Publicado en El Tiempo on line, Julio 12 de 2008
Por EDULFO PEÑAYANED RAMÍREZ
REDACCIÓN POLÍTICA
Cansado de mediaciones con las Farc, Gobierno cambia estrategia y enviará emisario a 'Cano'
Si el plan de diálogo directo fracasa, se reforzaría la acción militar para seguir combatiendo a ese grupo guerrillero. El enviado partirá pronto en busca de reunirse con el jefe de la organización.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) han utilizado las mediaciones y facilicitaciones "solo con el propósito político de lavar la sangre que han derramado, (y) de desviar la atención sobre su acción de terrorismo y narcotráfico", dijo el viernes el presidente Álvaro Uribe en Punto Fijo (Venezuela).
El Gobierno no ha visto resultado alguno tras cinco años de experiencias con la mediación.
De hecho, Uribe cree que ésta figura ha perjudicado la política exterior del país con sus vecinos.
"(Las guerrillas) no han hecho la paz, pero sí han deshecho la paz entre nuestros gobiernos... le tememos mucho a este tipo de acciones con estos grupos", señaló.
¿Qué sigue?
Lo que viene será un diálogo directo entre el Gobierno y las Farc en busca de un paquete completo ('un combo') que incluye búsqueda de la paz y liberación de los secuestrados.
"Todo o nada", dijo una alta fuente del Gobierno. Si no, acción militar.
Es una decisión tomada. Y reforzada después del éxito sin antecedentes de la operación 'Jaque', que terminó con la liberación de Íngrid Betancourt, los tres estadounidenses y 11 policías y militares colombianos.
Otra de las altas personalidades que podrían tener incidencia en el futuro de las relaciones del Gobierno y las Farc le dijo a EL TIEMPO que a esa organización "le queda la última oportunidad para negociar".
Sólo un actor internacional
El único componente internacional que Uribe contempla hoy es una comisión que verifique los acuerdos logrados. Nada más.
Esta tesis apenas fue esbozada por primera vez por el propio Uribe el pasado viernes en Punto Fijo. "Ojalá haya un diálogo directo y se hiciera la paz...y alcanzado eso conformaríamos una comisión internacional para verificar acuerdos".
Mensaje a 'Cano'
La estrategia, replanteada, está en marcha. EL TIEMPO conoció que un emisario del Gobierno está a punto de partir en busca de alias 'Cano' y que espera una respuesta pronto.
El Gobierno sabe que 'Cano' está en la zona del Cañón de las Hermosas, ubicado entre Tolima y Valle, y aunque no se habla de tregua o algo similar, sí parece que Uribe le apuesta a un compás de espera tácito en busca de una respuesta a su idea del diálogo directo.
A juzgar por el primer comunicado de las Farc después del rescate de los 15 secuestrados, conocido también el pasado viernes, es problable que se pueda estar dando una mínima sintonía entre esta y el Gobierno. 'Cano' no le dio un 'portazo' a Uribe, después de semejante engaño.
Aunque las Farc reiteraron el viernes su interés en "concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio" y ese mismo día Uribe habló de "diálogo directo para hacer la paz", es posible que ese 'desencuentro' sea un punto de partida para empezar a hablar.
Pero lo que también está claro es que no hay ningún interés del Gobierno en ceder en la presión militar ni en sus labores de inteligencia, sobre todo después del éxito sin antecedentes, reconocido por el mundo entero, que le significó la operación 'Jaque'.
Si no llegara a haber una respuesta clara de 'Cano', en un tiempo relativamente breve que el Gobierno ya tiene predeterminado, lo que vendrá será "la mayor ofensiva militar hasta ahora vista".
El Presidente no está dispuesto a seguir con las Farc en el juego de 'Raúl Reyes', tantos años, pidiendo negociación, con "el único propósito de dar positivos diplomáticos", sostiene una alta fuente del Gobierno.
Las Farc de hoy
En la cúpula del Gobierno aún hay discusiones sobre cómo llamar lo que se viene. Si bien Uribe habló de "diálogo directo", hay sectores influyentes renuentes a hablar de "negociación política". Algunos preferirían hablar de "armisticio".
Y no es gratuito. El punto de partida para ese análisis en instancias decisorias, es lo que para ellos es el estado actual de las Farc.
Hay quienes, como el asesor presidencial, José Obdulio Gaviria, creen que las Farc son hoy apenas unas bandas. Ellas "actúan ahora como cuatro grandes bandas, dispersas, itinerantes y no tienen un núcleo que las una", dijo Gaviria recientemente al diario Hoy, de la Casa Editorial EL TIEMPO.
Tal vez Gaviria, en su análisis, parta de lo que las Farc eran en 1998, cuando el general Fernando Tapias, entonces comandante de las Fuerzas Militares, le hizo al recién posesionado presidente Andrés Pastrana, la siguiente confesión: "De seguir en estas condiciones la Fuerza Pública, no hay ninguna posibilidad de sostener el sistema democrático vigente, por un largo tiempo".Pero esas ya no son las Farc de hoy. Las que no hace mucho ahuyentaban alcaldes, secuestraban militares y policías, políticos y empresarios, paralizaban carreteras, tomaban poblaciones y desplegaban una habilidosa diplomacia internacional que llegó a poner a varios gobiernos de su lado.
Y aunque algunos miembros de la cúpula del Gobierno consideran que las Farc están tan débiles que "ya no están combatiendo", que "han tenido que volver a sus cuevas", hay que tener en cuenta también lo dicho hace pocos días por el actual comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla De León, en el sentido de que si bien esta organización "pasa por su peor momento, no está derrotada".
No deja de llamar la atención que los tiempos para resolver si hay diálogo directo o reforzamiento de la acción militar contra la guerrilla, que se dará fundamentalmente en el segundo semestre de este año, coincidan precisamente con las grandes definiciones políticas de cara a las elecciones presidenciales del 2010.
Cansado de mediaciones con las Farc, Gobierno cambia estrategia y enviará emisario a 'Cano'
Si el plan de diálogo directo fracasa, se reforzaría la acción militar para seguir combatiendo a ese grupo guerrillero. El enviado partirá pronto en busca de reunirse con el jefe de la organización.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) han utilizado las mediaciones y facilicitaciones "solo con el propósito político de lavar la sangre que han derramado, (y) de desviar la atención sobre su acción de terrorismo y narcotráfico", dijo el viernes el presidente Álvaro Uribe en Punto Fijo (Venezuela).
El Gobierno no ha visto resultado alguno tras cinco años de experiencias con la mediación.
De hecho, Uribe cree que ésta figura ha perjudicado la política exterior del país con sus vecinos.
"(Las guerrillas) no han hecho la paz, pero sí han deshecho la paz entre nuestros gobiernos... le tememos mucho a este tipo de acciones con estos grupos", señaló.
¿Qué sigue?
Lo que viene será un diálogo directo entre el Gobierno y las Farc en busca de un paquete completo ('un combo') que incluye búsqueda de la paz y liberación de los secuestrados.
"Todo o nada", dijo una alta fuente del Gobierno. Si no, acción militar.
Es una decisión tomada. Y reforzada después del éxito sin antecedentes de la operación 'Jaque', que terminó con la liberación de Íngrid Betancourt, los tres estadounidenses y 11 policías y militares colombianos.
Otra de las altas personalidades que podrían tener incidencia en el futuro de las relaciones del Gobierno y las Farc le dijo a EL TIEMPO que a esa organización "le queda la última oportunidad para negociar".
Sólo un actor internacional
El único componente internacional que Uribe contempla hoy es una comisión que verifique los acuerdos logrados. Nada más.
Esta tesis apenas fue esbozada por primera vez por el propio Uribe el pasado viernes en Punto Fijo. "Ojalá haya un diálogo directo y se hiciera la paz...y alcanzado eso conformaríamos una comisión internacional para verificar acuerdos".
Mensaje a 'Cano'
La estrategia, replanteada, está en marcha. EL TIEMPO conoció que un emisario del Gobierno está a punto de partir en busca de alias 'Cano' y que espera una respuesta pronto.
El Gobierno sabe que 'Cano' está en la zona del Cañón de las Hermosas, ubicado entre Tolima y Valle, y aunque no se habla de tregua o algo similar, sí parece que Uribe le apuesta a un compás de espera tácito en busca de una respuesta a su idea del diálogo directo.
A juzgar por el primer comunicado de las Farc después del rescate de los 15 secuestrados, conocido también el pasado viernes, es problable que se pueda estar dando una mínima sintonía entre esta y el Gobierno. 'Cano' no le dio un 'portazo' a Uribe, después de semejante engaño.
Aunque las Farc reiteraron el viernes su interés en "concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio" y ese mismo día Uribe habló de "diálogo directo para hacer la paz", es posible que ese 'desencuentro' sea un punto de partida para empezar a hablar.
Pero lo que también está claro es que no hay ningún interés del Gobierno en ceder en la presión militar ni en sus labores de inteligencia, sobre todo después del éxito sin antecedentes, reconocido por el mundo entero, que le significó la operación 'Jaque'.
Si no llegara a haber una respuesta clara de 'Cano', en un tiempo relativamente breve que el Gobierno ya tiene predeterminado, lo que vendrá será "la mayor ofensiva militar hasta ahora vista".
El Presidente no está dispuesto a seguir con las Farc en el juego de 'Raúl Reyes', tantos años, pidiendo negociación, con "el único propósito de dar positivos diplomáticos", sostiene una alta fuente del Gobierno.
Las Farc de hoy
En la cúpula del Gobierno aún hay discusiones sobre cómo llamar lo que se viene. Si bien Uribe habló de "diálogo directo", hay sectores influyentes renuentes a hablar de "negociación política". Algunos preferirían hablar de "armisticio".
Y no es gratuito. El punto de partida para ese análisis en instancias decisorias, es lo que para ellos es el estado actual de las Farc.
Hay quienes, como el asesor presidencial, José Obdulio Gaviria, creen que las Farc son hoy apenas unas bandas. Ellas "actúan ahora como cuatro grandes bandas, dispersas, itinerantes y no tienen un núcleo que las una", dijo Gaviria recientemente al diario Hoy, de la Casa Editorial EL TIEMPO.
Tal vez Gaviria, en su análisis, parta de lo que las Farc eran en 1998, cuando el general Fernando Tapias, entonces comandante de las Fuerzas Militares, le hizo al recién posesionado presidente Andrés Pastrana, la siguiente confesión: "De seguir en estas condiciones la Fuerza Pública, no hay ninguna posibilidad de sostener el sistema democrático vigente, por un largo tiempo".Pero esas ya no son las Farc de hoy. Las que no hace mucho ahuyentaban alcaldes, secuestraban militares y policías, políticos y empresarios, paralizaban carreteras, tomaban poblaciones y desplegaban una habilidosa diplomacia internacional que llegó a poner a varios gobiernos de su lado.
Y aunque algunos miembros de la cúpula del Gobierno consideran que las Farc están tan débiles que "ya no están combatiendo", que "han tenido que volver a sus cuevas", hay que tener en cuenta también lo dicho hace pocos días por el actual comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla De León, en el sentido de que si bien esta organización "pasa por su peor momento, no está derrotada".
No deja de llamar la atención que los tiempos para resolver si hay diálogo directo o reforzamiento de la acción militar contra la guerrilla, que se dará fundamentalmente en el segundo semestre de este año, coincidan precisamente con las grandes definiciones políticas de cara a las elecciones presidenciales del 2010.
EDULFO PEÑAYANED RAMÍREZ
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