8 dic 2008

El Gral del Real Magallanes


¡De la inteligencia militar a la inteligencia policial!
Era 17 de septiembre de 2008; discurso del Presidente Calderón en San Pedro Garza, Nuevo León, en la Inauguración del Centro de Control, Comando y Comunicaciones.
"Y aquí quiero hacer un reconocimiento al Comandante de esta Región Militar, al General Javier del Real Magallanes, porque ha sido, precisamente, esta región noreste del país la que ha logrado ya el decomiso de cientos, sino es que miles ya, vehículos, miles, perdón, de armas, de municiones. Estamos llegando a la cifra, amigas y amigos, de decomisar en el país más de dos millones de municiones en los operativos, cerca de 15 mil armas de alto poder. Un esfuerzo singular y sin precedentes en la vida del país."
Tres meses después, un boletín de prensa (No 586) fechado el 4 de diciembre -mismo día que la Cámara de Diputados aprobaba la Ley de Seguridad- señala:
"Como subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial fue designado el General de División Diplomado de Estado Mayor, Javier del Real Magallanes, el cual tendrá entre sus nuevas funciones la instrumentación del Nuevo Modelo de la Policía Federal bajo las premisas de la investigación científica en el combate a la delincuencia, incrementar las capacidades de inteligencia operativa contra el crimen, articular los sistemas de investigación policial con Plataforma México y fortalecer el intercambio de información de inteligencia policial en el combate al delito trasnacional.
El Subsecretario del Real cuenta con una amplia experiencia en materia de seguridad pública y nacional, hasta el día de hoy ocupaba la comandancia de la IV Región Militar en Monterrey Nuevo León. Entre los cargos que ha desempeñado destaca el de Director del Colegio de la Defensa Nacional, Comandante de la II Región Militar, Director Ejecutivo de Políticas de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal
y Jefe de la Sección II de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Prestó sus servicios en el Centro de Investigación para la Seguridad Nacional (CISEN) donde colaboró con el Ing. Genaro García Luna y Facundo Rosas Rosas
en el Grupo de Coordinación Interinstitucional (GAT).
Del Real Magallanes cuenta con especialización en Mando Superior y Seguridad Nacional, Mando y Estado Mayor general y Curso Superior de Guerra. Dentro de la Secretaría de la Defensa ha recibido las condecoraciones: Perseverancia, Mérito Técnico, Mérito Militar y Servicios Distinguidos. Además ha desempeñado funciones diplomáticas en las embajadas de México en Guatemala, Honduras, Costa Rica y Nicaragua. Mediante una nueva estructura orgánica, el Gobierno Federal refuerza su estrategia de combate a la delincuencia." (fin del comunicado) Aunque se entiende que es por acuerdo del Presidente, el comunicado no lo señala así.
La llegada del General del Real se da en un momento en el que mandos altos y medios de la Policía Federal son indagados por la PGR por presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa e incluso por un robo de miles de dólares en un cateo en el DF.
En diciembre de 2004, recien ascendido a Divisionario, del Real fue mencionado - junto con otros divisionarios,- para ocupar el cargo el cargo de Comisionado de la Policía Federal Preventiva en sustitución del Almirante José Luis Figueroa Cuevas, quien dejó el cargo por los conflicto en Tlahuac.
Durante 1994 y 1995, del Real Magallanes estuvo a cargo de las investigaciones del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En la SSP del DF, cuando el titular era el General Enrique Salgado, fue encargado de políticas policiales.
Ascendió a divisionario en noviembre de 2004 y por edad causa retiro en el 2009.
La cuña a Genaro: Reforma
Ese jueves 4 de diciembre, la columna Templo Mayor de Reforma, señaló:
"SI ALGO dejó en claro el road-show que se aventó Felipe Calderón en los medios por su segundo aniversario en la Presidencia, es que quiere relanzar su gobierno con el tema de la seguridad.
POR LO QUE anduvo diciendo el Presidente, está más que puesto para hacer de la elección del 2009 una especie de referéndum sobre "su" lucha contra la inseguridad y "su" guerra contra el crimen organizado.
QUIZÁ EN esa lógica se inscribe el próximo nombramiento que se dará en la Secretaría de Seguridad Pública, donde le van a poner una buena cuña a Genaro García Luna.
SE TRATA del general Javier del Real Magallanes, quien se desempeña como comandante de la Cuarta Región Militar con sede en Nuevo León.
EL MILITAR será nombrado subsecretario de Seguridad Pública, un cargo que al parecer se ganó a pulso con su trabajo en tierras nuevoleonesas.
COSA RARA en estos días: el general Del Real deja la plaza regiomontana con el respeto y el reconocimiento de las autoridades locales, tanto del PRI como del PAN. ¡Ah, jijo!"
****
El poder de los generales
ORGE CARRASCO ARAIZAGA, reportero,
Revista Proceso, 1675 (http://www.proceso.com.mx/), 7/12/2008;
No conforme con haber asumido su poder político de la mano de los militares para enseguida sacar al Ejército a las calles, el presidente Calderón decidió entregar también a las Fuerzas Armadas el control operativo de la Secretaría de Seguridad Pública. Al poner al frente de la Subsecretaría de Estrategia e Inteligencia Policial al general de división DEM Javier del Real Magallanes, quien tendrá bajo su mando a la Policía Federal, el presidente hace chuza: complace a la Sedena y acota a su hasta ahora protegido Genaro García Luna...
Jorge Carrasco Araizaga
Tras dos años de frustraciones en la lucha contra el narcotráfico y en medio de las fuertes críticas a su protegido Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, el presidente Felipe Calderón decidió entregar a militares el control operativo de esa dependencia, con lo que reforzó la presencia castrense en su gobierno.
El principal instrumento que tendrán los militares en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) será la Policía Federal, que a partir del próximo año se convertirá en la corporación más poderosa, por el número de efectivos y recursos económicos destinados a tareas operativas de seguridad, incluso por encima del Ejército y la Marina.
Por acuerdo de Calderón, el general de división Diplomado de Estado Mayor Javier del Real Magallanes fue designado subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial, en sustitución de Facundo Rosas Rosas, mano derecha de García Luna, quien formalmente sigue al frente de la SSP.
En los hechos, el general Del Real Magallanes será el hombre fuerte de la secretaría, pues tendrá bajo su mando directo la Policía Federal, aún pendiente de ser aprobada por el Congreso pero a la que los legisladores ya le autorizaron más de 38 mil efectivos para el próximo año.
Calderón fortaleció de esa manera el control militar de los operativos contra el narcotráfico que, ordenados en cuanto asumió el poder, han dejado casi 8 mil ejecutados en dos años, sobre todo en Chihuahua, Baja California, Sinaloa y Michoacán, a pesar del publicitado despliegue militar.
A partir de 2009, el poder de la SSP se concentrará en el cargo que hasta el jueves 4 ocupaba Facundo Rosas, de quien dependía Gerardo Garay Cadena, excomisionado interino de la Policía Federal Preventiva (PFP) detenido por su presunta protección a la organización de los hermanos Beltrán Leyva.
Al ocupar la Subsecretaría de Estrategia e Inteligencia Policial, los militares tendrán el control directo no sólo de las operaciones de la SSP en contra de la delincuencia organizada, sino de las acciones que emprenda esa secretaría en coordinación con otras dependencias federales y los gobiernos estatales y municipales en todo el país.
Con los 45 mil militares que actualmente destina el Ejército al combate al narcotráfico desde la Sedena y los 38 mil 340 policías, en su mayoría civiles, que tendrá bajo su mando el general Del Real Magallanes en la SSP, la cúpula castrense dispondrá a la vez de 83 mil elementos para las tareas de seguridad.
El general en retiro Roberto Badillo, diputado del PRI por Veracruz, explica que la Sedena ocupa entre 40 y 45 mil hombres para el combate al narcotráfico, los cuales son reemplazados por el mismo número de efectivos cada 40 días.
En el caso de la Secretaría de Seguridad Pública, el control de los militares será evidente. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2009, aprobado por el Congreso, la SSP dispondrá de casi 33 mil millones de pesos, de los cuales casi la mitad, alrededor de 15 mil 248 millones, serán para la Policía Federal.
Una vez que tenga el aval del Congreso, la Policía Federal sustituirá a la PFP. Por ahora, es una corporación de facto que García Luna echó a andar este año sin ese respaldo legal.
La supremacía castrense en la SSP se notará también en el manejo del personal, pues la Policía Federal se quedará con el 75% de las plazas autorizadas por el Congreso para la dependencia. Además, tendrá el control de la seguridad privada en todo el país.
El general Del Real Magallanes fue uno de los mencionados para ser titular de la Sedena con Calderón. Pero como comandante de la IV Región Militar, cargo que ocupó hasta el jueves 4, participó en el mando del Operativo Nuevo León-Tamaulipas contra el narcotráfico.
Como comandante de esa jurisdicción, que abarca los estados de Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí, Del Real Magallanes sufrió el que hasta ahora ha sido el principal agravio del Ejército en los operativos: el degüello de una decena de militares a manos de narcotraficantes, en octubre pasado.
No es la primera vez que el nuevo subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial ocupa cargos de policía. Al final del régimen del PRI, durante la primera mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, estuvo comisionado en la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
En la regencia de Óscar Espinosa Villarreal, Del Real Magallanes fue director ejecutivo de Políticas de Seguridad Pública cuando el titular de la policía capitalina era el general Enrique Salgado Cordero.
Junto con otros militares, ambos generales tuvieron que dejar sus cargos a raíz del escándalo desatado en septiembre de 1997 por el secuestro, tortura y ejecución de seis jóvenes durante un operativo policial en la colonia Buenos Aires, en el centro de la capital del país. Las víctimas aparecieron en un paraje a las afueras de la ciudad.
Cuando a principios de esta década Espinosa Villarreal fue perseguido penalmente por el gobierno del Distrito Federal, acusado de malversación, huyó a Nicaragua, donde años atrás el divisionario había sido agregado militar.
Según el comunicado oficial en el que la SSP anunció el nombramiento del general, una de sus tareas será "la instrumentación del Nuevo Modelo de Policía Federal bajo las premisas de la investigación científica en el combate a la delincuencia".
Además, será el responsable de "incrementar las capacidades de inteligencia operativa contra el crimen, articular los sistemas de investigación policial con Plataforma México y fortalecer el intercambio de información policial en el combate al delito trasnacional".
Plataforma México era otro de los ambiciosos proyectos en manos de García Luna, quien apenas en junio pasado presentó al cuerpo diplomático acreditado en México sus características tecnológicas, incluido el Sistema Único de Información Criminal, para el intercambio de información entre todas las policías del país.
En el caso de la Policía Federal, el proyecto de ley propuesto por Calderón al Congreso prevé que esa corporación tenga un comisionado nombrado por el presidente de la República a propuesta del secretario de Seguridad Pública. De aprobarse, es de esperarse que esa posición sea ocupada por un militar, pues su jefe inmediato será el general Del Real Magallanes.
El pasado viernes 5, el periódico El Universal informó en su portal de internet que el general de división Diplomado de Estado Mayor Sergio Ayón Rodríguez podría integrarse a la Policía Federal.
La designación del general Javier del Real Magallanes es el primer nombramiento que hace Calderón de un general de división en activo para realizar funciones de alto nivel en una dependencia ajena a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El antecedente inmediato es el del general Rafael Macedo de la Concha, designado titular de la Procuraduría General de la República (PGR) en el gobierno de Vicente Fox. La llegada de Macedo significó la militarización de los principales cargos de la PGR.
Del Real Magallanes se traslada a la SSP desde la comandancia de la IV Región Militar. Divisionario desde 2004, al igual que el titular de la Sedena, el general Guillermo Galván Galván, pertenece al Arma de Artillería. Ingresó al Ejército en 1961, por lo que le queda un año para pasar a retiro como militar.
De acuerdo con su hoja de servicios, fue agregado militar en Centroamérica entre fines de los setenta y principios de los ochenta, cuando la región padeció intensas guerras civiles. Entre 1977 y 1979, en plena revolución sandinista en Nicaragua, fue ayudante en la agregaduría militar y aérea en Guatemala y en Honduras. De 1983 a 1984 fungió como agregado militar y aéreo adjunto en El Salvador y Costa Rica. Luego, entre 1984 y 1985, estuvo en calidad de agregado militar y aéreo en Nicaragua.
Egresado en 1963 del Colegio Militar y con formación en la Escuela Superior de Guerra, entre 1975 y 1977 se desempeñó como ayudante de los entonces secretarios de la Defensa Nacional, Félix Galván López y Juan Arévalo Gardoqui, quien lo envió para formarse en los conflictos centroamericanos.
Con Galván López, titular de la Sedena en el gobierno de José López Portillo, estuvo en la Sección Segunda -dedicada a labores de inteligencia- en el Estado Mayor de la Defensa Nacional, el centro operativo de la Sedena. Ya en el gobierno de Carlos Salinas, con el general Antonio Riviello Bazán, figuró al frente de esa estratégica Sección.
A principios de 2001 regresó a El Salvador, como comandante del contingente militar de ayuda humanitaria, luego de que ese país sufriera un terremoto. Por lo que se refiere al mando de tropa, destacan sus funciones como comandante de la 34 Zona Militar en Cancún, Quintana Roo; comandante de la II Región Militar, en Mexicali; y, hasta su nuevo nombramiento, de la IV Región Militar, en Nuevo León.
Superpolicía en picada
Con el movimiento de Calderón a favor de los militares, García Luna perdió el control directo de la policía unificada, su principal instrumento de poder dentro del gabinete de seguridad, donde han sido constantes sus desencuentros con el Ejército y la Procuraduría General de la República.
La confrontación con los militares no es nueva. Se originó desde que jefes castrenses se opusieron a su nombramiento como secretario de Seguridad Pública por su alegada protección de secuestradores y narcotraficantes. Al final, Calderón lo puso al frente de la SSP con el apoyo de Juan Camilo Mouriño, fallecido en noviembre pasado (Proceso 1671 y 1672).
Las críticas en contra de García Luna se incrementaron a partir de la detención de varios de sus colaboradores como presuntos protectores de narcotraficantes, además de que otros han sido ejecutados en supuesta represalia por acusaciones del mismo tipo.
Apenas el pasado jueves 4, el excomisionado interino de la PFP, Víctor Gerardo Garay Cadena, y el exjefe de Operaciones Especiales de la SSP, Francisco Navarro Espinosa, así como los agentes federales Fidel Hernández García y Jorge Cruz Méndez, fueron ya formalmente aprehendidos como presuntos responsables de protección al narcotráfico.
A Garay Cadena y Francisco Navarro la PGR les imputa haber dado protección a la organización de los hermanos Beltrán Leyva, mientras que a los agentes se les acusa de dar cobertura a las operaciones delictivas de Jesús El Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada, socio de Joaquín El Chapo Guzmán, del cártel de Sinaloa.
García Luna recibió otro revés la semana pasada en sus pretensiones de convertirse en el "superpolicía" y, con ello, en el secretario más poderoso del gabinete de Calderón. La Cámara de Diputados decidió restar facultades a la SSP al aprobar la nueva Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Entre ellas, la presidencia del Consejo Nacional de Seguridad Pública, la principal instancia encargada de la coordinación y definición de políticas en seguridad pública. El Consejo será presidido por el presidente de la República y, en su ausencia, por el secretario de Gobernación. Hasta ahora, el Consejo Nacional de Seguridad Pública era encabezado por la SSP.
La incorporación del general Javier del Real Magallanes fortalece el control de los militares en las tareas de seguridad pública. A ello se suma la creciente tendencia de que generales de división retirados pasen a ocupar las secretarías de seguridad estatales.
Por lo menos dos terceras partes de los estados de la República tienen jefes militares al frente de sus secretarías estatales o direcciones municipales de Seguridad Pública. En las dependencias estatales destacan los casos de los generales recientemente retirados Sergio López Esquer y Eugenio Hidalgo Heddy. El primero es secretario en Veracruz y el segundo en Aguascalientes.
En Tabasco está el general Héctor Sánchez Gutiérrez; en Guerrero, el general Juan Heriberto Salinas Altés; en Puebla, el general Mario Ayón Rodríguez -hermano de quien se menciona como prospecto a ser el comisionado de la Policía Federal-, y en Oaxaca, el teniente coronel Javier Rueda Velásquez. Incluso, en el DF recientemente se designó al general Enrique Pérez Casas como subsecretario de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Pública.
A nivel federal, la SSP dispondrá de grandes recursos económicos y humanos que estarán en manos de militares. En el presupuesto de Egresos de la Federación para 2009, esa secretaría tuvo uno de los principales incrementos, incluso por encima de la Sedena.
Para el próximo año, la SSP ejercerá un presupuesto de 32 mil 916 millones 838 mil pesos, un aumento significativo respecto a los 19 mil 711 millones 622 mil pesos aprobados para el año pasado.
Los recursos que tendrá se equiparan a los destinados al Poder Judicial en su conjunto. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dispondrán de 32 mil 539 millones 820 mil pesos.
El presupuesto de la SSP duplica al de la Marina, que el próximo año ejercerá 16 mil millones de pesos. En relación con la Sedena, la diferencia es de 10 mil millones, pues la Defensa Nacional tendrá un presupuesto de 43 mil 623 millones 321 mil pesos. Su aumento respecto al año pasado fue de 7 mil millones.
La fuerza de los militares, en particular la del general Del Real Magallanes, frente a García Luna, se reflejará no sólo en las decisiones operativas, sino en el manejo del dinero y de los efectivos policiales.
De acuerdo con el nuevo presupuesto, la SSP tiene autorizadas 50 mil 593 plazas. De ellas, el 75% (38 mil 340) dependerán del general, pues es el número de efectivos que integrará la Policía Federal. Respecto al año pasado, representa un incremento de 7 mil 274 policías.
Ese aumento de elementos implicó la duplicación del presupuesto para la corporación. De los 7 mil 942 millones aprobados para este año, pasó a 15 mil 248 millones de pesos.
En contraste, Facundo Rosas, ahora como subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos, dispondrá de 169 millones, que representa sólo el 0.5% del presupuesto total de la secretaría.
Esa subsecretaría carecía de titular desde que en septiembre pasado Monte Alejandro Rubido fue designado secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
García Luna, Facundo Rosas y el general Del Real Magallanes coincidieron en los años noventa en el Grupo de Coordinación Interinstitucional del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

***
Columna PLAZA PÚBLICA /Miguel Ángel Granados Chapas,
Javier del Real Magallanes
Reforma, 8 diciembre 2008
Aunque la versión más lógica y sostenible es que la Secretaría de la Defensa Nacional metió en la de Seguridad Pública una cuña, en la persona del general de división Javier del Real Magallanes, nuevo subsecretario de Estrategia e Inteligencia policial, el principal afectado por esa decisión, Genaro García Luna, intentó maniobrar para hacer creer que a él se debe esa designación.
Según la especie favorable a sus intereses, García Luna habría solicitado al presidente de la República la incorporación del divisionario a la Secretaría que él encabeza: "Fuentes de la SSP federal comentaron que el propio García Luna realizó un intenso cabildeo para que se autorizara la inclusión del militar en activo a la estructura de la SSP.
"El general Del Real mantiene una estrecha amistad con García Luna. Han coincidido en diversas tareas. Ambos trabajaron en el Centro de Investigación para la Seguridad Nacional" (El Universal, 5 de diciembre).
Podría ser verdad lo dicho en esa nota, si se considera el aval que repetidamente ha brindado en fechas recientes el presidente Calderón a su secretario de Seguridad Pública. Pero es más verosímil la tesis de que, hombre de confianza del general secretario de la Defensa, Guillermo Galván, el nombramiento de Del Real Magallanes sea un acto de presencia de la Sedena en la SSP, para irle de la mano al titular. Son conocidas las diferencias y aun enfrentamientos de las dos Secretarías y se ha sabido de la alerta que un grupo relevante de generales lanzó contra la designación de García Luna como jefe del Cisen (que era la posición que le estaba destinada en noviembre de 2006) y la expresión de desconfianza que el propio general Galván habría emitido ante su jefe cuando García Luna fue nombrado secretario. En este caso, la inclusión de un militar avezado en asuntos policiacos significaría el principio del fin del cacicazgo que el titular de la SSP ha pretendido ejercer en las fuerzas federales de seguridad. Por lo pronto, tuvo que desplazar a su amigo Facundo Rosas para hacerle lugar al general recién llegado, y lo confinó a otra subsecretaría, la de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos, distante de la operación policiaca misma.
Si es verdad que Del Real es una cuña que limite a García Luna, que no será propiamente su jefe puesto que, como general en activo, su inmediato superior conforme a la disciplina militar es el propio secretario de la Defensa, también puede serlo que se haya removido a Rosas por su desliz en el caso de la comandante Lorena González, procesada por el secuestro de Fernando Martí. No obstante que él mismo la invitó en octubre pasado a pasar de la AFI a la Policía Federal, Rosas pretendió negar la pertenencia de quien organizó el falso retén donde Martí fue capturado a la Secretaría de que era el número dos. García Luna salió en su apoyo, aunque al final debieron admitir que en efecto la acusada no les era desconocida.
Del Real, que llegó a divisionario en diciembre de 2004, antes de cumplir 60 años, ha combinado una carrera de servicio estrictamente castrense con labores de inteligencia y aun administración policial. Fue, por ejemplo, director ejecutivo de políticas de seguridad pública bajo el mando del general Enrique Salgado Cordero, que a las órdenes de Óscar Espinosa Villarreal fue uno de los últimos secretarios de ese ramo en la administración priista. Como subdirector operativo del Estado Mayor de la Sedena realizó también acciones policiacas: participó en la detención de los hermanos Cerezo, en agosto de 2001, y dio cuenta de ella junto con el subprocurador Gilberto Higuera. No debió ser acertada la información en que se basó la acusación porque uno a uno fueron cayendo los cargos que se imputaron a esa familia, dos de cuyos miembros siguen presos por arbitrarias razones extrajudiciales.
Además de jefe de la sección segunda del Estado Mayor de la Defensa (el departamento que maneja la inteligencia militar) y director del Colegio de la Defensa Nacional (donde se preparan los cuadros selectos de las Fuerzas Armadas), Del Real Magallanes ha tenido mando de tropas, como comandante de dos regiones militares, la segunda con sede en Mexicali y la cuarta asentada en Monterrey. Fue desde allí responsable del operativo Nuevo León Tamaulipas, uno de los despliegues de tropa de mayor envergadura en la estrategia contra la delincuencia organizada. En los años en que fue comandante de la región no fue posible contener la violencia criminal en Monterrey y su zona metropolitana, cuyos pobladores han vivido en creciente zozobra. Miembros del Ejército realizaban acciones contra el narcomenudeo, lo que derivó en el asesinato de los tres oficiales que realizaban investigaciones en ese campo y de 10 militares más a mediados del reciente octubre. Igualmente, en esos días se produjo un ataque a balazos y con una granada (que no estalló) contra el consulado norteamericano en la capital de Nuevo León, que suscitó la expresa preocupación del embajador Antonio O. Garza, que tan atento está a la lucha (o su falta) del gobierno mexicano contra el crimen organizado.
En su nueva responsabilidad, Del Real tendrá bajo su mando a la Policía Federal, una contrahecha corporación que no acaba de nacer legalmente, y que consta de 27 mil efectivos. Tendrá que depurar los mandos de ese cuerpo, una zona minada por la corrupción y la complicidad con la banda de Jesús Zambada, El Rey, según se desprende de indagaciones ministeriales en curso.

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