobierno he señalado a los mexicanos tres prioridades: la seguridad pública, la superación de la pobreza y la generación de empleos.
Estamos trabajando en los tres frentes, aunque las circunstancias precarias que observamos en la lucha contra el crimen, la lucha por rescatar la seguridad pública, ha llamado y ameritado una mayor atención por parte de todos. A ello me referiré el día de hoy.
En Nayarit ustedes plantearon varias propuestas bien fundamentadas para avanzar hacia un nuevo sistema integral de combate al crimen organizado. He estado atento a la estrategia y las propuestas formuladas en el seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Casi todas ellas han sido incorporadas en los convenios de colaboración en materia de seguridad pública que hemos suscrito la Federación y los estados, el 22 de enero pasado, en el marco de la XXI Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Para avanzar en los compromisos tendremos que unir esfuerzos, en el caso del Gobierno Federal, con todos los recursos humanos, materiales, económicos y tecnológicos a nuestro alcance, y en el de las 32 entidades federativas, con la fuerza de la policía local, con los recursos acumulados en el Fondo de Aportaciones a la Seguridad Pública y los cinco mil millones adicionales previstos en el actual presupuesto y que recibirán los estados en los primeros 10 meses del año.
Tengan ustedes la plena seguridad de que seguirán contando, ustedes y los ciudadanos, con todo el apoyo de la Federación.
Sé que han venido trabajando con sus Gabinetes de Seguridad intensamente para cumplir estos acuerdos.
Una prueba de ello ha sido la reunión que sostuvieron los Secretarios de Seguridad Pública y los Procuradores de Justicia Estatales en el Estado de Morelos recientemente donde se refrendaron los puntos contenidos en el acuerdo del 22 de enero.
Yo me congratulo ampliamente por esa reunión y por los resultados de la misma.
La colaboración entre gobiernos es fundamental para recuperar la seguridad y el orden en donde el crimen y la delincuencia amenazan la convivencia entre los ciudadanos y las familias.
Por eso es importante refrendar por qué lo estamos haciendo y hacia dónde va la estrategia.
Lo hacemos porque las condiciones de seguridad del país, hay que reconocerlo, llegaron a un deterioro insostenible, al punto de convertirse primero, en la principal preocupación de la gente en varias regiones y ciudades del país, y luego en la principal preocupación de los mexicanos.
Sabemos que no hay futuro si no contamos con la seguridad elemental para que las mexicanas y los mexicanos puedan tener condiciones de vida digna, para que sus hijos puedan crecer, jugar, ir a la escuela, aprender, trabajar y desarrollarse plena y felizmente.
El primer deber del Estado e incluso, la justificación misma que el Estado tiene para conservar para sí el monopolio de la fuerza es, precisamente, el salvaguardar la seguridad y la integridad de los gobernados.
La seguridad, por otra parte, es la primera condición que reclama el país para prosperar.
El principal obstáculo al turismo y a la inversión en México es la inseguridad, de nada servirán las magníficas condiciones que muchos de ustedes están ofreciendo a la inversión, en sus respectivos estados, si prevalece una percepción de inseguridad sobre el país.
De nada sirve tener uno de los países más bellos del mundo y con una de las mayores diversidades de atracción turística si se genera la idea de que visitar México es peligroso y que son los criminales y no la autoridad quien está en control de la situación.
Más aún, cuando los criminales no detienen su actuar en las actividades tradicionales, no es ya el mero trasiego de drogas a Estados Unidos, sino ahora un esfuerzo deliberado por provocar la adicción de nuestros niños y jóvenes con el objeto de crear en ellos dependencia y, con ello, ampliar un mercado doméstico, seguro y rentable.
Su actividad criminal también tiende a diversificarse, no sólo es el narcotráfico, sino ahora el robo, particularmente de automóviles; la extorsión a los ciudadanos, el secuestro y otras actividades criminales en las plazas y lugares donde pretenden tomar control territorial a través de las autoridades.
Es por eso que hemos dado y seguiremos dando pasos contundentes para cerrarle el paso a la criminalidad.
El objetivo de la estrategia es recuperar condiciones mínimas de seguridad en los lugares más afectados por este terrible mal, retomar un pleno control territorial por parte del Estado mexicano en todos los rincones del país y tomar firmemente la iniciativa.
Esta es una tarea que nos convoca y nos compromete a todos.
Como he dicho, es una batalla ardua y difícil, prolongada, que va a tomar tiempo, que consume recursos económicos enormes y que, por desgracia, ha costado y costará vidas humanas.
Sin embargo, la alternativa es muy clara: o restablecemos el orden y las condiciones mínimas de seguridad o México no saldrá adelante.
Mi Gobierno, señora, señores gobernadores, claramente, al igual que el de ustedes, opta por el futuro que anhelamos: un México libre, un México seguro, un México justo como lo merecen los mexicanos y al cual no vamos a renunciar.
Con todo y los riesgos y dificultades que había que enfrentar, estamos avanzando en los objetivos.
Recuperamos condiciones mínimas de seguridad y tranquilidad para los ciudadanos en varias regiones del país, tomamos el control territorial, enviamos a las mexicanas y a los mexicanos y al mundo una señal muy clara: el Gobierno de México tiene un compromiso claro, sobre todo un compromiso creíble que incidirá en la restauración del orden en el país.
Ello se ve, por ejemplo, ya reflejado en el interés de inversionistas potenciales que se han acercado a conversar con mi Gobierno y, por ejemplo, en el comportamiento de nuestro propio mercado de valores que en estas circunstancias, incluso, ha alcanzado en tan sólo el mes de enero, 11 veces el récord máximo histórico.
Por eso no cederemos, no daremos ni un paso atrás. Tengan ustedes, además la plena seguridad que en esta batalla contra los enemigos de México, entre todos los mexicanos habremos de salir victoriosos, particularmente si seguimos uniendo nuestras fuerzas, si continuamos sumando nuestra energía, nuestro talento y nuestra voluntad.
Por eso agradezco las palabras del gobernador anfitrión, reitero mi convocatoria respetuosa a los gobiernos estatales y municipales, a los Poderes de la Unión, a los partidos políticos, a los medios de comunicación, a las iglesias y a la sociedad civil entera, para que trabajemos unidos en esta causa que es superior a todos nosotros, y que es el interés máximo de la Nación.
Debe quedar claro que el Estado mexicano es más fuerte que cualquier organización criminal, seguiremos firmes en el combate contra quienes desafían a la autoridad y amenazan a la sociedad.
Aplicaremos todo el peso de la ley a quienes amedrentan a los mexicanos, retan a las instituciones y ponen en riesgo el futuro del país.
Los tres Poderes de la Unión, los tres órdenes de Gobierno, los poderes estatales, somos corresponsables de la autoridad que han depositado en nosotros los ciudadanos, corresponsables de su correcta aplicación, sobre todo, de otorgar soluciones diarias a los problemas que enfrentan los ciudadanos.
Y reitero, el Estado mexicano es más fuerte que cualquier organización criminal y si el Estado mexicano a nivel federal es fuerte, más lo son las entidades federativas unidas, cuya policía, por ejemplo, es varias veces superior en número a la Policía Federal.
La corresponsabilidad es el signo de nuestro tiempo y México no puede esperar.
La demanda de la sociedad por vivir en un país seguro y libre de violencia debe ser atendida ya, como se está atendiendo ahora por ustedes y por mi Gobierno.
Tenemos que aprovechar también este entorno para poner la casa en orden en todo el país: en la Federación, en los estados y en los municipios.
Revisar con cuidado y con atención la integración de nuestros cuerpos policíacos, poner en marcha programas preventivos amplios, particularmente en prevención y tratamiento de adicciones entre los jóvenes; generar una nueva cultura de legalidad; desarrollar en beneficio de nuestros gobernados los mayores avances tecnológicos posibles, particularmente en información e inteligencia para reforzar esta gran batalla por la seguridad que vamos a ganar entre todos los mexicanos.
Es por ello que, en el marco de lo que me comprometí con la ciudadanía para los primeros 100 días de Gobierno, hemos impulsado diversos programas de acciones encaminados a cumplir con los objetivos contenidos en los convenios suscritos en la pasada reunión del Consejo Nacional de Seguridad, entre los cuales están:
Dar un impulso renovado a la participación ciudadana en el diseño y puesta en marcha de nuestras políticas en materia de seguridad y procuración de justicia.
Trabajar por la unificación de los estándares de profesionalización, capacitación y ética de los cuerpos policíacos en los tres Órdenes de Gobierno.
Otorgar mayores recursos para el equipamiento y capacitación de nuestras policías.
Avanzar en la consolidación del Sistema Único de Información Criminal para contar con una plataforma tecnológica que concentre la información necesaria para combatir la delincuencia.
Establecer programas para transportación segura y seguridad en el sistema financiero, incluido en los ejes del Convenio que en el marco de Seguridad Nacional, del pasado 22 de enero, suscribimos.
Fortalecer también nuestra política contra el narcomenudeo mediante la asignación de más recursos a esta tarea y, sobre todo, mediante la puesta en marcha de operativos conjuntos entre los tres Órdenes de Gobierno.
Iniciar un programa para reforzar la seguridad y la cultura de prevención en las escuelas, con la participación de maestros, los padres de familia y la comunidad, que busca escuelas seguras de droga y seguras de violencia, para lo cual empezaremos en las escuelas ubicadas en las zonas de mayor índice delictivo.
También estamos trabajando para encontrar los mecanismos de coordinación para rescatar, entre todos, los espacios públicos para que sean espacios para los ciudadanos y no para los delincuentes, en los principales municipios del país.
Finalmente, combatir y sancionar con mayor severidad la violencia contra las mujeres, para lo cual hoy contamos con la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
No obstante, y lo sabemos, aún quedan pendientes asuntos fundamentales como la modernización de nuestro sistema de administración y procuración de justicia, la coordinación de los cuerpos policíacos, particularmente federales; el otorgamiento de facultades de investigación a las policías y el establecimiento de garantías para las víctimas de los delitos y para quienes los denuncian.
Para ello, resulta inaplazable la transformación de nuestras leyes e instituciones en materia de seguridad y procuración de justicia.
Porque la idea es, señora y señores gobernadores, no permitir que los criminales se refugien en instituciones débiles o en deficiencias de la ley.
Por ello, el Ejecutivo a mi cargo presentará un paquete de reformas constitucionales y legales con el que propondremos una modificación integral a nuestro sistema de procuración e impartición de justicia penal.
Yo les pido su apoyo para avanzar en esta materia fundamental, no podemos permitirnos titubeos ante el avance de nuestros enemigos comunes: el crimen organizado y la inseguridad.
Y debemos ganar esta batalla, asumamos juntos el reto de devolver la paz y la tranquilidad a los mexicanos, debemos actuar unidos sin descanso, sin diferencias partidistas, sin regateos y sin ambigüedades.
Ningún esfuerzo federal, local o municipal será suficiente mientras no garanticemos que nuestras leyes y nuestras instituciones sirvan efectivamente a la vigencia plena del Estado de Derecho, en protección de los ciudadanos y en castigo de los delincuentes.
Señora y señores gobernadores:
La CONAGO y el Gobierno Federal podemos aportar mucho para generar acuerdos en los temas esenciales para el desarrollo del país, en esta ocasión me he referido principalmente a una de las prioridades, que a mi juicio, lo son del país: la seguridad pública.
Ello será sin menoscabo de otras dos tareas impostergables: la superación de la pobreza y la generación de empleos.
Tomo debida nota de las inquietudes que ustedes han externado respecto de la impostergable necesidad de transformar la distribución y la generación de ingresos públicos entre el Gobierno y las entidades federativas.
Retomar esta tarea de reflexión, de deliberación, de discusión y decisión de los mexicanos en torno a las finanzas públicas y en torno al federalismo fiscal, es una tarea que asumo como propia al frente del Gobierno Federal.
Refrendo mi disposición para escuchar y analizar sus planteamientos en estos y en otros temas de importancia, como los relacionados con el fortalecimiento de las estructuras de protección civil, con el abatimiento del analfabetismo, con el avance hacia la cobertura universal de salud, comenzando por el fortalecimiento del seguro médico y la ampliación a un Seguro General para una Nueva Generación.
El desarrollo rural sustentable, tan importante para el país; el compromiso claro con el medio ambiente y el esfuerzo global para preservar nuestro entorno y todos los asuntos relevantes para los gobernadores, que lo serán también relevantes para el Gobierno de la República.
En el México de hoy, la colaboración entre gobiernos es un instrumento poderoso para superar los desafíos y los rezagos que enfrentamos.
El diálogo abierto, responsable y constructivo entre los actores políticos, es el aliento vital de la República; es el motor que mueve al federalismo mexicano del Siglo XXI.
Tengo una firme convicción federalista, siempre he luchado por el establecimiento de un régimen federal fuerte, eficaz, democrático, que refleje la pluralidad y la diversidad de la Nación.
***
Antecedentes
En octubre de 1999, se constituyó la Asociación Nacional de Gobernadores (Anago), en la ciudad de Tlaxcala. Los miembros fundadores fueron los mandatarios de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila; del Distrito Federal, Rosario Robles Berlanga; de Baja California Sur, Leonel Cota Montaño; de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, y de Nayarit, Antonio Echevarría Domínguez.
Sus objetivos fueron avivar el federalismo, impulsar el desarrollo regional y proponer a la Federación nuevos esquemas de interrelación entre el gobierno federal y los ejecutivos estatales. “En sus inicios, la Anago se centró en la realización de trabajos de manera conjunta con los mandatarios estatales del PAN para solicitar al Ejecutivo y al Legislativo federales la asignación de mayores recursos para los estados.”
Sus primeras gestiones derivaron en la creación del Programa de Apoyo y Fortalecimiento a Entidades Federativas (PAFEF), a través del cual se destinaron recursos extraordinarios a las 32 entidades, aplicables a educación, salud, infraestructura y deuda pública.
Fue hasta 2002, en el gobierno del Presidente Fox cuando en Cancún, Quinta Roo. se constituyó la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)” como una nueva instancia que reflejara los acuerdos, los intereses y los consensos en los planteamientos y requerimientos de los estados con el fin de establecer un mejor diálogo con la Federación.”
“Para hacer más ágil y eficiente su trabajo, el Pleno de Gobernadores decidió, desde el inicio de la Conago, crear comisiones cuyas tareas tienen que ver tanto con la elaboración como con la presentación de estudios, informes y proyectos a fin de dar seguimiento a los mandatos de los ejecutivos estatales. Una vez consensuados y aprobados los estudios, informes o proyectos, el Pleno de Gobernadores determina las acciones que llevará a cabo la propia Conago para la consecución de los objetivos planteados.
La reunión de Tlaxcal es la primer en el gobierno de Presidente Calderón
¿Qué es la CONAGO? ( de su página de internet)
La Conferencia Nacional de Gobernadores manteniendo pleno respeto de las instituciones del país busca fortalecer el federalismo mediante mecanismos democráticos. Para ello, este foro permanente habrá de mantener los siguientes fundamentos:
LA CONAGO funciona como un espacio institucional permanente de vinculación, consulta, deliberación, diálogo y concertación para lograr tanto un mayor equilibrio como la redistribución de las potestades que corresponden a los órdenes de gobierno federal y estatal.
LA CONAGO impulsa el fortalecimiento de las Entidades Federativas para que contribuyan en mayor medida al desarrollo nacional, cuenten con los recursos y capacidad de respuesta a las demandas de sus comunidades.
LA CONAGO reafirma el superior compromiso de las Entidades Federativas con el Pacto Federal, con el deber de impulsar un proceso político de auténtica descentralización y el fortalecimiento del Federalismo en todos los órdenes y en todas las regiones.
LA CONAGO propone el diseño de políticas públicas para el fortalecimiento del federalismo y de los procesos de descentralización, con una planeación y diseño de programas incluyentes que satisfagan las demandas de seguridad, justicia, bienestar social, democracia y transparencia.
LA CONAGO se suma proactivamente en la promoción del desarrollo social en los ámbitos Nacional, Estatal y Regional, actualizando las relaciones interinstitucionales para estar en mejores condiciones de lograrlo.
LA CONAGO representa el inicio de una nueva relación de respeto y colaboración entre los órdenes de gobierno, cuyos resultados deberán ser el impulso al federalismo y el desarrollo integral de nuestra Nación.
LA CONAGO busca coincidir con el gobierno federal en la búsqueda de soluciones a las demandas sociales, de infraestructura y de servicios públicos con base en los siguientes principios: de solidaridad, para la búsqueda de relaciones de justicia y equidad entre los órdenes de gobierno; de subsidiariedad, para propiciar gobiernos locales capaces y comprometidos con las facultades, funciones, responsabilidades y recursos que les competen conforme a ley; de resarcitoriedad, para retribuir a las Entidades Federativas de forma proporcional a sus esfuerzos recaudatorios.
LA CONAGO es un espacio incluyente abierto a todas las entidades del país sin distinción de partidos políticos. Es un canal de diálogo y concertación, así como un espacio permanente de trabajo entre sus respectivas dependencias y entidades para contribuir corresponsablemente al desarrollo nacional.
LA CONAGO tiene dentro de sus objetivos el realizar los proyectos y estudios políticos, económicos, sociales y jurídicos para deliberar, acordar, proponer y evaluar soluciones conjuntas sobre asuntos relativos a: política presupuestaria, criterios para la transferencia de potestades y recursos, desarrollo social, seguridad pública, costo de los servicios públicos, políticas de inversión pública, procesos de desarrollo y descentralización administrativa, fortalecimiento a los Gobiernos Locales y relaciones intergubernamentales.
Los Gobiernos integrantes de la CONAGO están conscientes de que México debe de ser un país fuerte sustentado en estados y municipios con solidez financiera y capacidad jurídica para atender las demandas sociales. Es evidente que todo país desarrollado ha logrado alcanzar un nivel de crecimiento económico con equidad, cuando cuenta con paz social, certidumbre democrática, estabilidad en las variables macroeconómicas fundamentales y una administración pública federalizada a gran escala.

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